CRISIS Y GUERRA ECONÓMICA: LA VIGENCIA DE LA CRITICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA
Carlos Lanz Rodriguez
INTRODUCCIÓN
En la actual coyuntura que
vive la revolución bolivariana se han
acentuados los indicadores del agotamiento del modelo de acumulación
capitalista basado en la expoliación de la renta petrolera:
a.-Caída vertiginosa del PIB
b.-Crecimiento inflacionario
en el marco de un proceso recesivo: stagflaction
c.-Descenso de los precios
del petroleo en un 75%
d.-Elevación de riego país.
e.-Reducción de la divisas
operativas de las reservas internacionales.
f.- Fuga de capitales.
g.- Escasez de bienes y
servicios.
Tal cuadro deficitario
restringe el papel del rentismo como subsidio a la tasa de ganancia, dándose
una disputa político-ideológica entre las clases y sus diversas fracciones en torno a la
distribución de dicha renta.
Esta pugna de intereses es
recogida en puntos de vistas e interpretaciones en torno a la crisis como expresión de la “lucha
de clase en lo teórico”, ya que
en los diversos enfoques se intenta darle legitimidad ideológica a las
distintas posiciones. Asi por ejemplo, la lumpenburguesía parasitaria asume el
recetario neo-liberal del FMI, sistetizado en las siguientes políticas de
ajuste:
1.-Impulso de las maquilas y la explotacion del trabajo,para
producir las mercancías a bajos costo.
2.- Ajuste macro económico
que enfatiza la reducción de sueldos y
salarios.
3.-Darle prioridad al
mercado y atenuar la intervención del Estado, eliminar la ley
de precios justos
4.-Acabar con los subsidios, las prestaciones y la seguridad social, quitar las pensiones, suprimir el bono de alimentación.
5.-Privatizar y mercantilizar
los servicios: educación,salud,transporte, entre otros, eliminando su gratuidad
6.-Fortalecer los
monopolios y las inversiones extranjeras, devolviendo las empresas expropiadas.
7.-Supresión de la Ley del
trabajo, suprimiendo el articulado que protege la estabilidad y los beneficios
laborales.
8.-Incremento de los precios
de productos básicos, léase: caraota, harina, arroz, leche, queso, carne,
azúcar.
9.- Eliminación del control de cambio, promover la dolarización y sistema de bandas.
10.- Fomentar el endeudamiento y las negociaciones con el BM
y el FMI
Por otro lado, otras fracciones del capital asociadas a
la burocracia del Estado, postulan medidas de corte keynessianas, para corregir
los desequilibrios y promover la producción interna:
n Socialismo “de mercado”, inspirado en el modelo chino.
n Reactivar la producción planteando una alianza con el
capital privado, nacional y extranjero.
n Promover empresas mixtas en la industria básica.
Hierro, aluminio.
n Propensión al consumo y a la inversión a través del
gasto
n Ordenamiento juridico que protega la propiedad y
estimule el emprendimiento
n Promoción de zonas francas y conglomerados
industriales.
n Liberación de precios.
n Unificación cambiaria
n Racionalización de los subsidios.
Este paquete de
medidas se inscribe en la concepción
tecnocrática del desarrollo de las fuerzas productivas sin cambiar las
relaciones de producción
En otra perspectiva, desde el campo popular se vienen
levantando banderas más radicales en la esfera fiscal y monetaria:
- Nacionalización
de la banca y del comercio exterior.
- Revisión
de la deuda y auditoría publica e la misma
- Control
de cambio y de precios.
- Repatriación
de capitales
- Elevación
de impuestos a las ganancias con una reforma tributaria.
- Penalización
del contrabando y la usura
- Castigo para quienes desfalcaron Cadivi, Sitme y
Cencoex,
Igualmente, en el seno del
proceso revolucionario existen corrientes identificadas con el legado
anti-capitalista del Cmdte Chavez, quienes reivindicamos una serie de
planteamiento recogidos en leyes y en los documentos fundacionales del PSUV,
los cuales podemos agruparlo bajo el esquema desarrollado en el texto “COMUNALIZACION DEL PLAN DE LA PATRIA”(2014)siguiendo
las siguientes pautas:
1.- El proceso productivo
socialista, según lo contempla las Bases Programaticas del PSUV, las leyes del
Poder Popular y el Plan de la Patria, posee las siguientes características:
- Se
reivindica la autonomía obrera contrapuesta a la lógica del capital
- Se
focaliza en el espesor productivo el origen de la crisis orgánica del
capital, superando la simplificación que la reduce a la esfera de la
distribución y circulación monetaria
- Primación
de los valores de uso sobre los valores de cambio.
- Combate
de la división social de trabajo, superando la separación entre las tareas
intelectuales y manuales.
- Democratización
de los medios de producción, nuevas formas de propiedad.
- Diversas
formas de organización socio-productivas,
productores libres asociados.
- Integración
de redes productivas.
- Nuevo
tejido productivo, sustentable, diversificado:
-Numerosas empresas de propiedad social directa
-Áreas encadenadas productivamente a escala comunal
-Consolidación de
la arquitectura financiera comunal
-Organización de los Consejos y Comités de economía
comunal.
2.-El modelo productivo socialista tiene un alcance
global, pero debemos enmarcarlas ahora en su
COMUNALIZACION, con la implementación del PLAN DE LA PATRIA
territorializado:
• Concreción del modelo productivo socialista a nivel
local, según la vocación productiva, costumbres y tradiciones de cada
lugar-espacio-territorio.
• Construcción de redes
de asociaciones productivas endógenas-sustentanbles en esos diversos
territorios: comunas, ciudades comunales, distritos motores.
• Articulación con el poder popular y el sistema
comunal en la nueva geometría del poder.
• Planificación democrática, presupuesto participativo
y contraloría social en el espacio
local.
• Ocupación territorial que enfrente la
contradicción-ciudad campo, centro-periferia.
En el proceso de comunalización del modelo productivo
socialista, debemos tomar en cuenta los
elementos que anteceden:
a.- En la transición socialista hay que territorializar
el modelo, tal como esta desarrollado en el sistema de agregación comunal.
b.-Se trata de un plan sistemático de conformación de
REDES SOCIO-PRODUCTIVAS, como una gigantesca telaraña que cubre los territorios.
c.-La red abarca desde la producción, pasando por la
distribución y el consumo.
d.- En su seno se debe injertar la propiedad social, el espíritu socialista.
Colocar el acento en el proceso inmediato de
producción, enfatizar el desarrollo de la economía comunal, concretar su territorialización
y construcción de redes
socio-productivas como telaraña, demanda profundizar la crítica epistemológica de la concepción
neoliberal que hace estrago en el pensamiento aparentemente de izquierda, pero donde se ha refugiado el keynessianismo.
Trascender la apariencia, ir a la raíz de los problemas,
hacer totalizaciones de la realidad concreta, caracterizar el problema de las
contradicciones que están presentes, es clave para la transición socialista.
Los apologistas y defensores del capital
cuando formulan diagnósticos, planes de acción y políticas de seguimiento
frente a la crisis orgánica, encubren o
escamotean sus aspectos genético-estructurales, surgiendo las siguientes distorsiones cognoscitivas:
* El diagnóstico se remite a la esfera de circulación, distribución y consumo, sin profundizar en el proceso
inmediato de producción. De allí
parte la superficialidad y el nivel descriptivo del análisis.
* De esta manera se presentan agregados empíricos sin conexiones ni nexos causales.
* Se asumen enfoques ahistóricos, desconociendo la
génesis y la evolución del proceso
(profundización de la pérdida de la memoria
colectiva).
* La finalidad y los objetivos son vagos y
contradictorios tal como ocurre
comúnmente en los planes de la nación.
Por ello nuestra identidad ideológica con las BASES
PROGRAMATICAS DEL PESUV, cuando plantea:
“Una premisa fundamental para el desarrollo de
un nuevo modelo productivo es la ruptura con el conocimiento y la
racionalidad burguesa y su metafísica de la economía, particularmente lo
atinente a las formas de contabilizar y cuantificar el desarrollo económico
reduciéndolo a crecimiento. Esto incluye la propia noción de crecimiento
[variación porcentual de transacciones financieras –valor monetario- de la
producción de bienes y servicios]; la teoría subjetiva del valor; la teoría
marginalista; la preponderancia de la esfera de la circulación [el mercado]
frente a la producción…”
“…Se requiere tomar el
instrumental teórico de la crítica de la economía política formulado por Marx y
enriquecido por autores marxistas para fundamentar una crítica de la economía
política de la transición que dé respuesta a los problemas generales pero
también a los concretos e inmediatos. En particular es necesario rescatar la
ley del valor que propone un esquema de análisis del capitalismo basado en la
jerarquización del proceso productivo y en la centralidad de la explotación y
que analiza los fenómenos comerciales y financieros refiriéndolos a su
determinación productiva…”
(Tomado de las
BASES PROGRAMÁTICAS DEL PARTIDO
SOCIALISTA UNIDO DE VENEZUELA (PSUV) Aprobadas por el I Congreso
Extraordinario del PSUV, reunido en Plenaria, en Caracas, a los veinticuatro
(24) días del mes de Abril de 2010.
En estos párrafos queda muy clara la necesidad
de utilizar las herramientas de la crítica de la economía política marxista:
n En la transición socialista
hay que romper con el conocimiento y la racionalidad burguesa, su forma de contabilizar y cuantificar el desarrollo, el cual es
reducido a “crecimiento”.
n Se pone en discusión la
propia noción de crecimiento, la preponderancia de la esfera de la circulación,
el mercado frente a la producción.
n En este último aspecto se
establece una precisión teórico-conceptual de mayor alcance, cuando se plantea
la necesidad de rescatar la ley del valor que propone un
esquema de análisis del capitalismo basado en la jerarquización del proceso
productivo y en la centralidad de la explotación y que analiza los fenómenos
comerciales y financieros refiriéndolos a su determinación productiva.
En los anteriores planteamientos que anteceden hay una ruptura con los
enfoques y métodos que algunos revolucionarios le adscriben al marxismo,
siguiendo los manuales de la URSS.
Esto hace obligante definir cuál es el marxismo que reivindicamos,
particularmente esto se convierte en dilemático cuando por ejemplo abordamos los problemas de método o
exploramos los enfoques predominantes sobre las crisis capitalistas.
Ambos aspectos pude sistematizarlos colectivamente en la década de los
90 en un taller sobre la crisis dictada en la Escuela de Sociología de la UCV,
que al igual que en otros ámbito bajo influencia del marxismo-leninismo ruso,
predominaban enfoques simplistas sobre la crisis capitalistas, reducido a una
de sus determinaciones: la anarquía o
desproporcionalidad entre los sectores económicos, ignorando o
desconociendo la problemática que existe en los textos del propio Marx, quien dejó en sus diversos escritos puntos de vistas
que permiten realizar interpretaciones de la crisis como subconsumo, sobreproducción de mercancía, sobreacumulación de
capitales, caída de la tasa de ganancia.
Diferentes autores sobre la base de estas lecturas, muchas veces
realizadas por separado o atomizadas, han elaborado enfoques, editaron ensayos,
fundaron escuelas.
Con los alumnos de sociología
cursantes del taller sobre la crisis en aquel entonces, durante varios semestres
examinamos la crítica epistemológica empleada por Marx, particularmente en el
análisis de la crisis orgánica del capital .Esto nos llevó a realizar lecturas
interpretativas de los diferentes textos de Marx que se refieren al tema,
Resultado de aquella sistematización publicamos diferentes materiales, tal como
se recoge en los diversos ensayos publicados en
Aporrea.Org:http://www.aporrea.org/ideologia/a69218.html.23/12/2008
En estos materiales de vieja
data que presentaremos a lo largo de esta compilación, realizamos un estudio
documental tanto de los fundamentos epistemológicos como los rasgos históricos
de la crisis que padece el regimen de producción capitalista.
La diferencia temporal de más de una década entre estas
lecturas marxistas y la elaboración de las BASES PROGRAMATICAS DEL PSUV en el
año 2010 pone en evidencia una identidad programática profunda con este legado
anti-capitalista del Cmdte Chavez, rebasando cualquier desavenencia
cicunstancial, en lo que he defendido
como UNIDAD CON FUNDAMENTOS IDEOLOGICOS
.Nuestra lectura de esta
problemática no sólo se redujo a los aspectos epistemológicos e históricos,
sino que abarcó de igual manera, las respuestas revolucionarias a la crisis del
capital, asumida desde la perspectiva de la autonomía obrera, tal como se
plasma en el segundo ensayo de esta
compilación que lleva el título de CRISIS ORGANICA DEL CAPITAL Y UTOPIA
CONCRETA, punto 6.- Una utopía Concreta de Nueva Sociedad,
donde se resumen las 10 líneas de trabajo del PROYECTO NUESTRA AMERICA para
aquel momento:
Frente
a estas realidades es donde cobra
mayor pertinencia la reactualización de
los puntos básicos sobre los que se
sustenta cualquier propuesta
alternativa. Estos son:
1. La
superación de la escisión entre trabajadores y los medios de producción y de
ganancia.
2. La
abolición de la ganancia sobre el proceso de trabajo, eliminando la extorsión
del trabajo, el lucro como meta de la producción, colocando en su lugar ¡as
necesidades históricas y culturalmente determinadas por los pueblos.
3. La
reducción de la jornada de trabajo y la extensión del tiempo libre.
