Carlos Lanz Rodríguez
Diciembre de 2017
A MANERA DE PRESENTACIÓN
El 1 de noviembre de 2017 fue realizado un foro en la UBV sobre la “Vigencia de la ley del valor en el socialismo, el Che y su critica al manual de Economía Política de la URSS”, donde participe como ponente, junto al Prof. Pablo Jiménez, director del Programa de Formación en Economía Política de esta universidad y Eduardo Piñates, presidente de la comisión de economía de la ANC.
En esta ocasión, en la exposición que hice en dicho evento me apoye en trabajos de investigación de vieja data, algunos realizados en mi condición de prisionero político en el Cuartel San Carlos en la década del 80.
Reivindicando esa memoria histórica, me comprometí con los participantes hacerles llegar los soportes documentales de la lectura crítica que suscribo en el terreno de la economía política, tal como la hago ahora, particularmente la puesta en cuestión de la vigencia de la teoría del valor-trabajo en la transición socialista y el cuestionamiento al modelo soviético, más específicamente su regresión con la propuesta de Lenin en torno a la Nueva Política Económica (NEP), tal como la expuse en el foro reivindicando los aportes del Che-
En tal sentido, presento esta compilación de textos que se encuentran archivados en los sitios web:
• Comunicadoresenacción2012.blogspot.com
• y Aporrea Org
En esta compilación, intento seguir un orden lógico que se guía por imperativos políticos – ideológicos del momento, es decir, la secuencia expositiva de los documentos no es histórica ni cronológica, ya que el proceso revolucionario venezolano tiene en estos momentos, entre una de sus amenazas que hacen estragos, el predominio del empirismo-pragmatismo que requiere la confrontación de la impunidad teórico-conceptual que le acompaña. Este combate, demanda el ejercicio de la crítica teórica so pena de no “HACER IRREVEBLE LA TRANSICION AL SOCIALISMO”, ni “TRASPASAR LA LINEA DE NO RETORNO”, como lo planteo el Cmdt. Chávez en la presentación del PLAN DE LA PATRIA, convertidas ambas premisas en parte esenciales de su legado estratégico.
En esa dirección, la compilación prioriza aspectos vinculados a la emancipación del trabajo, como expresión de la lucha de clase en lo teórico, partiendo de los postulados del marxismo crítico los cuales abarcan diversos aspectos del actual debate en el seno de la revolución. Aquí es importante aclarar que estos materiales no son una obra como textos integrados, sino que fueron elaborados en forma independiente, encontrando en su seno, repeticiones y reiteraciones temáticas, pero también núcleos epistemológicos o ejes programáticos transversales. Igualmente, metodológicamente en los talleres realizados se aplicó la lectura interpretativa que demanda cierto rigor documental citando textualmente párrafos enteros. Por eso, su lectura hace obligante tomar en cuenta estas observaciones, ya que buscamos realizar una contribución al rearme ideológico y la renovación de la promesa en las actuales circunstancias que vive el proceso revolucionario venezolano, haciéndose indispensable dar un salto en la investigación y en la discusión profunda.
La socialización de las fuentes documentales en torno este foco problemático de la teoría revolucionaria (143 autores y 853 paginas como soportes documentales del proyecto investigativo) y los primeros resultados alcanzados, nos indica el sendero a seguir: círculos de estudios, foros, acompañamiento de las luchas, publicaciones. Es la tarea del momento
Carlos Lanz Rodríguez.
15 de Diciembre de 2017
LA LOGICA DEL CAPITAL Y LA VIGENCIA DE LA LEY DEL VALOR-TRABAJO EN LA TRANSICION SOCIALISTA.
(INDICE GENERAL DEL PROGRAMA INVESTIGATIVO)
1.- LA CRITICA MARXISTA DE LA ECONOMIA POLITICA Y LA LEY DEL VALOR – TRABAJO COMO CRITICA DEL FETICHISMO Y LA ENAJENACION CAPITALISTA………………………………………………………………………pag 5
1.1- PRECISIONES TEORICAS SOBRE LA PROBLEMÁTICA DEL VALOR-TRABAJO: LOS APORTES DE ISAAC RUBIN………………………………pag 55
1.2.EL DEBATE INCONCLUSO SOBRE LA TEORÍA MARXISTA DEL VALOR-TRABAJO…………………………………………………………………………pag 153
2.- LA NUEVA POLITICA ECONOMICA (NEP) Y LA TRANSICION AL SOCIALISMO EN LA UNION SOVIETICA…………………………………….pag 241
3. LOS APORTES DE CHE AL DEBATE SOBRE LA VIGENCIA DE LA TEORIA DEL VALOR-TRABAJO EN LA TRANSICION SOCIALISTA………………pag 385
4.- PERPETUACION DE LA LEY DEL VALOR-TRABAJO Y PRESENCIA DE LA NEP EN LA ACTUAL REFORMA ECONOMICA CUBANA: CAPITALISMO DE ESTADO Y MERCADO…………………………………………………………pag 593
4.1.ASPECTOS SUSTANTIVOS DE LA REFORMA ECONOMICA CUBANA BAJO EL CRISOL DE EXPERTOS UNIVERSITARIOS……………………pag 624
4.2.-EVALUACION DE EXPERTOS Y RESULTADOS DE LA REFORMA ECONOMICA EN CUBA EN EL AÑO 2014….............................................pag 681
5.- LA TRANSICION EMPANTANADA-TRUNCADA: RETOS Y DESAFIOS DEL DEBATE SOBRE LA LEY DEL VALOR ……………………………………..pag 700
6.- El LEGADO ANTI-CAPITALISTA DEL CMDTE CHAVEZ,COMO RESPUESTA A LOS DESAFIOS DE LA TRANSICION …………………………………………853
JUSTIFICACION DEL TEMA Y SU PAPEL EN EL ENCUBRIMIENTO DE LA EXPLOTACION DEL TRABAJO
En el marco del programa investigativo que hemos propuesto en torno a “La lógica del capital y la vigencia de la ley de valor-trabajo en la transición socialista”, sugerimos su estructuración y secuenciación organizada en 12 talleres - seminarios, en correspondencia con los diferentes áreas problemáticas que conforman el campo de indagación. De manera progresiva iremos cubriendo los diversos aspectos del índice temático, sus autores y bibliografía. En estos momentos de apertura, hemos organizado un primer taller que comienza el 1° de Octubre de 2014 con lecturas dirigidas a reconstruir el nexo entre la crítica epistemológica y la crítica de la economía política.
En tal sentido, compartimos el enfoque que vincula la lógica del capital con el fetichismo de la mercancía como proceso de encubrimiento, de mitificación de la explotación del trabajo.
Comenzar con este tópico del marxismo, a menudo olvidado y maltratado, tiene que ver no sólo con la necesidad de denunciar la brutalidad de la explotación del capital, si no también poner al descubierto los procedimientos sutiles que intentan darle legitimidad y justificar su existencia, tal como ocurre en el terreno del saber, de la elaboración teórica.
LECTURA INTERPRETATIVA-COMPRENSIVA EN EL TALLER – SEMINARIO
Habiendo ubicado la agenda investigativa y contando con el apoyo bibliográfico, (en este caso se entrega el material que sirve de base) se asignan las lecturas dirigidas por preguntas directrices que funcionan como guía didáctica y se sigue este camino:
Los participantes en el proceso formativo tiene acceso a estos materiales de apoyo con suficiente tiempo de antelación, con el objeto de garantizar la lectura comprensiva del texto, con el tema o párrafo acordado. La mayoría de los participantes convocados tiene en su poder el dossier con múltiples autores, los cuales también pueden ser consultados, tal es el caso de Isacc Rubin quien trabaja en profundidad el tema del fetichismo de la mercancía en Marx.
A continuación, se lee e interpreta el texto individualmente, se hacen resúmenes o fichas, anotaciones diversas, se lleva un cuaderno de notas personalizado.
Luego en equipo de trabajo, se realiza una puesta en común y se leen las conclusiones de la lectura y se discute colectivamente, se hacen preguntas y se plantean dudas, confrontándose diversos puntos de vistas.
También se promueve el Intercambio de experiencias o puesta en común con investigadores, colectivos o movimientos sociales. Del mismo modo, se combinan las lecturas y discusiones con encuentros, foros, conferencias. Habrá algunas actividades presenciales, pero en general la modalidad de estudio será a distancia, empleando la plataforma de internet.
Para alcanzar tal objetivo estamos promoviendo colectivos de investigación, círculos de lecturas, socialización de los avances de las líneas de investigación, realización de seminarios-talleres, organización de encuentros y conversas, publicación de resultados en Blogs,Web. Los revolucionarios interesados en participar en algunas de estas inciativas formativas puede utilizar como enlace el correo: encuentromarxistacritico@gmail.com.
A partir de la recepción de este documento y acusando recibo del mismo, los participantes organizan su cronograma y plan de lectura, teniendo como fecha de inicio el 3 de Noviembre y finalizando el 30 del mismo mes.
En las regiones o instituciones donde existen varios participantes o equipos, recomendamos formar pares para el intercambio. Se están constituyendo grupos interactivos en internet.
Los resultados o avances investigativos pueden intercambiarse socializando los correos de los participantes.
Hacia la 1° semana de Diciembre de 2014, se plantea realizar un evento en alguna universidad, por lo que se está conversando para establecer la mejor opción.
De igual manera, estamos promoviendo esta experiencia investigativa-formativa en algunas instituciones, centros de investigación, etc.
Al ser esta una iniciativa libremente asociada, sus actividades son autogestionada y su fortaleza recae en el compromiso de los participantes. Como uno de sus objetivos en constituir una corriente que se reclama del marxismo crítico, planteamos tener una lectura de construcción de redes y espacios de encuentro con individualidades y colectivos afines.
BREVES ANTECEDENTES HITORICOS Y METODLOGICOS DE LA INVESTIGACION
El esquema conceptual y el arqueo documental de esta investigación, forma parte de un trabajo que comencé estando como prisionero político en el San Carlos, donde estudié la relación Hegel-Marx y su incidencia en las cuestiones de método. En el lapso de los años 1979-1983, la línea de investigación migró hacia la crítica de la economía política, particularmente se centró en la crítica marxista de la teoría del valor-trabajo, como teoría de la explotación-enajenación capitalista.
Este estudio me permitió reconocer la problemática en torno a esta teoría en el propio Marx y las diversas interpretaciones que asumieron muchos de los que se han reivindicado como “marxistas”. Particular importancia posee el debate sobre la vigencia de la teoría del valor-trabajo en la transición socialista, focalizando el análisis en las siguientes experiencias:
La Nueva Política Económica (NEP) rusa de los años 20 y su conversión en una etapa de la transición socialista, lo que condujo a abandonar los postulados marxistas y reproducir la lógica capitalista
El resurgimiento de la polémica sobre la teoría del valor y la transición en la experiencia cubana del año 1963-65, unas cuantas décadas después de la NEP.
Incorporación sin debate de la teoría del valor-trabajo en los lineamientos de la actual reforma económica en Cuba, 40 años de sobrevivencia sin abordar esa discusión pendiente.
Los desafíos y amenazas que se ciernen sobre la revolución bolivariana si prevalece el dogmatismo-empirismo de la izquierda tradicional, bajo el sello del llamado “marxismo-leninismo” soviético.
En tal sentido, proponemos reconstruir esta problemática reivindicando el marxismo crítico y sus concreciones en coyunturas puntuales, siguiendo el siguiente hilo conductor de la reseña documental:
1.- El enfoque marxista de la teoría del valor-trabajo reseñado en El Capital.
2.- Interpretación de dicho enfoque por autores varios.
3.- Presencia de dicho debate en la NEP rusa.
4.- Los aportes de Isaac Rubin y otros autores a la interpretación de la teoría del valor.
5.- Resurgimiento del debate en Cuba sobre la teoría del valor y las contribuciones del Ché en la década del 60.
6.- Diversas interpretaciones sobre los aportes del Che Guevara al debate sobre la teoría del valor.
7.- La ausencia de esta discusión en los lineamientos de la reforma económica cubana en la actualidad
8.- Los desafíos que representa esta problemática para el proceso de transición al socialismo en Venezuela.
En diversos escenarios y con variados actores, hemos planteado adelantar el curso de acción de este programa investigativo, como parte de la lucha ideológica que permita profundiza la reflexión y el debate sobre la transición socialista, siendo inexcusable construir una corriente que reivindique con la seriedad del caso el marxismo crítico.
Carlos Lanz Rodríguez
23 de Octubre de 2014.
“EL FETICHISMO DE LA MERCANCIA Y LA COSIFICACION DE LAS RELACIONES HUMANAS”
CATEGORÍAS EPISTEMOLOGICAS Y LENGUAJE SATIRICO, EMPLEADO POR MARX EN LA LECTURA RECOMENDADA
De lecturas previas e intercambios sostenido con autores que han trabajo el tema del fetichismo de la mercancía, hemos podido extraer algunas enseñanzas en torno a dificultades lingüísticas y obstáculos cognitivos que aparecen en la lectura del texto que se propone como material de estudio.
Sin pretender sustituir la reflexión autónoma o “pensar con cabeza propia”, hemos seleccionado una serie de términos, frases o párrafos, que apuntan a la caracterización del fenómeno del fetichismo, siendo importante ubicar su valor cognoscitivo a la hora de develar la maraña del proceso de explotación capitalista.
De una manera reiterativa Marx emplea una terminología, que el mismo reconoce que coquetea con la dialéctica hegeliana. Veamos a continuación un listado de términos, frases, conceptos y categorías epistemológicas, recogidos en un texto cuyo objeto no estuvo referido a las cuestiones de método, como fue El Capital de Marx. Veamos a continuación algunos de estos enredos lingüísticos a menudo indescifrables para el sentido común:
-- Sutilezas metafísicas y resabios teológicos
-- Sustantivación
-- Inversión sujeto-predicado
-- Trabajo abstracto-trabajo concreto
-- Objeto físicamente metafísico
--Forma y contenido
-- Objetivación
--Cosificación
-- Cosa exterior
-- Forma fantasmagórica
-- Desdoblamiento
-- Equivalente general
-- No lo saben, pero lo hacen
-- Jeroglíficos sociales
-- Espíritus cautivos
-- Fuerza de la costumbre
-- Movimiento de cosas
Trabajo socialmente necesario
--Magnitud del valor
--Valor de cambio
--Valor de uso
-- Forma absurda y disparatada
-- Misticismo del mundo de las mercancías,
-- Encanto y el misterio que nimban los productos del trabajo basados en la producción de mercancías
-- Factores sustanciales del valor
-- Vínculos personales de sujeción
-- Forma fantástica
-- Disfrazarse de relaciones sociales entre las cosas,
--Sólo se despojará de su halo místico cuando ese proceso sea obra de hombres libremente socializados y puesta bajo su mando consciente y racional.
-- Se escondía bajo estas formas.
-- Llevan estampado en la frente su estigma
--Fetichismo adherido al mundo de las mercancías
-- Apariencia material de las condiciones sociales del trabajo,
-- Su fetichismo parece relativamente fácil de analizar
-- Se borra hasta esta apariencia de sencillez. ¿De dónde provienen las ilusiones del sistema monetario?
-- Objetos naturales dotados de virtudes sociales maravillosas
-- Caen también, ostensiblemente, en el vicio del fetichismo, tan pronto corno tratan del capital?
-- Confirma la peregrina circunstancia de que el hombre realiza el valor de uso de las cosas sin cambio, en un plano de relaciones directas con ellas, mientras que el valor sólo se realiza mediante el cambio, es decir, en un proceso social
--Se contenta con sistematizar, pedantizar y proclamar como verdades eternas las ideas banales y engreídas que los agentes del régimen burgués de producción se forman acerca de su mundo, corno el mejor de los mundos posibles.
-- En esto se parecen a los teólogos, que clasifican también las religiones en dos categorías. Toda religión que no sea la suya propia, es invención humana: la suya, en cambio, revelación divina.
-- Uno de los defectos fundamentales de la economía política clásica es el no haber conseguido jamás desentrañar del análisis de la mercancía, y más especialmente del valor de ésta, la forma del valor que lo convierte en valor de cambio.
--No ve en el valor más que la forma social, o más bien su simple apariencia, desnuda de toda sustancia.
-- Entiendo por economía política clásica toda la economía que, investiga la concatenación interna del régimen burgués de producción, a diferencia de la economía vulgar, que no sabe más que hurgar en las concatenaciones aparentes
Con la anterior reseña de los tics donde Marx ubica algunos rasgos del fetichismo de la mercancía, cada participante realizando la respectiva lectura directa del texto recomendado que aparece al final, puede comparar, ubicar, rastrear, contextualizar y sacar sus propias conclusiones, presentándolas en un breve resumen que no debe pasar de 3 cuartilla. Aquí recomendamos también utilizar algún diccionario especializado que sirva como bibliografía de apoyo. Este trabajo previo, se considera ineludible para participar con aportes y contribuir en los resultados exitosos del taller.
Un elemento ordenador del debate, lo juega el empleo de preguntas directrices, como por ejemplo:
1* ¿Puede suprimirse la lógica del capital, sin combatir su epistemología de base: RELACIONES APARIENCIALES, INVERSIÓN SUJETO-PREDICADO, MISTIFICACION, SIMPLISMO Y FRAGMENTACION DEL CONOCIMIENTO?
2* ¿Cuál es la diferencia entre la economía clásica y vulgar con el marxismo en lo relativo al fetichismo de la mercancía?
Tal como lo reseñamos en la propuesta metodológica de esta investigación, presentamos la sistematización de la lectura interpretativa-comprensiva, aplicando las orientaciones educativas y didácticas que hemos sugerido como técnicas de estudio:
A .- Lectura global,
B.- Subrayado,
C.-Fichaje,
D.-Resumen interpretativo.
A continuación, el subrayado de la lectura asignada:
Carlos Marx. El capital: Crítica de la Economía Política, Tomo I. México: Fondo de Cultura Económica. “El fetichismo de la mercancía, y su secreto”
“Las formas que convierten a los productos del trabajo en mercancías y que, como es natural, presuponen la circulación de éstas, poseen ya la firmeza de formas naturales de la vida social antes de que los hombres se esfuercen por explicarse, no el carácter histórico de estas formas, que consideran ya algo inmutable, sino su contenido. Así se comprende que fuese simplemente el análisis de los precios de las mercancías lo que llevó a los hombres a investigar la determinación de la magnitud del valor, y la expresión colectiva en dinero de las mercancías lo que les movió a fijar su carácter valorativo. Pero esta forma acabada del mundo de las mercancías –la forma dinero –, lejos de revelar el carácter social de los trabajos privados y, por tanto, las relaciones sociales entre los productores privados, lo que hace es encubrirlas. Si digo que la levita, las botas, etc., se refieren al lienzo como a la materialización general de trabajo humano abstracto, enseguida salta a la vista lo absurdo de este modo de expresarse. Y sin embargo, cuando los productores de levitas, botas, etc., refieren estas mercancías al lienzo –o al oro y la plata, que para el caso es lo mismo – como equivalente general, refieren sus trabajos privados al trabajo social colectivo bajo la misma forma absurda y disparatada.Estas formas son precisamente las que constituyen las categorías de la economía burguesa. Son formas mentales aceptadas por la sociedad, y por tanto objetivas, en que se expresan las condiciones de producción de este régimen social de producción históricamente dado que es la producción de mercancías. Por eso, todo el misticismo del mundo de las mercancías, todo el encanto y el misterio que nimban los productos del trabajo basados en la producción de mercancías se esfuman tan pronto como los desplazamos a otras formas de producción. Y ya que la economía política gusta tanto de las robinsonadas, 32 observemos ante todo a Robinson en su isla. Pese a su innata sobriedad, Robinson tiene forzosamente que satisfacer toda una serie de necesidades que se le presentan, y esto le obliga a ejecutar diversos trabajos útiles: fabrica herramientas, construye muebles, domestica llamas, pesca, caza etc. Y no hablamos del rezar y de otras cosas por el estilo, pues nuestro Robinson se divierte con ello y considera esas tareas como un goce. A pesar de toda la diversidad de sus funciones productivas, él sabe que no son más que diversas formas o modalidades del mismo Robinson, es decir, diversas manifestaciones de trabajo humano . El mismo agobio en que vive le obliga a distribuir minuciosamente el tiempo entre sus diversas funciones. El que unas ocupan más sitio y otras menos, dentro de su actividad total, depende de las dificultades mayores o menores que tiene que vencer para alcanzar el resultado útil apetecido. La experiencia se lo enseña así, y nuestro Robinson que ha logrado salvar del naufragio reloj, libro de cuentas, tinta y pluma, se apresura, como buen inglés, a contabilizar su vida. En su inventario figura una relación de los objetos útiles que posee, de las diversas operaciones que reclama su producción y finalmente del tiempo de trabajo que exige, por término medio, la elaboración de determinadas cantidades de estos diversos productos. Tan claras y tan sencillas son las relaciones que median entre Robinson y los objetos que forman su riqueza, riqueza salida de sus propias manos, que hasta un señor M. Wirth podría comprenderlas sin estrujar mucho el caletre. Y, sin embargo, en esas relaciones se contienen ya todos los factores sustanciales del valor. Trasladémonos ahora de la luminosa isla de Robinson a la tenebrosa Edad Media europea. Aquí, el hombre independiente ha desaparecido; todo el mundo vive sojuzgado: siervos y señores de la gleba, vasallos y señores feudales, seglares y eclesiásticos. La sujeción personal caracteriza, en esta época, así las condiciones sociales de la producción material como las relaciones de vida cimentadas sobre ella.Pero, precisamente por tratarse de una sociedad basada en los vínculos personales de sujeción, no es necesario que los trabajos y los productos revistan en ella una forma fantástica distinta de su realidad. Aquí, los trabajos y los productos se incorporan al engranaje social como servicios y prestaciones. Lo que constituye la forma directamente social del trabajo es la forma natural de éste, su carácter concreto, y no su carácter general, como en el régimen de producción de mercancías.El trabajo del vasallo se mide por el tiempo, ni más ni menos que el trabajo productivo de mercancías, pero el siervo sabe perfectamente que es una determinada cantidad de su fuerza personal de trabajo la que invierte al servicio de su señor. El diezmo abonado al clérigo es harto más claro que las bendiciones de éste. Por tanto, cualquiera que sea el juicio que nos merezcan los papeles que aquí representan unos hombres frente a otros, el hecho es que las relaciones sociales de las personas en sus trabajos se revelan como relaciones personales suyas, sin disfrazarse de relaciones sociales entre las cosas, entre los productos de su trabajo. Para estudiar el trabajo común, es decir, directamente socializado, no necesitamos remontarnos a la forma primitiva del trabajo colectivo que se alza en los umbrales históricos de todos los pueblos civilizados. 33 La industria rural y patriarcal de una familia campesina, de esas que producen trigo, ganado, hilados, lienzo, prendas de vestir, etc., para sus propias necesidades, nos brinda un ejemplo mucho más al alcance de la mano. Todos esos artículos producidos por ella representan para la familia otros tantos productos de su trabajo familiar, pero no guardan entre sí relación de mercancías. Los diversos trabajos que engendran estos productos, la agricultura y la ganadería, el hilar, el tejer y el cortar, etc., son, por su forma natural, funciones sociales, puesto que son funciones de una familia en cuyo seno reina una división propia y elemental del trabajo, ni más ni menos que en la producción de mercancías. Las diferencias de sexo y edad y las condiciones naturales del trabajo, que cambian al cambiar las estaciones del año, regulan la distribución de esas funciones dentro de la familia y el tiempo que los individuos que la componen han de trabajar. Pero aquí, el gasto de las fuerzas individuales de trabajo, graduado por su duración en el tiempo, reviste la forma lógica y natural de un trabajo determinado socialmente, ya que en este régimen las fuerzas individuales de trabajo sólo actúan de por sí corno órganos de la fuerza colectiva de trabajo de la familia. Finalmente, imaginémonos, para variar, una asociación de hombres libres que trabajen con medios colectivos de producción y que desplieguen sus numerosas fuerzas individuales de trabajo, con plena conciencia de lo que hacen, como una gran fuerza de trabajo social. En esta sociedad se repetirán todas las normas que presiden el trabajo de un Robinson, pero con carácter social y no individual. Los productos de Robinson eran todos producto personal y exclusivo suyo, y por tanto objetos directamente destinados a su uso. El producto colectivo de la asociación a que nos referimos es un producto social . Una parte de este producto vuelve a prestar servicio bajo la forma de medios de producción. Sigue siendo social. Otra parte es consumida por los individuos asociados, bajo forma de medios de vida. Debe, por tanto, ser distribuida. El carácter de esta distribución variará según el carácter especial del propio organismo social de producción y con arreglo al nivel histórico de los productores.Partiremos, sin embargo, aunque sólo sea a título de paralelo con el régimen de producción de mercancías, del supuesto de que la participación asignada a cada productor en los medios de vida depende de su tiempo de trabajo . En estas condiciones, el tiempo de trabajo representaría, como se ve, una doble función. Su distribución con arreglo a un plan social servirá para regular la proporción adecuada entre las diversas funciones del trabajo y las distintas necesidades. De otra parte y simultáneamente, el tiempo de trabajo serviría para graduar la parte individual del productor en el trabajo colectivo y, por tanto, en la parte del producto también colectivo destinada al consumo. Como se ve, aquí las relaciones sociales de los hombres con su trabajo y los productos de su trabajo son perfectamente claras y sencillas, tanto en lo tocante a la producción como en lo que se refiere a la distribución. Para una sociedad de productores de mercancías, cuyo régimen social de producción consiste en comportarse respecto a sus productos como mercancías , es decir como valores , y en relacionar sus trabajos privados, revestidos de esta forma material , como modalidades del mismo trabajo humano , la forma de religión más adecuada es, indudablemente, el cristianismo , con su culto del hombre abstracto, sobre todo en su modalidad burguesa, bajo la forma de protestantismo, deísmo, etc. En los sistemas de producción de la antigua Asia y de otros países de la Antigüedad, la transformación del producto en mercancía, y por tanto la existencia del hombre como productor de mercancías, desempeña un papel secundario, aunque va cobrando un relieve cada vez más acusado a medida que aquellas comunidades se acercan a su fase de muerte. Sólo enquistados en los intersticios del mundo antiguo, como los dioses de Epicuro o los judíos en los poros de la sociedad polaca, nos encontramos con verdaderos pueblos comerciales. Aquellos antiguos organismos sociales de producción son extraordinariamente más sencillos y más claros que el mundo burgués, pero se basan, bien en el carácter rudimentario del hombre ideal, que aún no se ha desprendido del cordón umbilical de su enlace natural con otros seres de la misma especie, bien en un régimen directo de señorío y esclavitud. Están condicionados por un bajo nivel de progreso de las fuerzas productivas del trabajo y por la natural falta de desarrollo del hombre dentro de su proceso material de producción de vida, y, por tanto, de unos hombres con otros y frente a la naturaleza. Esta timidez real se refleja de un modo ideal en las religiones naturales y populares de los antiguos. El reflejo religioso del mundo real sólo podrá desaparecer para siempre cuando las condiciones de la vida diaria, laboriosa y activa, representen para los hombres relaciones claras y racionales entre si y respecto a la naturaleza. La forma del proceso social de vida, o lo que es lo mismo, del proceso material de producción, sólo se despojará de su halo místico cuando ese proceso sea obra de hombres libremente socializados y puesta bajo su mando consciente y racional. Mas, para ello, la sociedad necesitará contar con una base material o con una serie de condiciones materiales de existencia, que son, a su vez, fruto natural de una larga y penosa evolución. La economía política ha analizado, indudablemente, aunque de un modo imperfecto, 34 el concepto del valor y su magnitud, descubriendo el contenido que se escondía bajo estas formas. Pero no se le ha ocurrido preguntarse siquiera por qué este contenido reviste aquella forma, es decir, por qué el trabajo toma cuerpo en el valor y por qué la medida del trabajo según el tiempo de su duración se traduce en la magnitud de valor del producto del trabajo. 35 Trátase de fórmulas que llevan estampado en la frente su estigma de fórmulas propias de un régimen de sociedad en que es el proceso de producción el que manda sobre el hombre, y no éste sobre el proceso de producción; pero la conciencia burguesa de esa sociedad las considera como algo necesario por naturaleza, lógico y evidente como el propio trabajo productivo. Por eso, para ella, las formas pre-burguesas del organismo social de producción son algo así como lo que para los padres de la Iglesia, v. gr., las religiones anteriores a Cristo. 36 Hasta qué punto el fetichismo adherido al mundo de las mercancías, o sea la apariencia material de las condiciones sociales del trabajo, empaña la mirada de no pocos economistas, lo prueba entre otras cosas esa aburrida y necia discusión acerca del papel de la naturaleza en la formación del valor de cambio. El valor de cambio no es más que una determinada manera social de expresar el trabajo invertido en un objeto y no puede, por tanto, contener materia alguna natural, como no puede contenerla, v. gr., la cotización cambiaria. La forma mercancía es la forma más general y rudimentaria de la producción burguesa, razón por la cual aparece en la escena histórica muy pronto, aunque no con el carácter predominante y peculiar que hoy día tiene; por eso su fetichismo parece relativamente fácil de analizar. Pero al asumir formas mas concretas, se borra hasta esta apariencia de sencillez. ¿De dónde provienen las ilusiones del sistema monetario? El sistema monetario no veía en el oro y la plata, considerados como dinero, manifestaciones de un régimen social de producción, sino objetos naturales dotados de virtudes sociales maravillosas. Y los economistas modernos, que miran tan por encima del hombro al sistema monetario ¿no caen también, ostensiblemente, en el vicio del fetichismo, tan pronto corno tratan del capital? ¿Acaso hace tanto tiempo que se ha desvanecido la ilusión fisiocrática de que la renta del suelo brotaba de la tierra, y no de la sociedad? Pero no nos adelantemos y limitémonos a poner aquí un ejemplo referente a la propia forma de las mercancías. Si éstas pudiesen hablar, dirían: es posible que nuestro valor de uso interese al hombre, pero el valor de uso no es atributo material nuestro. Lo inherente a nosotras, como tales cosas , es nuestro valor. Nuestras propias relaciones de mercancías lo demuestran. Nosotras sólo nos relacionamos las unas con las otras como valores de cambio. Oigamos ahora cómo habla el economista, leyendo en el alma de la mercancía: el valor (valor de cambio) es un atributo de las cosas, la riqueza (valor de uso) un atributo del hombre. El valor, considerado en este sentido, implica necesariamente el cambio; la riqueza, no. 37 “La riqueza (valor de uso) es atributo del hombre; el valor, atributo de las mercancías. Un hombre o una sociedad son ricos; una perla o un diamante son valiosos... Una perla o un diamante encierran valor como tal perla o diamante. ”38 Hasta hoy, ningún químico ha logrado descubrir valor de cambio en el diamante o en la perla. Sin embargo, los descubridores económicos de esta sustancia química, jactándose de su gran sagacidad crítica, entienden que el valor de uso de las cosas es independiente de sus cualidades materiales y, en cambio, su valor inherente a ellas. Y en esta opinión los confirma la peregrina circunstancia de que el hombre realiza el valor de uso de las cosas sin cambio, en un plano de relaciones directas con ellas, mientras que el valor sólo se realiza mediante el cambio, es decir, en un proceso social . Oyendo esto, se acuerda uno de aquel buen Dogberry, cuando le decía a Seacoal, el sereno: “La traza y la figura las dan las circunstancias, pero el saber leer y escribir es un don de la naturaleza.”