4. La
cualificación de la soberanía política de los ciudadanos, a través del
ejercicio de la democracia directa y la reabsorción de la sociedad política en
la sociedad civil, minándole las bases a la política como actividad separada de
la dinámica social cotidiana.
Para el
logro de tales objetivos de suyo se comprende que hace falta una revolución,
donde los explotados y oprimidos conquisten y a la vez construyan un nuevo
poder, a través del cual podamos transformar las actuales estructuras de
dominación.
Esta es la
utopía concreta por la cual luchamos hoy, involucrando en nuestra perspectiva
los siguientes proyectos:
• La
gestión directa del trabajo, articulada por el control directo de los
trabajadores de la producción, la distribución, el consumo, y la autogestión de
este proceso.
• El
desarrollo de la multilateralidad del trabajo concreto como de los valores de
uso, es decir, del trabajo directamente social sin la mediatización de
relaciones mercantiles, o de la estructura y los patrones de consumo, impulsando en su lugar necesidades mas
radicales o auténticas.
* La
abolición de la racionalidad burocrática, construyendo un nuevo modo de producir conocimiento que ayude a
eliminar la división social del trabajo,
la jerarquía y el monopolio del saber.
* La
emancipación de la sensibilidad, !o que nos conduce a la revalorización del afecto, el diálogo, la
cooperación y la solidaridad, como
principios humanistas.
Estos
proyectos se insertan en una línea de acción cotidiana y le dan sentido a una
praxis que supera el pragmatismo político o dejar las cuestiones de fondo para
un "después".
Cuando nos
referimos a una utopía concreta nos remitirnos entonces a un norte que puede
construirse hoy, por ello la dialéctica de su construcción no comienza desde
cero, sino que hemos delineado algunas metodologías que ayudan a sistematizar
su desarrollo y transitando un conjunto de experiencias en el terreno nacional.
Esto nos ha permitido resumir en diez puntos los contenidos fundamentales para
una estrategia de acumulación de fuerzas. Estos son:
1.-El
desarrollo de un nuevo modo de producir conocimiento, defendiendo como
paradigma la articulación de la investigación acción y los métodos
cualitativos.
2. La
radicaIización de la resistencia cultural, tanto en la escuela como en la
comunidad. Hoy proponemos un proceso educativo liberador que se materializa en
la formación permanente de los docentes, la reforma curricular en los centros
de formación docente, el Proyecto Plantel, y el desarrollo de las experiencias
de educación popular.
3-. La
práctica de nuevas formas de intervención social y de organización que permitan
construir una nueva cultura política donde se rompa la separación entre la
sociedad política y la sociedad civil, se reduzca la distancia entre dirigentes
y dirigidos, y se supere el divorcio entre gobernantes y gobernados. De allí
las diversas iniciativas en las cuales trabajamos, inspiradas en los objetivos
que giran alrededor del proceso popular constituyente, el desarrollo del
movimiento autónomo de base, la democratización gremial y sindical.
4.- La
redefinición del vínculo médico-paciente, la búsqueda y promoción de medicinas
y terapias alternativas, como respuesta a los modelos capitalistas de industria
de la enfermedad y reproducción de las relaciones de trabajo en el terreno de
la
salud.
5.- La
preservación del medio ambiente y el desarrollo de tecnologías adecuadas a este
fin.
6-. La cualificación
del tiempo libre, el ocio creador y las actividades lúdicas, como combate al
esquema de la industria cultural, sustentada en la mercantilización de
actividades creativas, recreativas y deportivas que se generan en la sociedad.
7-. La
promoción de un movimiento artístico que desarrolle el canto comprometido, e!
teatro de la calle, las danzas, la poesía, y confronte la vanalización del
arte.
8-. La
lucha por la liberación de la mujer, el enfrentamiento al bloqueo de la
sensibilidad, y la enajenación erótico-sexual.
9-. La
construcción de una nueva racionalidad
comunicativa que rescate la palabra y nuestra capacidad expresiva, entre otros, a través de
la promoción de una concepción artesanal
y de base para la difusión del
conocimiento de variados instrumentos
comunicativos: video, cine, fotografía, impresos, radio, etc.
10-. El
desarrollo de experiencias cooperativas y de trabajo artesanal, entendidas como escuelas para
la materialización de un proyecto de
nueva sociedad.
Este conjunto de puntos de
partida del cambio revolucionario planteado hace ya mas de una década,
actualmente se han diversificado en variados proyectos impulsados en diversos
espacios institucionales y en diversas experiencias del movimiento popular,
dejando abierta la trocha para el rearme ideológico y la “RENOVACION DE LA
PROMESA” que demanda la actual coyuntura histórica.
Carlos Lanz Rodriguez
02 de Enero de 2016
LA CRISIS
ORGANICA DEL CAPITAL
(Sus diversas lecturas en la óptica marxista )
I.- LA MISTIFICACIÓN DEL CAPITAL Y LA NECESIDAD DE LA CRITICA
EPISTEMOLÓGICA.
Uno de los principales
rasgos del proceso de mistificación del capital se encuentra en el hecho de que
el trabajo vivo (la fuerza de trabajo del obrero, su energía física y psíquica)
se presenta como fuerza propia del capital. El trabajo muerto o trabajo
pretérito (cristalizado en los medios de producción y en el dinero, pero que ha
sido precedido por una "acumulación originaria" de capital fundada en
el pillaje, la extorsión, la usura, la guerra, etc.) en manos del burgués se
enfrenta al trabajo vivo como capital, a pesar de que en su génesis está el
trabajo no pagado. En tal sentido, el capital como relación social (no como
"cosa") no es más que trabajo objetivado, pero sin embargo, aparece
como si él portara una cualidad "ontológica" que le permite crear por
si sólo la riqueza, autovalorizarse.
Al respecto dice Marx en
los GRUNDRlSSE:
"El capital está
realizado ahora no sólo como valor que se
reproduce a si mismo y por
tanto se auto perpetua, sino como valor
que pone valor. A través de
la absorción en si mismo del tiempo de
trabajo vivo, por un lado,
y del movimiento de la circulación que le
es propio (en el cual el
movimiento del intercambio resulta puesto
como el suyo propio, como
proceso inmediato del trabajo
objetivado) se comporta
consigo mismo como lo que pone nuevo
valor.
El capital se comporta ante
la plusvalía como si fuera él su
fundamento, como si lo
hubiera creado,(...)"( ²)[.. .] el proceso de
producción inmediato toma
la forma del poder productivo del
capital, que ya no puede
reconocerse como el poder productivo del
trabajo
Para Marx este proceso
donde el capital aparece como el "valor que pone valor" está signado
por una Inversión: el predicado aparece como sujeto, es decir,
el capital siendo un producto de la plusvalía, (resultado del proceso de
valorización donde el obrero restituye el valor del salario y produce trabajo
excedente) aparece como el factor generador del proceso.
De allí que Marx también
señale en EL CAPITAL lo siguiente:
"(...) De este modo la
extorsión de trabajo sobrante pierde su
carácter especifico; su
relación especifica con la plusvalía se
oscurece, y a facilitar
este resultado contribuye, como se puso de
manifiesto en el Libro I,
IV, el hecho de que el valor de la fuerza de
trabajo se exponga bajo la
forma de salario. La relación del capital se
mistifica al presentar a
todas sus partes por igual como valor
remanente (ganancia).
El modo como la plusvalía
se convierte en la forma de ganancia
mediante la transición a
través _ de la cuota de ganancia, no es sino
la prolongación de la
inversión sujeto y objeto operada ya durante el
proceso de producción. De
allí veíamos como todas las fuerzas
productivas del trabajo se
presentaban como fuerzas productivas del
capital (...) Y esta
relación invertida hace surgir necesariamente, ya
en el plano de las simples
relaciones de producción: una idea
invertida congruente, una
conciencia transpuesta, que los cambios y
modificaciones del
verdadero proceso de circulación se encargan de
desarrollar", (3).
En estas líneas Marx señala
en primer lugar, como la extorsión del trabajo queda oscurecida en la
relación salarial. La especificidad de la explotación desaparece y se
encubre la relación capitalista a través de la inversión sujeto-objeto. Esta
relación invertida en el proceso de circulación, hace surgir también una idea y
una conciencia invertida, es decir, para el "sentido
común" que aparece en la superficie es que toda ganancia es un
valor remanente que surge en el intercambio, ficción ésta que el proceso de
circulación se encarga de desarrollar.
Abundando en esta última
cuestión, Marx dice:
"(...)Pero como la
concurrencia, y por tanto, en la conciencia de
sus agentes, todo se
presenta invertido, también aparece invertida
esta ley, es decir, esta
conexión intima y necesaria entre dos cosas
que aparentemente se
contradicen(...) Todo esto responde a un
desconocimiento de lo que
es la cuota general de ganancia y a la
idea burda de que los
precios se determinan en realidad por el
recargo de una cuota más o
menos arbitraria de ganancia sobre el
valor de las mercancías.
Pero estas ideas, a pesar de lo burdas que
son, brotan necesariamente
de la inversión que las leyes inmanentes
de la producción
capitalistas sufren dentro del mundo de la
concurrencia. "(4)
--------------
(*) Fragmento
del ensayo “LA RECONVERSIÓN INDUSTRIAL EN EL NUEVO MODELO DE ACUMULACIÓN”.
Ediciones Primera Línea. Caracas. Octubre 1990)
Las ideas
burdas que surgen en el mercado, en la compra-venta de mercancías, hacen ver
que la ganancia es un recargo que se le hace al valor de los bienes, de
tal forma que no hay "rastros" de su verdadero origen.
En otro texto, TEORlA
DE LA PLUSVALIA, Marx establece un enlace entre el
enfoque de la economía
vulgar y el proceso de mistificación del capital:
"Tal como los
economistas vulgares lo conciben, es pues, el
interés y no la ganancia el
que brota como una plasmación de
valor del capital de por
si, de la mera propiedad del capital, como
una renta especifica derivada
de éste. Desaparece todo resto de
intermediarios: es pues, el
fetichismo completo (..)"
"Desde el punto de
vista de la economía vulgar, que pretende
hacer pasar el capital como
la fuente sustantiva del valor, esta es
una fórmula perfecta, una
fórmula en que las fuentes de la
ganancia pierden toda
fisonomía y en la que el resultado del
proceso capitalista reviste una existencia
independiente, desligado
del proceso mismo
(…)"(5)
Ahora en otro nivel que ya
no son los precios o la ganancia, sino que es el interés, aparece de nuevo el
proceso de inversión: el interés brota del capital no se sabe por qué arte de
magia, como una renta derivada de si mismo, desapareciendo toda
mediación con la esfera de la producción, se trata de un fetichismo completo
que le viene al pelo a los agentes ideológicos de la burguesía: el
capital es la fuente sustantiva del valor, no hay por tanto explotación
ni extorsión del trabajo, sino que lo que existiría sería un régimen de
libertad, justicia e igualad. La ganancia se convierte en un premio a
la libre iniciativa y al riesgo, una especie de remuneración al ahorro y al
esfuerzo personal del capitalista. De allí que el fetichismo no sea
tan inocente, y como veremos a continuación, tal percepción de la economía está
en sintonía con los intereses ideológicos de la clase dominante.
Papel de las relaciones
aparenciales en esta mistificación del capital.
Para Marx todo del proceso
que examinamos anteriormente está cruzado por un velo apariencial, siendo en
tal sentido una realidad que no es evidente a simple vista, no es
transparente a la percepción sensorial. Así encontramos el enmascaramiento
de un conjunto de relaciones: entre la extorsión del trabajo y el
salario, entre la plusvalía y la ganancia, entre la ganancia y el interés.
Tales encubrimientos nublan el tejido social e histórico de las relaciones de
producción capitalista.
Este proceso de
"mistificación" del capital tiene que ver con la supeditación
del análisis a la esfera de la circulación, de la distribución y el intercambio(6).
En esta superficie de la
realidad económica no se puede encontrar más que "apariencias",
conduciendo a los capitalistas y sus agentes ideológicos al más burdo
empirismo:
"(…)esta confusión de
los teóricos revela mejor que nada como el
capitalista práctico
prisionero de la lucha de la competencia e
imposibilitado para ahondar
en modo alguno debajo de la superficie
de sus fenómenos, tiene que
sentirse incapaz para captar a través
de las apariencias la
verdadera esencia interior y la estructura
interna de este
proceso"(7).
Ahora bien, en este caso no
tan sólo se trata de un obstáculo que confrontan los burgueses en el proceso de
conocimiento, sino que tal error, omisión o escamoteo epistemológico, es
funcional al interés de justificar la dominación, de legitimar el lucro
y la ganancia fundada en la explotación del trabajo. De tal forma que
el hecho de que no se trascienda la apariencia, el nivel del dato empírico, la
sacralización de la apariencia inmediata, no es un problema de
"neutralidad axiológica", de objetividad científica. Los intereses de
clase ocultan todo nexo o articulación del proceso de producción, y en tal
sentido existe un esfuerzo por:
- "que a nivel de la
fábrica, el proceso de trabajo sea concebido como
un proceso
"natural" o como un hecho tecnológico, sin considerar
su articulación con el
"proceso de valorización".
- que el salario siga
mistificando la relación entre el trabajo necesario
y el trabajo excedente.
- que la mercancía haga
aparecer invertida la relación social,
desapareciendo la
distinción entre trabajo abstracto y trabajo concreto.
- que el dinero y el
interés aparezcan automatizados, como dinero que
crea dinero, y no como
metamorfosis del trabajo cristalizado, riqueza
abstracta que es generada
por el trabajo"(8).
Tal esfuerzo de
encubrimiento y de apología por parte de los agentes Ideológicos burgueses es
lo que Justifica que nos veamos Inexcusablemente comprometidos a Investigar y
debatir con seriedad, develando tales relaciones aparenciales, pues de lo
contrario estaríamos bajo la supeditación de tales mistificaciones y por ende
ayudando en la preservación del dominio del capital, facilitándole su
legitimación ético-política.
La óptica empirista en la
percepción de la crisis.
Subsumidos bajo la
racionalidad del capital que acabamos de criticar encontramos una serie de
puntos de vista sobre la crisis, los cuales no superan el límite de lo
aparente". De allí que sea muy común encontrar un conjunto de
explicaciones donde abundan las descripciones empíricas con abultados datos y
estimaciones estadísticas, informaciones descontextualizadas, desagregadas y
sin conexiones internas. Así por ejemplo se señalan variados indicadores
donde se manifiestan los factores de crisis: inflación, desempleo, déficit
presupuestario, déficit de la balanza de pagos, etc, y las explicaciones de
rigor sobre las causas de tales fenómenos se circunscribe a los problemas de
oferta y demanda, a los cuellos de botella en los flujos monetarios.
En su conjunto estos
enfoques sobre la crisis capitalista no superan la órbita de la circulación:
intercambio mercantil, compra-venta de la fuerza de trabajo.
Partiendo de esta esfera
exterior, resulta muy difícil establecer las verdaderas determinaciones de la
crisis, quedando obviadas todas las conexiones del proceso productivo y su
articulación contradictoria: el proceso de trabajo y la valorización, la
dicotomía valor de uso-valor de cambio, el carácter dual del trabajo como
trabajo concreto-trabajo abstracto.
Obviamente tampoco es
posible derivar las relaciones que posee esta dinámica contradictoria con las
deformaciones sectoriales e insuficiencias estructurales, y particularmente la
relación con las diversas expresiones de la crisis: subconsumo,
sobreproducción, caída de la tasa de ganancia.
Las
anteriores consideraciones conllevan algunas conclusiones en torno a la
necesidad de superar tales enfoques, a través de la elaboración de una teoría
crítica, que en nuestro caso particular se reivindica del marxismo no dogmático
no manualezco.
Sin
la superación de los puntos de partida empiristas no podrá haber una lectura
que de cuenta de las causas y manifestaciones de la actual crisis.
NOTAS DE ESTE CAPITULO:
(1) Carlos Lanz. La crítica
de la economía política como referencia para la
impugnación a la
apologética burguesa Mimeografiado. Caracas. 193
(2) Carlos Marx. Elementos
fundamentales para la crítica de la economía
Política. Siglo XXI
Editores. España.I972.Tomo 11, pag 277
(3) Carlos Marx. El capital
Fondo de Cultura Económica.Colombia 1981.
Tomo III, pág 60.
(4) Ibidem
(5) Carlos Marx. Teoría de
la plusvalía Alberto Corazón Editor Madrid.
1974. Comunicación N 29.
Tomo 11, Pág. 372
(6) atrios Marx. Elementos
fundamentales para la crítica de la economía
política Edic cit. Tomo 1,
pag 194
(7) Ibidem, Tomo III, pag
174
(8) Carlos Lanz.
Explotación del trabajo y crisis orgánica del capitalismo.
Suplemento Cultural de
.Últimas Noticias..Caracas. 1984.Parte l.
II.- EL ENFOQUE MARXISTA Y
LAS DIFERENTES CONCEPCIONES SOBRE LA CRISIS QUE EXISTEN EN SU SENO.
Los puntos de vistas de
Marx entorno a la crisis
Casi todos los autores que
han estudiado los puntos de vista de Marx en torno a la crisis, coinciden en
que éste no dejó un estudio, riguroso sobre la misma, y que sólo existen
referencias parciales y fragmentarias en diferentes textos, las cuales permiten
diferentes lecturas, a menudo contradictorias. (9) Reconociendo
la existencia de tales 'limitaciones documentales, creemos que la
teoría marxista sobre la explotación del trabajo, los análisis sobre las
determinaciones conflictivas del capital, son en su conjunto una teoría de la
crisis.
Los límites y barreras en
la valorización-acumulación, y en la reproducción ampliada -como obstáculos que
se derivan de la articulación interna del capital: unidad contradictoria entre
proceso de trabajo y valorización, entre valor de uso-valor de cambio, entre
trabajo concreto-trabajo abstracto, permiten comprender el
carácter orgánico de la crisis.
Tomando en cuenta que esta
es una lectura de la crisis bastante desconocida en nuestro medio, aún para
sectores autodenominados "marxistas", cobra importancia reseñar
directamente las opiniones de Marx al respecto, exigencia ésta que no sólo
persigue objetivos divulgativos, sino evidenciar el nivel de problematización
que existe en tales formulaciones, y del mismo modo establecer los soportes
documentales de las diferentes versiones y concepciones sobre la crisis en el
campo marxista.
Inicialmente examinaremos
lo que Marx define como la "posibilidad" de la crisis,
refiriéndose a la antítesis
entre la compra y la venta:
"(...)Al decir que
estos procesos, independientes el uno del otro (la compra y
la venta) forman una unidad
interna, decimos también que esta unidad
reviste al exterior la
forma de una antítesis. Cuando cosas que por dentro
forman una unidad, puesto
que se complementan recíprocamente, revisten
al exterior una forma de
independencia y esta se agudiza hasta llegar a un
cierto grado, la unidad se
abre paso violentamente por medio de una crisis.
La antitesis que lleva
implícita la mercancía, el valor de uso y valor de
trabajo privado, que se ve
al mismo tiempo obligado a funcionar como
trabajo general abstracto;
de personificación de las cosas y materialización
de las personas, esta
contradicción inmanente asume sus formas dinámicas
más complejas en los
antagonismos de la metamorfosis de las mercancías.
Por eso esas formas
entrañan la posibilidad, aunque sólo la posibilidad de
crisis (...)"(10)
En estos párrafos Marx
indica la dialéctica contradictoria de la mercancía: valor de uso y valor de
cambio, trabajo concreto-trabajo abstracto, la cual se manifiesta como una
antítesis, autonomizándose la compra y la venta de mercancía y ello constituye
la "posibilidad" de la crisis.
Estos criterios son
reiterados por Marx en su texto sobre las Teorías DE LA PLUSVALIA:
"(...)Cuando decimos
que la forma simple de la metamorfosis encierra la
posibilidad de crisis,
decimos simplemente que esta forma lleva implícita, a
su vez, la posibilidad de
que las dos fases que se complementan entre sí,
sustancialmente se
desgarren y se disocien".
"(...)En realidad, la
crisis no es otra cosa que la imposición violenta de la
unidad entre las fases que
forman el proceso de producción y que se ha
disociado y sustantivado la
una frente a la otra."
"La forma más
abstracta de la crisis y, por tanto, la posibilidad formal de
ésta es, pues, la
metamorfosis de la misma mercancía, en que sólo se
contiene el movimiento
desarrollado de la contradicción de valor de cambio
y valor de uso implícita en
la unidad de la mercancía, de donde luego se
deriva la contradicción de
mercancía y dinero. Lo que convierte en crisis
esta simple posibilidad de
crisis es algo que trasciende ya de la forma
misma; esta sólo nos dice
que existe la forma para una crisis"(11)
La posibilidad formal de la
crisis viene dada por la metamorfosis de la
mercancía, por el
desarrollo de la contradicción entre valor de uso y valor de
cambio, sin embargo, la
crisis misma trasciende esta forma, por lo que Marx
hace una advertencia de no
confundir esta posibilidad de la crisis con su
causa, tal como lo plantea
a continuación:
"Por lo demás, no
pisan terreno más firme los economistas (como ST Mili,
por ejemplo) que pretenden
explicar las crisis partiendo de la simple
posibilidad de crisis que
va implícita en la metamorfosis de la mercancía,
con el desdoblamiento de la
compra y la venta. Explicar la posibilidad de la
crisis no es todavía, ni
mucho menos, explicar su realidad, explicar por qué
las fases del proceso
chocan entre si de tal modo que su unidad intrínseca
sólo puede imponerse por
medio de una crisis, por medio de un proceso
violento. Este
desdoblamiento es el que se manifiesta en la crisis; es la
forma elemental de esta.
Pretender explicar la
crisis a base de esta forma elemental de ella es tanto
como explicar la existencia
de la crisis proclamando su existencia en su
forma abstracta, es tanto
como querer explicar la crisis por la crisis
misma"(12).
De allí que en consecuencia
Marx formule una serie de lineamientos para abordar el examen de la crisis:
"(...)El
problema que se plantea en el de seguir el desarrollo de la
crisis potencial, pues la crisis real sólo puede exponerse partiendo del
funcionamiento real de la producción capitalista, de la concurrencia
y el crédito. "(13).
Para hacer el estudio de la
crisis potencial es necesario: partir del funcionamiento real de la
producción, éste fenómeno se manifiesta en la esfera de la circulación,
pero el punto de partida es el movimiento real de la producción.
En tal sentido, Marx
advierte de nuevo de no confundir la posibilidad de la crisis con sus causas
más profundas:
"La posibilidad
general de la crisis es la metamorfosis formal del mismo
capital, la disociación de
la compra y la venta en el tiempo y en el espacio.
Pero la posibilidad general
no quiere decir la causa de la crisis. Quiere decir,
simplemente la posibilidad
más general de la crisis (...)" "Las condiciones
generales de la crisis
(...) deben investigarse, y exponerse partiendo de
las condiciones generales
de la producción."(14).
Habiendo hecho estas
precisiones en torno a las formulaciones marxista sobre la
"posibilidad" de la crisis y los puntos de partida para su análisis,
examinaremos ahora las otras referencias documentales que permiten las
diferentes "lecturas" sobre las causas de las crisis. En esa
dirección comenzaremos por la versión subconsumista delineada en EL CAPITAL:
"(... )Las crisis sólo
podrán explicarse por una desproporción entre las
diferentes ramas de la
producción y por la desproporción entre el consumo
de los capitales y su
acumulación(...) La última razón de toda verdadera
crisis es siempre la
pobreza y la capacidad restringida de consumo de las
masas(... ),"(15).
En estas líneas aparece una
formulación que coloca al subconsumo y a la desproporcionalidad entre las
diferentes ramas de la producción como causas de la crisis. Sin embargo, en el
mismo texto Marx hace unos señalamientos que le quitan alcance a las tesis
subconsumistas:
"Es una perogrullada
decir, que la crisis surge de la falta de
consumo solvente o de
consumidores capaces de pagar(...) y si
pretende dar a esta
perogrullada una apariencia de razonamiento
profundo, diciendo que la
clase obrera percibe una parte muy
pequeña de propio producto
y que este mal puede remediarse
concediéndole una mayor
parte, es decir, haciendo que aumente sus
salarios, cabe observar que
las crisis van precedidas siempre
precisamente, de un periodo
de subida general de los salarios, en
que la clase obrera obtiene
realmente una mayor participación en la
parte del producto anual
destinada al consumo. En rigor, según los
caballeros del santo y
"sencillo" sentido común, estos periodos
parece que debieran, por el
contrario alejar la crisis(...)"(16)
Esta reseña, como se puede
constatar, niega que la causa de la crisis esté en el subconsumo, ya que la
crisis va precedida de una expansión del ingreso de los trabajadores, siendo
una opinión contradictoria en relación a la afirmación anterior donde se
sostiene que la crisis puede ser explicada por la capacidad restringida del
consumo de masas.
También en EL
CAPITAL y en los GRUNDRISSE encontramos una
explicación en torno a las causas de la crisis capitalista distinta al
subconsumo, remitiéndonos a la "tendencia decreciente" de la tasa de
ganancia. Al respecto Marx dice:
"El límite con que tropieza el régimen capitalista de producción se
manifiesta en lo siguiente:
1.- En que el desarrollo de la capacidad productiva del trabajo
engendra, con la baja en la
cuota de ganancia, una ley que al llegar a cierto punto se opone del modo más hostil a su propio desarrollo y que, por tanto, tiene que ser
constantemente superada por medio de crisis."(17).
Nos encontramos con un
punto de vista que coloca al comportamiento de la cuota de ganancia como causa
generadora de crisis. En los GRUNDRISSE Marx señala
que la Ley de la Tendencia Decreciente de la
Cuota de Ganancia es "la ley más importante de la moderna economía
política y la esencial para comprender las relaciones más dificultosas".
El análisis que se hace en
este texto de esta "tendencia", adquiere algunos rasgos más claro
como teoría del "derrumbe" del capitalismo:
"(...)Cuando esta
merma de beneficio equivale a la merma proporcional del
trabajo inmediato con
respecto a la magnitud del trabajo objetivado que
aquel reproduce, y del
nuevo que pone, el capital hará todos los esfuerzos
para poner coto a la mengua
de la proporción entre el trabajo vivo y la
magnitud del capital en
general y por tanto también entre la plusvalía,
cuando está expresada como
beneficio, y el capital presupuesto(...). Estas
contradicciones derivan en
estallidos, cataclismos, crisis en las cuales,
mediante la suspensión
momentánea del trabajo y. la aniquilación de una
gran parte de capital, se
reproduce violentamente éste último al punto desde
donde pueda proseguir su
marcha.