Ficha 1
“…Pero esta forma acabada del mundo de las mercancías –la forma dinero –, lejos de revelar el carácter social de los trabajos privados y, por tanto, las relaciones sociales entre los productores privados, lo que hace es encubrirlas…”
Ficha 2
“... Y sin embargo, cuando los productores de levitas, botas, etc., refieren estas mercancías al lienzo –o al oro y la plata, que para el caso es lo mismo – como equivalente general, refieren sus trabajos privados al trabajo social colectivo bajo la misma forma absurda y disparatada. Estas formas son precisamente las que constituyen las categorías de la economía burguesa. Son formas mentales aceptadas por la sociedad, y por tanto objetivas, en que se expresan las condiciones de producción de este régimen social de producción históricamente dado que es la producción de mercancías. Por eso, todo el misticismo del mundo de las mercancías, todo el encanto y el misterio que nimban los productos del trabajo basados en la producción de mercancías se esfuman tan pronto como los desplazamos a otras formas de producción…La forma del proceso social de vida, o lo que es lo mismo, del proceso material de producción, sólo se despojará de su halo místico cuando ese proceso sea obra de hombres libremente socializados y puesta bajo su mando consciente y racional…”
Ficha 3
“…La economía política ha analizado, indudablemente, aunque de un modo imperfecto, 34 el concepto del valor y su magnitud, descubriendo el contenido que se escondía bajo estas formas. Pero no se le ha ocurrido preguntarse siquiera por qué este contenido reviste aquella forma, es decir, por qué el trabajo toma cuerpo en el valor y por qué la medida del trabajo según el tiempo de su duración se traduce en la magnitud de valor del producto del trabajo. Trátase de fórmulas que llevan estampado en la frente su estigma de fórmulas propias de un régimen de sociedad en que es el proceso de producción el que manda sobre el hombre, y no éste sobre el proceso de producción; pero la conciencia burguesa de esa sociedad las considera como algo necesario por naturaleza, lógico y evidente como el propio trabajo productivo…”
Ficha 4
“…Hasta qué punto el fetichismo adherido al mundo de las mercancías, o sea la apariencia material de las condiciones sociales del trabajo, empaña la mirada de no pocos economistas, lo prueba entre otras cosas esa aburrida y necia discusión acerca del papel de la naturaleza en la formación del valor de cambio. El valor de cambio no es más que una determinada manera social de expresar el trabajo invertido en un objeto y no puede, por tanto, contener materia alguna natural, como no puede contenerla, v. gr., la cotización cambiaria. La forma mercancía es la forma más general y rudimentaria de la producción burguesa, razón por la cual aparece en la escena histórica muy pronto, aunque no con el carácter predominante y peculiar que hoy día tiene; por eso su fetichismo parece relativamente fácil de analizar. Pero al asumir formas más concretas, se borra hasta esta apariencia de sencillez. ¿De dónde provienen las ilusiones del sistema monetario? El sistema monetario no veía en el oro y la plata, considerados como dinero, manifestaciones de un régimen social de producción, sino objetos naturales dotados de virtudes sociales maravillosas. Y los economistas modernos, que miran tan por encima del hombro al sistema monetario ¿no caen también, ostensiblemente, en el vicio del fetichismo, tan pronto corno tratan del capital? ¿Acaso hace tanto tiempo que se ha desvanecido la ilusión fisiocrática de que la renta del suelo brotaba de la tierra, y no de la sociedad?...”
RESUMEN INTERPRETATIVO
1.- El dinero como forma acabada de mercancía encubre las relaciones sociales.
2.- La economía burguesa no ha podido dar cuenta del proceso de valorización, ya que lo asume como natural, sin considerar como el proceso de producción manda sobre el hombre, convirtiendo el trabajo en cosa.
3.- El fetichismo de la mercancía, la apariencia empaña la mirada de no pocos economistas. La forma mercancía es la forma más general y rudimentaria de la producción burguesa, por eso su fetichismo parece relativamente fácil de analizar. Pero al asumir formas más concretas, se borra hasta esta apariencia de sencillez.
4.- El equivalente general (dinero, oro, plata) refieren al trabajo social colectivo en una forma absurda, disparatada. Estas son formas que adopta la economía burguesa. Todo este misticismo, su encanto y misterio se esfuma cuando se pasa a otras formas de producción. La producción se despojará de su halo místico cuando sea obra de hombres libremente socializados, actuando de una manera consciente.
LECTURA COMPLEMENTARIA
Esta lectura complementaria tiene entre sus propósitos hacer un reconocimiento del marxista ruso Isaak Illich Rubin, quien en los años 20 escribió un ensayo sobre la teoría del valor, cuando en la URSS se instauraba un enfoque que legitimó el empleo de las categorías mercantiles en el proceso de transición, tal como fue asumido en la Nueva Política Económica (NEP). Rubin fue acusado de “idealista”, “subjetivo”, siendo encarcelado como contrarrevolucionario y finalmente desaparecido por el régimen stalinista.
Ensayos sobre la teoría marxista del valor
Edicion Pasado y presente.Argentina.1974
“Primera parte: Teoría marxista del fetichismo de la mercancía
“…La teoría del fetichismo es, per se , la base de todo el sistema económica de Marx, y en particular de su teoría del valor.
¿En qué consiste la teoría marxista del fetichismo, según las ideas generalmente aceptadas? Consiste en que Marx vio las relaciones humanas que subyacen en las relaciones entre las cosas, que reveló la ilusión en la conciencia humana que se originan en una economía mercantil y que asigna a las cosas características que tienen su origen en las relaciones sociales que establecen los hombres en el proceso de la producción. “Incapaz de comprender que la asociación de los hombres que trabajan en su batalla con la naturaleza, es decir, las relaciones sociales entre los hombres, se expresan en el intercambio, el fetichismo de la mercancía considera la intercambiabilidad de las mercancías como una propiedad interna, natural de las mercancías mismas. En otras palabras, lo que es en realidad una relación entre hombres, aparece como una relación entre cosas, dentro del contexto del fetichismo de la mercancía” 6. “Las características que habían parecido misteriosas porque no se explicaban sobre la base delas relaciones entre los productores, se asignaban a la esencia natural de las mercancías. Así como el fetichista asigna características a su fetiche que no surgen de su naturaleza, así también el economista burgués considera la mercancía como una cosa sensorial que posee propiedades extrasensoriales” 7. La teoría del fetichismo disipa de la mente de los hombres la ilusión, el grandioso engaño, que origina la apariencia de los fenómenos en la economía mercantil, y la aceptación de la apariencia (el movimiento de las cosas, de las mercancías y de su precio comercial) como la esencia de los fenómenos económicos. Sin embargo, esta interpretación, aunque generalmente aceptada en la literatura marxista, no agota, ni mucho menos el rico contenido de la teoría del fetichismo elaborada por Marx. Éste no sólo muestra que las relaciones humanas quedan veladas por las relaciones entre las cosas, sino también que, en la economía mercantil, las relaciones sociales adoptan la forma de cosas y no pueden ser expresadas sino mediante cosas. La estructura de la economía mercantil hace que las cosas desempeñen un papel social particular y muy importante, y de este modo adquieren propiedades sociales particulares. Marx descubrió las bases económicas objetivas que rigen el fetichismo de la mercancía. La ilusión y el error en la mente de los hombre transforma las categorías económicas cosificadas en “formas objetivas” (de pensamiento) de las relaciones de producción de un modo de producción históricamente determinado: la producción de mercancías (C., I, p. 38) 8.
“III. Cosificación de las relaciones sociales de producción entre los hombres y personificación de cosas
Como hemos visto, en la sociedad mercantil-capitalista los individuos aislados se relacionan directamente entre sí por determinadas relaciones de producción, no como miembros de la sociedad, no como personas que ocupan un lugar en el proceso social de la producción, sino como propietarios de determinadas cosas, como “representantes sociales” de diferentes factores de producción. El capitalista es “simplemente capital personificado” (C., III, pp. 758 y 763). “En el terrateniente se personifica la tierra, una de las condiciones esenciales de la producción” (C., III, pp. 758 y 763). Esta “personificación”, en la cual los críticos de Marx ven algo incomprensible y hasta místico 13 indica un fenómeno muy real: la dependencia de las relaciones de producción entre las personas de la forma social de las cosas (factores de producción) que les pertenecen y que son personificadas por ellas. Si cierta persona entra en una relación de producción directa con otras, como propietaria de ciertas cosas, entonces una cosa determinada, independiente de quien la posea, permite a su propietario ocupar un lugar determinado en el sistema de relaciones de producción. Puesto que la posesión de cosas es una condición necesaria para el establecimiento de relaciones de producción, parece que la cosa misma posee la capacidad, la virtud , de establecer relaciones de producción. Si la cosa dada brinda a su propietario la posibilidad de entrar en relaciones de cambio con cualquier con cualquier otro propietario de mercancía, entonces la cosa posee la especial virtud del de la intercambiabilidad, tiene “valor”. Si la cosa dada vincula a dos propietarios de mercancías, uno de los cuales es un capitalista y el otro un trabajador asalariado, entonces la cosa no sólo es un “valor”, sino que también es “capital”. Si el capitalista entra en una relación de producción con un terrateniente, entonces el valor, el dinero que da al terrateniente y mediante cuya transferencia entra en el vínculo de la producción, representa la “renta”. El dinero pagado por el capitalista industrial al capitalista financiero por el uso de capital prestado por este último, recibe el nombre de “interés”. Todo tipo de relación de producción entre personas da una “virtud social”, “una forma social” específica a las cosas mediante las cuales determinadas personas entran en relaciones de producción directas . La cosa dada, además de servir como valor de uso, como objeto material con determinadas propiedades que hacen de ella un bien de consumo o un medio de producción, esto es, además de cumplir una función técnica en el proceso de la producción material, también cumple la función social de vincular personas. Así, en la sociedad mercantil-capitalista, las personas entran en relaciones de producción directas exclusivamente como propietarios de mercancías, como propietarios de cosas . Por otra parte, como resultado de esto, las cosas adquieren características sociales particulares, una forma social particular. “Las cualidades sociales del trabajador” adquieren “carácter material”, y los objetos, “caracteres sociales”. (C., I, p. 54). En lugar de “relaciones sociales directas entre individuos que trabajan”, como las que se establecen en una sociedad con una economía organizada, aquí observamos “ relaciones materiales entre personas y relaciones sociales entre cosas ” (C., I p. 38). Aquí vemos dos propiedades de la economía mercantil:“Personificación de las cosas y... materialización de las relaciones de producción en entidades [relaciones entre las cosas]” (C., III, p. 768), “la materialización de las determinaciones sociales de la producción y la personificación de sus fundamentos materiales”. Por “materialización de las relaciones de producción” entre las personas Marx entendía el proceso por el cual determinadas relaciones de producción entre personas (por ejemplo, entre capitalistas y obreros) asignan determinada forma social, o determinadas características sociales a las cosas mediante las cuales las personas se relacionan entre sí ( por ejemplo, la forma social del capital). Por “personificación de las cosas” Marx entendía el proceso por el cual la existencia de cosas con determinada forma social, por ejemplo, el capital, permite a su propietario aparecer en la forma de un capitalista y entrar en relaciones de producción concretas con otras personas. A primera vista ambos procesos pueden parecer mutuamente excluyentes. Por una parte, la forma social de las cosas es tratada como el resultado de las relaciones de producción entre las personas. Por la otra, las mismas relaciones de producción se establecen entre las personas sólo en presencia de cosas con una forma social específica.
“…Esta “cristalización” de las formas sociales conducen a la “cristalización” de las formas sociales correspondientes entre cosas. La forma social dada es “aferrada”, fijada a una cosa, preservada dentro de ella aun cuando las relaciones de producción entre personas se interrumpan. Sólo a partir de este momento es posible fechar la aparición de la categoría material dada como separada de las relaciones de producción entre personas de las cuales surgió y a las cuales, a su vez, afecta. El “valor” aparece convertirse en una propiedad de la cosa con la que entra en el proceso de intercambio y que la cosa conserva cuando lo abandona. Lo mismo es cierto para el dinero, el capital y otras formas sociales de las cosas. Siendo consecuencias del proceso de producción, se convierten en sus requisitos. A partir de este punto la forma social dada del producto del trabajo no sólo sirve como “expresión” de determinado tipo de relaciones de producción entre los hombres, sino también como su “portadora”. La presencia de una cosa con una determinada forma social en manos de una cierta persona, la induce a entrar en determinadas relaciones de producción, y le infunde su particular carácter social. “La cosificación de las relaciones sociales de producción” entre personas se complementa ahora con la “personificación de cosas”. La forma social del producto del trabajo, siendo el resultado de innumerables transacciones entre productores de mercancías, se convierte en un poderoso medio para ejercer presión sobre la motivación de los productores individuales de mercancías, obligándolos a adaptar su conducta a los tipos dominantes de relaciones de producción entre personas de esa sociedad . La influencia de la sociedad sobre el individuo se realiza a través de la forma social de las cosas.
“… Todo tipo de relación de producción que sea característico de una economía mercantil-capitalista atribuye una forma social capitalista a las cosas por las cuales y mediante las cuales las personas entran en esa relación. Esto conduce a la “cosificación” o “cristalización” de las relaciones de producción entre las personas. La cosa que está implicada en una determinada relación entre personas y que tiene una forma social correspondiente mantiene esta forma aunque la relación de producción dada concreta y particular se interrumpa . Sólo entonces la relación de producción entre las personas puede considerarse verdaderamente “cosificada”, es decir, “cristalizada” en la forma de una propiedad de la cosa, propiedad que parece pertenecer a la cosa misma y estar separada de la relación de producción. Puesto que las cosas se presentan con una determinada forma social fija, comienzan a su vez a influir sobre las personas, a moldear sus motivaciones e inducirlas a establecer relaciones de producción concretas entre sí. Al poseer la forma social de “capital”, las cosas hacen de su propietario un “capitalista” y determinan de antemano las relaciones de producción concretas que se establecerán entre él y otros miembros de la sociedad. Parece como si el carácter social de las cosas determinase el carácter social de su propietario. Así, se realiza la “personificación de las cosas”. De este modo, el capitalista brilla con la luz refleja de su capital, pero esto sólo es posible porque él, a su vez, refleja un tipo determinado de relación de producción entre personas. Como resultado de ello, los individuos quedan incluidos en el tipo dominante de relaciones de producción . La forma social de las cosas condiciona los vínculos de producción individuales entre personas particulares sólo porque la forma social misma es una expresión de vínculos de producción sociales . La forma social de las cosas aparece como una condición del proceso de producción que se da de antemano, ya creada y permanentemente fija, sólo porque aparece como el resultado congelado, cristalizado, de un proceso social de producción dinámico, en constante flujo y cambio. De este modo, la aparente contradicción entre la “cosificación de las personas” y la “personificación de las cosas” se resuelve en el proceso dialéctico e ininterrumpido de la reproducción. Esta aparente contradicción se da entre la determinación de la forma social de las cosas por las relaciones de producción entre las personas, y la determinación de las relaciones de producción individuales entre personas por la forma social de las cosas. De los dos aspectos del proceso de reproducción que hemos mencionado sólo el segundo, “la personificación de las cosas”, aparece en la superficie de la vida económica y puede ser observado directamente. Las cosas aparecen bajo una forma social ya elaborada que influye sobre las motivaciones y la conducta de los productores individuales. Este aspecto del problema se refleja directamente en la psiquis de los individuos y puede ser observado de manera directa. Es mucho más difícil rastrear el surgimiento de las formas sociales de las cosas a partir de las relaciones de producción entre las personas. Este aspecto del proceso, esto es, la “cosificación” de las relaciones de producción entre las personas, es el resultado heterogéneo de una masa de transacciones, de acciones humanas que se depositan unas sobre otras. Es el resultado de un proceso social que se produce “a sus espaldas”, es decir, un resultado no previsto de antemano como un fin. Sólo mediante un profundo análisis histórico y socio- económico Marx logró explicar este aspecto del proceso. Desde esta perspectiva, podemos comprender las diferencias que Marx estableció a menudo entre “la apariencia exterior”, la “conexión externa”, la “superficie de los fenómenos”, por un lado, y la “conexión interna”, la “conexión oculta”, la “conexión inmanente”, la “esencia de las cosas”, por el otro 16 . Marx reprochó a los economistas vulgares el limitarse a un análisis del aspecto externo de un fenómeno. Reprochó a Adam Smith el oscilar entre perspectivas “esotéricas” (internas) y “exotéricas” (externas). Se ha sostenido que el significado de estas afirmaciones de Marx es muy oscuro. Los críticos de Marx, aun lo más generosos, lo acusaron de hacer metafísica económica por su deseo de explicar las conexiones ocultas entre los fenómenos. Los marxistas a veces explicaron las afirmaciones de Marx en términos de su deseo de diferenciar entre los métodos del empirismo tosco y la aislación abstracta 17 . Pensamos que esta referencia al método de abstracción es indispensable, pero demasiado inadecuada para caracterizar el método de Marx. No es esto lo que tenía in mente cuando estableció una oposición entre las conexiones internas y las externas de un fenómeno. El método de abstracción es común a Marx y a muchos de sus predecesores, inclusive Ricardo. Pero fue Marx quien introdujo un método sociológico en la economía política. Este método trata las categorías materiales como reflejos de las relaciones sociales de producción entre los hombres. Es en esta naturaleza social de las categorías materiales donde Marx veía sus “conexiones internas”. Los economistas vulgares sólo estudian las apariencias externas que son formas “enajenadas” de las relaciones económicas (C., III, p. 757), esto es, la forma objetiva, ya elaborada, de las cosas, sin captar su carácter social. Ven en el proceso de la “personificación” de las cosas que se produce en la superficie de la vida económica, pero no tienen idea alguna del proceso de “cosificación de las relaciones de producción” entre las personas. Consideran las categorías materiales como dadas, como “condiciones” ya existentes del proceso de producción que afectan los motivos de los productores y que se expresan en su conciencia; no examinan el carácter de esas categorías materiales como resultado del proceso social. Ignoran los procesos internos sociales, y se restringen a la “conexión externa entre las cosas, tal como esta conexión aparece en la competencia. En ésta, pues, todo aparece trastocado, y siempre se presenta en forma invertida” 18 . Así, las relaciones de producción entre las personas parecen depender de las formas sociales de las cosas, y no al revés. Los economistas vulgares no comprenden que el proceso de “personificación de las cosas” sólo puede ser comprendido como resultado del proceso de “cosificación de las relaciones de producción entre las personas”, y consideran las características sociales de las cosas (el valor, el dinero, el capital, etc.) como características naturales que pertenecen a las cosas mismas. El valor, el dinero, etc., no son considerados como expresiones de relaciones humanas “vinculadas” a las cosas, sino como las características directas de las cosas mismas, características técnico-naturales de las cosas. Esta es la causa del fetichismo de la mercancía que caracteriza el pensamiento de los participantes en la producción, que se hallan limitados por el horizonte de la economía capitalista. Esta es la causa de la “materialización de las relaciones sociales, [de] el entrelazamiento directo de las relaciones materiales de producción con sus condiciones históricas” (C., III, p. 768). “Un elemento de la producción [es] representado por una determinada forma social y entremezclado con ella” ( Ibíd., p. 755). “La sustantivación formal de estas condiciones de trabajo frente al trabajo, la forma específica de esta sustantivación que las condiciones de trabajo revisten frente al trabajo asalariado, aparecerá así como una cualidad inseparable de ellas en cuanto cosas, en cuanto condiciones materiales de producción, como un carácter inmanente a ellas, necesariamente asociado a ellas como elementos de producción. El carácter social que presentan en el proceso de producción capitalista, carácter determinado por una época histórica de producción capitalista, carácter determinado por una época histórica dada, se convierte así en un carácter material innato a ellas, inherente a ellas por naturaleza y para toda una eternidad, por decirlo así, como elemento del proceso de producción (Ibíd ., III, p. 764) 19 . La transformación de las relaciones sociales de producción en propiedades sociales “objetivas” de las cosas es un fenómeno de la economía mercantil-capitalista y una consecuencia de las conexiones distintivas entre el proceso de la producción material y el movimiento de las relaciones de producción. El error de los economistas vulgares no reside en el hecho que prestan atención a las formas materiales de la economía capitalista, sino en que no ven su conexión con la forma social de la producción y no las hacen derivar de esta forma social sino de las propiedades naturales de las cosas. Los efectos de determinadas formas sociales del trabajo se atribuyen a las cosas, a los productores de ese trabajo; la relación misma se les presenta de una manera fantástica, bajo la forma de cosas. Hemos visto que esta es una propiedad de específica de la producción de mercancías…Hodgskin ve en esto una ilusión puramente subjetiva, detrás de la cual se ocultan los engaños y los intereses de las clases explotadoras. No ve que la manera de presentación es un resultado de la relación real misma, y que la relación no es una expresión del modo de presentación sino a la inversa” ( Theorien über den Mehrwert , t. III, pp. 354-355).