Estas contradicciones, of
course, tienen como resultados estallidos, crisis,
en los que la anulación
momentánea de todo trabajo y la destrucción de gran
parte del capital lo hacen
volver violentamente al punto en el cual está en
condiciones de emplear a
cabalidad sus fuerzas productivas sin suicidarse
por ello. Con todo, estas
catástrofes regularmente recurrentes tienen como
resultados su repetición en
mayor escala, y por último el derrocamiento
violento del
capital"(18)
En estos párrafos Marx
reseña como el crecimiento del capital constante (maquinarias Y equipos)
implica una merma de la franja de trabajo vivo (número de obreros y cantidad de
la fuerza de trabajo empleada). La modificación de la proporción entre este
trabajo vivo y el capital total, genera la caída de la cuota de ganancia (más
adelante tendremos ocasión de profundizar más en esta dinámica contradictoria
del capital) razón esta por la que surgen entonces una restricción en
la producción, estallidos donde el capital intenta de nuevo emplear a cabalidad
sus fuerzas productivas, reproduciendo en una mayor escala las determinaciones
de la crisis.
Finalmente, vamos a
examinar las consideraciones que hace Marx en torno a la . sobreacumulación de
capital, ubicada también como una causa generadora de la crisis:
"(...)La finalidad de
la producción capitalista es, como sabemos, la
valorización del capital,
es decir, la apropiación de plusvalía, y su conversión
en ganancia. Por
consiguiente, tan pronto como el capital aumentase en
tales proporciones con
respecto a la población obrera que ya no fuese
posible ni extender el
tiempo absoluto de trabajo rendido por esta población,
ni ampliar el tiempo
relativo de trabajo sobrante, es decir, tan pronto como el
capital acrecentado sólo produjese
la misma masa de plusvalía o incluso
menos que antes de su
aumento, se presentaría una superproducción
absoluta de capital.
(...)En ambos casos se producirá también una fuerte y
súbita baja de la cuota de
ganancia, pero esta vez por razón de un cambio en
la composición orgánica del
capital que no se debe al desarrollo de la
capacidad productiva, sino
a un alza del valor del dinero del capital variable
(a consecuencia de la
subida del salario) y al correspondiente descenso de
la proporción entre el trabajo
sobrante y el trabajo necesario".
"Superproducción de
capital no significa nunca sino abundancia de medios
de trabajo y de
subsistencia susceptible de funcionar como capital, es decir,
de ser empleado para
explotar al trabajo hasta un cierto grado de
explotación, ya que al
descender este grado de explotación, por debajo de
ciertos limites se producen
perturbaciones y paralizaciones del proceso de
producción capitalista,
crisis y destrucción de capital"(19).
Es importante destacar que
la sobreacumulación de capital influye en la baja de la cuota de ganancia, a
través de la relación entre la población trabajadora y el capital total, es
decir, la proporción de trabajadores decrece en relación el aumento total de
capitales.
Estos
diferentes enfoques en tomo a la crisis que se encuentran en diferentes textos
de Marx ha posibilitado que se desarrollen variadas concepciones sobre la causa
de la crisis invocando tales citas.
III.-
CORRIENTES Y TENDENCIAS EN LA INTERPRETACIÓN DE LA CRISIS
DESDE EL ÁNGULO MARXISTA.
La desproporcionalidad
entre los sectores económicos.
Uno de los primeros autores
que desarrolló una teoría sobre la crisis capitalista partiendo del problema de
la "desproporcionalidad" entre los diferentes sectores de la
producción, fue Tugán-Baranovski, quien sostuvo que tanto la baja de la tasa de
ganancia, como el subconsumo no eran causas de crisis, haciendo en tal sentido
una crítica a marxistas de la época, entre otros a Kautsky, Schmidt, quienes
creían en la sobreproducción crónica como consecuencia de la insuficiente
capacidad del mercado capitalista. (20)
Tugán-Baranovski tenía como punto de partida una visión
armonicista del régimen de producción capitalista, por ello sostenía que la
producción crea un mercado para sí misma, y muchos críticos han encontrado en
este criterio una reiteración de la. Ley de Sayo Sin embargo, Tugán-Baranovski
reconocía algunos desajustes temporales que podían ser controlados a través de
la planificación, y en ese sentido sostuvo que la falta de planificación
engendra la posibilidad de la crisis(21) ya que una distribución proporcional
entre los diferentes sectores de la producción haría coincidir la oferta y la
demanda, manteniendo el equilibrio en una forma ininterrumpida, por lo que
prácticamente el capitalismo podría desarrollarse indefinidamente.
Por otro lado, otro
importante teórico ruso, Bujarin, se enmarca dentro de los autores del marxismo
tradicional, que ven la crisis capitalista como un resultado de la anarquía en
la producción y remite el análisis al conjunto de contradicciones inmanentes al
capitalismo: contradicción entre producción y consumo, contradicción entre
diversas ramas de la producción. Estas "contradicciones" internas al
agudizarse impulsan la decadencia de las fuerzas productivas.(22)
José Aricó comentando esta
concepción de Bujarin dice al respecto:
"La teoría de la crisis de Bujarin, en consecuencia, nos es en
última instancia, otra cosa que una versión modificada de la concepción
Tugán-Baranovskiana, la cual aparece de manera muy evidente en el modelo que
construye Bujarin de un Capitalismo de Estado donde aún manteniendo la
Ley del Valor es capaz de crecer ilimitadamente en la medida que se respeten las proporciones
entre producción y
consumo(...)"
Cobra importancia destacar
esta observación de Aricó, pues si la crisis es un problema que tiene sus
causas en la desproporcionalidad entre los sectores económicos, con la
aplicación de un plan "racional", a través de una directriz estatal
se resolverían las contradicciones del capital, de allí el llamado Planismo que
caracteriza a esta concepción sobre el origen de la crisis capitalista.
¿Cuáles son las
consecuencias estratégicas y coyunturales del Planismo?
Siendo que esta perspectiva
reduce la naturaleza del capitalismo a uno de sus rasgos constituyente: la
producción anárquica, resulta obvio que tanto las tareas
"transformadoras", como las salidas coyunturales para salir de las
crisis están mediadas por la necesidad de regular y planificar la
producción, que permita evitar las deformaciones sectoriales. De allí que
exista una gran fe en la "intervención estatal" en las
nacionalizaciones y confiscaciones que de alguna forma sedan la antesala de la
transformación socialista.
Ante las diferentes
manifestaciones de la crisis, tales como la inflación, el desempleo, etc, se
plantea el control de precio por el Estado, plan de emergencia para generar
empleo, y antes la desarticulación del sistema financiero, fuga de capitales,
endeudamiento, se plantea la nacionalización de algunos bancos, racionalizando
la actividad crediticia.
El consumo como factor
generador de la crisis capitalista.
En la polémica con
Tugán-Baranovski, algunos autores asumieron los puntos de vista del subconsumo,
así por ejemplo Scmidt sostiene que la teoría marxista de la crisis se basa en
la insuficiencia del consumo. Por su parte, Kautsky planteó que el subconsumo
es la razón última pero no la causa directa de la crisis, sin embargo, fue Rosa
Luxemburgo quien adoptó las tesis subconsumistas como una teoría del
"derrumbe" del capitalismo. Veamos un resumen apretado de este
enfoque. .
Rosa de Luxemburgo:
Partiendo de una
interpretación de los esquemas de reproducción elaborado por Marx, Luxemburgo
concibe el régimen de reproducción capitalista como un sistema cerrado, donde
sólo existen obreros y capitalistas, y dado que la producción crece en mayor
grado que el consumo de los obreros y capitalistas, se presentan una
sobreproducción porque no hay mercado para dicha producción.
De allí que para que la
acumulación se desarrolle debe encontrar salida para las mercancías. Ahora
bien, Rosa Luxemburgo se pregunta: ¿de dónde van a salir consumidores que
compraran las mercancías sin cuya venta no hay acumulación? y responde que
estos consumidores no pueden salir ni de la clase obrera ni de los
capitalistas, tampoco pueden ser los empleados, militares, clero, artistas,
etc.
El capitalismo se ve
obligado a buscar clientela consumidora entre los sectores campesinos y
artesanos de los viejos países, o sea, unos terceros consumidores,
que no son ni obreros ni capitalistas. (22)
Esta cruzada en función de
conquistar nuevos mercados se transforma en guerra, en crisis, preparando el
capital su propia bancarrota, porque va absorbiendo a los sectores no
capitalistas hasta a un límite en que se agota la acumulación, ya que no habrá
"terceras personas" como consumidores, y en consecuencia se agudizan
los antagonismo de clase que impulsan a la rebelión a la clase obrera que
acabará con el capitalismo. (23)
Natalie Moskowska:
Suscribiendo el enfoque que
coloca al subconsumo como causa de la crisis capitalista, Natalie Moskoswka se
diferencia de Rosa Luxemburgo por no compartir su tesis sobre el papel de los
mercados externos.
Esta autora sostiene que
las perturbaciones de la economía no es de origen técnico ni organizativo sino
social. De allí su rechazo a la tesis sobre la caída de la tasa de ganancia y
de la anarquía de la producción como causa de la crisis. Para ella la causa de
la crisis está en el empobrecimiento relativo, y en la sobreacumulación. (24)
El empobrecimiento al cual
se refiere Natalie Moskoswka es al poco aumento del salario real en relación de
la productividad del trabajo.
Este
empobrecimiento,aparentemente inocuo, mina profundamente la economía
capitalista y el abismo entre la producción y el consumo se hace cada vez más
profundo. La diferencia entre el consumo que es técnicamente posible y el
consumo real, provocan un déficit en el consumo, de allí que sobrevenga la
sobreacumulación:
“Las inversiones de capital se ven limitadas al descuidarse el consumo
de masa, que establece
obstáculos a la introducción de mejoras técnicas. Si no existe un consumo asegurado, no se introducen nuevas máquinas. Esta tesis se
resume en estos presupuestos: al comprimirse el consumo, se limitan también las posibilidades del capital.(25)
Paul M. Sweezy:
Otro autor que se ubica
dentro de las corrientes subconsumistas es Paúl M. Sweezy, quien asume la
critica de la ley de caída tendencial de la cuota ganancia, señalando que tal
teoría como la formuló Marx no es convincente (por las siguientes razones:
-Marx parte del supuesto
que el crecimiento de la composición orgánica del capital sube, pero la tasa de
plusvalía permanece igual, o sea, que el trabajo muerto crece en mayor
proporción que el trabajo vivo, manteniéndose constante la tasa de explotación.
-Esto no es cierto porque
la productividad influye sobre el ejército industrial de reserva, deprimiendo
los salarios y por ende elevando la cuota de plusvalía.
-La tasa de ganancia puede
subir o bajar, ya que la composición orgánica del capital y la cuota de
plusvalía son variables, es decir, la tasa de ganancia se hace
indeterminada(27).
Sweezy también señala
que la vigencia de la Ley de la tendencia descendente de la tasa de
ganancia se fundamenta en la suposición de que la mercancía se vende por su
valor, y se abandona esta suposición puede señalarse otra causa en el descenso
de la ganancia: la incapacidad de los capitalistas de vender las mercancías, es
decir la llamada crisis de realización. Sweezy divide la crisis en dos
variantes desproporcionalidad y subconsumo, reconociendo que en el caso del
subconsumo Marx no dejó elaborado en detalle una teoría al respecto, igualmente
plantea que para que el subconsumo recupere su prestigio hace falta una
formulación cuidadosa, libre de las objeciones hechas a las versiones
precedentes. Sostiene entonces que la crisis capitalista se origina en el
subconsumo por "insuficiente demanda", -poco poder de
compraestableciendo la existencia de un conjunto de medidas que permite anular
el subconsumo: nuevas industrias, inversiones defectuosas, crecimiento de la
población, consumo improductivo, gastos' del Estado.
De estas cinco variables
Sweezy señala que el consumo improductivo y el gasto del Estado tienen una
importancia fundamental en el combate al subconsumo, y por supuesto pueden
evitar la crisis generada por tal causa.
Se pueden anotar desde
ahora que tales puntos de vista de Sweezy empalman con la matriz teórica
keynesiana -tal como veremos más adelante- donde la función de la demanda
agregada es colocada como un instrumento clave en el mantenimiento de los
equilibrios macroeconómicos, y en ella el gasto público es su principal
componente, en este caso es el Estado quien asume la tarea de "redistribuir
el ingreso" para aumentar el poder de compra.
El derrumbe del capitalismo
por el descenso de la tasa de ganancia y la
sobreacumulación de
capital.
Reiteramos en qué consiste
la llamada "'Ley de la Tendencia Decreciente de la
Tasa de Ganancia".
En función de la
acumulación, el capitalista se ve obligado a incrementar la inversión tanto de
capital constante (materia prima, insumo, instrumentos y maquinarias) como de
capital variable (medios para pagar la fuerza de trabajo).
Existe una tendencia en la
producción capitalista que en la medida que esta se desarrolla, el capital
variable decrece en relación al capital constante, es decir: La relación entre
el trabajo muerto, maquinarias e instrumentos de producción, y el trabajo vivo
que se necesita para ponerlas en acción nos señala que cada vez más se requiere
menos fuerza de trabajo vivo que se necesita para ponerlas en acción, esta
relación fue llamada por Marx Composición Técnica del Capital.
A partir de tal relación
aumenta el capital constante y decrece el capital variable, esta ecuación
es la Composición Orgánica del Capital.