Ficha 1
“…La teoría del fetichismo es, per se , la base de todo el sistema económica de Marx, y en particular de su teoría del valor.
¿En qué consiste la teoría marxista del fetichismo, según las ideas generalmente aceptadas? Consiste en que Marx vio las relaciones humanas que subyacen en las relaciones entre las cosas, que reveló la ilusión en la conciencia humana que se originan en una economía mercantil y que asigna a las cosas características que tienen su origen en las relaciones sociales que establecen los hombres en el proceso de la producción. “Incapaz de comprender que la asociación de los hombres que trabajan en su batalla con la naturaleza, es decir, las relaciones sociales entre los hombres, se expresan en el intercambio, el fetichismo de la mercancía considera la intercambiabilidad de las mercancías como una propiedad interna, natural de las mercancías mismas…”
Ficha 2
“…En otras palabras, lo que es en realidad una relación entre hombres, aparece como una relación entre cosas, dentro del contexto del fetichismo de la mercancía” 6. “Las características que habían parecido misteriosas porque no se explicaban sobre la base delas relaciones entre los productores, se asignaban a la esencia natural de las mercancías. Así como el fetichista asigna características a su fetiche que no surgen de su naturaleza, así también el economista burgués considera la mercancía como una cosa sensorial que posee propiedades extrasensoriales” …”
Ficha 3
“…La teoría del fetichismo disipa de la mente de los hombres la ilusión, el grandioso engaño, que origina la apariencia de los fenómenos en la economía mercantil, y la aceptación de la apariencia (el movimiento de las cosas, de las mercancías y de su precio comercial) como la esencia de los fenómenos económicos. Sin embargo, esta interpretación, aunque generalmente aceptada en la literatura marxista, no agota, ni mucho menos el rico contenido de la teoría del fetichismo elaborada por Marx. Éste no sólo muestra que las relaciones humanas quedan veladas por las relaciones entre las cosas, sino también que, en la economía mercantil, las relaciones sociales adoptan la forma de cosas y no pueden ser expresadas sino mediante cosas.
Ficha 4
“…Marx descubrió las bases económicas objetivas que rigen el fetichismo de la mercancía. La ilusión y el error en la mente de los hombre transforma las categorías económicas cosificadas en “formas objetivas” (de pensamiento) de las relaciones de producción de un modo de producción históricamente determinado: la producción de mercancías (C., I, p. 38) 8.
Ficha 5
“…Así, en la sociedad mercantil-capitalista, las personas entran en relaciones de producción directas exclusivamente como propietarios de mercancías, como propietarios de cosas . Por otra parte, como resultado de esto, las cosas adquieren características sociales particulares, una forma social particular. “Las cualidades sociales del trabajador” adquieren “carácter material”, y los objetos, “caracteres sociales”. (C., I, p. 54). En lugar de “relaciones sociales directas entre individuos que trabajan”, como las que se establecen en una sociedad con una economía organizada, aquí observamos “ relaciones materiales entre personas y relaciones sociales entre cosas ” (C., I p. 38).
Ficha 6
“…Esta “cristalización” de las formas sociales conducen a la “cristalización” de las formas sociales correspondientes entre cosas. La forma social dada es “aferrada”, fijada a una cosa, preservada dentro de ella aun cuando las relaciones de producción entre personas se interrumpan. Sólo a partir de este momento es posible fechar la aparición de la categoría material dada como separada de las relaciones de producción entre personas de las cuales surgió y a las cuales, a su vez, afecta. El “valor” aparece convertirse en una propiedad de la cosa con la que entra en el proceso de intercambio y que la cosa conserva cuando lo abandona. Lo mismo es cierto para el dinero, el capital y otras formas sociales de las cosas. Siendo consecuencias del proceso de producción, se convierten en sus requisitos. A partir de este punto la forma social dada del producto del trabajo no sólo sirve como “expresión” de determinado tipo de relaciones de producción entre los hombres, sino también como su “portadora”. La presencia de una cosa con una determinada forma social en manos de una cierta persona, la induce a entrar en determinadas relaciones de producción, y le infunde su particular carácter social. “La cosificación de las relaciones sociales de producción” entre personas se complementa ahora con la “personificación de cosas”…”
Ficha 7
“… Todo tipo de relación de producción que sea característico de una economía mercantil-capitalista atribuye una forma social capitalista a las cosas por las cuales y mediante las cuales las personas entran en esa relación. Esto conduce a la “cosificación” o “cristalización” de las relaciones de producción entre las personas. La cosa que está implicada en una determinada relación entre personas y que tiene una forma social correspondiente mantiene esta forma aunque la relación de producción dada concreta y particular se interrumpa . Sólo entonces la relación de producción entre las personas puede considerarse verdaderamente “cosificada”, es decir, “cristalizada” en la forma de una propiedad de la cosa, propiedad que parece pertenecer a la cosa misma y estar separada de la relación de producción...”
Ficha 8
“…De los dos aspectos del proceso de reproducción que hemos mencionado sólo el segundo, “la personificación de las cosas”, aparece en la superficie de la vida económica y puede ser observado directamente. Las cosas aparecen bajo una forma social ya elaborada que influye sobre las motivaciones y la conducta de los productores individuales. Este aspecto del problema se refleja directamente en la psiquis de los individuos y puede ser observado de manera directa. Es mucho más difícil rastrear el surgimiento de las formas sociales de las cosas a partir de las relaciones de producción entre las personas. Este aspecto del proceso, esto es, la “cosificación” de las relaciones de producción entre las personas, es el resultado heterogéneo de una masa de transacciones, de acciones humanas que se depositan unas sobre otras. Es el resultado de un proceso social que se produce “a sus espaldas”, es decir, un resultado no previsto de antemano como un fin. Sólo mediante un profundo análisis histórico y socio- económico Marx logró explicar este aspecto del proceso. Desde esta perspectiva, podemos comprender las diferencias que Marx estableció a menudo entre “la apariencia exterior”, la “conexión externa”, la “superficie de los fenómenos”, por un lado, y la “conexión interna”, la “conexión oculta”, la “conexión inmanente”, la “esencia de las cosas”, por el otro 16 . Marx reprochó a los economistas vulgares el limitarse a un análisis del aspecto externo de un fenómeno. Reprochó a Adam Smith el oscilar entre perspectivas “esotéricas” (internas) y “exotéricas” (externas).
Ficha 9
”. Los economistas vulgares sólo estudian las apariencias externas que son formas “enajenadas” de las relaciones económicas (C., III, p. 757), esto es, la forma objetiva, ya elaborada, de las cosas, sin captar su carácter social. Ven en el proceso de la “personificación” de las cosas que se produce en la superficie de la vida económica, pero no tienen idea alguna del proceso de “cosificación de las relaciones de producción” entre las personas. Consideran las categorías materiales como dadas, como “condiciones” ya existentes del proceso de producción que afectan los motivos de los productores y que se expresan en su conciencia; no examinan el carácter de esas categorías materiales como resultado del proceso social. Ignoran los procesos internos sociales, y se restringen a la “conexión externa entre las cosas, tal como esta conexión aparece en la competencia. En ésta, pues, todo aparece trastocado, y siempre se presenta en forma invertida” 18 . Así, las relaciones de producción entre las personas parecen depender de las formas sociales de las cosas, y no al revés…”
Ficha 10
“… Los economistas vulgares no comprenden que el proceso de “personificación de las cosas” sólo puede ser comprendido como resultado del proceso de “cosificación de las relaciones de producción entre las personas”, y consideran las características sociales de las cosas (el valor, el dinero, el capital, etc.) como características naturales que pertenecen a las cosas mismas. El valor, el dinero, etc., no son considerados como expresiones de relaciones humanas “vinculadas” a las cosas, sino como las características directas de las cosas mismas, características técnico-naturales de las cosas. Esta es la causa del fetichismo de la mercancía que caracteriza el pensamiento de los participantes en la producción, que se hallan limitados por el horizonte de la economía capitalista…”
Ficha 11
. El error de los economistas vulgares no reside en el hecho que prestan atención a las formas materiales de la economía capitalista, sino en que no ven su conexión con la forma social de la producción y no las hacen derivar de esta forma social sino de las propiedades naturales de las cosas. Los efectos de determinadas formas sociales del trabajo se atribuyen a las cosas, a los productores de ese trabajo; la relación misma se les presenta de una manera fantástica, bajo la forma de cosas. Hemos visto que esta es una propiedad de específica de la producción de mercancías…Hodgskin ve en esto una ilusión puramente subjetiva, detrás de la cual se ocultan los engaños y los intereses de las clases explotadoras.
RESUMEN INTERPRETATIVO
1.- La teoría del fetichismo en la base de la crítica de la economía política marxista y consiste en que Marx descubrió las relaciones que subyacen en la mercancía y su misticismo consiste en que en su intercambio, que posee como sustento las relaciones sociales, estas son asumidas como una propiedad interna suya, como algo natural de la mercancía.
2.- Lo que es una relación entre los hombres aparecen como una relación entre cosas, su misterio viene dado porque se adscribe una condición natural a lo que es resultado de la relación social entre productores. Esto conduce a la “cosificación” de las relaciones de producción entre las personas. Se trata de la “cosificación” o “cristalización” de las relaciones de producción entre las personas que se presenta con la forma de una propiedad de la cosa, propiedad que parece pertenecer a la cosa misma.
3.- Marx descubrió las bases económicas objetivas que rigen el fetichismo de la mercancía y estableció como iluso y erróneo en la mente de los hombres, transformar las categorías económicas cosificadas en “formas objetivas”.
4.- En la sociedad mercantil-capitalista, las personas entran en relaciones de producción directas exclusivamente como propietarios de mercancías, como propietarios de cosas Esta “cristalización” de las formas sociales conducen a la “cristalización” de las formas sociales correspondientes entre cosas. La forma social dada es “aferrada”, fijada a una cosa, preservada dentro de ella … Lo mismo es cierto para el dinero, el capital y otras formas sociales de las cosas.
5.- Es difícil rastrear el surgimiento de las formas sociales de las cosas a partir de las relaciones de producción entre las personas. Este aspecto del proceso, esto es, la “cosificación” de las relaciones de producción entre las personas, es el resultado heterogéneo de una masa de transacciones, de acciones humanas que se depositan unas sobre otras. Sólo mediante un profundo análisis histórico y socio- económico Marx logró explicar este aspecto del proceso. Desde esta perspectiva, podemos comprender las diferencias que Marx estableció a menudo entre “la apariencia exterior”, la “conexión externa”, la “superficie de los fenómenos”, por un lado, y la “conexión interna”, la “conexión oculta”, la “conexión inmanente”, la “esencia de las cosas”.
6. Los economistas vulgares sólo estudian las apariencias externas que son formas “enajenadas” de las relaciones económicas, esto es, la forma objetiva, ya elaborada, de las cosas, sin captar su carácter social. Ven en el proceso de la “personificación” de las cosas que se produce en la superficie de la vida económica, pero no tienen idea alguna del proceso de “cosificación de las relaciones de producción” entre las personas. Este error no reside en el hecho que prestan atención a las formas materiales de la economía capitalista, sino en que no ven su conexión con la forma social de la producción y no las hacen derivar de esta forma social sino de las propiedades naturales de las cosas, la relación misma se les presenta de una manera fantástica, bajo la forma de cosas, esto es una ilusión puramente subjetiva, detrás de la cual se ocultan los engaños y los intereses de las clases explotadoras.
LECTURA COMPLEMENTARIA SOBRE LA CRÍTICA DEL FETICHISMO EN LA EPISTEMOLOGIA MARXISTA
Considerando la importancia de la crítica epistemológica hecha por Marx a los economistas burgueses, particularmente el empleo de categorías aparienciales y mistificadoras de la lógica del capital (como enmascaramiento de las relaciones de producción, la explotación del trabajo y su conversión ganancia) vamos a reseñar otro ensayo donde se recoge una lectura de otros textos marxistas donde se denuncia el encubrimiento del dominio del capital
Carlos Lanz Rodríguez “LA RECONVERSIÓN INDUSTRIAL EN EL NUEVO MODELO DE ACUMULACIÓN”. Ediciones Primera Línea. Caracas. Octubre 1990.
“Desde las lecturas sobre la obra marxista realizada en los años de prisión en el Cuartel San Carlos (1976-1984) he venido suscribiendo los aportes de la crítica de la economía política, particularmente, la ruptura de Marx con lo que él denominó la “economía vulgar” o de sentido común..
Hacen varias décadas elaboramos un ensayo con esta crítica marxista y hoy la reseñamos de nuevo por su vigencia teórica e histórica.
A.- El capital como fetichismo que encubre la génesis de la riqueza social.
Uno de los principales rasgos del proceso de mistificación del capital se encuentra en el hecho de que el trabajo vivo (la fuerza de trabajo del obrero, su energía física y psíquica) se presenta como fuerza propia del capital. El trabajo muerto o trabajo pretérito (cristalizado en los medios de producción y en el dinero, pero que ha sido precedido por una "acumulación originaria" de capital fundada en el pillaje, la extorsión, la usura, la guerra, etc.) en manos del burgués se enfrenta al trabajo vivo como capital, a pesar de que en su génesis está el trabajo no pagado. En tal sentido, el capital como relación social (no como "cosa") no es más que trabajo objetivado, pero sin embargo, aparece como si él portara una cualidad "ontológica" que le permite crear por si sólo la riqueza, autovalorizarse.
Al respecto dice Marx en los GRUNDRlSSE:
"El capital está realizado ahora no sólo como valor que se reproduce a sí mismo y por tanto se auto perpetua, sino como valor que pone valor. A través de la absorción en sí mismo del tiempo de trabajo vivo, por un lado, y del movimiento de la circulación que le es propio (en el cual el movimiento del intercambio resulta puesto como el suyo propio, como proceso inmediato del trabajo objetivado) se comporta consigo mismo como lo que pone nuevo valor.
El capital se comporta ante la plusvalía como si fuera él su fundamento, como si lo hubiera creado,(...)"( ²)[...] el proceso de producción inmediato toma la forma del poder productivo del capital, que ya no puede reconocerse como el poder productivo del trabajo
Para Marx este proceso donde el capital aparece como el "valor que pone valor" está signado por una Inversión: el predicado aparece como sujeto, es decir, el capital siendo un producto de la plusvalía, (resultado del proceso de valorización donde el obrero restituye el valor del salario y produce trabajo excedente) aparece como el factor generador del proceso.
De allí que Marx también señale en EL CAPITAL lo siguiente:
"(...) De este modo la extorsión de trabajo sobrante pierde su carácter específico; su relación especifica con la plusvalía se oscurece, y a facilitar este resultado contribuye, como se puso de manifiesto en el Libro I, IV, el hecho de que el valor de la fuerza de trabajo se exponga bajo la forma de salario. La relación del capital se mistifica al presentar a todas sus partes por igual como valor remanente (ganancia).
El modo como la plusvalía se convierte en la forma de ganancia mediante la transición a través _ de la cuota de ganancia, no es sino la prolongación de la inversión sujeto y objeto operada ya durante el proceso de producción. De allí veíamos como todas las fuerzas productivas del trabajo se presentaban como fuerzas productivas del capital (...) Y esta relación invertida hace surgir necesariamente, ya en el plano de las simples relaciones de producción: una idea invertida congruente, una conciencia transpuesta, que los cambios y modificaciones del verdadero proceso de circulación se encargan de desarrollar",
En estas líneas Marx señala en primer lugar, como la extorsión del trabajo queda oscurecida en la relación salarial. La especificidad de la explotación desaparece y se encubre la relación capitalista a través de la inversión sujeto-objeto.
Esta relación invertida en el proceso de circulación, hace surgir también una idea y una conciencia invertida, es decir, para el "sentido común" que aparece en la superficie es que toda ganancia es un valor remanente que surge en el intercambio, ficción ésta que el proceso de circulación se encarga de desarrollar.
Abundando en esta última cuestión, Marx dice:
"(...)Pero como la concurrencia, y por tanto, en la conciencia de sus agentes, todo se presenta invertido, también aparece invertida esta ley, es decir, esta conexión íntima y necesaria entre dos cosas que aparentemente se contradicen(...) Todo esto responde a un desconocimiento de lo que es la cuota general de ganancia y a la idea burda de que los precios se determinan en realidad por el recargo de una cuota más o menos arbitraria de ganancia sobre el valor de las mercancías. Pero estas ideas, a pesar de lo burdas que son, brotan necesariamente de la inversión que las leyes inmanentes de la producción capitalistas sufren dentro del mundo de la concurrencia. "
Las ideas burdas que surgen en el mercado, en la compra-venta de mercancías, hacen ver que la ganancia es un recargo que se le hace al valor de los bienes, de tal forma que no hay "rastros" de su verdadero origen.
En otro texto, TEORIA DE LA PLUSVALIA, Marx establece un enlace entre el enfoque de la economía vulgar y el proceso de mistificación del capital:
"Tal como los economistas vulgares lo conciben, es pues, el interés y no la ganancia el que brota como una plasmación de valor del capital de por si, de la mera propiedad del capital, como una renta especifica derivada de éste. Desaparece todo resto de intermediarios: es pues, el fetichismo completo (..)"
"Desde el punto de vista de la economía vulgar, que pretende hacer pasar el capital como la fuente sustantiva del valor, esta es una fórmula perfecta, una fórmula en que las fuentes de la ganancia pierden toda fisonomía y en la que el resultado del proceso capitalista reviste una existencia independiente,desligado del proceso mismo (…)"
Ahora en otro nivel que ya no son los precios o la ganancia, sino que es el interés, aparece de nuevo el proceso de inversión: el interés brota del capital no se sabe por qué arte de magia, como una renta derivada de si mismo, desapareciendo toda mediación con la esfera de la producción, se trata de un fetichismo completo que le viene al pelo a los agentes ideológicos de la burguesía: el capital es la fuente sustantiva del valor, no hay por tanto explotación ni extorsión del trabajo, sino que lo que existida seda un régimen de libertad, justicia e igualdad. La ganancia se convierte en un premio a la libre iniciativa y al riesgo, una especie de remuneración al ahorro y al esfuerzo personal del capitalista. De allí que el fetichismo no sea tan inocente, y como veremos a continuación, tal percepción de la economía está en sintonía con los intereses ideológicos de la clase dominante.
b.- Papel de las relaciones aparenciales en esta mistificación del capital.
Para Marx todo del proceso que examinamos anteriormente está cruzado por un velo apariencial, siendo en tal sentido una realidad que no es evidente a simple vista, no es transparente a la percepción sensorial. Así encontramos el enmascaramiento de un conjunto de relaciones: entre la extorsión del trabajo y el salario, entre la plusvalía y la ganancia, entre la ganancia y el interés. Tales encubrimientos nublan el tejido social e histórico de las relaciones de producción capitalista.
Este proceso de "mistificación" del capital tiene que ver con la supeditación del análisis a la esfera de la circulación, de la distribución y el intercambio. En esta superficie de la realidad económica no se puede encontrar más que "apariencias", conduciendo a los capitalistas y sus agentes ideológicos al más burdo empirismo:
"(…)esta confusión de los teóricos revela mejor que nada como el capitalista práctico prisionero de la lucha de la competencia e imposibilitado para ahondar en modo alguno debajo de la superficie de sus fenómenos, tiene que sentirse incapaz para captar a través de las apariencias la verdadera esencia interior y la estructura interna de este proceso"
Ahora bien, en este caso no tan sólo se trata de un obstáculo que confrontan los burgueses en el proceso de conocimiento, sino que tal error, omisión o escamoteo epistemológico, es funcional al interés de justificar la dominación, de legitimar el lucro y la ganancia fundada en la explotación del trabajo. De tal forma que el hecho de que no se trascienda la apariencia, el nivel del dato empírico, la sacralización de la apariencia inmediata, no es un problema de "neutralidad axiológica", de objetividad científica. Los intereses de clase ocultan todo nexo o articulación del proceso de producción, y en tal sentido existe un esfuerzo por:
- "que a nivel de la fábrica, el proceso de trabajo sea concebido como un proceso "natural" o como un hecho tecnológico, sin considerar su articulación con el "proceso de valorización".
- que el salario siga mistificando la relación entre el trabajo necesario y el trabajo excedente.
- que la mercancía haga aparecer invertida la relación social, desapareciendo la distinción entre trabajo abstracto y trabajo concreto.
- que el dinero y el interés aparezcan automatizados, como dinero que crea dinero, y no como metamorfosis del trabajo cristalizado, riqueza abstracta que es generada por el trabajo"
Tal esfuerzo de encubrimiento y de apología por parte de los agentes Ideológicos burgueses es lo que justifica que nos veamos Inexcusablemente comprometidos a Investigar y debatir con seriedad, develando tales relaciones aparenciales, pues de lo contrario estaríamos bajo la supeditación de tales mistificaciones y por ende ayudando en la preservación del dominio del capital, facilitándole su legitimación ético-política.
E/Carlos Lanz Rodriguez.
14 de Noviembre de 2014
LA SUBSUNCIÓN DEL TRABAJO AL CAPITAL Y SU IMPLICACION EN LA EXPERIENCIA DE CVG-ALCASA
“…la autonomía obrera es posible con el desarrollo de la investigación, desde la valorización hacia la acumulación, desde la circulación hacia la producción (en la unidad de la producción y circulación evidentemente) desde el beneficio hacia los modos de extracción de la plusvalía (absoluta y relativa) (...)Solamente restaurando el espesar productivo del proceso de trabajo, se deriva la única autonomía que impulsará el curso de lo historia, lo autonomía de lo clase obrera, sujeto y no objeto. “
Christian Palloix.
Continuando con el proceso investigativo (con las lecturas y estrategias metodológicas recomendadas: lectura global, subrayado, fichaje, resumen interpretativo.) hacemos entrega de este avance, el cual conjuntamente con las anteriores, le sirve de marco teórico-documental al seminario que haremos en la UBV el próximo 3 de Diciembre, donde discutiremos sobre el fetichismo de la mercancía, sus implicaciones epistemológicas y sus múltiples concreciones en la enajenación del trabajo.
CONTENIDO
I.- LA ENAJENACION DEL TRABAJO EN LOS MANUSCRITOS ECONOMICOS FILOSOFICOS DE 1844.
II.- EL PROCESO DE TRABAJO Y PROCESO DE VALORIZACION EN EL CAPITAL.
III.- LA SUBSUNCION FORMAL Y REAL EN EL CAPITULO VI (INEDITO) EL CAPITAL
IV.- LA PERTINENCIA DE ESTA PROBLEMÁTICA EN LA ACTUAL COYUNTURA HISTORICA Y SU CONCRECION EN LA EXPERIENCIA DE CVG
I.- LA ENAJENACION DEL TRABAJO EN LOS MANUSCRITOS ECONOMICOS FILOSOFICOS DE 1844
Carlos Marx. “Manuscritos económicos y filosóficos de 1844” México, Siglo XXI, 1980
El trabajo enajenado
(XXII) Hemos partido de los presupuestos de la Economía Política. Hemos aceptado su terminología y sus leyes. Damos por supuestas la propiedad privada, la separación del trabajo, capital y tierra, y la de salario, beneficio del capital y renta de la tierra; admitamos la división del trabajo, la competencia, el concepto de valor de cambio, etc. Con la misma Economía Política, con sus mismas palabras, hemos demostrado que el trabajador queda rebajado a mercancía, a la más miserable de todas las mercancías; que la miseria del obrero está en razón inversa de la potencia y magnitud de su producción; que el resultado necesario de la competencia es la acumulación del capital en pocas manos, es decir, la más terrible reconstitución de los monopolios; que, por último; desaparece la diferencia entre capitalistas y terratenientes, entre campesino y obrero fabril, y la sociedad toda ha de quedar dividida en las dos clases de propietarios y obreros desposeídos.
La Economía Política parte del hecho de la propiedad privada, pero no lo explica. Capta el proceso material de la propiedad privada, que esta recorre en la realidad, con fórmulas abstractas y generales a las que luego presta valor de ley. No comprende estas leyes, es decir, no prueba cómo proceden de la esencia de la propiedad privada. La Economía Política no nos proporciona ninguna explicación sobre el fundamento de la división de trabajo y capital, de capital y tierra. Cuando determina, por ejemplo, la relación entre beneficio del capital y salario, acepta como fundamento último el interés del capitalista, en otras palabras, parte de aquello que debería explicar. Otro tanto ocurre con la competencia, explicada siempre por circunstancias externas. En qué medida estas circunstancias externas y aparentemente casualesson sólo expresión de un desarrollo necesario, es algo sobre lo que la Economía Política nada nos dice. Hemos visto cómo para ella hasta el intercambio mismo aparece como un hecho ocasional. Las únicas ruedas que la Economía Política pone en movimiento son la codicia y la guerra entre los codiciosos, la competencia.
Justamente porque la Economía Política no comprende la coherencia del movimiento pudo, por ejemplo, oponer la teoría de la competencia a la del monopolio, la de la libre empresa a la de la corporación, la de la división de la tierra a la del gran latifundio, pues competencia, libertad de empresa y división de la tierra fueron comprendidas y estudiadas sólo como consecuencias casuales, deliberadas e impuestas por la fuerza del monopolio, la corporación y la propiedad feudal, y no como sus resultados necesarios, inevitables y naturales.
Nuestra tarea es ahora, por tanto, la de comprender la conexión esencial entre la propiedad privada, la codicia, la separación de trabajo, capital y tierra, la de intercambio y competencia, valor y desvalorización del hombre; monopolio y competencia; tenemos que comprender la conexión de toda esta enajenación con el sistema monetario.
No nos coloquemos, como el economista cuando quiere explicar algo, en una imaginaria situación primitiva. Tal situación primitiva no explica nada, simplemente traslada la cuestión a uña lejanía nebulosa y grisácea. Supone como hecho, como acontecimiento lo que debería deducir, esto es, la relación necesaria entre dos cosas, Por ejemplo, entre división del trabajo e intercambio. Así es también como la teología explica el origen del mal por el pecado original dando por supuesto como hecho, como historia, aquello que debe explicar.
Nosotros partimos de un hecho económico, actual.
El obrero es más pobre cuanta más riqueza produce, cuanto más crece su producción en potencia y en volumen. El trabajador se convierte en una mercancía tanto más barata cuantas más mercancías produce. La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas. El trabajo no sólo produce mercancías; se produce también a sí mismo y al obrero como mercancía, y justamente en la proporción en que produce mercancías en general.
Este hecho, por lo demás, no expresa sino esto: el objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder independiente del productor. El producto del trabajo es el trabajo que se ha fijado en un objeto, que se ha hecho cosa; el producto es la objetivación del trabajo. La realización del trabajo es su objetivación. Esta realización del trabajo aparece en el estadio de la Economía Política como desrealización del trabajador, la objetivación como pérdida del objeto y servidumbre a él, la apropiación como extrañamiento, como enajenación.
Hasta tal punto aparece la realización del trabajo como desrealización del trabajador, que éste es desrealizado hasta llegar a la muerte por inanición. La objetivación aparece hasta tal punto como perdida del objeto que el trabajador se ve privado de los objetos más necesarios no sólo para la vida, sino incluso para el trabajo. Es más, el trabajo mismo se convierte en un objeto del que el trabajador sólo puede apoderarse con el mayor esfuerzo y las más extraordinarias interrupciones. La apropiación del objeto aparece en tal medida como extrañamiento, que cuantos más objetos produce el trabajador, tantos menos alcanza a poseer y tanto mas sujeto queda a la dominación de su producto, es decir, del capital.
Todas estas consecuencias están determinadas por el hecho de que el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como un objeto extraño. Partiendo de este supuesto, es evidente que cuánto mas se vuelca el trabajador en su trabajo, tanto más poderoso es el mundo extraño, objetivo que crea frente a sí y tanto mas pobres son él mismo y su mundo interior, tanto menos dueño de si mismo es. Lo mismo sucede en la religión. Cuanto más pone el hombre en Dios, tanto memos guarda en si mismo. El trabajador pone su vida en el objeto pero a partir de entonces ya no le pertenece a él, sino al objeto. Cuanto mayor es la actividad, tanto más carece de objetos el trabajador. Lo que es el producto de su trabajo, no lo es él. Cuanto mayor es, pues, este producto, tanto más insignificante es el trabajador. La enajenación del trabajador en su producto significa no solamente que su trabajo se convierte en un objeto, en una existencia exterior, sino que existe fuera de él, independiente, extraño, que se convierte en un poder independiente frente a é; que la vida que ha prestado al objeto se le enfrenta como cosa extraña y hostil.
(XXIII) Consideraremos ahora más de cerca la objetivación, la producción del trabajador, y en ella el extrañamiento, la pérdida del objeto, de su producto.
El trabajador no puede crear nada sin la naturaleza, sin el mundo exterior sensible. Esta es la materia en que su trabajo se realiza, en la que obra, en la que y con la que produce.
Pero así como la naturaleza ofrece al trabajo medios de vida, en el sentido de que el trabajo no puede vivir sin objetos sobre los que ejercerse, así, de otro lado, ofrece también víveres en sentido estricto, es decir, medios para la subsistencia del trabajador mismo.
En consecuencia, cuanto más se apropia el trabajador el mundo exterior, la naturaleza sensible, por medio de su trabajo, tanto más se priva de víveres en este doble sentido; en primer lugar, porque el mundo exterior sensible cesa de ser, en creciente medida, un objeto perteneciente a su trabajo, un medio de vida de su trabajo; en segundo término, porque este mismo mundo deja de representar, cada vez más pronunciadamente, víveres en sentido inmediato, medios para la subsistencia física del trabajador.
El trabajador se convierte en siervo de su objeto en un doble sentido: primeramente porque recibe un objeto de trabajo, es decir, porque recibe trabajo; en segundo lugar porque recibe medios de subsistencia. Es decir, en primer término porque puede existir como trabajador, en segundo término porque puede existir como sujeto físico. El colmo de esta servidumbre es que ya sólo en cuanto trabajador puede mantenerse como sujeto físico y que sólo como sujeto físico es ya trabajador.
(La enajenación del trabajador en su objeto se expresa, según las leyes económicas, de la siguiente forma: cuanto más produce el trabajador, tanto menos ha de consumir; cuanto más valores crea, tanto más sin valor, tanto más indigno es él; cuanto más elaborado su producto, tanto más deforme el trabajador; cuanto más civilizado su objeto, tanto más bárbaro el trabajador; cuanto mis rico espiritualmente se hace el trabajo, tanto más desespiritualizado y ligado a la naturaleza queda el trabajador.)
La Economía Política oculta la enajenación esencial del trabajo porque no considera la relación inmediata entre el trabajador (el trabajo) y la producción.
Ciertamente el trabajo produce maravillas para los ricos, pero produce privaciones para el trabajador. Produce palacios, pero para el trabajador chozas. Produce belleza, pero deformidades para el trabajador. Sustituye el trabajo por máquinas, pero arroja una parte de los trabajadores a un trabajo bárbaro, y convierte en máquinas a la otra parte. Produce espíritu, pero origina estupidez y cretinismo para el trabajador.
La relación inmediata del trabajo y su producto es la relación del trabajador y el objeto de su producción. La relación del acaudalado con el objeto de la producción y con la producción misma es sólo una consecuencia de esta primera relación y la confirma. Consideraremos más tarde este otro aspecto.
Cuando preguntamos, por tanto, cuál es la relación esencial del trabajo, preguntamos por la relación entre el trabajador y la producción.
Hasta ahora hemos considerado el extrañamiento, la enajenación del trabajador, sólo en un aspecto, concretamente en su relación con el producto de su trabajo. Pero el extrañamiento no se muestra sólo en el resultado, sino en el acto de la producción, dentro de la actividad productiva misma. ¿Cómo podría el trabajador enfrentarse con el producto de su actividad como con algo extraño si en el acto mismo de la producción no se hiciese ya ajeno a sí mismo? El producto no es más que el resumen de la actividad, de la producción. Por tanto, si el producto del trabajo es la enajenación, la producción misma ha de ser la enajenación activa, la enajenación de la actividad; la actividad de la enajenación. En el extrañamiento del producto del trabajo no hace más que resumirse el extrañamiento, la enajenación en la actividad del trabajo mismo.
¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo?
Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a si mismo, sino a otro…”
FICHAJE
“Con la misma Economía Política, con sus mismas palabras, hemos demostrado que el trabajador queda rebajado a mercancía, a la más miserable de todas las mercancías; que la miseria del obrero está en razón inversa de la potencia y magnitud de su producción; que el resultado necesario de la competencia es la acumulación del capital en pocas manos, es decir, la más terrible reconstitución de los monopolios; que, por último; desaparece la diferencia entre capitalistas y terratenientes, entre campesino y obrero fabril, y la sociedad toda ha de quedar dividida en las dos clases de propietarios y obreros desposeídos…”
Ficha 1
“Nuestra tarea es ahora, por tanto, la de comprender la conexión esencial entre la propiedad privada, la codicia, la separación de trabajo, capital y tierra, la de intercambio y competencia, valor y desvalorización del hombre; monopolio y competencia; tenemos que comprender la conexión de toda esta enajenación con el sistema monetario.
No nos coloquemos, como el economista cuando quiere explicar algo, en una imaginaria situación primitiva. Tal situación primitiva no explica nada, simplemente traslada la cuestión a uña lejanía nebulosa y grisácea. Supone como hecho, como acontecimiento lo que debería deducir, esto es, la relación necesaria entre dos cosas…”
Ficha 2
“El obrero es más pobre cuanta más riqueza produce, cuanto más crece su producción en potencia y en volumen. El trabajador se convierte en una mercancía tanto más barata cuantas más mercancías produce. La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas. El trabajo no sólo produce mercancías; se produce también a sí mismo y al obrero como mercancía, y justamente en la proporción en que produce mercancías en general.”
Ficha 3
“Este hecho, por lo demás, no expresa sino esto: el objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder independiente del productor. El producto del trabajo es el trabajo que se ha fijado en un objeto, que se ha hecho cosa; el producto es la objetivación del trabajo. La realización del trabajo es su objetivación. Esta realización del trabajo aparece en el estadio de la Economía Política como desrealización del trabajador, la objetivación como pérdida del objeto y servidumbre a él, la apropiación como extrañamiento, como enajenación”.
Ficha 4
“…La apropiación del objeto aparece en tal medida como extrañamiento, que cuantos más objetos produce el trabajador, tantos menos alcanza a poseer y tanto mas sujeto queda a la dominación de su producto, es decir, del capital.
Todas estas consecuencias están determinadas por el hecho de que el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como un objeto extraño…”
Ficha 5
“…La enajenación del trabajador en su producto significa no solamente que su trabajo se convierte en un objeto, en una existencia exterior, sino que existe fuera de él, independiente, extraño, que se convierte en un poder independiente frente a él; que la vida que ha prestado al objeto se le enfrenta como cosa extraña y hostil.”
Ficha 6
“(La enajenación del trabajador en su objeto se expresa, según las leyes económicas, de la siguiente forma: cuanto más produce el trabajador, tanto menos ha de consumir; cuanto más valores crea, tanto más sin valor, tanto más indigno es él; cuanto más elaborado su producto, tanto más deforme el trabajador; cuanto más civilizado su objeto, tanto más bárbaro el trabajador; cuanto mis rico espiritualmente se hace el trabajo, tanto más desespiritualizado y ligado a la naturaleza queda el trabajador.)
La Economía Política oculta la enajenación esencial del trabajo porque no considera la relación inmediata entre el trabajador (el trabajo) y la producción…”
Ficha 7
“…Pero el extrañamiento no se muestra sólo en el resultado, sino en el acto de la producción, dentro de la actividad productiva misma. ¿Cómo podría el trabajador enfrentarse con el producto de su actividad como con algo extraño si en el acto mismo de la producción no se hiciese ya ajeno a sí mismo? El producto no es más que el resumen de la actividad, de la producción. Por tanto, si el producto del trabajo es la enajenación, la producción misma ha de ser la enajenación activa, la enajenación de la actividad; la actividad de la enajenación. En el extrañamiento del producto del trabajo no hace más que resumirse el extrañamiento, la enajenación en la actividad del trabajo mismo.”
Ficha 8
“Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo…”
Ficha 9
“…Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a si mismo, sino a otro…”
Ficha 10
RESUMEN INTERPRETATIVO
En estos manuscritos económicos – filosóficos, Marx plantea la tarea de comprender la “conexión esencial” entre la propiedad privada, la codicia, la separación de trabajo, el valor y desvalorización del hombre:
La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas.
El objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder independiente del productor. El producto del trabajo es el trabajo que se ha fijado en un objeto, que se ha hecho cosa.
Desrealización del trabajador, la objetivación como pérdida del objeto y servidumbre a él, la apropiación como extrañamiento, como enajenación.
La enajenación del trabajador en su producto significa no solamente que su trabajo se convierte en un objeto, en una existencia exterior, sino que existe fuera de él, independiente, extraño, que se convierte en un poder independiente frente a él; que la vida que ha prestado al objeto se le enfrenta como cosa extraña y hostil.
Si el producto del trabajo es la enajenación, la producción misma ha de ser la enajenación activa, la enajenación de la actividad; la actividad de la enajenación. En el extrañamiento del producto del trabajo no hace más que resumirse el extrañamiento, la enajenación en la actividad del trabajo mismo.
El trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu.
Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo.
La Economía Política oculta la enajenación esencial del trabajo porque no considera la relación inmediata entre el trabajador (el trabajo) y la producción.
II.- EL PROCESO DE TRABAJO Y PROCESO DE VALORIZACION EN EL CAPITAL
Carlos Marx. El Capital. Ob cit.Tomo I
PROCESO DE TRABAJO Y PROCESO DE VALORIZACION
1. El proceso de trabajo
“... El trabajo vivo tiene que hacerse cargo de estas cosas, resucitarlas de entre los muertos, convertirlas de valores de uso potenciales en valores de uso reales y activos. Lamidos por el fuego del trabajo, devorados por éste como cuerpos suyos, fecundados en el proceso de trabajo con arreglo a sus funciones profesionales y a su destino, estos valores de uso son absorbidos, pero absorbidos de un modo provechoso y racional, como elementos de creación de nuevos valores de uso, de nuevos productos, aptos para , ser absorbidos a su vez como medios de vida por el consumo individual o por otro nuevo proceso de trabajo, sí se trata de medios de producción, Por tanto, los productos existentes no son solamente resultados del proceso de trabajo, sino también condiciones de existencia de este; además, su incorporación al proceso de trabajo, es decir, su contacto con el trabajo vivo es el único medio de conservar y realizar corno valores de uso estos productos de un trabajo anterior. El trabajo devora sus elementos materiales, su objeto y sus instrumentos, se alimenta de ellos –, es, por tanto, su proceso de consumo. Este consumo productivo se distingue del consumo individual en que éste devora los productos como medios de vida del ser viviente, mientras que aquél los absorbe como medios de vida del trabajo, de la fuerza de trabajo del individuo, puesta en acción. El producto del consumo individual, es, por tanto, el consumidor mismo; el fruto del consumo productivo es un producto distinto del consumidor. En todos aquellos casos en que recae sobre productos y se ejecuta por medio de ellos, el trabajo devora productos para crear produc tos, o desgasta productos corno medios de producción de otros nuevos. Pero, si en un principio, el proceso de trabajo se entablaba solamente entre el hombre y la tierra, es decir, entre el hombre y algo que existía sin su cooperación, hoy intervienen todavía en él medios de producción creados directamente por la naturaleza y que no presentan la menor huella de trabajo humano. El proceso de trabajo, tal y como lo hemos estudiado, es decir, fijándonos solamente en sus elementos simples y abstractos, es la actividad racional encaminada a la producción de valores de uso, la asimilación de las materias naturales al servicio de las necesidades humanas, la condición general del intercambio de materias entre la naturaleza y el hombre, la condición natural eterna de la vida humana, y por tanto, independiente de las formas y modalidades de esta vida y común a todas las formas sociales por igual. Por eso, para exponerla, no hemos tenido necesidad de presentar al trabajador en relación con otros. Nos bastaba con presentar al hombre y su trabajo de una parte, y de otra la naturaleza y sus materias. Del mismo modo que el sabor del pan no nos dice quién ha cultivado el trigo, este proceso no nos revela tampoco las condiciones bajo las cuales se ejecutó, no nos descubre si se ha desarrollado bajo el látigo brutal del capataz de esclavos o bajo la mirada medrosa del capitalista, sí ha sido Cincinato quien lo ha ejecutado, labrando su par de jugera, o ha sido el salvaje que derriba a una bestia de una pedrada. 10 Retornemos a nuestro capitalista in spe. (38) Le habíamos dejado en el mercado de mercancías, comprando todos los elementos necesarios para un proceso de trabajo: los elementos materiales o medios de producción y los elementos personales, o sea la fuerza de trabajo. Con la mirada alerta del hombre que conoce el terreno que pisa, el capitalista en ciernes elige los medios de producción y las fuerzas de trabajo más convenientes para su rama especial de industria: hilados, fabricación de zapatos, etc. Nuestro capitalista se dispone, pues, a consumir la mercancía que ha comprado, la fuerza de trabajo, es decir, hace que su poseedor, o sea, el obrero, consuma trabajando los medios de producción. Claro está que el carácter general del proceso de trabajo no varia por el hecho de que el obrero lo ejecute para el capitalista, en vez de ejecutarlo para sí. Tampoco cambia, de primera intención, porque en este proceso venga a deslizarse el capitalista, la manera concreta de hacer botas o de hilar hebra. El capitalista empieza, como es lógico, tomando la fuerza de trabajo tal y corno se la brinda el mercado, y lo mismo, naturalmente, su trabajo, fruto de una época en que no existían capitalistas. Tiene que pasar todavía algún tiempo para que el sistema de producción se transforme por efecto de la sumisión del trabajo al capital; por eso no habremos de estudiar aquí, sino en su lugar, esta transformación. Ahora bien, el proceso de trabajo, considerado como proceso de consumo de la fuerza de trabajo por el capitalista, presenta dos fenómenos característicos. El obrero trabaja bajo el control del capitalista, a quien su trabajo pertenece. El capitalista se cuida de vigilar que este trabajo se ejecute como es debido y que los medios de producción se empleen convenientemente, es decir, sin desperdicio de materias primas y cuidando de que los instrumentos de trabajo se traten bien, sin desgastarse más que en aquella parte en que lo exija su empleo racional. Pero hay algo más, y es que el producto es propiedad del capitalista y no del productor directo, es decir, del obrero. El capitalista paga, por ejemplo, el valor de un día de fuerza de trabajo. Es, por tanto, dueño de utilizar como le convenga, durante un día, el uso de esa fuerza de trabajo, ni más ni menos que el de otra mercancía cualquiera, v. gr. el de un caballo que alquilase durante un día. El uso de la mercancía pertenece a su comprador, y el poseedor de la fuerza de trabajo sólo puede entregar a éste el valor de uso que le ha vendido entregándole su trabajo. Desde el instante en que pisa el taller del capitalista, el valor de uso de su fuerza de trabajo, y por tanto su uso, o sea, el trabajo, le pertenece a éste. Al comprar la fuerza de trabajo, el capitalista incorpora el trabajo del obrero, como fermento vivo, a los elementos muertos de creación del producto, propiedad suya también. Desde su Punto de vista, el proceso de trabajo no es más que el consumo de la mercancía fuerza de trabajo comprada por él, si bien sólo la puede consumir facilitándole medios de producción. El proceso de trabajo es un proceso entre objetos comprados por el capitalista, entre objetos pertenecientes a él Y el producto de este proceso le pertenece, por tanto, a él, al capitalista, ni más ni menos que el producto del proceso de fermentación de los vinos de su bodega. 11
2. El proceso de valorización
El producto –propiedad del capitalista– es un valor de uso: hilado, botas, etc. Pero, aunque las botas, por ejemplo, formen en cierto modo la base del progreso social y nuestro capitalista sea un hombre progresivo como el que más, no fabrica las botas por amor al arte de producir calzado. El valor de uso no es precisamente, en la producción de mercancías, la cosa qu'on aime pour lut–meme. (39) En la producción de mercancías los valores de uso se producen pura y simplemente porque son y en cuanto son la encarnación material, el, soporte del valor de cambio . Y nuestro capitalista persigue dos objetivos. En primer lugar, producir un valor de uso que tenga un valor de cambio, producir un artículo destinado a la venta, una mercancía . En segundo lugar, producir una mercancía cuyo valor cubra y rebase la suma de valores de las mercancías invertidas en su producción , es decir, de los medios de producción y de la fuerza de trabajo, por los que adelantó su buen dinero en el mercado de mercancías. No le basta con producir un valor de uso ; no, él quiere producir una mercancía ; no sólo un valor de uso, sino un valor; y tampoco se contenta con un valor puro y simple, sino que aspira a una plusvalía , a un valor mayor . Hasta aquí, nos hemos limitado a estudiar un aspecto del proceso, pues se trata de la producción de mercancías. Y así como la mercancía es unidad de valor de uso y valor , su proceso de producción tiene necesariamente que englobar dos cosas: un proceso de producción y un proceso de creación de valor . Sabemos que el valor de toda mercancía se determina por la cantidad de trabajo materializado en su valor de uso, por el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción . …”
“…Tanto da que compre su casa particular, lista y terminada, en el mercado o que la mande edificar: ninguna de estas operaciones aumentará el dinero invertido en adquirir la casa. Tal vez el capitalista, versado en materia de economía vulgar, diga que ha desembolsado su dinero con la intención de obtener del negocio mas dinero del que invirtió. Pero, el infierno está empedrado de buenas intenciones, y del mismo modo podía abrigar la de obtener dinero sin producir. 15 El capitalista amenaza. No volverán a engañarle. En adelante, comprará la mercancía, lista y terminada, en el mercado, en vez de fabricarla por su cuenta. Pero, si todos sus hermanos capitalistas hacen lo mismo, ¿de dónde van a salir las mercancías, para que él se encuentre con ellas en el mercado? No va a comerse su dinero. El capitalista sermonea. Nos habla de su abstinencia. Dice que podía haberse gastado para su placer los 15 chelines, y que, en vez de hacerlo, los ha consumido productivamente, convirtiéndolos en hilado. Gracias a ello, tiene en sus manos hilado, en vez de tener remordimientos. Y no va a dejarse arrastrar nuevamente a la tentación del atesorador, pues ya veíamos, en el ejemplo de éste, lo que daba de sí el ascetismo. Además, al que nada tiene el rey le hace libre. Y por grandes que sean los méritos de su privación, no hay nada con qué premiársela, toda vez que el valor del producto que brota del proceso equivale, como veíamos, a la suma de los valores de las mercancías que lo alimentan.Nuestro capitalista, tiene, pues, que contentarse con que la virtud encuentre en si misma su recompensa. Pero, lejos de ello, insiste y apremia. El hilado no le sirve de nada. Lo ha producido para venderlo. Así, pues, o lo vende o en lo sucesivo se limita ––cosa mucho más sencilla– a producir objetos para su uso personal, que es la receta que su médico de cabecera MacCulloch le prescribe como remedio eficaz contra la epidemia de la superproducción. El capitalista no cede. ¿Acaso el obrero puede crear productos de trabajo, producir mercancías, con sus brazos inermes, en el vacío? ¿Quién sino él, el capitalista, le suministra la materia con la cual y en la cual materializa el obrero su trabajo ? Y, como la inmensa mayoría de la sociedad ,está formada por descamisados de esos, ¿no presta a la sociedad un servicio inapreciable con sus medios de producción, su algodón y sus husos, y no se lo presta también a los mismos obreros, a quienes además, por si eso fuese poco, les suministra los medios de vida necesarios? Y este servicio, ¿no ha de cobrarlo? Pero, preguntamos nosotros, ¿es que el obrero, a su vez, no le presta a él, al capitalista, el servicio de transformar en hilado el algodón y los husos? Además, aquí no se trata de servicios. 16 Servicio es la utilidad que presta un valor de uso, mercancía o trabajo. 17 Aquí se trata del valor de cambio. El capitalista abona al obrero el valor de 3 chelines. El obrero, al incorporar al algodón un valor de 3 chelines, le devuelve un equivalente exacto: son dos valores iguales que se cambian. De pronto, nuestro amigo abandona su soberbia de capitalista para adoptar el continente modesto de un simple trabajador. ¿Es que no trabaja también él, vigilando y dirigiendo el trabajo del tejedor? ¿Y es que este trabajo suyo no crea también valor? Su overlooker y su manager se alzan de hombros. Entretanto, ya nuestro capitalista ha recobrado, con una sonrisa de satisfacción, su fisonomía acostumbrada. Se ha estado burlando de nosotros, con toda esa letanía. A él, todas estas cosas le tienen sin cuidado. Para inventar todos esos subterfugios y argucias y otras parecidas, están ahí los profesores de economía política, que para eso cobran. El, el capitalista, es un hombre práctico, que, si no siempre piensa lo que dice fuera de su negocio, al frente de éste sabe muy bien siempre lo que hace.Analicemos la cosa más despacio. El valor de un día de fuerza de trabajo asce
“... Pero el trabajo pretérito encerrado en la fuerza de trabajo y el trabajo vivo que ésta puede desarrollar, su costo diario de conservación y su rendimiento diario, son dos magnitudes completamente distintas. La primera determina su valor de cambio, la segunda forma su valor de uso. El que para alimentar y mantener en pie la fuerza de trabajo durante veinticuatro horas haga falta media jornada de trabajo, no quiere decir, ni mucho menos, que el obrero no pueda trabajar durante una jornada entera. El valor de la fuerza de trabajo y su valorización en el proceso de trabajo son, por tanto, dos factores completamente distintos. Al comprar la fuerza de trabajo, el capitalista no perdía de vista esta diferencia de valor. El carácter útil de la fuerza de trabajo, en cuanto apto para fabricar hilado o botas, es conditio sine qua non, (40 ) toda vez que el trabajo, para poder crear valor, ha de invertirse siempre en forma útil. Pero el factor decisivo es el valor de uso específico de esta mercancía, que le permite ser fuente de valor, y de más valor que el que ella misma tiene. He aquí el servicio especifico que de ella espera el capitalista. Y, al hacerlo, éste no se desvía ni un ápice de las leyes eternas del cambio de mercancías. En efecto, el vendedor de la fuerza de trabajo, al igual que el de cualquier otra mercancía, realiza su valor de cambio y enajena su valor de uso . No puede obtener el primero sin desprenderse del segundo. El valor de uso de la fuerza de trabajo, o sea, el trabajo mismo, deja de pertenecer a su vendedor, ni más ni menos que al aceitero deja de pertenecerle el valor de uso del aceite que vende. El poseedor del dinero paga el valor de un día de fuerza de trabajo: le pertenece, por tanto, el uso de esta fuerza de trabajo durante un día, el trabajo de una jornada. El hecho de que la diaria conservación de la fuerza de trabajo no suponga más costo que el de media jornada de trabajo, a pesar de poder funcionar, trabajar, durante un día entero; es decir, el hecho de que el valor creado por su uso durante un día sea el doble del valor diario que encierra, es una suerte bastante grande para el comprador, pero no supone, ni mucho menos, ningún atropello que se cometa contra el vendedor. Nuestro capitalista había previsto el caso, con una sonrisa de satisfacción. Por eso el obrero se encuentra en el taller con los medios de producción necesarios, no para un proceso de trabajo de seis horas, sino de doce. Si 10 libras de algodón absorbían seis horas de trabajo y se transformaban en 10 libras de hilado, 20 libras de algodón absorberán doce horas de trabajo y se convertirán en 20 libras de hilado. Analicemos el producto de este proceso de trabajo prolongado. Ahora, en las 20 libras de hilo se materializan 5 jornadas de trabajo: 4 en la masa de algodón y de husos consumida y 1 en el trabajo absorbido por el algodón durante el proceso de la hilatura. La expresión en oro de 5 jornadas de trabajo son 30 chelines, o sea, 1 libra esterlina y 10 chelines. Tal es, por tanto, el precio de las 20 libras de hilo. La libra de hilo sigue costando 1 chelín y 6 peniques. Pero, la suma de valor de las mercancías que alimentan el proceso representaba 27 chelines. El valor del hilo representa 30. Por tanto, el valor del producto excede en 1/9 del valor desembolsado para su producción. Los 27 chelines se convierten en 30. Arrojan una plusvalía de 3 chelines. Por fin, la jugada maestra ha dado sus frutos. El dinero se ha convertido en capital . Y todas las condiciones del problema se han resuelto sin infringir en lo más mínimo las leyes del cambio de mercancías. Se ha cambiado un equivalente por otro. Como comprador, el capitalista ha pagado todas las mercancías, el algodón, la masa de husos y la fuerza de trabajo, por su valor. Después de comprarlas, ha hecho con estas mercancías lo que hace todo comprador: consumir su valor de uso. El proceso de consumo de la fuerza de trabajo , que es al mismo tiempo proceso de producción de la mercancía , arroja un producto de 20 libras de hilo, que representan un valor de 30 chelines. El capitalista retorna al mercado a vender su mercancía, después de haber comprado las de otros. Vende la libra de hilo a 1 chelín y 6 peniques, ni un céntimo por encima o por debajo de su valor. Y, sin embargo, saca de la circulación 3 chelines más de lo que invirtió en ella al comenzar. Y todo este proceso, la transformación de dinero en capital, se opera en la órbita de la circulación y no se opera en ella. Se opera por medio de la circulación, pues está condicionado por la compra de la fuerza de trabajo en el mercado de mercancías. No se opera en la circulación, pues este proceso no hace más que iniciar el proceso de valorización , cuyo centro reside en la órbita de la producción. Y así, todo marcha “pour le mieux dans le meilleur des mondes possibles”. (41)
Al transformar el dinero en mercancías, que luego han de servir de materias para formar un nuevo producto o de factores de un proceso de trabajo; al incorporar a la materialidad muerta de estos factores la fuerza de trabajo viva, el capitalista transforma el valor, el trabajo, pretérito, materializado, muerto, en capital , en valor que se valoriza a sí mismo, en una especie de monstruo animado que rompe a “trabajar” como si encerrarse un alma en su cuerpo. Si comparamos el proceso de creación de valor y el proceso de valorización de un valor existente, vemos que el proceso de valorización no es más que el mismo proceso de creación de valor prolongado a partir de un determinado punto. Si éste sólo llega hasta el punto en que el valor de la fuerza de trabajo pagada por el capital deja el puesto a un nuevo equivalente , estamos ante un proceso de simple creación de valor. Pero, si el proceso rebasa ese punto , se tratará de un proceso de valorización. Sí establecemos el paralelo entre el proceso de valorización y el proceso de trabajo, observaremos que éste consiste en el trabajo útil que produce valores de uso. Aquí, la dinámica se enfoca en su aspecto cualitativo, atendiendo a su modalidad especial, a su fin y a su contenido. En el proceso de creación de valor, este proceso de trabajo , que es el mismo , sólo se nos revela en su aspecto cuantitativo . Aquí, sólo interesa el tiempo que el trabajo requiere para ejecutarse, o sea, el tiempo durante el cual se invierte útilmente la fuerza de trabajo. Para estos efectos, las mercancías que alimentan el proceso de trabajo no se consideran ya como factores funcionalmente concretos, materiales, de la fuerza de trabajo apta para un fin. Sólo cuentan como cantidades concretas de trabajo materializado. Y ya se encierre en los medios de producción o se incorpore mediante la fuerza de trabajo, aquí el trabajo sólo cuenta por su medida en el tiempo. Representa tantas horas, tantos días, etc. Pero, cuenta tan sólo en la medida en que el tiempo empleado en la producción del valor de uso sea socialmente necesario . Son varios los factores que esto envuelve. En primer lugar, es necesario que la fuerza de trabajo funcione en condiciones normales. Si el instrumento de trabajo que impera socialmente en el ramo de hilado es la máquina de hilar, no debe ponerse al obrero a trabajar en una rueca. Asimismo ha de suministrársele algodón de calidad normal y no algodón de mala calidad, que se rompa a cada instante. En cualquiera de ambos casos, necesitaría más tiempo del socialmente necesario para producir una libra de hilo, y este tiempo superfluo no crearía dinero ni crearía valor. Sin embargo, el carácter normal de los factores materiales que intervienen en el trabajo no depende del obrero, sino del capitalista. Otra condición que ha de ser tenida en cuenta es el carácter normal de la propia fuerza de trabajo . Es necesario que ésta, en el ramo en que se aplica, reúna el grado medio de aptitud, destreza 'y rapidez. Nuestro capitalista compra en el mercado fuerza de trabajo de calidad normal. Esta fuerza de trabajo debe aplicarse con el grado medio habitual de esfuerzo, poniendo el grado de intensidad socialmente acostumbrado en su inversión. El capitalista se cuida de velar celosamente por que el trabajador no disipe su tiempo. Ha comprado la fuerza de trabajo por un tiempo determinado. Quiere, naturalmente, que se le entregue lo que es suyo y no tolera que se le robe . Y finalmente –y para conseguirlo, el capitalista se cuida de promulgar un Código Penal ex profeso–, en el consumo de materias primas e instrumentos de trabajo no deberá nunca excederse de la tasa racional, pues los materiales o instrumentos de trabajo desperdiciados representan determinadas cantidades de trabajo materializado invertido superfluamente y que, por tanto, no cuentan ni entran en el producto del proceso de creación de valor. 18 Como vemos, la diferencia entre el trabajo considerado como fuente de valor de uso y el mismo trabajo en cuanto crea valor, con la que en su lugar nos encontramos al analizar la mercancía, se nos presenta ahora al estudiar los diversos aspectos del proceso de producción. Como unidad de proceso de trabajo y proceso de creación de valor, el proceso de producción es un proceso de producción de mercancías; como unidad de proceso de trabajo y de proceso de valorización, el proceso de producción es un proceso de producción capitalista, la forma capitalista de la producción de mercancías. Ya decíamos más arriba que, para los efectos del proceso de valorización, es de todo punto indiferente el que el trabajo apropiado por el capitalista sea trabajo simple, trabajo social medio, o trabajo complejo, trabajo de peso específico más alto que el normal. El trabajo considerado como trabajo más complejo, más elevado que el trabajo social medio, es la manifestación de una fuerza de trabajo que representa gastos de preparación superiores a los normales, cuya producción representa más tiempo de trabajo y, por tanto, un valor superior al de la fuerza de trabajo simple. Esta fuerza de trabajo de valor superior al normal se traduce, como es lógico, en un trabajo superior, materializándose, por tanto, durante los mismos período de tiempo, en valores relativamente más altos. Pero, Cualquiera que sea la diferencia de gradación que medie entre el trabajo del tejedor y el trabajo del joyero, la porción de trabajo con la que el joyero se limita a reponer el valor de su propia fuerza de trabajo no se distingue en nada, cualitativamente, de la porción adicional de trabajo con la que crea plusvalía. Lo mismo en este caso que en los anteriores, la plusvalía sólo brota mediante un exceso cuantitativo de trabajo, prolongando la duración del mismo proceso de trabajo, que en un caso es proceso de producción de hilo y en otro caso de producción de joyas. 19 Por otra parte, en todo proceso de creación de valor, el trabajo complejo debe reducirse siempre al trabajo social medio, v. gr. un día de trabajo completo a x días de trabajo simple. 20 Por tanto, partiendo del supuesto de que el obrero empleado por el capital ejecuta un simple trabajo social medio, nos ahorramos una operación inútil y simplificamos el análisis del problema.