Esta tendencia inmanente de
la producción capitalista, donde se desplaza trabajo vivo (fuerza de trabajo)
por trabajo muerto (maquinarias y equipos) conduce a la caída de la tasa de
ganancia, que consiste
en:
-Al crecer con mayor
rapidez el capital constante que el variable y aumentar en tal sentido la
composición orgánica (manteniendo la tasa de plusvalía invariable) la tasa de
ganancia, que viene determinada por la relación entre la plusvalía y el capital
total, tiende a descender.
-Cada capitalista en
función de la "valorización- acumulación", es decir, producir un
mayor trabajo excedente y transformarlo en ganancia, tiende a aumentar la
producción y la productividad, donde el capitalista individual o como fracción
tratan a través de la competencia, de ponerse al frente de la rama o sector más
lucrativo, introduciendo nuevas tecnologías y nuevos procesos de trabajo, con
lo cual ahorran mano de obra y obtienen ventajas comparativas que conducen a la
ruina de los capitales no competitivos. Esto conduce a modificar la composición
orgánica del capital y a reducir la "franja de valorización", o sea,
utilización de menos trabajo vivo.
Este comportamiento
de la Ley de la Tendencia Decreciente de la
Tasa de Ganancia evidencia la naturaleza contradictoria del régimen de
producción capitalista:
-Por un lado, a través del
incremento de la productividad del trabajo, se reduce el trabajo necesario y
aumenta el trabajo no pagado, el trabajo excedente. Al aumentar la escala de
producción, se sustituye en forma creciente el trabajo vivo por trabajo muerto
en la forma de maquinaria, abaratando los bienes y mercancías.
-Por otro lado, esta
sustitución del trabajo vivo bloquea la valorizacióny produce la caída de
la tasa de ganancia.
Para Marx esta
contradicción es resuelta a través de la crisis tal como reseñamos
anteriormente, ya que se pone en ejecución una serie de mecanismos que operan
como contra-tendencias a que baje la tasa de ganancia. Entre tales mecanismos
podemos destaca!: los siguientes:
-Elevación
de la cuota de plusvalía a través de la explotación intensiva de trabajo.
-Reducción
o desvalorización del valor del trabajo, a través de la ampliación del
ejército
industrial de reserva (desempleo), manipulación inflacionaria, congelamiento o
rebaja compulsiva del salario.
-Abaratamiento
o desvalorización del capital constante, obsolescencia programada de
maquinarias y equipos. Este último aspecto como depreciación se exacerba en la
crisis, donde se acelera la obsolescencia tecnológica antes que se produzca el
desgaste físico o la vida útil de maquinarias y equipos.
Una lectura mecanicista de
esta Ley sin tomar en cuenta función de estas contratendencias, ha conducido a
la tesis del "derrumbe" del capitalismo como producto del progreso
técnico, del crecimiento del capital constante.
Examinaremos a continuación
algunos enfoques que se asocian a la caída de la ganancia y la sobreacumulación
del capital.
Uno de los autores que
planteó explícitamente la teoría del "derrumbe" fue Henrik Grossman,
teniendo como causa la "sobreacumulación", en la que el capital crece
más rápido que el plusvalor que puede extraerse de una cierta población, es
decir, consiste en el hecho de que existe poca población obrera empleada para
un capital grande.(28)
Grossman estableció un
esquema en el que predecía que la acumulación se detendría al cabo de cierto
tiempo por una insuficiencia valorización. Dicho esquema definía la siguiente relación:
Insuficiencia en la
Valorización - Crecimiento del Desempleo-Excesos de Capital-Estancamiento
de la Acumulación.
En este proceso no es la
baja en la. tasa de ganancia la que origina esta contradicción, sino la baja
relativa de la masa de ganancia, señalando Grossman que existió un error de
parte de Engels quien habría escrito en el III Libro de EL CAPITAL de
Marx, la palabra tasa en vez de masa de ganancia. Para Grossman este equivoco
tiene especial importancia, ya que sin esta precisión no comprendería el
conflicto entre expansión de la producción y el bloqueo de la valorización. De
allí que su teoría del "derrumbe" está vinculada con la caída de la
masa de ganancia. (29)
Pau/ Mattick:
Otro autor que suscribe la
tesis de la sobreacumulación como causa de la crisis es Paul Mattick, quien
coincide en señalar que cuando la expansión de la producción supera su
rentabilidad, el proceso de acumulación se interrumpe. Esta parálisis de la
acumulación constituye la crisis capitalista en forma de superproducción de
capital.(30) Tal fenómeno consiste en:
-Existencia de mucho
capital en relación a un grado de explotación.
-La composición orgánica
del capital no es compensada por una mayor plusvalía.
-La ganancia no crece al
mismo ritmo que la suma de capital, de allí la interrupción de la expansión.
Por otra parte, Mattick
establece que la teoría marxista sobre el capitalismo es simultáneamente
una teoría de la acumulación y una teoría especial de la crisis,
sin que las dos puedan ser tratadas de manera separadas. La teoría general
revela como desciende la tasa de ganancia como producto del aumento en la
composición orgánica del capital, pero esto sólo ocurre en la crisis, en la
sobreproducción de capital.
Las barreras del régimen de
producción capitalista no proviene de un abstracto descenso de la tasa
de ganancia, sino que se revelan concretamente en la crisis de
sobreacumulación.
Caída de la tasa de
ganancia mediada por la lucha de clases.
Manuel Castell:
En esta perspectiva de la
crisis capitalista se inscribe Manuel Castell, quien reconoce la vigencia
de la Ley de la caída tendencial de la tasa de ganancia, pero tomando
en cuenta dos condicionamientos:
-la eliminación de los elementos naturalistas y mecanicistas
incorporados en la teoría.
-y la necesidad de vincular dicha teoría con la lucha de clases.(31)
Los limites del proceso de
acumulación son resultado de la crisis general de las relaciones sociales,
siendo estos límites de naturaleza política, dependerán de la correlación de
fuerza entre las clases.
Por ello uno de los
principales obstáculos estructurales del capitalismo es la resistencia obrera a
la explotación, tomando en cuenta los siguientes elementos:
-La
cuota de plusvalía es lo esencial para la acumulación, la lucha por la magnitud
social respectiva de trabajo pagado y no pagado es el factor decisivo de la
tasa de explotación, y en consecuencia de la ganancia y de la modalidad de
acumulación.
-El
descenso de la tasa de ganancia tiene una serie de contra tendencias que
intentan anularla. De allí que el proceso de acumulación sea contradictorio, no
sólo porque tienda a la crisis, sino porque simultáneamente tiende a impedirla.
En el caso concreto de la
crisis, donde se articula el estancamiento económico con la inflación, Castell
señala que ello es el resultado del desarrollo contradictorio de estos dos
aspectos: la tendencia al descenso de la tasa de ganancia que origina
el estancamiento, y el conjunto de contra tendencias de signo opuesto que
provocan la inflación estructural.(32)
Una de estas contra tendencias
que intenta anular la caída de la tasa de ganancia es la intervención estatal,
la cual persigue los siguientes objetivos:
-Desvalorización del
capital, asumiendo las actividades económicas no rentable.
-Subvenciones de diversas
naturalezas al capital privado.
-Cubrir los costos de
reproducción de la fuerza de trabajo.
-Estimular el mercado a
través de actividades improductivas que generan una demanda agregada: gastos
militares y burocráticos.
Un enfoque multicausal de
la crisis.
Ernest Mandel
Para Ernest Mandel no se
puede pretender explicar la crisis capitalista partiendo de explicaciones
unilaterales y mecanicistas y en tal sentido hace las siguientes
consideraciones:
"La teoría marxista de
la crisis rechaza toda explicación
monocausal. Las crisis no
se' deben exclusivamente al exceso de
capitales
(sobre-acumulación o, lo que viene a ser lo mismo, a la
insuficiencia de la masa de
plusvalía producida. Tampoco se deben
exclusivamente a la
insuficiencia de poder de compra de las masas,
ni a la desproporción entre
los dos departamentos fundamentales
de la producción: el
departamento de los bienes de producción y el
departamento de los bienes
de consumo. Todas estas causas
desempeñan un papel en el
desencadenamiento de la crisis y en su
producción díclica, pero
ninguna de ellas determina por si sola el
estallido regular de las
crisis". (33)
Mandel señala la necesidad
de tomar en cuenta todas las determinaciones y contradicciones internas del
capitalismo para poder establecer sus nexos orgánicos, de tal manera que se
pueda dar cuenta de sus diferentes implicaciones:
- Sobreacumulación,
pero reconociendo que a ésta le acompaña una sobreproducción de mercancía.
- Subconsumo, pero estableciendo que a
los capitalistas no les interesa la simple venta, sino la venta con ganancia,
igualmente rechazando las versiones vulgares que plantean que la crisis se
resuelve con la distribución de ingreso, con aumentos salariales.
- La
Anarquía y la Desproporción, pero negando cualquier versión armonicista donde
la existencia de un cartel general que regule la producción haría desaparecer
la crisis.
- La caída de la tasa de
ganancia, pero sin el
sentido mecanicista que sugiere una causalidad lineal del tipo:
- Caída de la
Ganancia-Reducción del Empleo-Reducción del Salario-
Crisis de Sobreproducción.
(34).
¿Distribuir el plusvalor
o abolir el proceso de valorización?
No se puede negar que la
anarquía, la desproporcionalidad y el subconsumo son aspectos que juegan un
papel importante en el desarrollo de la crisis, pero es necesario volver a
tener en cuenta que dichos enfoques se quedan en la esfera de la circulación,
ya sea intentando armonizar las ramas productivas a través del plan,
estableciendo una correspondencia entre producción y consumo.
Estos enfoques dejan intacto
el proceso de "valorización" y sus articulaciones con el proceso de
trabajo, no tienen como punto de partida la explotación del trabajo, sino su
punto de referencia son:
- La asignación del
plusvalor y su reparto
- El costo de reproducción
de la fuerza de trabajo
De allí que las salidas
para la crisis sean; planismo para hacer un reparto proporcional del plusvalor,
equidad en la redistribución del ingreso. Es por eso que sostenemos que
tales concepciones no coloca en tela de juicio el proceso de valorización y su
aspecto central: la extorsión del trabajo, sino que se centra en la distribución
del valor.
Estas limitaciones de los
enfoques tradicionales en torno a la crisis, no sólo nos remite a un problema
de tipo táctico en la elaboración de una plataforma de lucha reformista, sino
que evidencia la importancia de la critica epistemológica que permita
trascender la esfera de lo aparencial y superar los puntos de partida de tales
enfoques, colocando el acento en la esfera de la producción real, el proceso
inmediato de producción.
Christian Palloix:
Christian Palloix
reivindicando esta perspectiva de investigación y elaboración teórica, nos
dice:
"(...) Hay que señalar
también la convivencia que nos une (también
ton otros) acerca de las
grandes opciones de desarrollo de la
investigación, desde la
valorización hacia la acumulación, desde la
circulación hacia la
producción (en la unidad de la producción y
circulación evidentemente)
desde el beneficio hacia los modos de
extracción de la plusvalía
(absoluta y relativa) (...)"
"Solamente restaurando
el espesar productivo del proceso de
trabajo, se deriva la única
autonomía que impulsará el curso de lo
historio, lo autonomía de
lo clase obrera, sujeto y no objeto. "(35)
Resulta obvio que esta
formulación no se reduce a una opción epistemológica, sino que también posee
importantes implicaciones en la lucha económico-social que deben desarrollar
los explotados y oprimidos, ya que desde esta perspectiva resulta insuficiente
las simples exigencias de "aumentos salariales". sino que plantea
articular las demandas salariales y demás aspectos referidos al consumo,
con un conjunto de reivindicaciones que tienen
que ver con el proceso de trabajo: reducción de la jornada laboral, el
rechazo al incremento de la Intensidad del trabajo,
la impugnación a lo parcelación de la tarea, cuestionamiento a la
"patología - industrial", veto a las normas de rendimiento: turno,
sobretiempos, rotación, es decir, la resistencia que puede bloquear el proceso
de valorización a través del control obrero.
NOTAS DE ESTE CAPITULO:
(19) Carlos Marx. El
Capital. Tomo III, pags. 249-253.
(20) Mijail Ivanovich
Tugán-Baranoviski. Fundamentos teóricos del marxis
mo. El derrumbe del orden
económico capitalista. En El Marxismo y
el Derrumbe del Capitalismo.
Siglo XXI Edil. México 1978, pág. 247.
(21) Ibidem. Las crisis
Comerciales en Inglaterra. ob. cit, pág.277.
(22) Nicolai Bujarin. El
imperialismo y la acumulación. Edic cit, pág.
427-429 ,
(22) Rosa Luxemburgo. La
acumulación del capital o en qué han convertido
los epílogos la teoría de
Marx. Una anti-critica. El Marxismo y el Derrumbe
del Capitalismo. pág. 379.
(23) Ibidem págs. 383-384.
.
(24) Natalie Moszkowska.
Contribución a la crítica de las teorías modernas
de las crisis. Cuadernos de
Pasado y Presente Nº 50. México 1978, pág.97
(25) Ibidem. pág.99.
(26) Paúl M. Sweezy. Teoría
del Desarrollo Capitalista. FCE. México 1974,
27
pág. 117.
(27) Ibidem. págs. 113-115.
(28) Henrik Grossman. La Ley de la
acumulación y del derrumbe del
sistema capitalista. Siglo
XXI Edil. México. 1979. págs. 85-86.
(29) Ibidem. págs. 129-131.