FICHAJE
“…Ahora bien, el proceso de trabajo, considerado como proceso de consumo de la fuerza de trabajo por el capitalista, presenta dos fenómenos característicos. El obrero trabaja bajo el control del capitalista, a quien su trabajo pertenece. El capitalista se cuida de vigilar que este trabajo se ejecute como es debido y que los medios de producción se empleen convenientemente, es decir, sin desperdicio de materias primas y cuidando de que los instrumentos de trabajo se traten bien, sin desgastarse más que en aquella parte en que lo exija su empleo racional…”
Ficha 1
“…Pero hay algo más, y es que el producto es propiedad del capitalista y no del productor directo, es decir, del obrero. El capitalista paga, por ejemplo, el valor de un día de fuerza de trabajo. Es, por tanto, dueño de utilizar como le convenga, durante un día, el uso de esa fuerza de trabajo, ni más ni menos que el de otra mercancía cualquiera, v. gr. el de un caballo que alquilase durante un día. El uso de la mercancía pertenece a su comprador, y el poseedor de la fuerza de trabajo sólo puede entregar a éste el valor de uso que le ha vendido entregándole su trabajo. Desde el instante en que pisa el taller del capitalista, el valor de uso de su fuerza de trabajo, y por tanto su uso, o sea, el trabajo, le pertenece a éste…”
Ficha 2
“…Al comprar la fuerza de trabajo, el capitalista incorpora el trabajo del obrero, como fermento vivo, a los elementos muertos de creación del producto, propiedad suya también. Desde su Punto de vista, el proceso de trabajo no es más que el consumo de la mercancía fuerza de trabajo comprada por él, si bien sólo la puede consumir facilitándole medios de producción. El proceso de trabajo es un proceso entre objetos comprados por el capitalista, entre objetos pertenecientes a él Y el producto de este proceso le pertenece, por tanto, a él, al capitalista…”
Ficha 3
“…En la producción de mercancías los valores de uso se producen pura y simplemente porque son y en cuanto son la encarnación material, el, soporte del valor de cambio . Y nuestro capitalista persigue dos objetivos. En primer lugar, producir un valor de uso que tenga un valor de cambio, producir un artículo destinado a la venta, una mercancía . En segundo lugar, producir una mercancía cuyo valor cubra y rebase la suma de valores de las mercancías invertidas en su producción , es decir, de los medios de producción y de la fuerza de trabajo, por los que adelantó su buen dinero en el mercado de mercancías. No le basta con producir un valor de uso; no, él quiere producir una mercancía ; no sólo un valor de uso, sino un valor; y tampoco se contenta con un valor puro y simple, sino que aspira a una plusvalía , a un valor mayor…”
Ficha 4
“…Y así como la mercancía es unidad de valor de uso y valor , su proceso de producción tiene necesariamente que englobar dos cosas: un proceso de producción y un proceso de creación de valor . Sabemos que el valor de toda mercancía se determina por la cantidad de trabajo materializado en su valor de uso, por el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción …”
Ficha 5
“…Tal vez el capitalista, versado en materia de economía vulgar, diga que ha desembolsado su dinero con la intención de obtener del negocio mas dinero del que invirtió. Pero, el infierno está empedrado de buenas intenciones, y del mismo modo podía abrigar la de obtener dinero sin producir.
El capitalista amenaza. No volverán a engañarle…No va a comerse su dinero. El capitalista sermonea. Nos habla de su abstinencia…Y no va a dejarse arrastrar nuevamente a la tentación del atesorador, pues ya veíamos, en el ejemplo de éste, lo que daba de sí el ascetismo…Y por grandes que sean los méritos de su privación, no hay nada con qué premiársela, toda vez que el valor del producto que brota del proceso equivalente, como veíamos, a la suma de los valores de las mercancías que lo alimentan. Nuestro capitalista, tiene, pues, que contentarse con que la virtud encuentre en si misma su recompensa…”
Ficha 6
“…El obrero, al incorporar al algodón un valor de 3 chelines, le devuelve un equivalente exacto: son dos valores iguales que se cambian. De pronto, nuestro amigo abandona su soberbia de capitalista para adoptar el continente modesto de un simple trabajador. ¿Es que no trabaja también él, vigilando y dirigiendo el trabajo del tejedor? ¿Y es que este trabajo suyo no crea también valor? Su overlooker y su manager se alzan de hombros. Entretanto, ya nuestro capitalista ha recobrado, con una sonrisa de satisfacción, su fisonomía acostumbrada. Se ha estado burlando de nosotros, con toda esa letanía. A él, todas estas cosas le tienen sin cuidado. Para inventar todos esos subterfugios y argucias y otras parecidas, están ahí los profesores de economía política, que para eso cobran. El, el capitalista, es un hombre práctico, que, si no siempre piensa lo que dice fuera de su negocio, al frente de éste sabe muy bien siempre lo que hace.”
Ficha 7
“ …El carácter útil de la fuerza de trabajo, en cuanto apto para fabricar hilado o botas, es condition sine qua non, (40 ) toda vez que el trabajo, para poder crear valor, ha de invertirse siempre en forma útil. Pero el factor decisivo es el valor de uso específico de esta mercancía, que le permite ser fuente de valor, y de más valor que el que ella misma tiene. He aquí el servicio específico que de ella espera el capitalista. Y, al hacerlo, éste no se desvía ni un ápice de las leyes eternas del cambio de mercancías. En efecto, el vendedor de la fuerza de trabajo, al igual que el de cualquier otra mercancía, realiza su valor de cambio y enajena su valor de uso . No puede obtener el primero sin desprenderse del segundo. El valor de uso de la fuerza de trabajo, o sea, el trabajo mismo, deja de pertenecer a su vendedor…”
Ficha 8
“…Por fin, la jugada maestra ha dado sus frutos. El dinero se ha convertido en capital . Y todas las condiciones del problema se han resuelto sin infringir en lo más mínimo las leyes del cambio de mercancías. Se ha cambiado un equivalente por otro. ..Y todo este proceso, la transformación de dinero en capital, se opera por medio de la circulación, pues está condicionado por la compra de la fuerza de trabajo en el mercado de mercancías. No se opera en la circulación, pues este proceso no hace más que iniciar el proceso de valorización , cuyo centro reside en la órbita de la producción…”
Ficha 9
“…Al transformar el dinero en mercancías, que luego han de servir de materias para formar un nuevo producto o de factores de un proceso de trabajo; al incorporar a la materialidad muerta de estos factores la fuerza de trabajo viva, el capitalista transforma el valor, el trabajo, pretérito, materializado, muerto, en capital, en valor que se valoriza a sí mismo, en una especie de monstruo animado que rompe a “trabajar” como si encerrarse un alma en su cuerpo. Si comparamos el proceso de creación de valor y el proceso de valorización de un valor existente, vemos que el proceso de valorización no es más que el mismo proceso de creación de valor prolongado a partir de un determinado punto. Si éste sólo llega hasta el punto en que el valor de la fuerza de trabajo pagada por el capital deja el puesto a un nuevo equivalente , estamos ante un proceso de simple creación de valor. Pero, si el proceso rebasa ese punto , se tratará de un proceso de valorización…”
Ficha 10
“…Como vemos, la diferencia entre el trabajo considerado como fuente de valor de uso y el mismo trabajo en cuanto crea valor, con la que en su lugar nos encontramos al analizar la mercancía, se nos presenta ahora al estudiar los diversos aspectos del proceso de producción. Como unidad de proceso de trabajo y proceso de creación de valor, el proceso de producción es un proceso de producción de mercancías; como unidad de proceso de trabajo y de proceso de valorización, el proceso de producción es un proceso de producción capitalista, la forma capitalista de la producción de mercancías…”
Ficha 11
RESUMEN INTERPRETATIVO
En estos párrafos de El Capital, Marx profundiza la caracterización de la enajenación del trabajo y describe como el valor de uso es el soporte del valor de cambio, como el proceso de trabajo es la base del proceso de valorización:
El obrero trabaja bajo el control del capitalista, a quien su trabajo pertenece y el producto es propiedad del capitalista y no del productor directo, es decir, del obrero. El capitalista paga, por ejemplo, el valor de un día de fuerza de trabajo. Es dueño de utilizar como le convenga, durante un día, el uso de esa fuerza de trabajo, El uso de la mercancía pertenece a su comprador, y el poseedor de la fuerza de trabajo sólo puede entregar a éste el valor de uso que le ha vendido entregándole su trabajo. Desde el instante en que pisa el taller del capitalista, el valor de uso de su fuerza de trabajo, y por tanto su uso, o sea, el trabajo, le pertenece a este.
En la producción de mercancías los valores de uso se producen pura y simplemente porque son y en cuanto son la encarnación material, el, soporte del valor de cambio. El capitalista persigue dos objetivos. En primer lugar, producir un valor de uso que tenga un valor de cambio, producir un artículo destinado a la venta, una mercancía. En segundo lugar, producir una mercancía cuyo valor cubra y rebase la suma de valores de las mercancías invertidas en su producción. No le basta con producir un valor de uso; no, él quiere producir una mercancía; no sólo un valor de uso, sino un valor; y tampoco se contenta con un valor puro y simple, sino que aspira a una plusvalía, a un valor mayor.
El proceso de trabajo en el capitalismo es un proceso de creación de valor .El factor decisivo es el valor de uso específico de la mercancía fuerza de trabajo, que le permite ser fuente de valor, y de más valor que el que ella misma tiene. He aquí el servicio específico que de ella espera el capitalista.. En efecto, el vendedor de la fuerza de trabajo, al igual que el de cualquier otra mercancía, realiza su valor de cambio y enajena su valor de uso . No puede obtener el primero sin desprenderse del segundo. El valor de uso de la fuerza de trabajo, o sea, el trabajo mismo, deja de pertenecer a su vendedor.
La transformación de dinero en capital, se opera por medio de la circulación, pues está condicionado por la compra de la fuerza de trabajo en el mercado de mercancías. No se opera en la circulación, pues este proceso no hace más que iniciar el proceso de valorización, cuyo centro reside en la órbita de la producción.
Al transformar el dinero en mercancías, que luego han de servir de materias para formar un nuevo producto o de factores de un proceso de trabajo; al incorporar a la materialidad muerta de estos factores la fuerza de trabajo viva, el capitalista transforma el valor, el trabajo, pretérito, materializado, muerto, en capital, en valor que se valoriza a sí mismo, en una especie de monstruo animado que rompe a “trabajar” como si encerrarse un alma en su cuerpo.
El proceso de valorización no es más que el mismo proceso de creación de valor prolongado a partir de un determinado punto. Si éste sólo llega hasta el punto en que el valor de la fuerza de trabajo pagada por el capital deja el puesto a un nuevo equivalente, estamos ante un proceso de simple creación de valor. Pero, si el proceso rebasa ese punto , se tratará de un proceso de valorización
III.- LA SUBSUNCION FORMAL Y REAL EN EL CAPITULO VI (INEDITO) EL CAPITAL
Carlos Marx. LIBRO I .CAPITULO VI - INEDITO. Resultados del proceso inmediato de producción Siglo XXI, Editores, México, 2009
[1]2 LA PRODUCCION CAPITALISTA COMO PRODUCCION DE PLUSVALIA
“Pasemos ahora al proceso de valorización.
En lo tocante al valor de cambio se observa de nuevo la diferencia entre la mercancía y el capital implicado en el proceso de valorización.
El valor de cambio del capital que entra al proceso de producción es menor de lo que era el valor de cambio del capital lanzado al mercado, o adelantado (puesto que aquí sólo es el valor de las mercancías que entran como medios de producción en el proceso), esto es, el valor de la parte constante del capital que ingresa como valor al proceso de producción. En lugar del valor de la parte variable del capital tenemos ahora la valorización en cuanto proceso, el trabajo implicado en el acto (actu) de la valorización, el trabajo que se realiza constantemente como valor, pero que pasando también sobre los valores puestos procede a una creación de valores.
En lo que respecta, por de pronto, a la conservación del viejo valor —de la parte de valor de la parte constante— la misma depende de que el valor de los medios de producción que entran al proceso no sea mayor de lo necesario, es decir que en las mercancías de las que aquéllos se componen (por ejemplo las construcciones, la maquinaria, etc.) sólo se haya materializado el tiempo de trabajo socialmente necesario para la finalidad productiva. Incumbe al capitalista, en la compra de estos medios de producción, asegurarse de que tengan como valores de uso (ya como materias primas, ya como máquinas, etc.) la calidad media (average) requerida para la fabricación del producto, o sea que funcionen con la calidad average y no opongan obstáculos extraordinarios al trabajo, al factor vivo (por ejemplo, buena calidad de la materia prima); se incluye también en esto que la maquinaria empleada, etc., no transmita a las mercancías más que el desgaste medio (average déchet), etc. Todo ello atañe al capitalista. Pero la conservación del valor del capital constante depende además de que en lo posible se le consuma productivamente, de que no se le desperdicie, porque de no ser así el producto contendría una parte de trabajo objetivado mayor de la socialmente necesaria. Ello depende, en parte, de los obreros mismos, y aquí es donde comienza la vigilancia del capitalista. (Este lleva a cabo sus designios por medio del trabajo a destajo (tosA: w o rk \descuentos en los salarios). Además, es menester que el trabajo se efectúe ordenadamente, con arreglo a un fin; que la transformación de los medios de producción en productos se realice de manera adecuada; qué el valor de uso que se tiene en vista como finalidad suija realmente como resultado y que lo haga en forma lograda. Aquí reaparece la vigilancia y disciplina del capitalista13 . Por último, es necesario que no se perturbe, no se interrumpa el proceso de producción y que llegue efectivamente hasta el producto en el plazo (lapso) requerido por la naturaleza del proceso de trabajo y las condiciones objetivas del mismo. Esto depende en parte de la continuidad del trabajo, que hace su aparición con la producción capitalista, pero en parte de contingencias exteriores, incontrolables. Cada proceso de producción implica un riesgo para los valores que ingresan en él, un riesgo que, sin embargo, 1) éstos corren aun fuera del proceso de producción y 2) es inherente a todo proceso de producción, no sólo al del capital. (El capital se protege contra el mismo asociándose. El productor directo que trabaja con sus medios de producción propios está expuesto al mismo riesgo. No se trata de algo peculiar al proceso capitalista de producción.
Si en la producción capitalista ese riesgo lo corre el capitalista, ello se debe únicamente a que éste usurpó la propiedad de los medios de producción.)
En lo que respecta a los factores vivos del proceso de valorización, se debe: 1) conservar el valor del capital variable La producción capitalista como producción de plusvalía reintegrándolo, reproduciéndolo, esto es, adicionando a los medios de producción una cantidad de trabajo igual al valor del capital variable o del salario; 2) generar un incremento de su valor, una plusvalía, objetivando en el producto un cuanto de trabajo excedente por encima del contenido en el salario, un cuanto adicional de trabajo.”
La diferencia entre el valor de uso del capital adelantado, o de las mercancías en las que existe el mismo, y la forma del valor de uso del capital en el proceso de trabajo, corresponde a la diferencia entre el valor de cambio del capital adelantado y la aparición del valor de cambio del capital en el proceso de valorización, ya que allí el medio de producción, el capital constante, ingresa al proceso bajo la misma forma de valor de uso que tenía anteriormente la mercancía que lo constituye, mientras que en lugar de los valores de uso, acabados que componen el capital variable, hace su aparición el factor vivo de la fuerza de trabajo, del trabajo real, que se valoriza en nuevos valores de uso, y porque aquí el valor de los medios de producción, del capital constante, entra como tal en el proceso de valorización, mientras que el valor del capital variable no ingresa en el mismo, sino que lo sustituye la actividad creadora de valor, la actividad —existente como proceso de valorización del factor vivo.
A fin de que el tiempo de trabajo del obrero ponga valor proporcionadamente a ai duración, el mismo debe ser tiempo de trabajo socialmente necesario . Esto es, el obrero debe ejecutar en un tiempo determinado el cuanto socialmente normal de trabajo útil, y por ello el capitalista obliga al obrero a que su trabajo alcance cuando menos el grado medio de intensidad conforme a la norma social. Procurará aumentarlo lo más que se pueda por encima de ese mínimo y extraer del obrero, en un tiempo dado, el mayor trabajo posible, puesto que toda intensificación del trabajo superior al grado medio le depara plusvalía. Tratará además de prolongar lo más posible el proceso de trabajo, más allá de los límites en que es necesario trabajar para reponer el valor del capital variable, el salario.
Una vez dada determinada intensidad del proceso de trabajo, el capitalista procurará prolongar lo más posible su duración; dada determinada duración del mismo, se esforzará por aumentar lo más posible su intensidad. El capitalista fuerza al obrero a dar a su trabajo el grado normal y si es posible un grado superior de intensidad y lo fuerza a prolongar lo más posible el proceso de trabajo más allá del tiempo necesario para la reposición del salario.
A causa de este carácter peculiar del proceso capitalista de valorización, la forma real del capital en el proceso productivo —su forma como valor de uso— experimenta también una nueva modificación. En primer luga', los medios de producción deben estar disponibles en una masa suficiente no sólo para absorber el trabajo necesario, sino también el plustrabajo. En segundo término, se modifican la intensidad y duración15 del proceso real de trabajo.
Los medios de producción que emplea el obrero en el proceso real de trabajo son, ciertamente, propiedad del capitalista y en cuanto capital se enfrentan —tal como lo hemos desarrollado anteriormente— al trabajo, que es la manifestación vital misma del obrero. Pero por otra parte es él quien los emplea en su trabajo. En el proceso laboral efectivo el obrero consume los medios de trabajo como vehículo de su trabajo, y el objeto de trabajo como la materia en la cual su trabajo se ofrece a la vista. Precisamente por esto transforma los medios de producción en la forma, adecuada a un fin, del producto. Desde el punto de vista del proceso de valorización, empero, las cosas se presentan diferentemente. No es el obrero quien emplea los medios de producción, son los medios de producción los que emplean al obrero. No es el trabajo vivo el que se realiza en el trabajo material como en su órgano objetivo; es el trabajo material el que se conserva y acrecienta por la succión del trabajo vivo, gracias a lo cual se convierte en un valor que se valoriza, en capital, y funciona como tal. Los medios de producción aparecen ya únicamente como succionadores del mayor cuanto posible de trabajo vivo. Este se presenta tan sólo como el medio de valorización de valores existentes y, por consiguiente, de su capitalización. Y prescindiendo de lo señalado con anterioridad, justamente por ello los medios de producción aparecen de nuevo y éminemment enfrentádos al trabajo vivo como existencia del capital, y ahora precisamente como dominación del trabajo pasado y muerto sobre el trabajo vivo.
Justamente como creador de valor el trabajo vivo se incorpora de manera constante en el proceso de valorización del trabajo objetivado. Como esfuerzo, como gasto de fuerza vital, el trabajo es la actividad personal del obrero. Pero en cuanto creador de valor, implicado en el proceso de su objetivación, el trabajo mismo del obrero es, apenas ingresa al proceso de producción, un modo de existencia del valor del capital, incorporado a éste. Esta fuerza conservadora de valor y creadora de nuevo valor es, en consecuencia, la fuerza del capital y ese proceso se presenta como el proceso de autovalorización del capital o, por mejor decir, del empobrecimiento del obrero, quien el valor creado por él lo produce al mismo tiempo como un valor que le es ajeno.
Sobre la base de la producción capitalista, esta facultad del trabajo objetivado de transformarse en capital, es decir, de transformar los medios de producción en medios de dirección y explotación del trabajo vivo, aparece como algo inherente en sí y para sí a los medios de producción (a los que sobre esa base está ligada potencialmente (óvvápei) como algo inseparable de ellos, y por consiguiente como una cualidad que les correspondía en cuanto cosas, en cuanto valores de uso, en cuanto medios de producción.
Estos se presentan entonces, en sí y para sí, como capital, y el capital, pues -que expresa una relación determinada de producción, una relación social determinada, en cuyo interior los poseedores de las condiciones de producción se enfrentan a la capacidad viva de trabajo— aparece como una cosa, del mismo modo que el valor aparecía como cualidad de una cosa y la determinación económica de la cosa comò mercancía, como su cualidad de cosa; del mismo modo que la forma social que el trabajo recibía en el dinero, se presentaba como cualidades de una cosa. 2) En realidad, la dominación de los capitalistas sobre los obreros es solamente el dominio sobre éstos de las condiciones de trabajo (entre las cuales se cuentan también, a más de las condiciones objetivas del proceso de producción —o sea los medios de producción-, las condiciones objetivas del mantenimiento y de la eficacia de la fuerza de trabajo, es decir los medios de subsistencia), condiciones de trabajo que se han vuelto autónomas, y precisamente frente al obrero.
La producción capitalista como producción de plusvalía no se realiza, empero, sino en el proceso real de producción, que, como hemos visto, esencialmente es proceso de producción de plusvalía - lo que incluye la conservación del antiguo valor—, proceso de autovalorización del capital adelantado.
Las funciones que ejerce el capitalista no son otra cosa que las funciones del capital mismo —del valor que se valoriza succionando trabajo vivo— ejercidas con conciencia y voluntad. El capitalista sólo funciona en cuanto Capital personificado, es el capital en cuanto persona; del mismo modo el obrero funciona únicamente como trabajo personificado, que a él le pertenece como suplicio, como esfuerzo, fiero que pertenece al capitalista como sustancia creadora de riqueza. Ese trabajo, en cuanto tal, se presenta de hecho como un elemento incorporado al capital en el proceso de producción, como su factor vivo, variable. La dominación del capitalista sobre el obrero es por consiguiente la de una cosa sobre el hombre, la del trabajo muerto sobre el trabajo, la del producto sobre el productor, ya que en realidad las mercancías, que se convierten en medios de dominación sobre los obreros (pero sólo como medios de la dominación del Capital mismo), no son sino meros resultados del proceso de producción, los productos del mismo. En la producción matellal, en el verdadero proceso de la vida social —pues esto es el proceso de la producción— se da exactamente la misma relación que en el terreno ideológico se presenta en la religión: la conversión del sujeto en el objeto y viceversa. Considerada históricamente, esta conversión aparece como el momento de transición necesario para imponer por la violencia, y a expensas de la mayoría, la creación de la riqueza en cuanto tal, es decir, forma antitética, así como en un principio el hombre debe atribuir una forma religiosa a sus facultades intelectuales, como poderes independientes que se le enfrentan. Se trata del proceso de enajenación de su propio trabajo. Aquí el obrero está desde un principio en un plano superior al del capitalista, porcuanto este último ha echado raíces en ese proceso de enajenación y encuentra en él su satisfacción absoluta, mientras que por el contrario el obrero, en su condición de víctima del proceso, se halla de entrada en una situación de rebeldía y lo siente como un proceso de avasallamiento. En la medida en que el proceso de producción es al mismo tiempo un proceso real de trabajo y que el capitalista, como supervisor y dirigente de aquél, tiene una función a desempeñar en la producción real, su [467] actividad adopta de hecho un contenido específico, múltiple. Pero el proceso mismo de trabajo se presenta sólo como medio del proceso de valorización, tal como el valor de uso del producto aparece sólo como portador de su valor de cambio.
La autovalorización del capital —la creación de plusvalía— es pues el objetivo determinante, predominante y avasallante del capitalista, el impulso y contenido absoluto de sus acciones; en realidad, no es otra cosa que el afán y la finalidad racionalizados del acaparador. Contenido absolutamente mezquino y abstracto, que desde cierto ángulo hace aparecer al capitalista como sometido exactamente a la misma servidumbre respecto de la relación del capital, aunque también de otra manera, que el polo opuesto, que el obrero .
El proceso de producción es la unidad inmediata entre el proceso de trabajo y el proceso de valorización, tal como su resultado inmediato, la mercancía, es la unidad inmediata entre el valor de uso y el valor de cambio. Pero el proceso de trabajo no es más que un medio del proceso de valorización, proceso que, a su vez, en cuanto tal es esencialmente producción de plusvalía, esto es, proceso de objetivación de trabajo impago. De esta suerte se halla determinado específicamente el carácter global del proceso de producción.
Si consideramos el proceso de producción desde dos puntos de vista diferentes, 1) como proceso de trabajo, 2) como proceso de valorización, ello implica que aquél es tan sólo un proceso de trabajo único, indivisible. No se trabaja dos veces, una para crear un producto utilizable, un valor de uso, para transformar los medios de producción en productos; la otra, para crear valor y plusvalía, para valorizar el valoreo.
“…El proceso de trabajo se convierte en el instrumento del proceso de valorización, ,del proceso de la autovalorización del capital: de la creación de plusvalía. El proceso de trabajo se subsume en el capital (es su propio proceso) y el capitalista se ubica en él como dirigente, conductor; para éste es al mismo tiempo, de manera directa, un proceso de explotación de trabajo ajeno. Es esto a lo que denomino subsuncion formal del trabajo en el capital Es la forma general de todo proceso capitalista de producción, pero es a la vez una forma particularrespecto al modo de producción específicamente capitalista,desarrollado, ya que la última incluye la primera, pero la primera no incluye necesariamente la segunda.
SUBSUNCION FORMAL DEL TRABAJO EN EL CAPITAL
“…La facultad que el trabajo tiene de conservar el valor se presenta como facultad de autoconservación del capital; la facultad del trabajo de generar valor, como facultad de autovalorización del capital, y en conjunto, y por definición, el trabajo objetivado aparece como si utilizara al trabajo vivo. Pese a todo ello, con ese cambio (change) no se ha efectuado a priori una mudanza esencial en la forma y manera real del proceso de trabajo, del proceso real de producción. Por el contrario, está en la naturaleza del caso que la subsuncion del proceso laboral en el capital se opere sobre la base de un proceso laboral preexistente, anterior a esta subsuncion suya en el capital y configurado sobre la base de diversos procesos de producción anteriores y de otras condiciones de producción; el capital se subsume determinado proceso laboral existente, como por ejemplo el trabajo artesanal o el tipo de agricultura correspondiente a la pequeña economía campesina autónoma. Si en estos procesos de trabajo tradicionales que han quedado bajo la dirección del capital se operan modificaciones, las mismas sólo pueden ser consecuencias paulatinas de la previa subsuncion de determinados procesos laborales, tradicionales, en el capital.
“…Es por oposición a esta última (a una modalidad laboral desarrollada ya antes de que surgiera la relación capitalista), que a la subsunción del proceso laboral en el capital, hasta aquí considerada, la denominamos subsunción formal del trabajo en el capital La relación capitalista como relación coercitiva que apunta a arrancar más plustrabajo mediante la prolongación del tiempo de trabajo —una relación coercitiva que no se funda en relaciones personales de dominación y de dependencia, sino que brota simplemente de diversas funciones económicas— es común a ambas modalidades, pero el modo de producción específicamente capitalista conoce empero otras maneras de expoliar la plusvalía. Por el contrario, sobre la base de un modo de trabajo preexistente, o sea de un desarrollo dado de la fuerza productiva del trabajo y de la modalidad laboral correspondiente a esa fuerza productiva, sólo se' puede producir plusvalía recurriendo a la prolongación del tiempo de trabajo, es decir bajo la forma de la plusvalía absoluta. A esta modalidad, como forma única de producir la plusvalía, corresponde pues la subsunción formal del trabajo en el capital49 .
La prolongación de la jornada laboral más allá del punto en que el obrero habría producido tan sólo, un equivalente por el valor de su fuerza de trabajo, y la apropiación de este plustrabajo por el capital; esto es la producción de la plusvalía absoluta. La misma constituye la base general del sistema capitalista y el punto de partida de la producción de la plusvalía relativa. En esta producción la jomada laboral está dividida de antemano en dos partes: el trabajo necesario y el plustrabajo. Para prolongar el plustrabajo, se reduce el trabajo necesario gracias a métodos por cuyo intermedio se produce en menos tiempo el equivalente del salario. La producción de la plusvalía absoluta gira tan sólo en torno a la duración de la jomada laboral; la producción de la plusvalía relativa revoluciona de arriba abajo los procesos técnicos del trabajo y los agrupamientos sociales. La segunda supone por lo tanto un modo de producción específicamente capitalista que, con sus métodos, medios y condiciones no surge y se forma naturalmente si no es sobre la base de la subsunción formal del trabajo en el capital. En lugar de la subsunción formal hace su entrada la subsunción real del trabajo en el capital…”
“…Lo que distingue desde un principio al proceso de trabajo subsumido aunque sólo sea formalmente en el capital —y por lo que va distinguiéndose cada vez más, incluso sobre la base de la vieja modalidad laboral tradicional—, es la escala en que se efectúa; vale decir, por un lado la amplitud de los medios de producción adelantados, y por el otro la cantidad de los obreroa dirigidos por el mismo patrón (employer). Lo que —a título de ejemplo— sobre la base del modo de producción corporativo aparece como máximo (con respecto, supongamos, al número de oficiales), puede apenas constituir un mínimo para la relación capitalista. Esa relación, en efecto, puede resultar puramente nominal allí donde el capitalista no ocupa por lo menos tantos obreros como para que la plusvalía producida por ellos le alcance como renta para su consumo privado y como fondo de acumulación, de tal suerte que quede él libre del trabajo directo y sólo trabaje como capitalista, como supervisor y director del proceso: por así decirlo, que ejerza la función, dotada de voluntad y conciencia, del capital empeñado en su proceso de valorización. Esta ampliación de la escala constituye también la base real sobre la cual se alza el modo de producción específicamente capitalista en condiciones históricas por lo demás favorables, como por ejemplo las del siglo XVI, aunque desde luego puede aparecer de manera esporádica y sin enseñorearse de la sociedad, en puntos aislados, dentro de formas sociales más antiguas.
El carácter distintivo de la subsunción formal del trabajo en el capital se destaca, con la mayor claridad, mediante el cotejo con situaciones en las cuales el capital ya existe desempeñando determinadas funciones subordinadas, pero no aún en su función dominante, determinante de la forma social general, en su condición de comprador directo de trabajo y apropiador directo del proceso de producción. El capital usurario, pongamos por caso, en la medida en que (verbigracia en laIndia) adelanta en forma de dinero a los productores directos materias primas, instrumentos de trabajo o unas y otros, incluso. Los enormes intereses que obtiene; los intereses que, sea cual sea su monto, expolia al productor directo, no constituyen más que otro nombre de la plusvalía. Transforma su dinero en capital, de hecho, arrancándole al productor directo trabajo impago, plustrabajo.
Pero no se inmiscuye en el proceso mismo de la producción, el cual, hoy como ayer, se desenvuelve al margen de él, a la manera tradicional. Medra en parte gracias a la atrofia de este modo de producción, pero en parte es un agente de su atrofia, lo fuerza a seguir vegetando en las condiciones más desfavorables. Aquí aún no se ha realizado la subsunción formal del trabajo en el capital. Otro ejemplo es el del capital comercial, por cuando hace pedidos a una serie de productores directos, reúne luego sus prodqctos y los vende; al actuar de esta suerte puede también adelantarles la materia prima, etc., e incluso dinero. La relación capitalista moderna se ha desarrollado, hasta cierto punto, a partir de esa forma, que aquí y allá sigue constituyendo aún la fase de transición hacia la relación capitalista propiamente dicha. Tampoco en este caso estamos ante una subsunción formal del trabajo en el capital. El productor directo se mantiene siempre como vendedor de mercancías y a la vez como úsuario de su propio trabajo. Con todo, la transición se’presenta más claramente- aquí que en la relación del capital usurario. Ambas formas —sobre las que volveremos ocasionalmente más adelante—52 , se reproducen dentro del modo capitalista de producción como formas secundarias y de transición.
SUBSUNCION REAL DEL TRABAJO EN EL CAPITAL O
MODO DE PRODUCCION ESPECIFICAMENTE CAPITALISTA
En el Cap. III habíamos expuesto pormenorizadamente cómo con la producción de la plusvalía relativa (para el capitalista individual, en la medida en que toma la iniciativa acicateado por la circunstancia de que el valor = al tiempo de trabajo socialmente necesario que se ha objetivado en el producto; estimulado por el hecho de que consiguientemente el valor individual de su producto está por debajo de su valor social y de que, por ende, se le puede vender por encima de su valor individual) se modifica toda la forma real del modo de producción y surge (incluso desde el punto de vista tecnológico) unmodo de producción específicamente capitalista, sobre cuya base y al mismo tiempo que él se desarrollan las relaciones de producción —correspondientes al proceso productivo capitalista— entre los diversos agentes de la producción y en particular entre el capitalista y los asalariados.
Las fuerzas productivas sociales del trabajo, o las fuerzas productivas del trabajo directamente social, socializado (colectivizado) merced a la cooperación,, a la división del trabajo dentro del taller, a la aplicación de la maquinaria y en general a la transformación del proceso productivo en aplicación consciente de las ciencias naturales, mecánica, química, etc., y de la tecnología, etc., con determinados objetivos, así como los trabajos en gran escala correspondientes a todo esto (sólo ese trabajo socializado está en condiciones de emplear en el proceso directo de producción los productos generales del desarrollo humano, como la matemática, etc., así como, por otra parte, el desarrollo de esas ciencias presupone determinado nivel del proceso material de producción); este desarrollo de la fuerza productiva del trabajo objetivado, por oposición a la actividad laboral más o menos aislada de los individuos dispersos, etc., y con él la aplicación de la ciencia -ése producto general del desarrollo social— al proceso inmediato de producción: todo ello se presenta como fuerza productiva del capital, no como fuerza productiva del trabajo, o sólo como fuerza productiva del trabajo en cuanto éste es idéntico al capital, y en todo caso no como fúcrza productiva ni del obrero individual ni de los obreros combinados en el proceso de producción. La mistificación implícita en la relación capitalista en general, se desarrolla ahora mucho más de lo que se había y se hubiera podido desarrollar en el caso de la subsunción puramente formal del trabajo en el capital. Por lo demás, es aquí donde el significado histórico de la producción capitalista surge por primera vez de manera palmaria (de manera específica), precisamente merced a la transformación del proceso inmediato de producción y al desarrollo de las fuerzas productivas sociales del trabajo.
Hemos demostrado (Ch. III) que no sólo “ conceptual” sino “ efectivamente” , lo “ social” , etc., de su trabajo se enfrenta al obrero no sólo como algo ajeno, sino hostil y antagónico, y como algo objetivado y personificado en el capital.
Del mismo modo que se puede considerar la producción de la plusvalía absoluta como expresión material de la subsunción formal del trabajo en el capital, la producción de la plusvalía relativa puédese estimar como la de la subsunción real del trabajo en el capital.
Sea como fuere, las dos formas de la plusvalía, la absoluta y la relativa —si se les quiere considerar a cada una para sí, como existencias separadas (y la plusvalía absoluta precede siempre a la relativa)— corresponden a dos formas separadas de la subsunción del trabajo en el capital, o dos formas de la producción capitalista separadas, de las cuales la primera es siempre precursora de la segunda, aunque la más desarrollada, la segunda, puede constituir a su vez la base para la introducción de la primera en nuevas ramas de la producción.
FICHAJE
“En lo que respecta a los factores vivos del proceso de valorización, se debe: 1) conservar el valor del capital variable La producción capitalista como producción de plusvalía reintegrándolo, reproduciéndolo, esto es, adicionando a los medios de producción una cantidad de trabajo igual al valor del capital variable o del salario; 2) generar un incremento de su valor, una plusvalía, objetivando en el producto un cuanto de trabajo excedente por encima del contenido en el salario, un cuanto adicional de trabajo.”
Ficha 1
“A fin de que el tiempo de trabajo del obrero ponga valor proporcionadamente a su duración, el mismo debe ser tiempo de trabajo socialmente necesario . Esto es, el obrero debe ejecutar en un tiempo determinado el cuanto socialmente normal de trabajo útil, y por ello el capitalista obliga al obrero a que su trabajo alcance cuando menos el grado medio de intensidad conforme a la norma social. Procurará aumentarlo lo más que se pueda por encima de ese mínimo y extraer del obrero, en un tiempo dado, el mayor trabajo posible, puesto que toda intensificación del trabajo superior al grado medio le depara plusvalía. Tratará además de prolongar lo más posible el proceso de trabajo, más allá de los límites en que es necesario trabajar para reponer el valor del capital variable, el salario.
Una vez dada determinada intensidad del proceso de trabajo, el capitalista procurará prolongar lo más posible su duración; dada determinada duración del mismo, se esforzará por aumentar lo más posible su intensidad. El capitalista fuerza al obrero a dar a su trabajo el grado normal y si es posible un grado superior de intensidad y lo fuerza a prolongar lo más posible el proceso de trabajo más allá del tiempo necesario para la reposición del salario”.
Ficha 2
“…Esta fuerza conservadora de valor y creadora de nuevo valor es, en consecuencia, la fuerza del capital y ese proceso se presenta como el proceso de autovalorización del capital o, por mejor decir, del empobrecimiento del obrero, quien el valor creado por él lo produce al mismo tiempo como un valor que le es ajeno.
Sobre la base de la producción capitalista, esta facultad del trabajo objetivado de transformarse en capital, es decir, de transformar los medios de producción en medios de dirección y explotación del trabajo vivo, aparece como algo inherente en sí y para sí a los medios de producción (a los que sobre esa base está ligada potencialmente (óvvápei) como algo inseparable de ellos, y por consiguiente como una cualidad que les correspondía en cuanto cosas, en cuanto valores de uso, en cuanto medios de producción.
Estos se presentan entonces, en sí y para sí, como capital, y el capital, pues -que expresa una relación determinada de producción, una relación social determinada, en cuyo interior los poseedores de las condiciones de producción se enfrentan a la capacidad viva de trabajo— aparece como una cosa, del mismo modo que el valor aparecía como cualidad de una cosa y la determinación económica de la cosa comò mercancía, como su cualidad de cosa; del mismo modo que la forma social que el trabajo recibía en el dinero, se presentaba como cualidades de una cosa.
Ficha 3
“La producción capitalista como producción de plusvalía no se realiza, empero, sino en el proceso real de producción, que, como hemos visto, esencialmente es proceso de producción de plusvalía - lo que incluye la conservación del antiguo valor—, proceso de autovalorización del capital adelantado.
Las funciones que ejerce el capitalista no son otra cosa que las funciones del capital mismo —del valor que se valoriza succionando trabajo vivo— ejercidas con conciencia y voluntad. El capitalista sólo funciona en cuanto Capital personificado, es el capital en cuanto persona; del mismo modo el obrero funciona únicamente como trabajo personificado, que a él le pertenece como suplicio, como esfuerzo, fiero que pertenece al capitalista como sustancia creadora de riqueza…”
Ficha 4
“ La dominación del capitalista sobre el obrero es por consiguiente la de una cosa sobre el hombre, la del trabajo muerto sobre el trabajo, la del producto sobre el productor, ya que en realidad las mercancías, que se convierten en medios de dominación sobre los obreros (pero sólo como medios de la dominación del Capital mismo), no son sino meros resultados del proceso de producción, los productos del mismo. En la producción matellal, en el verdadero proceso de la vida social —pues esto es el proceso de la producción— se da exactamente la misma relación que en el terreno ideológico se presenta en la religión: la conversión del sujeto en el objeto y viceversa…”
Ficha 5
“…Considerada históricamente, esta conversión aparece como el momento de transición necesario para imponer por la violencia, y a expensas de la mayoría, la creación de la riqueza en cuanto tal, es decir, forma antitética, así como en un principio el hombre debe atribuir una forma religiosa a sus facultades intelectuales, como poderes independientes que se le enfrentan. Se trata del proceso de enajenación de su propio trabajo. Aquí el obrero está desde un principio en un plano superior al del capitalista, por cuanto este último ha echado raíces en ese proceso de enajenación y encuentra en él su satisfacción absoluta, mientras que por el contrario el obrero, en su condición de víctima del proceso, se halla de entrada en una situación de rebeldía y lo siente como un proceso de avasallamiento…”
Ficha 6
“ La autovalorización del capital —la creación de plusvalía— es pues el objetivo determinante, predominante y avasallante del capitalista, el impulso y contenido absoluto de sus acciones; en realidad, no es otra cosa que el afán y la finalidad racionalizados del acaparador. Contenido absolutamente mezquino y abstracto, que desde cierto ángulo hace aparecer al capitalista como sometido exactamente a la misma servidumbre respecto de la relación del capital, aunque también de otra manera, que el polo opuesto, que el obrero .
El proceso de producción es la unidad inmediata entre el proceso de trabajo y el proceso de valorización, tal como su resultado inmediato, la mercancía, es la unidad inmediata entre el valor de uso y el valor de cambio. Pero el proceso de trabajo no es más que un medio del proceso de valorización, proceso que, a su vez, en cuanto tal es esencialmente producción de plusvalía, esto es, proceso de objetivación de trabajo impago. De esta suerte se halla determinado específicamente el carácter global del proceso de producción.”
Ficha 7
“Si consideramos el proceso de producción desde dos puntos de vista diferentes, 1) como proceso de trabajo, 2) como proceso de valorización, ello implica que aquél es tan sólo un proceso de trabajo único, indivisible. No se trabaja dos veces, una para crear un producto utilizable, un valor de uso, para transformar los medios de producción en productos; la otra, para crear valor y plusvalía, para valorizar el valoreo.
“…El proceso de trabajo se convierte en el instrumento del proceso de valorización, ,del proceso de la autovalorización del capital: de la creación de plusvalía. El proceso de trabajo se subsume en el capital (es su propio proceso) y el capitalista se ubica en él como dirigente, conductor; para éste es al mismo tiempo, de manera directa, un proceso de explotación de trabajo ajeno. Es esto a lo que denomino subsuncion formal del trabajo en el capital…”
Ficha 8
“…La facultad que el trabajo tiene de conservar el valor se presenta como facultad de autoconservación del capital; la facultad del trabajo de generar valor, como facultad de autovalorización del capital, y en conjunto, y por definición, el trabajo objetivado aparece como si utilizara al trabajo vivo. Pese a todo ello, con ese cambio (change) no se ha efectuado a priori una mudanza esencial en la forma y manera real del proceso de trabajo, del proceso real de producción. Por el contrario, está en la naturaleza del caso que la subsuncion del proceso laboral en el capital se opere sobre la base de un proceso laboral preexistente, anterior a esta subsuncion suya en el capital y configurado sobre la base de diversos procesos de producción anteriores y de otras condiciones de producción; el capital se subsume determinado proceso laboral existente, como por ejemplo el trabajo artesanal o el tipo de agricultura correspondiente a la pequeña economía campesina autónoma. Si en estos procesos de trabajo tradicionales que han quedado bajo la dirección del capital se operan modificaciones, las mismas sólo pueden ser consecuencias paulatinas de la previa subsuncion de determinados procesos laborales, tradicionales, en el capital.”
Ficha 8
“…Por el contrario, sobre la base de un modo de trabajo preexistente, o sea de un desarrollo dado de la fuerza productiva del trabajo y de la modalidad laboral correspondiente a esa fuerza productiva, sólo se' puede producir plusvalía recurriendo a la prolongación del tiempo de trabajo, es decir bajo la forma de la plusvalía absoluta. A esta modalidad, como forma única de producir la plusvalía, corresponde pues la subsunción formal del trabajo en el capital
La prolongación de la jornada laboral más allá del punto en que el obrero habría producido tan sólo, un equivalente por el valor de su fuerza de trabajo, y la apropiación de este plustrabajo por el capital; esto es la producción de la plusvalía absoluta. La misma constituye la base general del sistema capitalista y el punto de partida de la producción de la plusvalía relativa. En esta producción la jomada laboral está dividida de antemano en dos partes: el trabajo necesario y el plustrabajo.
Para prolongar el plustrabajo, se reduce el trabajo necesario gracias a métodos por cuyo intermedio se produce en menos tiempo el equivalente del salario. La producción de la plusvalía absoluta gira tan sólo en torno a la duración de la jomada laboral; la producción de la plusvalía relativa revoluciona de arriba abajo los procesos técnicos del trabajo y los agrupamientos sociales. La segunda supone por lo tanto un modo de producción específicamente capitalista que, con sus métodos, medios y condiciones no surge y se forma naturalmente si no es sobre la base de la subsunción formal del trabajo en el capital. En lugar de la subsunción formal hace su entrada la subsunción real del trabajo en el capital.