(30) Paúl Mattick. Marx y
Keynes. Ediciones Era. México. 1975. pág. 71. (31)
Manuel Castell. La teoría
de la crisis económica y las transformaciones
del capitalismo. Siglo XXI
Edil. México 1978. Págs. 69-70.
(32) Ibidem. págs. 107-109.
(33) Ernest Mandel. La
teoría de las crisis y las depresiones económicas.
Revista Imprecar. 1985.
(34) Ernest Mandel. Le
Crisis. 1974-1982. Les Faltes 1eur. interpretatión
marxiste. Edit Flammarion. París
1982. págs. 256- 259.
CRISIS ORGÁNICA DEL CAPITAL Y UTOPÍA CONCRETA
NOTA
EXPLICATIVA: En el mes
de Febrero del año 1997, publicamos este artículo sobre la crisis capitalista en
la Revista Cuaderno para el Debate No 6, dedicada a fundamentar el
“Proyecto Nuestra América”. Este trabajo fue escrito en un momento de auge de los paquetes de
ajustes de factura keynessiana o de los “chicago Boys” ( Lusinchi, Luis
Herrera, CAP) y donde la teoría crítica marxista
brillaba por su ausencia.
Para ese entonces, se había
publicado nuestro ensayo “LA RECONVERSIÓN INDUSTRIAL
EN EL NUEVO MODELO DE ACUMULACIÓN”. Ediciones
Primera Línea. Caracas. Octubre 1990, siendo este artículo un resumen apretado
de aquel texto.
En la actual coyuntura, cuando la
crisis orgánica del capital se profundiza, las previsiones de Marx sobre las
contratendencias que promueve el capital ante la caída de la ganancia son
impulsadas ahora de una manera salvaje como política anti-crisis, con sus
devastadoras consecuencias: intensificación
de la explotación del trabajo, incremento del desempleo, desvalorización del salarios y eliminación de seguridad social, haciendo actual la
consigna SOCIALISMO O BARBARIE.
En esa perspectiva, aquella reflexiones
de hace 15 años, guardan su pertinencia teórico-ideológica para quienes estamos
empeñados en sepultar el capitalismo y
abrirle cauces a la emancipación del trabajo. Su comparación histórica también
permite comprender como la utopía concreta se ha ido materializando en el
proceso bolivariano y cuáles de su componente están inconclusos en el proceso
de transición. Por ello, de nuevo reivindicamos la memoria histórica como
aspecto inexcusable en la batalla de ideas.
I.- Los Enfoques Sobre la Crisis Económica y
su Incidencia en los Programas de
Ajuste.
Para tratar de explicar y comprender la actual coyuntura económico-social, se hace inexcusable
remitirnos a las diferentes perspectivas
teóricas que le sirven a los analistas como canon interpretativo, lentes, visión, concepción,
que encuadran los datos e indicadores
sobre la recesión -inflación (desempleo, elevación de precios, déficit fiscal).
En términos muy puntuales podemos indicar 3 enfoques en torno a la crisis:
1. El Keynessiano.
2. El Neoliberal (Escuela de Chicago "Chicago
Boys").
3. La Teoría de la explotación o critica de la economía
política de
factura
marxista.
1.- El enfoque
Keynessiano
Durante la recesión de la década de los años 30, la
política económica librecambista, basada
en la Ley de Say que sostiene que el simple
juego de la oferta y la demanda puede lograr el equilibrio económico, entró en bancarrota.
En la literatura sobre el tema, en la óptica liberal, se
habla de la libre competencia, mecanismos de mercado, mano invisible que regula
todo el proceso de producción, circulación y consumo de bienes.
El cuestionamiento a este presupuesto, bien caro al liberalismo
desde la perspectiva burguesa, fue desarrollado por Keynes, quien formuló una
teoría del ciclo económico donde sostiene que existe una tendencia secular de
la demanda a declinar, a no coincidir
con !a oferta, y es de allí donde provienen los desajustes.
Para evitar la caída de la demanda (capacidad de compra
de los sujetos económicos) debe entonces intervenir un sujeto extramercado que
no puede ser otro que el Estado.
De esta manera se puso en discusión la creencia, bien
vieja y tradicional, de que el mercado regula el proceso económico.
En tal sentido, Keynes se definió como partidario de una creciente
intervención del Estado, como agente regulador.
Particularmente sugirió una serie de medidas anticrísis
que ponen el énfasis en la ampliación de la demanda agregada a través del gasto
público, es decir, utilizar la intervención del Estado para garantizar inversiones,
compras, créditos, en momentos en que los capitalistas se abstienen de hacerlo
porque ha bajado la tasa de ganancia y viene el proceso donde la producción y
el consumo caen de forma acelerada.
El punto de partida de Keynes es que el ciclo económico y
sus diversas fases: depresión, recesión, recuperación y auge, se origina por la
disparidad entre el ahorro y la inversión.
La recesión será entonces consecuencia de una propensión (deseo, inclinación, motivación al ahorro por
parte de los capitalistas, lo cual desestimula
la inversión y la producción).
La propensión al ahorro está determinada por una serie de
motivos: precaución, cálculos, avaricia,
especulación.
Para combatir tal tendencia de los capitalistas, el
Estado debe estimular la propensión al
consumo y a la inversión, contrarrestando de esta manera el estancamiento de la
actividad económica. En momentos de crisis existen mayores riesgos y crecen las
mayores expectativas de fracaso, siendo
lo más común la tendencia a esperar una mejor
oportunidad y concentrarse en las especulaciones cambiarías donde se intentan aprovechar los diferenciales
de las altas tasas de interés.
En esas circunstancias, el Estado debe implementar un
conjunto de medidas (lo que ahora se denomina Paquete de Ajuste) fiscales, financieras
y monetarias, que estimulen el consumo y la inversión. Y para lograr tal
propósito debe manipular la tasa de interés hacia abajo, para abaratar el
dinero y facilitar los créditos, igualmente debe generar una demanda adicional
con el gasto improductivo del gobierno.
Este gasto del Estado posee tres fuentes: mayores
impuestos internos, ingresos por exportación y las llamadas técnicas de endeudamiento.
Dentro de estas últimas, se hizo muy común durante casi
40 años utilizar la técnica del "déficit expending", que consiste en
inflar el presupuesto público (el manejo del déficit fiscal), desarrollar obras
y otras actividades no necesariamente vinculadas a la producción de bienes.
El Estado, para estimular !a inversión privada y crear un
clima de expectativas, hace gastos en infraestructura, trata de garantizar facilidades
crediticias, asume los gastos de reproducción de la mano de obra (educación,
salud, vivienda, transporte, etc). Pero cobra mucha importancia dentro de la
óptica keynesiana, la aplicación de un conjunto de medidas que pueden reanimar
el ciclo económico desde un punto de vista coyuntura!; para ello dirigen el
esfuerzo hacia las ramas de la actividad
económica que son aceleradoras o
multiplicadoras del estímulo productivo (el efecto expansivo de la inversión monetaria). Por ejemplo, si se
estimula la construcción de obras
públicas, carreteras, escuelas, viviendas, ello genera una demanda de la industria que
produce insumos para la construcción:
cemento, pintura, cabillas, etc. De allí se origina un alza en el nivel de empleo, y por
ende, en la capacidad adquisitiva de
quienes trabajan en dichas ramas.
Al producirse este efecto expansivo las industrias producen bienes de consumo (para quienes
trabajan produciendo cabillas, cemento,
y otros insumos) elevando la producción
para satisfacer dicha demanda.
Este es el llamado efecto multiplicador de la inversión pública.
Claro está que aquí se parte del presupuesto ideal de que al inyectar una mayor
masa monetaria se estimularán los sectores productivos que no estén usando su
capacidad plena, o que ampliarán el plantel industrial o harán nuevas
inversiones.
Pero en la práctica suele ocurrir otra cosa:
* Un mayor estímulo a la inflación.
* Crecimiento de las importaciones.
Esto fue lo que ocurrió exactamente durante el primer año
de gobierno de CAP (1974), donde se obtuvo un volumen muy alto de divisas
petroleras y se usaron las palancas de! endeudamiento público. A través de esta
masa monetaria se financió el crecimiento de la demanda interna agregada, y se desarrollaron
faraónicos programas de inversión en
obras de infraestructura. Esas estrategias de ampliación de la demanda y el encadenamiento del efecto expansivo
multiplicador, fracasó por lo siguiente:
* Se ignoró el rasgo esencial de la producción
capitalista: el comportamiento de la tasa de ganancia y la acumulación como fin
de la economía.
* La rigidez estructural de la oferta para poder
responder rápidamente a estímulos monetarios, ya que existen deformaciones sectoriales
entre la agricultura-industria, servicio-comercio.
* El carácter parasitario de nuestra burguesía.
Por ello, el "Plan de la Gran Venezuela", lejos
de estimular la producción y la productividad, lo que hizo fue multiplicar las
importaciones para cubrir los déficits en los bienes de consumo y otros
productos, generando un saldo negativo en la balanza comercial.
Del mismo modo, una gran parte del gasto estatal fue
utilizado en actividades terciarias: construcción de conjuntos residenciales y locales
comerciales, desarrollo del comercio importador, expansión del sistema crediticio
y financiero. De esta forma, el Estado subsidió la rentabilidad de grupos
importadores, constructores y " banqueros (recordémonos de los 12
Apóstoles).
En el año 1978 la economía nacional ya presentaba los
signos de agotamiento del modelo de acumulación (baja rentabilidad en los sectores productivos, subutilización de la
capacidad instalada, sobrediversificación de bienes, déficit en la balanza
de pago, déficit fiscal, crecimiento de los precios, erogaciones muy altas por
el servicio de la deuda, etc.) .
2-. Reedición de
la Ortodoxia de los Clásicos Liberales.
Contemporáneamente, las
teorizaciones entorno al
neoliberalismo han sido hechas por la llamada"Escuela de Chicago",
bajo la inspiración de los trabajos de Miltón Friedman. Con una nueva jerga y
un nuevo cliché, se repite la vieja creencia de la mano invisible del mercado como
mecanismo para arreglar los desajustes y fluctuaciones temporales de la
producción.
En EEUU, en la década del 80, los alumnos de la Escuela
de Chicago retomaron es la añeja propuesta de los economistas vulgares -al
decir de Carlos Marx- con un nuevo nombre: "Economía de Oferta"
(Supply Side), ubicando las causas de la crisis en los siguientes factores:
* Un exceso de participación e intromisión del Estado.
* El elevado gasto público.
* El déficit fiscal.
* La regulación de precios.
* El proteccionismo estatal.
En tal sentido, el recetario de esta tendencia para salir
de la crisis prescribe las siguientes medidas:
*Limitar la
participación estatal, estimular la competencia, reducir el déficit fiscal,
racionalizar el gasto público.
* Estimular la producción y la productividad.
* La liberación de las barreras: bajar aranceles, eliminar
los subsidios, atraer las inversiones extranjeras.
Podemos observar que tales medidas han venido formando
parte del "Paquete de Ajustes" que el FMI impone para negociar las
deudas y nuevos empréstitos.
Los técnicos del gobierno de Luis Herrera Campins en el
año 1983, inspirados en los esquemas de la "Supply Side", aplicaron
una política con líneas de acción de: liberación de la oferta y restricción de
la demanda.
Comúnmente se dice que el keynessianismo es
inflacionista, y que el neoliberalismo es recesionista, porque uno manipula la
inflación y el otro el desempleo y los bajos salarios.
Concretando esta estrategia por el lado de la oferta, LHC
aplicó este plan, el cual se basó en:
* Liberar los precios, buscando elevar la oferta interna
de los bienes.
* Bajar los aranceles, eliminando las barreras
proteccionistas, y por la vía de la competencia internacional, obtener una
mayor eficiencia y calidad de la producción nacional, aprovechando las llamadas
ventajas comparativas.
* Contraer el crédito y la liquidez monetaria,
estimulando altas tasas de interés, y la reducción del gasto público.
Todo esto fue lo que se denominó "el enfriamiento de
la economía". Pero en realidad los resultados en la aplicación del paquete
neoliberal en e! gobierno de LHC, fueron los siguientes:
* La liberación de precios, que supuestamente estimularía
la inversión en los sectores donde anteriormente existían precios
regulados(aumentando la productividad y por tanto abaratando los precios) desconoció
el comportamiento de la tasa de ganancia al igual que CAP, y desestimó la
estructura monopolista en el mercado nacional.
De hecho los sectores que producen bienes de consumo
masivo - fundamentalmente los bienes tradicionales: alimentos, vestidos, calzados-
están signados por una baja rentabilidad y de suyo los capitalistas no tienen
propensión hacia la inversión ya que no hay rentabilidad. Por ello la
liberación de precios y los otros estímulos a la oferta no alcanzaron el
objetivo de elevar la producción, sino que se tradujo en una elevación de
precios de la escasa oferta interna, además de que los mismos productos que
fueron liberados gozaron de las rebajas arancelarias, es decir, fueron
importados y vendidos más caros aprovechando tal liberación, porque son los
mismo grupos importadores los que tienen el control de la producción agrícola e
industrial.
* La contracción del crédito y de la liquidez monetaria,
trajo como resultado la asfixia
financiera de la pequeña y mediana industria.
* La demora y la paralización de los pagos, el lento
crecimiento de las ventas como producto
del enfriamiento de la demanda, profundizó la contradicción del aparato productivo. Aquí es
importante puntualizar que la crisis que hemos venido padeciendo combina la
recesión con la inflación simultáneamente, lo que obstaculiza la puesta en
práctica de los paquetes de ajustes.
De allí que hayan aparecido nuevos términos para
describir dichos fenómenos:
a-. Stagflación,
que significa estancamiento de la producción con crecimiento de los precios.
b-. Slumpflación,
que señala un proceso de retroceso del aparato productivo, y al mismo tiempo
crecimiento de los precios.
Esto es los que se conoce como "pantano de la
recesión-inflación", que hasta ahora no ha podido ser superada, colocando
a los paquetes de ajustes ante una paradoja:
Sí bien se trata de reactivar el ciclo a través de la
demanda agregada -vía gasto público-tal como vimos en el enfoque keynessiano,
ello se convierte en una propagación y multiplicación de la inflación porque
aumenta el circulante, y se amplían los medios de pago, pero no la producción
en forma simultánea, lo que conduce al encarecimiento de los pocos bienes y
servicios que existen.
Si por el contrario, se trata de reducir el gasto público
(en un país donde el gasto público es el principal componente de la demanda) y
restringir la liquidez (es el recetario de la Escuela de Chicago), ello tiene
efectos anti-inflacionarios, pero al mismo tiempo genera contracción, lo que
profundiza aún más el proceso recesivo.
Por ello, después de haber aplicado estos lineamientos, LHC
preparó el terreno para lo que más tarde sería el Viernes Negro, es decir, la
devaluación del bolívar y el control de cambio.
3-. Carta de
Intención y Desarrollo Hacia Afuera: manifestaciones
de la
globalización.
Entre el Keynessianismo y la Escuela de Chicago existen variadas diferencias en cuanto a donde poner el acento al resolver los problemas de la economía. Estos son:
* Para los keynessianos, lo principal es el mercado interno, concretando la política de sustitución de importaciones, lo cual hace obligante la aplicación de políticas de redistribución del ingreso, intentos de
alcanzar el pleno empleo y una política salarial expansiva. Esto hace que tal
política aparezca como progresista y sea avalada por los sectores de la
izquierda reformista y socialdemócrata.
* En el caso de la administración de LHC aplicó un
paquete de ajuste neoliberal, sin poder modificar la rigidez estructural del
aparato productivo -a pesar de un incremento en los precios del petróleo y la
consecución de nuevos empréstitos-, y al final de su gestión se agravaron los
déficit, acompañados en ese momento con una fuga masiva de capital, quiebras y
ruina de la pequeña y mediana industria, y el crecimiento del desempleo
* La propuesta de Friedman y sus alumnos de la Escuela de
Chicago se concentra en la promoción de las exportaciones no tradicionales,
insertándose en el mercado mundial, reduciendo los costos de producción, lo que
comúnmente se traduce en: desempleo, bajos salarios, eliminación de la
seguridad social, nuevo régimen de prestaciones, nuevas normas de contratación.
* Por lo general, en el plano político, la propuesta de
Friedman requiere de un gobierno de fuerza que logre mantener el control
social. Por ello se asocia a los sectores de derecha y reaccionarios.
Tanto en el gobierno de Lusinchi como en el segundo
mandato de Pérez, se intentaron desarrollar los enfoques de la Escuela de
Chicago, centrándose en:
* Promover la entrada de capital extranjero.
* Estabilizar la economía a través de un proceso de
ajuste y liberación que permitiese reducir los desequilibrios macroeconómicos y
reforzar la estrategia de desarrollo hacia afuera.
Ya en el gobierno de CAP se firmó una carta de intención
con el FMI que pretendía combatir la inflación a través de la restricción
fiscal y monetaria. Esta política se basó en:
1-. Crear un sistema de cambio único con el objeto de
estimular las exportaciones no tradicionales.
2-.Subir las tasas de interés para estimular el ahorro.
3-. Liberar los precios.
4-. Eliminar los subsidios.
5-. Aplicar los impuestos a las ventas.
6-. Aumentar los precios de la gasolina y de los
servicios públicos.
7-.Congelar salarios.
8-. Privatizar empresas estadales y de servicios
públicos.
Como ya habíamos reseñado con anterioridad, cuando vimos algunos
aspectos del neoliberalismo, este no es más que un recetario superficial para
salir de la crisis.
Pero los obstáculos que tuvo que enfrentar la estrategia
de desarrollo hacia fuera -conocida como globalización y estimulada mediante el
desarrollo de las exportaciones no tradicionales- tienen que ver directamente
con el esquema actual de la división internacional del trabajo, derivado de un
nuevo modelo de acumulación mundial, donde los grupos monopolistas
internacionales le asignan un rol a nuestra economía que supera la vieja
experiencia de ser productores de materia prima y se comienza a producir
manufactura de exportación.
Para ver mejor este problema es importante retomar
brevemente los mecanismos esenciales que tradicionalmente sirvieron para la expansión capitalista
mundial. Estos son:
* La exportación del capital-dinero sobreacumulado.
* El ofrecimiento de capital ocioso a través de créditos fáciles
o especulativos ante la caída de la rentabilidad de la inversión.
* Exportación del capital-mercancía.
Los problemas de sobreproducción de mercancía, hacen que
nuestros países sean centro de realización de las manufacturas que se quedan
frías en los países industrializados.
Sin embargo, existe un proceso poco examinado por los estudiosos
de la internalización del capital; se trata de la exportación del capital productivo desvalorizado.
Como consecuencia de las restricciones y bloqueos en la rentabilidad
en los países imperialistas, ello precipita la obsolescencia tecnológica -la
vejez prematura de maquinarias y equipos- siendo exportados donde todavía
pueden ser rentables.
Esta exportación del capital productivo desvalorizado es una de las fuerzas motrices de la reconversión
industrial.
Es obvio que tal proceso
de industrialización no se da por igual
en todas partes. Y en la relocalización de algunas ramas industriales, el capital internacional toma mucho en cuenta las ventajas comparativas que ofrece el Estado nacional:
a-. El poder de financiamiento de las importaciones del
capital productivo desvalorizado.
b-. La flexibilización del trabajo (nuevas formas de
contratación y sindicalización: maquila) y la nueva política salarial y de segundad
social.
c-. El abastecimiento de materia prima y energía.
Esta estrategia, que se centra en industrializar con
capital productivo desvalorizado, está inspirada en el ejemplo exitoso de la
llamada banda asiática de los cuatro: Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong y
Singapur.
Ahora bien, llevar a cabo tal desarrollo exportador bajo este
esquema supone compensar los desniveles de rentabilidad en relación a la banda
de los cuatro, es decir, imponerle a los trabajadores venezolanos salarios de
hambre mucho mas bajos de los que existen en Taiwan, bajar los costos en
seguridad social: privatizar la educación, salud, vivienda, etc., incrementar
la tasa de explotación del trabajo, flexibilizando la jornada laboral. Todo ello
se traduce en un ataque al empleo, el salario social y las prestaciones.
Vencer las barreras de entrada a algunos mercados es casi
imposible ya que los grandes monopolios están desarrollando una verdadera
guerra comercial para preservar franjas de mercado . Sólo con la subordinación
(hoy llamada asociación inteligente) se podrán hacer exportaciones en algunas
ramas industriales donde se den las llamadas ventajas comparativas y la especialización
productiva (nuevas formas de monoproducción). El proceso de reestructuración de
la oferta a través de la reconversión
industrial pudo dar ciertos resultados en algunas ramas donde se pudieron incorporar nuevas
tecnologías (obsoletas en los países industrializados,
nuevas aquí"), contando con mercados externos sobre la base de la supeditación al capital monopolista
internacional, pero ello no abarca al
conjunto de la producción. De esta manera puede haber cierta reanimación
sectorial en un contexto general recesivo.
4-. Teoría de la
Explotación o Crítica de la Economía Política.
Partiendo de la reivindicación del marxismo como teoría crítica
(crítica de la economía, crítica de la epistemología, del Derecho y del Estado)
hemos adoptado el enfoque de la explotación del trabajo como enfoque
genético-estructural que permite explicar y comprender la crisis que confronta
el sistema.
Esta opción posee las siguientes implicaciones
teórico-ideológicas:
1. Profundizar la crítica epistemológica, promover el
debate y la investigación en un ambiente
intelectual donde la moda neoliberal hace
estrago y el pensamiento de lo que queda de la izquierda tradicional se refugia en el keynessianismo.
Trascender la apariencia, ir a la raíz de los problemas,
hacer totalizaciones de la realidad concreta, caracterizar el problema de las contradicciones
que están presentes. Todo ello es subversivo, ya que los apologistas y
defensores del capital cuando formulan diagnósticos, planes de acción y políticas de seguimiento
frente a la crisis orgánica, encubren o
escamotean sus aspectos genético-estructurales, surgiendo las siguientes distorsiones cognoscitivas:
* El diagnóstico se remite a la esfera de circulación,
distribución y consumo, sin
profundizaren proceso inmediato de producción. De allí parte la superficialidad y el nivel
descriptivo del análisis.
* De esta manera se presentan agregados empíricos sin
conexiones ni nexos causales.
* Se asumen enfoques históricos, desconociendo la génesis
y la evolución del proceso
(profundización de la pérdida de la memoria colectiva).
* La finalidad y los objetivos son vagos y
contradictorios tal como ocurre
comúnmente en los planes de la nación.
2.- Restituir el valor explicativo-comprensivo del
proceso inmediato 'de producción
(proceso donde gobierna la valorización
de! trabajo: la extorsión del trabajo excedente como fin esencial y su conversión en ganancia}
permite que la función de la crítica
alcance la esfera de lo ético-político y social. Esto implica:
* Desentrañar los mecanismos de la acumulación
capitalista, lo que permite ilegitimar
el origen de la riqueza burguesa (no surgió del ahorro del trabajo capitalista, sino de la
apropiación del trabajo ajeno).
* Fundar la autonomía de clase, ya no sólo en la esfera
de la producción simbólica y de la
representación social, sino en la producción material, en los procesos de trabajo.
* Responder desde esta óptica clasista a las políticas
anti-crisis desarrolladas por el capital, colocando la lucha entre los
trabajadores y el capital como el aspecto que modula el comportamiento de la
tasa de ganancia, la superabundancia de mercancía o el subconsumo, es decir,
asumir una concepción no economicista ni determinista de la crisis, sino que
interpreta el proceso mediado por las relaciones de fuerzas y por la dinámica
contradictoria propia del capital:
• Producción colectiva-vs-apropiación y acumulación
privada.
• Separación entre la producción y la compra (distorsión entre
los valores de uso y los valores de cambio).
• Enajenación del trabajo concreto por el trabajo
abstracto.
• Desproporción entre las ramas y sectores económicos.
A partir de este cúmulo de contradicciones la crisis deja de ser un accidente, por el contrario, ella es el
proceso mismo de constitución del
capital. Por ello hablamos de crisis orgánica, cuya separación sólo puede lograrse eliminando el conjunto de
relaciones de producción capitalista: relaciones de propiedad, división del
trabajo, etc.
Esta
perspectiva del análisis nos permite salirnos de la trampa de concebir como
inevitable la aplicación de los planes de
ajuste, hacerlo gradualmente , o con rostro humano, tal como lo asumen los
reformistas de variados signos. Sostenemos que no somos salvadores del
capitalismo sino sus sepulteros, de allí
que no participamos en la administración
de la crisis con políticas como las estrategias de sobrevivencia, el pacto para
aceptar la flexibilización del trabajo o la liquidación de las prestaciones
sociales.
Con este enfoque, en consecuencia, se puede responder a
los planes concretos que desarrollan los sectores dominantes, ofreciendo salidas
revolucionarias, y elaborando plataformas de lucha en defensa de las
condiciones de vida y de trabajo de los explotados y oprimidos.
3-. Partiendo de la extorsión del trabajo excedente
(plusvalía. plustrabajo, trabajo sobrante, trabajo no pago, etc.) y su
incidencia en la cuota de ganancia, podemos hacer una lectura sobre la
naturaleza de la crisis, la cual se puede manifestar de diversos modos:
* Sobreacumulación de capital
* Sobreproducción de mercancías
* Subconsumo
* Desproporcionalidad entre sectores y ramas de la
actividad económica, tal como suele ser en Venezuela la deformación sectorial: por
un lado, la industria pesada procesa
materia prima y elabora insumos materiales, la industria liviana ensambla, la
agricultura no produce los bienes alimenticios, el servicio y el comercio están
superdesarrollados en comparación con los otros sectores.
* El comportamiento de la tasa de ganancia permite
comprender entonces, por qué no hay propensión a invertir en la agricultura o
en algunas ramas de la industria (por la tendencia de la tasa de ganancia a bajar
en tales sectores, y los capitalistas no producen para satisfacer necesidades
colectivas, sino buscando el lucro personal). En consecuencia no hay inversión
ni ampliación de la producción. De allí que los flujos de capitales se dirijan a la
esfera especulativa: negocio inmobiliario, bolsa de valores, intermediación bancaria.
Carlos Marx afirmaba que esta tendencia de los
capitalistas de querer hacer dinero sin pasar por la producción no puede durar indefinidamente,
so pena de un colapso total: de allí surge la necesidad de reiniciar o reanimar
el ciclo productivo, por supuesto con una mayor concentración y centralización
de la propiedad (propiedad de los medios de producción y de subsistencia en
pocas manos), desarrollando una serie de contratendencias a la caída de la tasa
de ganancia.