Ficha 9
“…todo ello se presenta como fuerza productiva del capital, no como fuerza productiva del trabajo, o sólo como fuerza productiva del trabajo en cuanto éste es idéntico al capital, y en todo caso no como fuerza productiva ni del obrero individual ni de los obreros combinados en el proceso de producción. La mistificación implícita en la relación capitalista en general, se desarrolla ahora mucho más de lo que se había y se hubiera podido desarrollar en el caso de la subsunción puramente formal del trabajo en el capital. Por lo demás, es aquí donde el significado histórico de la producción capitalista surge por primera vez de manera palmaria (de manera específica), precisamente merced a la transformación del proceso inmediato de producción y al desarrollo de las fuerzas productivas sociales del trabajo.
Ficha 10
Hemos demostrado (Ch. III) que no sólo “ conceptual” sino “ efectivamente” , lo “ social” , etc., de su trabajo se enfrenta al obrero no sólo como algo ajeno, sino hostil y antagónico, y como algo objetivado y personificado en el capital.
Del mismo modo que se puede considerar la producción de la plusvalía absoluta como expresión material de la subsunción formal del trabajo en el capital, la producción de la plusvalía relativa puédase estimar como la de la subsunción real del trabajo en el capital.
Sea como fuere, las dos formas de la plusvalía, la absoluta y la relativa —si se les quiere considerar a cada una para sí, como existencias separadas (y la plusvalía absoluta precede siempre a la relativa)— corresponden a dos formas separadas de la subsunción del trabajo en el capital, o dos formas de la producción capitalista separadas, de las cuales la primera es siempre precursora de la segunda, aunque la más desarrollada, la segunda, puede constituir a su vez la base para la introducción de la primera en nuevas ramas de la producción.”
RESUMEN INTERPRETATIVO
En el Capítulo VI Inédito de El Capital, Marx reitera aspectos tratados en los Manuscritos Económicos-filosóficos de 1844, en lo relativo a la enajenación del trabajo y la cosificación de las relaciones sociales, ubicando la subsunción como una profundización de dicho proceso:
Su trabajo se enfrenta al obrero no sólo como algo ajeno, sino hostil y antagónico, y como algo objetivado y personificado en el capital. Los poseedores de las condiciones de producción se enfrentan a la capacidad viva de trabajo— aparece como una cosa, del mismo modo que el valor aparecía como cualidad de una cosa y la determinación económica de la cosa como mercancía, como su cualidad de cosa.
Se trata del proceso de enajenación de su propio trabajo. Aquí el obrero está desde un principio en un plano de supeditación al capitalista, por cuanto este último ha echado raíces en ese proceso de enajenación y encuentra en él su satisfacción absoluta, mientras que por el contrario el obrero, en su condición de víctima del proceso, se halla de entrada en una situación de rebeldía y lo siente como un proceso de avasallamiento
La facultad que el trabajo tiene de conservar el valor se presenta como facultad de autoconservación del capital; la facultad del trabajo de generar valor, como facultad de autovalorización del capital, y en conjunto, y por definición, el trabajo objetivado aparece como si utilizara al trabajo vivo.
El proceso de valorización del capital, busca generar un incremento de su valor, una plusvalía, objetivando en el producto un cuanto de trabajo excedente por encima del contenido en el salario, un cuanto adicional de trabajo.
El capitalista obliga al obrero a que su trabajo alcance cuando menos el grado medio de intensidad conforme a la norma social. Procurará aumentarlo lo más que se pueda por encima de ese mínimo y extraer del obrero, en un tiempo dado, el mayor trabajo posible, puesto que toda intensificación del trabajo superior al grado medio le depara plusvalía.
El proceso de trabajo se convierte en el instrumento del proceso de valorización,del proceso de la autovalorización del capital: de la creación de plusvalía. El proceso de trabajo se subsume en el capital,es su propio proceso.
La autovalorización del capital —la creación de plusvalía— es pues el objetivo determinante, predominante y avasallante del capitalista, el impulso y contenido absoluto de sus acciones; en realidad, no es otra cosa que el afán y la finalidad racionalizados del acaparador. Contenido absolutamente mezquino y abstracto.
Sólo se' puede producir plusvalía recurriendo a la prolongación del tiempo de trabajo, es decir bajo la forma de la plusvalía absoluta. A esta modalidad, como forma única de producir la plusvalía, corresponde pues la subsunción formal del trabajo en el capital.
La subsunción real supone un modo de producción específicamente capitalista que, con sus métodos, medios y condiciones no surge y se forma naturalmente si no es sobre la base de la subsunción formal del trabajo en el capital. En lugar de la subsunción formal hace su entrada la subsunción real del trabajo en el capital.
Se puede considerar la producción de la plusvalía absoluta como expresión material de la subsunción formal del trabajo en el capital, la producción de la plusvalía relativa puédase estimar como la de la subsunción real del trabajo en el capital.
La segunda supone por lo tanto un modo de producción específicamente capitalista que, con sus métodos, medios y condiciones no surge y se forma naturalmente si no es sobre la base de la subsunción formal del trabajo en el capital. En lugar de la subsunción formal hace su entrada la subsunción real del trabajo en el capital.
La mistificación implícita en la relación capitalista en general, se desarrolla ahora mucho más de lo que se había y se hubiera podido desarrollar en el caso de la subsunción puramente formal del trabajo en el capital.
IV.- LA PERTINENCIA DE ESTA PROBLEMÁTICA EN LA ACTUAL COYUNTURA HISTORICA Y SU CONCRECION EN LA EXPERIENCIA DE CVG-ALCASA
Para finalizar este tercer avance del proceso investigativo, vamos a plantear algunos criterios que responden a las observaciones críticas de algunos compañeros que ven este esfuerzo investigativo como separado de las tareas ideológicas del día a día o sin filo político en la actual coyuntura, subestimando su pertinencia por tener supuestamente sesgos teoricistas o librescos.
Por eso he creído oportuno, reseñar documentalmente algunos materiales donde está registrada la conexión entre estas reflexiones teóricas sobre la crítica de la economía política y experiencias concretas como la que vivimos en la CVG y las empresas del aluminio en los años 2005-2007, donde no se trató de un proceso académico universitario (el cual tampoco subestimamos) sino un esfuerzo para empujar cambios en las relaciones de producción en fábricas concretas, enfrentando obstáculos de distintas naturaleza: sindicatos corporativos y economicistas, tecnocracia institucionalizada, carteles de todo tipo, prácticas clientelares y politiqueras, campañas de distorsiones informativas a través de periodistas y medios tarifados. Igualmente, enfrentamos una herencia de empleos precarios y terciarizados, los cuales se sumaban al conglomerado de sujetos involucrados en un despiadado proceso de explotación, verbigracia, celdas I y celdas II de CVG-Alcasa.
Siendo presidente de CVG-Alcasa y director principal de Venalum y Bauxilum, empresas con miles de trabajadores(as) en su seno, libramos una batalla campal contra la tecnocracia y el despotismo de fábrica que concreta en dichos espacios la subsunción del trabajo al capital.
Particularmente en CVG-Alcasa, tuvimos la oportunidad de llegar al corazón del asunto, poniendo en discusión las concepciones burguesas sobre productividad que responden a la lógica del capital y que se materializan en los puestos de trabajo como “prácticas operativas” diseñadas por la Reynold hace más de unas cuantas décadas, bajo un enfoque taylorista.
Orientado por las premisas marxistas que impugnan la valorización del capital y cuestionan la enajenación del trabajo como hemos visto en este avance, nos planteamos “humanizar el trabajo” reduciendo la jornada, modificando la normas de rendimiento, asumiendo la dirección consciente de la producción, planificando democráticamente y colectivizando la gestión a través del Consejo de Fábrica y el Control Obrero, elección directa de la gerencia y de las mesas de trabajo en las diversas plantas, reconocimiento de las pasivos laborales y deudas.
Existen testimonios y soportes documentales donde quedó registrada tal experiencia: 11 ensayos publicados, reseñas periodísticas, actas de la Junta Directiva de la empresa donde presentamos la mayor parte de los temas en discusión.
En una perspectiva descalificadora, los operadores políticos e ideológicos utilizados por la dominación, acusan la experiencia de CVG-Alcasa de “fracasada”. No es esta la ocasión de hacer un balance integral de tal experiencia y sólo la traemos a colación para resaltar que lo que nos planteamos y llevamos adelante entonces, teóricamente, se inspiró en las lecturas y elaboraciones del marxismo crítico, sin cuyo referencia hubiésemos seguido el tradicional esquema reproductor de la dominación, es decir, en nombre del socialismo o de la revolución bolivariana serviríamos de agentes propulsores de la subsunción del trabajo al capital.
La reseña que continuación presentamos evidencian lo que estamos afirmando y la evaluación comparativa puede permitir estimar el alcance de esa batalla ideológica, siendo para nosotros una experiencia concluyente: no hay ni habrá socialismo con explotación del trabajo.
No llegaríamos a la raíz ideológica que explica el fracaso del “socialismo real”( URSS, China, Vietnam, Cuba) si no comprendemos como en dichas experiencias no se pasó del CAPITALISMO DE ESTADO, legitimando la vigencia de la teoría del Valor-trabajo en la transición, supeditándose al fetichismo de la mercancía, perpetuando la enajenación del trabajo, tal como lo vamos a estudiar a lo largo de los talleres-seminarios de este programa investigativo y en tal sentido, está plenamente justificado la investigación y debate en torno a cuales son las características del socialismo estamos reivindicando en la actual coyuntura histórica.
A continuación sometemos a la lectura crítica varios artículos que recogen la reflexión sobre dicha problemática.
Carlos Lanz Rodriguez “Proceso inmediato de producción y autonomia obrera. “ A propósito de la crítica marxista de la economía política.
(http://www.aporrea.org/ideologia/a30757.html. Publicado 15/02/2007)
“Presentación
En los actuales momentos el proceso cogestionario de CVG-ALCASA se ha convertido en una referencia inexcusable en torno al debate sobre la transición socialista, concebida como cambio en las relaciones de producción capitalista.
Los últimos acontecimientos ocurrido en las empresas básicas del sector aluminio referido a las evaluaciones por mérito, (donde de nuevo CVG-ALCASA marca el rumbo guiada por principios de justicia social), pone en evidencia los diversos enfoques e intereses clasistas que están presentes no sólo en nuestras empresas, sino en la CVG,en el MIBAM y el conjunto del gobierno nacional.
Contribuir a esclarecer las posiciones en juego, es una tarea de primer orden en la batalla de ideas que apuntan hacia la construcción del socialismo.
Por ello hemos elaborado este nuevo ensayo donde compilamos diversos materiales atinentes al proceso inmediato de producción capitalista y la autonomía obrera. En este proceso, se concreta la explotación como combinación de la valorización ( extorsión de la plusvalía ) y el proceso de trabajo.
Estas precisiones ideológicas han estado presentes en todo el proceso de elaboración y reconstrucción teórica de la experiencia cogestionaria de CVG-ALCASA acudiendo a la memoria histórica como un eslabón esencial de nuestras posiciones, no sólo por razones de honestidad intelectual y transparencia, sino por la coherencia de nuestro compromiso con la causa de los oprimidos y explotados. El lector podrá comprobar que estas no son poses de última hora, sino que al reciclar “viejos papeles” queremos que se comprenda que son ideas y prácticas donde se nos ha ido la vida por defender los intereses estratégico de los trabajadores, ya sea como guerrillero, prisionero político o como coordinador de proyectos educativos y productivos en el gobierno bolivariano. Son testimonios y documentos que han soportado la prueba de la historia, porque después de décadas su contenido sigue vigente en la actual coyuntura.
Es así como se hace comprensible nuestra postura desde la primera asamblea realizada en el portón de la empresa ha mediado de febrero del 2005,donde ante una nutrida asistencia de trabajadores, esbozamos los planteamientos que serían un norte en nuestra ejecutoria en los dos años que tenemos acompañando este proceso en CVG-ALCASA:
1.- No se me designó en el cargo que ostento para intensificar la explotación de los trabajadores, colocando la responsabilidad de la crisis de la empresa sobre sus espaldas, bajo el falso argumento de que no le puede aumentar los salarios, ni honrar compromisos contractuales, deudas y pasivos laborales, porque se va “quebrar” la planta. Al contrario, hemos sostenido que es la fuerza viva del trabajo el que genera riqueza, agrega valor, no la máquina, ni la tecnocracia No es por casualidad, que toda la lógica del capital consiste en expoliar el trabajo.
2.- Tales puntos de vistas se inscriben en la crítica de la teoría del Valor-trabajo de factura marxista, donde se señala con claridad que ningún patrono o empresario—sea privado o público -- paga de manera igualitaria y equitativa el valor real de la fuerza de trabajo, sino que en toda jornada de trabajo en el régimen de producción capitalista, se genera una cuota de trabajo excedente no pagado, el cual se conoce en la literatura marxista como plusvalía, plustrabajo, siendo la génesis de la acumulación de capital
3.-En tal sentido, asumimos que cancelar pasivos y deudas, incrementar el monto de las evaluaciones o el salario, no es sólo un acto de justicia social, no escamotear las reivindicaciones de los trabajadores no es sólo un acto solidario, promover la humanización del trabajo impulsando la reducción de la jornada laboral no es pura filantropía, sino que son planteamientos asumidos desde ese entonces, como una manera de atacar la explotación y paliar la desvalorización del salario de los trabajadores alcasianos.
4.- Esta posición de principio, ha tenido como consecuencia una permanente contradicción entre la lógica instaurada en nuestras empresas básicas en el marco del capitalismo de Estado y el nuevo paradigma que se asienta en la emancipación del trabajo. Este es un conflicto rampante que aparece de coyuntura en coyuntura, cuyo impacto depende de las relaciones de fuerza y de los escenarios concretos. Así por ejemplo, podemos reseñar una confrontación con las posturas tecnocráticas que han predominado en algunas instancias de CVG, donde se penaliza al trabajo como causal de quiebra de la empresa. Por ejemplo, en la discusión del presupuesto del año 2005, con la presencia del ministro del MIBAM y Presidente de la CVG, Víctor Álvarez, acompañado de todos los presidentes de las empresas tuteladas, el salón de sesiones de Macagua fue escenario de una clara divergencia con la tecnocracia que responde a la lógica del capital, cuando sus voceros sostuvieron que el origen de la crisis de CVG-ALCASA consiste en el número de trabajadores que tiene la empresa y los gastos asociados. Argumentando estándares internacionales o modelos como el de Noruega, se propuso de una manera velada la reducción de personal al estilo de la reconversión de SIDOR, lo cual en el caso concreto de la empresa implicaría dejar cesante a más de 1.900 trabajadores, porque según este enfoque ALCASA debe emplear sólo 1.100 de los 3.000 trabajadores que tenemos.
Partiendo de las premisas básicas de la Ley del Valor-trabajo enfrentamos tal postura propia del capitalismo salvaje. Si se reduce la cantidad de trabajadores empleados merma la masa de plusvalía ya que como hemos señalado anteriormente, sólo la fuerza de trabajo agrega nuevo valor. El trabajo cristalizado en maquinarias y equipos sólo transmiten su valor como trabajo muerto, trabajo pretérito La expulsión del trabajo vivo de la producción bloquea la valorización y conduce a la caída tendencial de las ganancias, al modificarse la composición orgánica del capital. tal como lo veremos más adelante en este ensayo,al examinar las causas de la crisis capitalistas. Esta es una de la contradicciones inmanente del régimen de producción capitalista, donde el progreso técnico que ahorra mano de obra y reduce el empleo, conduce a bajar la cuota de ganancia, no quedándole otra salida al capital que incrementar la explotación buscando obtener más plusvalía o trabajo no pagado y desvalorizar el salario.
En un ambiente gobernado por la racionalidad capitalista, nuestros argumentos sonaron como fuera de lugar, los tecnócratas se escandalizaron y casi les da un infarto, y hasta llegarían a pensar “ este es un loco de carretera”, sólo que el ministro Víctor Álvarez, como economista marxista, conocía los fundamentos de los cuales estábamos partiendo y en tal sentido, apoyó nuestras posiciones, frenando cualquier medida de reducción de personal.
En el fondo el referido episodio lo que evidencia es una de las contradicciones más importantes de la transición socialista en la CVG:
•Las empresas básicas están gobernada por la lógica del capital, desde su definición jurídica como sociedad o compañía anónima que se rige por el código de comercio, hasta el proceso de trabajo subsumido (subsunción real según el Capitulo VI Inédito del El CAPITAL ) en la valorización o dicho de otra manera, la producción se guía por los valores de cambio, por la ganancia y el lucro que tiene como base la extorsión del trabajo.
•El nuevo modelo productivo, rumbo al socialismo, no se ha desarrollado y es embrionaria la conciencia y la práctica que se orienta por los valores de uso, por la satisfacción de las necesidades y la liberación de los trabajadores.
•La poca claridad sobre esta problemática, es un déficit ideológico que amenaza la profundización del proceso de cambio y en el caso específico de CVG, PDVSA y otras empresas del Estado, es una tarea urgente a realizar
En tal sentido, tienen pertinencia las siguientes interrogantes:
¿Puede construirse el socialismo perpetuando la explotación del trabajo y la desvalorización del salario?
¿En la transición los cambios de reducen a la esfera de la circulación y distribución, repartiendo la renta o el excedente, sin tocar el proceso inmediato de producción?
La respuestas a tales interrogantes en el seno de los revolucionarios implica búsquedas y desafíos que rompen con el economicismo y la tecnocracia.
Al interior del movimiento revolucionario mundial el debate ha estado matizado por el rescate de ciertas lecturas e interpretaciones que superan la vieja diferencia entre el Marx científico y el Marx utópico, el contraste entre el joven Marx y el Marx Maduro.
Carlos Lanz Rodriguez “¿Cuál socialismo?”
(http://www.aporrea.org/ideologia/a28753.html 26/12/2006.)
En la actual coyuntura que vive proceso bolivariano se viene generando un clima de debate y reflexión en torno al socialismo, proceso éste donde se comienza a presentar las diversas concepciones, teorías, experiencias, sueños y esperanzas, en torno al cambio revolucionario.
Se trata de un debate inconcluso en el seno de los revolucionarios no sólo en Venezuela sino en todo el mundo, el cual ha cobrado fuerza en diversos momentos y ha producido montones de artículos, textos, sin dejar de dejar de señalar la ola de sanciones, expulsiones, excomuniones y otros expedientes propios de la burocracia partidista que silenció cualquier discrepancia con el dogma oficial del momento. Esto es harto conocido y puede rastrearse documentalmente en las historias de las Internacionales Comunistas o trotskistas, y en los diversos agrupamiento consulares en los que se dividió la izquierda mundialmente ( pro-soviéticos siguiendo los Manuales de la Academia de Ciencia de la URSS, pro-chinos con el pensamiento Mao Tse Tung, pro-albaneses seguidores de Henver Hoxha, pro-coreanos adoradores del Kim il Sung, pro-libios fanáticos del “libro verde” de Cadhafi )
Esta rápida evocación de una parte del proceso de copia y calco de aquella época, nos señala la inmensa responsabilidad intelectual que demanda el debate actual: la cuestión del socialismo no se puede simplificar ni banalizar, así como tampoco debemos reproducir el dogmatismo-empirismo.
En relación a esta última pareja epistemológica, también podemos señalar por experiencia que la simple repetición de recetas y categorías aplicadas mecánicamente y su combinación con el tareismo no puede conducir sino al fracaso, unas premisas no contextualizadas históricamente amarradas con una práctica ciega, conduce al oportunismo ideológico.
Aquí puedo testimoniar (después de varias décadas de militancia comprometida) como grupos e individualidades super radicalizados en la repetición de esquemas y recetas, esterilizados en el pensamiento y en la acción, terminan saltando la tranquera o adaptándose al momento por realismo político.
Superar el dogmatismo no es una cuestión sencilla, sobre todo si el proceso formativo es manualesco. En mi caso, la formación como militante comunista se centró en las lecturas de textos de autores inspirados en el marxismo soviético, en consecuencia como revolucionario estuve durante mucho tiempo bajo la influencia de un tipo de interpretación sesgada de Marx.
Cuando tuve la ocasión de estudiar sistemáticamente la obra de Marx, básicamente en los 8 años de prisión en el Cuartel San Carlos en la década del 70, pude comprobar que la Economía Política de Nikitin, por ejemplo, era una determinada manera de entender los aportes del marxismo por parte de los rusos, donde estaban ausentes varios trabajos de Marx considerados como no “científicos”, “obras juveniles”, entre ellos los Manuscritos Económicos- Filosóficos de 1844, los Grudrisse, el Capítulo VI Inédito de El Capital, entre otros.. Precisamente, se trataba de aquellos escritos donde Marx desarrolla la crítica de la economía política desde una perspectiva humanista, condenando la explotación del trabajo desde el proceso inmediato de producción. Esta última lectura de Marx no permite justificar en su nombre la adopción de un “modelo de acumulación socialista”, ni la aplicación de la Ley del Valor-Trabajo en la construcción de la nueva sociedad, muchos menos pudiese justificar un concepto de productividad de base taylorista, tal como lo desarrollaron los soviéticos.
En esa dirección, particular importancia posee las investigaciones planteadas sobre el CAPITULO VI INEDITO DE EL CAPITAL, donde el Marx definido como “maduro” reitera la crítica a la enajenación del trabajo, condena la sumisión del trabajo al capital a partir del proceso inmediato de producción, reivindica el humanismo y la subjetividad del trabajo como emancipación, tal como lo había sostenido en sus escritos llamados de “juventud”, como son los Manuscritos Económicos-Filosóficos de 1844 y otros trabajos.
Algún lector no consustanciado con tales referencias bibliográficas ni con sus implicaciones en la construcción socialista, puede pensar que se trata de una problemática teoricista, propia de académicos.
Sostengo que este es un nudo crítico de cualquier cambio revolucionario, es decir, definir estos aspectos de lecturas es básico en la superación del capitalismo. Los soviéticos no sólo fracasaron por las prácticas burocráticas del partido, sino porque reprodujeron la lógica de la acumulación capitalista en una óptica economicista y tecnocrática: no eliminaron la extorsión del trabajo, aplicaron los desarrollos científico técnico sin crítica, adoptaron el taylorismo bautizado para la época como“stajonismo”.
Esta reflexión no es gratuita porque en Venezuela hay grupos e individualidades identificadas con el marxismo soviético que quieren un “socialismo científico” fundado en el desarrollo de las fuerzas productivas, en la aplicación de la ciencia y la tecnología sin discusión, en la perpetuación de la división social del trabajo.
El aspecto dilemático del socialismo como negación del capitalismo, es la superación de la Ley del Valor, como teoría y práctica de la explotación del trabajo, hoy por hoy la clave es eliminar la enajenación del obrero que vive las consecuencias de la fragmentación de la tarea.
De allí, la urgencia de responder las siguientes 5 preguntas:
1.- ¿Puede construirse el socialismo manteniendo la contradicción entre el proceso de trabajo y la valorización o aceptando la primacía del valor de cambio por encima del valor de uso?
2.- ¿Puede construirse el socialismo sin poner en discusión la obtención de plusvalía, el pillaje legalizado del plustrabajo, trabajo excedente o trabajo no pagado al obrero ?.
3.- ¿Puede construirse el socialismo aceptando los paradigmas industriales propios del capitalismo, como son el taylorismo, el fordismo o el neofordismo?
4.- ¿Puede construirse el socialismo partiendo de la concepción de la productividad del trabajo que se fundamenta en la parcelación del saber y de la tarea, es decir, en la profundización de la separación entre el trabajo intelectual y el trabajo manual del obrero?
5.- ¿De qué socialismo estamos hablando? ¿Capitalismo de Estado?
Esta son interrogantes que demandan respuestas por parte de los revolucionarios que creemos en el socialismo. No responderlas es reproducir la vieja conseja gatopardiana: CAMBIAR PARA QUE NADA CAMBIE.
Carlos Lanz Rodriguez. “ ¿Puede construirse el socialismo perpetuando la enajenación del trabajo? “(http://www.aporrea.org/ideologia/a33696.html. Publicado 23/04/ 2007)
Cuando uno se pregunta sobre el origen de la riqueza en el régimen de producción capitalista, nos encontramos con diversas respuestas que corresponden a variados paradigmas e intereses en juego.
En tal sentido, podemos ejemplificar estas respuestas en el siguiente orden:
• Los apologistas y agentes ideológicos del capital, legitimando la apropiación privada del trabajo social, le dan a la ganancia este origen:
1.- Se trata del esfuerzo de los emprendedores, los cuales ahorrando y trabajando duro logran acumular riqueza.
2.- También se argumenta que la ganancia es un premio a la habilidad comercial, al cálculo y la astucia gerencial del capitalista.
3.- Por otro lado, para la tecnocracia la ganancia surge de una combinación técnica de factores productivos, utilizados eficaz y eficientemente: maquinaria, equipos y recursos humanos.
4.- Y finalmente, está la perspectiva de la crítica de la economía política marxista, donde se señala que el origen de la ganancia tiene su origen en la plusvalía o trabajo no pagado, es decir, la acumulación del capital se fundamenta en la explotación del trabajo.
Colocar la génesis de la ganancia en la explotación del trabajo, requiere romper con el sentido común, lo que en el terreno epistemológico hace obligante trascender la apariencia y no dejarse atrapar con el cuento de que se trata de una especie de remuneración al riesgo y al esfuerzo creador del capitalista, tal como se sugiere en el primer enfoque reseñado.
Las implicaciones de esta ruptura cognitiva, en otros trabajos (“Proceso inmediato de producción y autonomía obrera”) lo hemos caracterizado de la siguiente manera:
“Para Marx todo del proceso que examinamos anteriormente está cruzado por un velo apariencial, siendo en tal sentido una realidad que no es evidente a simple vista, no es transparente a la percepción sensorial. Así encontramos el enmascaramiento de un conjunto de relaciones: entre la extorsión del trabajo y el salario, entre la plusvalía y la ganancia, entre la ganancia y el interés. Tales encubrimientos nublan el tejido social e histórico de las relaciones de producción capitalista.”