En el tomo 3 de El Capital, Marx reseñó dichas
tendencias:
a-. La intensificación de la explotación (ya sea
aumentando la jornada de trabajo o
acelerando el ritmo de la cadencia productiva).
b-. La desvalorización del salario a través de las alzas
de precios, eliminación de la seguridad
social, tratando de abaratar los costos de la fuerza trabajo.
c-. La desvalorización del capital constante (maquinaria,
equipos), eliminando los materiales no
competitivos, de tal manera que la quiebra o remate de las empresas permita transferir
ganancia (tal como sucedió en nuestro
caso con la renta petrolera y el endeudamiento público).
La crisis es, en consecuencia, la puesta en práctica de este proceso que empuja la ganancia hacia
arriba, en este sentido todos los
paquetes de ajuste (ya sean de factura keynessiana o neoliberal) lo que hacen es llevar a la práctica
los mecanismos denunciados por el
marxismo.
Ahora bien, tanto en la caída de la tasa de ganancia como
en la ejecución de las contratendencias,
lo que se verifica es la lucha a muerte
entre capital y trabajo, y eventualmente una lucha entre las diversas fracciones del capital.
Es en este punto donde se politiza con más fuerza el análisis; los sujetos sociales entran en la
escena como autores y actores del
proceso. En tal sentido, no se trata de una tendencia mecánica y automática que conduciría al
derrumbe del capitalismo, tal como se
sostuvo en algunas posturas catastrofistas.
El colapso del sistema tiene que ver con la lucha
político-social, con las fuerzas que se
confrontan en el escenario (militares, culturales.
etc)
Por ejemplo: los patrones siempre han luchado por hacer más largas y extensas las jornadas de trabajo,
y de igual manera para pagar un salario
menor. Por supuesto, los trabajadores han hecho lo contrario, y en última instancia, el
resultado lo ha determinado la capacidad
de resistencia y de lucha de ambas partes.
La clase en el poder posee los mecanismos de presión (desempleo, carestía) y extraeconómicos
(represión policial, coerción legal,
domesticación cultural) para imponer las medidas de ajuste.
El cúmulo de contradicciones que se desatan por llevar a efecto
las contratendencias a la caída de la ganancia (por ejemplo: incrementar la
desvalorización del salario), estimula la resistencia y la lucha de los trabajadores
(movilizaciones, paros, huelgas), lo que lleva a los capitalistas a hacer
esfuerzos de negociación y de conciliación para pactar la reanimación del ciclo económico.
Pero no sólo están presentes estas contradicciones entre
el capital y el trabajo, sino que las otras contratendencias -desvalorización
del capital constante, gastos improductivos también afectan algunas fracciones
capitalistas. Por ello la puja y conflictos que se generan por las medidas
gubernamentales que tienen que ver con:
* Política cambiaría fiscal.
* Apertura y liberación del mercado.
* Política salarial y régimen de prestaciones.
Cada una de estas políticas afectan de manera distinta a
los diversos sectores, de tal manera que la asfixia financiera y crediticia, o
la apertura fiscal por ejemplo, terminan arruinando a los pequeños y medianos
productores de la ciudad y el campo.
Pero no sólo se trata de este conflicto con los pequeños productores,
sino también se dan una serie de contradicciones entre grupos monopolistas,
quienes intentan acaparar el proceso de quiebra de las empresas(tanto públicas
como privadas), y de igual manera salir bien paradas de la tasa de ganancia.
Otros intentan sobrevenir evitando pérdidas, o que se paralicen o destruyan sus
activos. Para ello acuden a las alianzas, asociaciones, fusiones.
Es necesario indicar que estas contradicciones al
interior de las fracciones del capital no son antagónicas, así como tampoco
agrupan homogéneamente a todos los grupos.
De la misma manera, resulta importante puntualizar los
riesgos políticos que están presentes
cuando se exageran algunas de estas
contradicciones, cuando en realidad entre
los diversos sectores existen niveles de subordinación, cooperación, asociación, que no
ponen en peligro la totalidad del
sistema en su conjunto.
5.- Propuesta
ante la Crisis Orgánica de la Economía Venezolana.
Frente al proceso de deterioro de las condiciones de vida
y trabajo de la población, existen un conjunto de planteamientos que responden
a las diversas ópticas y a los intereses en pugna. De allí que podamos
sintetizar las posturas en tomo a la crisis de la siguiente manera:
1.Respuestas que se orientan por los enfoques
keynessianos o neoliberales, con ajustes inflacionistas o recesivos (o una combinación
de ambos), buscando relanzar la tasa de ganancia hacia arriba, y haciendo caer
sobre los .sectores populares el peso de la reanimación del aparato productivo:
desempleo, carestía, impuestos, etc.
2.Propuestas reformistas que se apoyan en las ideas
fatalistas de que no se puede hacer nada sino aceptar el ajuste; por ello lo que
se plantea es administrar la crisis, buscando compensar el impacto de las
medidas haciéndolas más graduales y protegiendo a los sectores vulnerables con
estrategias de sobrevivencia: beca escolar, bonos de desempleo, hogares de cuidado,
etc.
3. Propuestas también de corte reformista, pero con un
acento más nacionalista y anti-imperialista. Se trata de la tesis de
"salvación nacional" en el contexto del sistema capitalista. Se
reviven las viejas consejas de los frentes populares y de las alianzas con la
burguesía nacional, tal como lo postuló el stalinismo hace muchas décadas. La base
material de este enfoque está en las contradicciones que confrontan algunos
grupos y fracciones del capital, como son los pequeños productores y los
sectores monopolistas conectados históricamente con la política de sustitución
de importaciones, producción para el mercado interno.
4. Propuestas anti-sístema, las cuales parten ubicando
las raíces genético-estructurales de la actual crisis, ofreciendo respuestas en
tres dimensiones histórico-políticas:
* Una utopía
concreta para la nueva sociedad,
* un programa de gobierno revolucionario,
* y una plataforma
de lucha para la coyuntura inmediata.
6.-Una utopía
Concreta de Nueva Sociedad.
El conjunto de análisis de los programas de ajuste, el
contexto actual de sus indicadores estructurales (de formaciones sectoriales, rigidez
del aparato productivo, subutilización de la capacidad instalada, sobrediversificación
de bienes), y sus expresiones coyunturales (desempleo, inflación, pobreza
crítica) nos están indicando que cada día tienen menos oxígeno las salidas reformistas,
sobre todo si tomamos en cuenta la pérdida de dinamismo de la renta petrolera
-la cual tratan de relanzar con !as políticas de apertura- y de los mecanismos
del endeudamiento.
Cuando examinamos el keynessianismo y neoliberalismo,
señalamos las razones que conducen a que tales programas de ajuste fracasen a
la hora de eliminar las causas estructurales de la crisis, pero esto no
incapacita al bloque en el poder para equilibrar
las cuentas nacionales o reactivar algún sector económico. Cuando decimos
que no hay salida, queremos significar el hecho de que la solución de algunas
de las dificultades macroeconómicas -por ejemplo el déficit fiscal- se va a lograr sobre la base de
pechar más a la población, rebajar los costos salariales (lo que va a implicar
la eliminación de la actual seguridad social y el régimen de prestaciones)
utilizando nuevas formas de contratación como las que se vienen utilizando para
que el trabajador no acumule las prestaciones, a través, por ejemplo, de una tasa
de rotación en el empleo.
Tal contexto ofrece, como nunca, condiciones para una impugnación a fondo de la dominación, y crea
un cuadro favorable para la insurgencia
de una opción anti-sisiema, la cual tiene como requisito inexcusable el no confundirse con
las propuestas reformistas (programa de
ajuste, pacto social, concertación nacional, salvación nacional).
Tanto en el conjunto de la situación mundial como en
nuestra sociedad particular, cada día
cobra mayor vigencia el proyecto de emancipación
del trabajo. Paradójicamente en un momento de desencanto, de desarme ideológico de quienes
en el pasado asumieron poses vanguardistas.
Veamos cuales son los fundamentos que subyacen a nuestro ideal de nueva sociedad: Cualquier examen que se haga de la realidad social contemporánea
encontrará los rasgos de las viejas relaciones de producción capitalistas que
Marx denunció en su época:
* Separación del
trabajador de los medios de producción y de
subsistencia.
* Alienación del trabajo y sus productos.
* Contradicción entre trabajo concreto y trabajo
abstracto.
* Dicotomía entre los valores de uso y los valores de
cambio.
El llamado desarrollo científico y tecnológico no ha podido
rebasar las relaciones de producción, ni los nuevos productos que exacerban
necesidades artificiales. Nada de esto ha podido abolir la alienación, mas bien
ha profundizado sus rasgos inhumanos y castradores.
La actual producción material sigue no estando al servicio de la comunidad, del hombre como ser
genérico.
El hombre en la producción de su existencia está mutilado, escindido, lo
que ha creado:
a. Insatisfacción de las necesidades elementales.
b. Expropiación del saber-hacer.
c. Bloqueo y castración de la sensibilidad.
Frente a estas
realidades es donde cobra mayor pertinencia
la reactualización de los puntos básicos
sobre los que se sustenta cualquier propuesta
alternativa. Estos son:
1. La superación de la escisión entre trabajadores y los medios
de producción y de ganancia.
2. La abolición de la ganancia sobre el proceso de
trabajo, eliminando la extorsión del trabajo, el lucro como meta de la
producción, colocando en su lugar ¡as necesidades históricas y culturalmente
determinadas por los pueblos.
3. La reducción de la jornada de trabajo y la extensión
del tiempo libre.
4. La cualificación de la soberanía política de los
ciudadanos, a través del ejercicio de la democracia directa y la reabsorción de
la sociedad política en la sociedad civil, minándole las bases a la política
como actividad separada de la dinámica social cotidiana.
Para el logro de tales objetivos de suyo se comprende que
hace falta una revolución, donde los explotados y oprimidos conquisten y a la
vez construyan un nuevo poder, a través del cual podamos transformar las
actuales estructuras de dominación.
Esta es la utopía concreta por la cual luchamos hoy, involucrando
en nuestra perspectiva los siguientes proyectos.
• La gestión directa del trabajo, articulada por el
control directo de los trabajadores de la producción, la distribución, el
consumo, y la autogestión de este proceso.
• El desarrollo de la multilateralidad del trabajo concreto
como de los valores de uso, es decir, del trabajo directamente social sin la
mediatización de relaciones mercantiles, o de la estructura y los patrones de
consumo, impulsando en su lugar
necesidades mas radicales o auténticas.
* La abolición de la racionalidad burocrática,
construyendo un nuevo modo de producir
conocimiento que ayude a eliminar la división social del trabajo, la jerarquía y el monopolio del
saber.
* La emancipación de la sensibilidad, !o que nos conduce
a la revalorización del afecto, el
diálogo, la cooperación y la solidaridad, como principios humanistas.
Estos proyectos se insertan en una línea de acción
cotidiana y le dan sentido a una praxis que supera el pragmatismo político o
dejar las cuestiones de fondo para un "después".
Cuando nos referimos a una utopía concreta nos remitirnos
entonces a un norte que puede construirse hoy, por ello la dialéctica de su
construcción no comienza desde cero, sino que hemos delineado algunas
metodologías que ayudan a sistematizar su desarrollo y transitando un conjunto
de experiencias en el terreno nacional. Esto nos ha permitido resumir en diez
puntos los contenidos fundamentales para una estrategia de acumulación de
fuerzas. Estos son:
1.-El desarrollo de un nuevo modo de producir
conocimiento, defendiendo como paradigma la articulación de la investigación acción
y los métodos cualitativos.
2. La radicaIización de la resistencia cultural, tanto en
la escuela como en la comunidad. Hoy proponemos un proceso educativo liberador
que se materializa en la formación permanente de los docentes, la reforma
curricular en los centros de formación docente, el Proyecto Plantel, y el
desarrollo de las experiencias de educación popular.
3-. La práctica de nuevas formas de intervención social y
de organización que permitan construir una nueva cultura política donde se
rompa la separación entre la sociedad política y la sociedad civil, se reduzca
la distancia entre dirigentes y dirigidos, y se supere el divorcio entre
gobernantes y gobernados. De allí las diversas iniciativas en las cuales trabajamos,
inspiradas en los objetivos que giran alrededor del proceso popular
constituyente, el desarrollo del movimiento autónomo de base, la
democratización gremial y sindical.
4.- La redefinición del vínculo médico-paciente, la
búsqueda y promoción de medicinas y terapias alternativas, como respuesta a los
modelos capitalistas de industria de la enfermedad y reproducción de las relaciones
de trabajo en el terreno de la
salud.
5.- La preservación del medio ambiente y el desarrollo de
tecnologías adecuadas a este fin.
6-. La cualificación del tiempo libre, el ocio creador y
las actividades lúdicas, como combate al esquema de la industria cultural,
sustentada en la mercantilización de actividades creativas, recreativas y
deportivas que se generan en la
sociedad.
7-. La promoción de un movimiento artístico que
desarrolle el canto comprometido, e! teatro de la calle, las danzas, la poesía,
y confronte la vanalización del arte.
8-. La lucha por la liberación de la mujer, el
enfrentamiento al bloqueo de la sensibilidad, y la enajenación erótico-sexual.
9-. La construcción de una nueva racionalidad comunicativa que rescate la palabra y nuestra capacidad expresiva, entre otros, a través de
la promoción de una concepción artesanal
y de base para la difusión del
conocimiento de variados instrumentos comunicativos:
video, cine, fotografía, impresos,
radio, etc.
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