Este proceso de "mistificación" del capital tiene que ver con la supeditación del análisis a la esfera de la circulación, de la distribución y el intercambio
En esa dirección, hemos reivindicado el trabajo no como un factor indistinto de producción, sino ubicando a la fuerza de trabajo o trabajo vivo como la fuente real de la creación de nuevo valor y de igual manera planteando su liberación, lo que hace inexcusable superar el proceso enajenante que se da en el proceso inmediato de producción capitalista, por la contradicción en el proceso de trabajo y su extorsión:
1.- El proceso de trabajo es la base de la valorización, caracterizado por Marx como subsunción real del trabajo por el capital.
2.- En este proceso de valorización, las maquinarias y equipos ( capital constante ) no crean nuevo valor, sino que transfieren el valor cristalizado, denominado también “trabajo muerto”, trabajo acumulado, trabajo pretérito, trabajo objetivado.
3.- Lo que crea valor es sólo el “trabajo vivo” o fuerza de trabajo, ya que la máquina agrega el trabajo que ya posee.
4.- El proceso de trabajo en función de la valorización es un trabajo enajenado o alienado, donde el trabajador se enfrenta a la máquina, los productos y sus propios compañeros como algo “extraño”
El doble vínculo entre subsunción real del trabajo en el capital y la enajenación, fue reseñado por Marx en diversas obras (desde los Manuscritos Económico-filosóficos de 1844 hasta El Capital) razón por la cual hemos compilado fragmentos de diversos textos donde se refleja esta problemática.
Al enfatizar el tópico de la sumisión del trabajo a la búsqueda de la ganancia., queremos poner en evidencia el entramado de relaciones en el proceso de trabajo, sobre todo el de factura taylorista
Estos énfasis están justificados, porque cualquier intento de humanizar el trabajo y superar el proceso de valorización capitalista centrada en la extorsión del trabajo va a chocar inevitablemente con la llamada “ organización científica del trabajo” heredada del taylorismo, el fordismo, el neo-fordismo, el toyotismo, por lo que hay que establecer las premisas de lo que va a ser el proceso de “reingeniería” que impulsa la propuesta socialista para no reproducir la lógica enajenante que hemos heredado en el proceso de trabajo. He aquí algunas de dichas premisas:
_ El trabajador al supeditarse a los equipos y maquinarias, asume un conjunto de tareas parceladas y empobrecedoras, las cuales debe repetir indefinidamente, como parte de sus funciones y adscripción de cargo, regida por prácticas operativas, legitimadas en normativas y en la propia contratación colectiva y en el tabulador.
_ La subsunción del trabajo en el capital, está respaldada por una determinada manera de entender y aplicar la ciencia y la tecnología, donde los paradigmas dominantes en el terreno del conocimiento o los saberes técnicos excluyen como no científico las habilidades y pericias del trabajador.
_ De esta manera se puede hablar de una subsunción del saber, ya que la experiencia del obrero y su “saber hacer” se hace rutinario y poco creativo, profundizando la diferencia entre la actividad manual e intelectual.
_ En el taylorismo, al disociar el saber de los trabajadores, aparece como obligado que este sea asumido por la gerencia, separando la dirección de la ejecución.
_ Este es un rasgo fundante de la enajenación del trabajo, porque el obrero ejecuta un trabajo parcelario y embrutecedor, con una enorme carga física y psíquica, en ambientes de alto riesgo y severidad, mientras una parte de la gerencia y de la administración monopoliza la tareas de dirección en un ambiente diferenciado.
_ El espacio donde se formula y se administra el proceso de trabajo es algo ajeno y distante del obrero, justificado por supuesto en normas técnicas que nadie discute..
Carlos Lanz Rodriguez ”La reivindicación de la crítica de la economía política
(Publicado en http://www.aporrea.org/educacion/a118105.html.21/02/2011)
En la Universidad Bolivariana de Venezuela se viene realizando un “CURSO AVANZADO DE CRITICA DE LA ECONOMIA POLITICA” a cargo de investigadores de la UNAM-México, quienes han realizado una rigurosa reconstrucción de la obra marxista, particularmente EL CAPITAL, como crítica del régimen de producción burgués.
Participando en algunas de las conferencias dictadas y leyendo la producción teórica de estos investigadores mejicanos, nos sentimos confirmado no sólo en la vigencia del marxismo como teoría crítica, sino en la pertinencia de la lucha ideológica y sus derivaciones políticas, sus concreción en la pelea diaria por superar la explotación del trabajo.
Particular relevancia tiene para este combate ideológico el eje temático que gira en torno a la SUBSUNCIÓN DEL TRABAJO AL CAPITAL, el cual ha sido trabajado por varios de los investigadores de la UNAM. En esto tenemos una coincidencia fundamental, que pasa por el reconocimiento del valor de la lectura del CAPITULO VI (Inédito) DE EL CAPITAL.
En la formación de los marxistas venezolanos, esta ha sido una lectura ausente, por la impronta que nos dejó el marxismo soviético, con sus sesgos economicistas y tecnocráticos. En tal sentido, rescato algunas reflexiones que hice a propósito de un trabajo que presente en la “CUMBRE DE COCHABAMBA SOBRE CAMBIO CLIMATICO”, el cual lleva por título “Propuesta anti-capitalista y agroecología”. Abril 2010, donde se consiguen los ecos de las investigaciones del Cuartel San Carlos sobre la obra marxista, con nuestras arengas en el Portón del CVG-ALCASA.
I.-LA VALORIZACION DEL CAPITAL COMO FIN ÚLTIMO DE LA PRODUCCION
Para Carlos Marx el régimen de producción capitalista posee como objetivo básico la VALORIZACION, la cual se define como el proceso donde el capital subsume formalmente y en lo real al trabajo. Esta supremacía de la valorización sobre el trabajo vivo en el proceso inmediato de producción, como finalidad estratégica de cualquier empresario capitalista, es conceptuado de diversas formas: succión de plusvalía (trabajo no pagado) obtención de plustrabajo, expoliación del trabajo excedente apropiado privadamente.
Este horizonte del capital no los recuerda Marx:
"(...)La finalidad de la producción capitalista es, como sabemos, la valorización del capital, es decir, la apropiación de plusvalía, y su conversión en ganancia.”
Para la crítica de la economía política marxista, la ganancia, no surge del esfuerzo, del ahorro, el riesgo o ingenio empresarial como sostienen los lugares comunes divulgado por los agentes ideológicos del capital, sino de la apropiación del trabajo excedente (lo que también se conoce como teoría del valor-trabajo o teoría de la explotación del trabajo).
Todo el móvil de la producción capitalista está centrado en la producción y apropiación del trabajo excedente. Históricamente hemos conocido el alcance y límite de la sed insaciable del capital para obtener el plustrabajo, donde se han dado coyunturas donde lo han alcanzado extendiendo la jornada laboral, en otros casos, incrementando el ritmo y la cadencia de la producción, abaratando los costos de reproducción de la fuerza de trabajo, desvalorizando el trabajo.
De allí la importancia de partir de enfoque genético-estructural, para analizar y comprender la lógica del capital, como nos los indica Cristhian Polloix:
“…desde la valorización a la acumulación y reproducción ampliada del capital. desde la circulación hacia la producción (en la unidad de la producción y circulación evidentemente) desde el beneficio hacia los modos de extracción de la plusvalía (absoluta y relativa)
Es este proceso global el que permite comprender subsunción del trabajo, en el eje relacional VALORIZACION-ACUMULACION-REPRODUCCION AMPLIADA DEL CAPITAL.
En tal sentido, la subsunción del trabajo comporta la subordinación, sumisión, domesticación formal y real de los trabajadores.
En este contexto tiene particular importancia los planteamientos desarrollados en los Grundrisse y en el CAPITULO VI INEDITO, de EL CAPITAL, donde el Marx definido como “maduro”, condena la sumisión del trabajo al capital a partir del proceso inmediato de producción, reivindica el humanismo y la subjetividad del trabajo como emancipación.
II.-LAS LECCIONES SOBRE EL CAPITULO SEXTO (INÉDITO) DE EL CAPITAL DE CARLOS MARX
Daniel Olvera Sotres en su trabajo donde reseña los aportes de Claudio Napoleoni a la comprensión del Capitulo VI Inédito de El Capital de Marx, destaca lo esencial de sus lecciones en los siguientes términos:
Este capítulo había permanecido en la sombra hasta principios de la presente década. Se trata —nos dice Napoleoni— "de un texto escrito por Marx alrededor de 1865 y no incluido por él en el material publicado en 1867 como Libro primero del Capital".
La importancia de este capítulo radica en que contiene una "especie de resumen" del contenido teórico esencial de todo el primer libro.
1.- Para darnos una idea más clara de la aportación de Marx, Napoleoni examina los planteamientos más avanzados de la economía política clásica a través de sus dos más ilustres representantes: Adam Smith y David Ricardo, cuyas aportaciones, verdaderamente importantes, no logran sin embargo, desentrañar el problema de la ganancia.
Para hacerlo —tal como lo hizo Marx— era necesario determinar al carácter histórico del trabajo; saber cómo se da éste bajo el capitalismo, y la premisa fundamental es que existan de un lado, los dueños de los medios de producción y del otro quienes sólo poseen su fuerza de trabajo. Solamente bajo estas condiciones puede existir el capitalismo, sistema bajo el cual el trabajo del hombre es tan sólo un medio para la continua valorización del capital; solamente bajo estas condiciones podemos hablar de un trabajo abstracto, indiferenciado, que puede medirse cuantitativamente y que puede también, por lo tanto, ser convertido en una mercancía más.
2.- Una vez que hemos ubicado la existencia del trabajo abstracto, podemos hablar también de un producto abstracto: el valor.
Y aquí surge de nuevo una pregunta fundamental de cuya respuesta correcta depende la cabal comprensión del origen de la ganancia: ¿ Cuál es el valor de la mercancía fuerza de trabajo?
La respuesta es que como cualquier otra mercancía, su valor se determina por el tiempo de trabajo en ella objetivado. Es decir "el necesario" para producir los medios de subsistencia del obrero.
3.- Sentadas estas premisas, podemos descubrir que el secreto de la ganancia del capitalista radica en que el consumo de esta mercancía tan "especial" llamada fuerza de trabajo, implica al mismo tiempo creación de valor; es un consumo productivo. Por lo tanto, el capitalista puede extraer más valor del que está objetivado en ella y obtener así una ganancia.
4.- Napoleoni examina la producción capitalista en dos de sus aspectos más importantes: como proceso de trabajo por un lado, y como proceso de valorización por el otro.
Lo que se pone de manifiesto a través de este análisis es que "sólo" el primer aspecto es realmente esencial. Esto es, que el proceso de trabajo, si bien es —para decirlo con las palabras de Marx— "la condición necesaria y eterna de la vida humana", no tiene porqué ser simultáneamente un proceso de valorización. Por el contrario, este fenómeno que se da específicamente en la sociedad capitalista (el trabajo como proceso de valorización) es un aspecto perfectamente prescindible.
Sin embargo, los economistas burgueses no ven esta diferencia, y puesto que en el capitalismo se desarrollan ambos aspectos simultáneamente, consideran —nos dice Napoleoní— "que no puede haber otro proceso de trabajo más que el que se desarrolla bajo el signo del capital".
Por otra parte, no basta observar que la valorización es un aspecto no necesario del proceso productivo, sino que además es necesario percatarse de que el proceso de trabajo, como proceso natural, queda desvirtuado el invertirse la relación entre el obrero como sujeto consciente y el objeto sobre el que recae su trabajo.
En efecto, ya no es el obrero quien emplea los medios de producción, sino éstos los que utilizan la fuerza de trabajo del obrero para su propia valorización.
III.-NUEVOS RASGOS DE LA SUBSUNCION GLOBAL DEL TRABAJO.
La subsunción formal y real del trabajo en el proceso de valorización le permite al capital no solo succionar plustrabajo o trabajo excedente en la fábrica, sino que en el actual momento histórico ha generalizado y profundizado otras subsunciones en el conjunto de la sociedad:
Subsunción del saber en la medida que expropia y tutela el conocimiento de los trabajadores.
Subsunción de comportamientos disciplinarios que se interiorizan a través de normas impuesta por el sentido común y la tradición, concretada por ejemplos en las “prácticas operativas “ que aparecen como técnicas productivas que nadie pone en discusión.
Subsunción afectiva, imponiendo estados emocionales: alegría, rabia.
Subsunción salarial, donde la contratación, el tabulador y la escala de remuneración asumida por el sindicato, legitima la apropiación privada del trabajo excedente.
Subsunción del hábitat y el medio ambiente, donde la depredación de los recursos naturales forma parte de la valorización del capital.
Subsunción de las necesidades, imposición de gustos y patrones de consumo .
De esta manera, el capital como relación social global, dirige y domina al trabajo, le impone su lógica.
Por esto, la propuesta anti-capitalista pasa por asumir también una respuesta global a las anteriores subsunciones.
Y es en esa perspectiva donde se observa la pertinencia de estas preguntas:
¿Puede construirse el socialismo manteniendo la primacía de la VALORIZACION sobre el PROCESO DE TRABAJO, como subsunción formal y real del trabajo al capital, o dicho desde otra manera, aceptando la primacía del valor de cambio por encima del valor de uso, dominio del trabajo abstracto sobre el trabajo concreto?
E/Carlos Lanz Rodríguez
22 de Noviembre de 2014
FETICHISMO DE LA MERCANCÍA Y
ENAJENACIÓN DEL TRABAJO
(Resumen Interpretativo de diversos
avances investigativos)
En el transcurso de las lecturas y reflexiones propuestas en el PROGRAMA INVESTIGATIVO “LA LOGICA DEL CAPITAL Y LA VIGENCIA DE LA LEY DEL VALOR-TRABAJO EN LA TRANSICION SOCIALISTA” hemos reseñado y publicado 3 avances distanciados en el tiempo y guardando cierta autonomía conceptual, es decir, pueden ser leídos y evaluados como trabajos independientes. En dichos avances se recogen diversos tópicos vinculados al enfoque marxista del fetichismo de la mercancía, tal como se contempla en varios textos los cuales fueron subrayados y citados en dichas entregas.
En esta oportunidad, compilamos los diversos resúmenes interpretativos de tales tópicos, ubicando la dirección web para cualquier consulta adicional de la fuente bibliográfica, relecturas o profundización de alguna arista en particular
AVANCE INVESTIGATIVO N° 1
Publicado en: http://www.aporrea.org/ideologia/a198065.html
Comunicadoresenaccion2012.blogspot.com
Carlos Marx El capital: Crítica de la Economía Política, Tomo I. México: Fondo de Cultura Económica.
“El fetichismo de la mercancía y su secreto.”
De los párrafos o fichas del texto de Marx que se refieren al fetichismo de la mercancía, se hizo el siguiente cuadro resumen:
1.- Pareciera que las mercancías son objetos evidentes y triviales. Pero, analizándolas, vemos, que son objetos muy intrincados, llenos de sutilezas metafísicas y de resabios teológicos.
2.- La mercancía se convierte en un objeto físicamente metafísico, empiezan a salir antojos mucho más peregrinos y extraños
3.- La mercancía posee un carácter misterioso cuando los trabajos humanos asumen la forma material de una objetivación. El trabajo como relación social adopta la forma de relación entre cosas
4.-Lo que aquí reviste, a los ojos de los hombres, la forma fantasmagórica de una relación entre objetos materiales no es más que una relación social concreta establecida entre los mismos hombres.
5.- Para encontrar una analogía a este fenómeno, tenemos que remontarnos a las regiones nebulosas del mundo de la religión, donde los productos de la mente humana semejan seres dotados de vida propia y esto último lo que Marx llama fetichismo.
6.- Las mercancías en el cambio, como valores, lo que hacen es equiparar entre sí sus diversos trabajos, como modalidades de trabajo humano. No lo saben, pero lo hacen. Estas relaciones de producción, refuerza la apariencia objetiva de las mercancías, por eso los productores no tienen claro lo que están haciendo. El valor no lleva escrito en la frente lo que es. Lejos de ello, convierte a todos los productos del trabajo en jeroglíficos sociales.
AVANCE INVESTIGATIVO N° 2
Publicado en: http://www.aporrea.org/ideologia/a198492.html.
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“EL FETICHISMO DE LA MERCANCIA Y LA COSIFICACION DE LAS RELACIONES HUMANAS”
Ibidem.
1.- El dinero como forma acabada de mercancía encubre las relaciones sociales.
2.- La economía burguesa no ha podido dar cuenta del proceso de valorización, ya que lo asume como natural, sin considerar como el proceso de producción manda sobre el hombre, convirtiendo el trabajo en cosa
3.- El fetichismo de la mercancía, la apariencia empaña la mirada de no pocos economistas. La forma mercancía es la forma más general y rudimentaria de la producción burguesa, por eso su fetichismo parece relativamente fácil de analizar. Pero al asumir formas más concretas, se borra hasta esta apariencia de sencillez
4.- El equivalente general (dinero, oro, plata) refieren al trabajo social colectivo en una forma absurda, disparatada. Estas son formas que adopta la economía burguesa. Todo este misticismo, su encanto y misterio se esfuma cuando se pasa a otras formas de producción. La producción se despojará de su halo místico cuando sea obra de hombres libremente socializados, actuando de una manera consciente.
Isaac Rubin. Ensayos sobre la teoría marxista del valor Edición Pasado y presente.Argentina.1974
“Primera parte: Teoría marxista del fetichismo de la mercancía
1.- La teoría del fetichismo en la base de la crítica de la economía política marxista y consiste en que Marx descubrió las relaciones que subyacen en la mercancía y su misticismo consiste en que en su intercambio, que posee como sustento las relaciones sociales, estas son asumidas como una propiedad interna suya, como algo natural de la mercancía.
2.- Lo que es una relación entre los hombres aparecen como una relación entre cosas, su misterio viene dado porque se adscribe una condición natural a lo que es resultado de la relación social entre productores. Esto conduce a la “cosificación” de las relaciones de producción entre las personas. Se trata de la “cosificación” o “cristalización” de las relaciones de producción entre las personas que se presenta con la forma de una propiedad de la cosa, propiedad que parece pertenecer a la cosa misma.
3.- Marx descubrió las bases económicas objetivas que rigen el fetichismo de la mercancía y estableció como iluso y erróneo en la mente de los hombres, transformar las categorías económicas cosificadas en “formas objetivas”.
4.- En la sociedad mercantil-capitalista, las personas entran en relaciones de producción directas exclusivamente como propietarios de mercancías, como propietarios de cosas Esta “cristalización” de las formas sociales conducen a la “cristalización” de las formas sociales correspondientes entre cosas. La forma social dada es “aferrada”, fijada a una cosa, preservada dentro de ella … Lo mismo es cierto para el dinero, el capital y otras formas sociales de las cosas.
5.- Es difícil rastrear el surgimiento de las formas sociales de las cosas a partir de las relaciones de producción entre las personas. Este aspecto del proceso, esto es, la “cosificación” de las relaciones de producción entre las personas, es el resultado heterogéneo de una masa de transacciones, de acciones humanas que se depositan unas sobre otras. Sólo mediante un profundo análisis histórico y socio- económico Marx logró explicar este aspecto del proceso. Desde esta perspectiva, podemos comprender las diferencias que Marx estableció a menudo entre “la apariencia exterior”, la “conexión externa”, la “superficie de los fenómenos”, por un lado, y la “conexión interna”, la “conexión oculta”, la “conexión inmanente”, la “esencia de las cosas”.
6. Los economistas vulgares sólo estudian las apariencias externas que son formas “enajenadas” de las relaciones económicas, esto es, la forma objetiva, ya elaborada, de las cosas, sin captar su carácter social. Ven en el proceso de la “personificación” de las cosas que se produce en la superficie de la vida económica, pero no tienen idea alguna del proceso de “cosificación de las relaciones de producción” entre las personas. Este error no reside en el hecho que prestan atención a las formas materiales de la economía capitalista, sino en que no ven su conexión con la forma social de la producción y no las hacen derivar de esta forma social sino de las propiedades naturales de las cosas, la relación misma se les presenta de una manera fantástica, bajo la forma de cosas, esto es una ilusión puramente subjetiva, detrás de la cual se ocultan los engaños y los intereses de las clases explotadoras.
AVANCE INVESTIGATIVO N° 3
Publicado en: http://www.aporrea.org/ideologia/a198805.html
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“ LA ENAJENACION DEL TRABAJO EN LOS MANUSCRITOS ECONOMICOS FILOSOFICOS DE 1844.”
Carlos Marx. “Manuscritos económicos y filosóficos de 1844” .México, Siglo XXI, 1980
En estos manuscritos económicos – filosóficos, Marx plantea la tarea de comprender la “conexión esencial” entre la propiedad privada, la codicia, la separación de trabajo, el valor y desvalorización del hombre:
1.-La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas.
2.-El objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder independiente del productor. El producto del trabajo es el trabajo que se ha fijado en un objeto, que se ha hecho cosa.
3.-Desrealización del trabajador, la objetivación como pérdida del objeto y servidumbre a él, la apropiación como extrañamiento, como enajenación.
4.-La enajenación del trabajador en su producto significa no solamente que su trabajo se convierte en un objeto, en una existencia exterior, sino que existe fuera de él, independiente, extraño, que se convierte en un poder independiente frente a él; que la vida que ha prestado al objeto se le enfrenta como cosa extraña y hostil.
5.-Si el producto del trabajo es la enajenación, la producción misma ha de ser la enajenación activa, la enajenación de la actividad; la actividad de la enajenación. En el extrañamiento del producto del trabajo no hace más que resumirse el extrañamiento, la enajenación en la actividad del trabajo mismo.
6.-El trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu.
7.-Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo.
8.-La Economía Política oculta la enajenación esencial del trabajo porque no considera la relación inmediata entre el trabajador (el trabajo) y la producción.
AVANCE INVESTIGATIVO N° 3
Carlos Marx. El Capital. Ob cit.Tomo I
PROCESO DE TRABAJO Y PROCESO DE VALORIZACION
En El Capital, Marx profundiza la caracterización de la enajenación del trabajo y describe como el valor de uso es el soporte del valor de cambio, como el proceso de trabajo es la base del proceso de valorización:
1.-El obrero trabaja bajo el control del capitalista, a quien su trabajo pertenece y el producto es propiedad del capitalista y no del productor directo, es decir, del obrero. El capitalista paga, por ejemplo, el valor de un día de fuerza de trabajo. Es dueño de utilizar como le convenga, durante un día, el uso de esa fuerza de trabajo, El uso de la mercancía pertenece a su comprador, y el poseedor de la fuerza de trabajo sólo puede entregar a éste el valor de uso que le ha vendido entregándole su trabajo. Desde el instante en que pisa el taller del capitalista, el valor de uso de su fuerza de trabajo, y por tanto su uso, o sea, el trabajo, le pertenece a este.
2.-En la producción de mercancías los valores de uso se producen pura y simplemente porque son y en cuanto son la encarnación material, el, soporte del valor de cambio. El capitalista persigue dos objetivos. En primer lugar, producir un valor de uso que tenga un valor de cambio, producir un artículo destinado a la venta, una mercancía. En segundo lugar, producir una mercancía cuyo valor cubra y rebase la suma de valores de las mercancías invertidas en su producción. No le basta con producir un valor de uso; no, él quiere producir una mercancía; no sólo un valor de uso, sino un valor; y tampoco se contenta con un valor puro y simple, sino que aspira a una plusvalía, a un valor mayor.
3.-El proceso de trabajo en el capitalismo es un proceso de creación de valor .El factor decisivo es el valor de uso específico de la mercancía fuerza de trabajo, que le permite ser fuente de valor, y de más valor que el que ella misma tiene. He aquí el servicio específico que de ella espera el capitalista.. En efecto, el vendedor de la fuerza de trabajo, al igual que el de cualquier otra mercancía, realiza su valor de cambio y enajena su valor de uso . No puede obtener el primero sin desprenderse del segundo. El valor de uso de la fuerza de trabajo, o sea, el trabajo mismo, deja de pertenecer a su vendedor.
4.-La transformación de dinero en capital, se opera por medio de la circulación, pues está condicionado por la compra de la fuerza de trabajo en el mercado de mercancías. No se opera en la circulación, pues este proceso no hace más que iniciar el proceso de valorización, cuyo centro reside en la órbita de la producción.
5.-Al transformar el dinero en mercancías, que luego han de servir de materias para formar un nuevo producto o de factores de un proceso de trabajo; al incorporar a la materialidad muerta de estos factores la fuerza de trabajo viva, el capitalista transforma el valor, el trabajo, pretérito, materializado, muerto, en capital, en valor que se valoriza a sí mismo, en una especie de monstruo animado que rompe a “trabajar” como si encerrarse un alma en su cuerpo.
6.-El proceso de valorización no es más que el mismo proceso de creación de valor prolongado a partir de un determinado punto. Si éste sólo llega hasta el punto en que el valor de la fuerza de trabajo pagada por el capital deja el puesto a un nuevo equivalente, estamos ante un proceso de simple creación de valor. Pero, si el proceso rebasa ese punto , se tratará de un proceso de valorización
AVANCE INVESTIGATIVO N° 3
“LA SUBSUNCION FORMAL Y REAL EN EL CAPITULO VI (INEDITO) EL CAPITAL”
Carlos Marx. LIBRO I .CAPITULO VI - INEDITO. Resultados del proceso inmediato de producción Siglo XXI, Editores, México, 2009
En el Capítulo VI Inédito de El Capital, Marx reitera aspectos tratados en los Manuscritos Económicos-filosóficos de 1844, en lo relativo a la enajenación del trabajo y la cosificación de las relaciones sociales, ubicando la subsunción como una profundización de dicho proceso:
1.-El trabajo se enfrenta al obrero no sólo como algo ajeno, sino hostil y antagónico, y como algo objetivado y personificado en el capital. Los poseedores de las condiciones de producción se enfrentan a la capacidad viva de trabajo— aparece como una cosa, del mismo modo que el valor aparecía como cualidad de una cosa y la determinación económica de la cosa como mercancía, como su cualidad de cosa.
2.-Se trata del proceso de enajenación de su propio trabajo. Aquí el obrero está desde un principio en un plano de supeditación al capitalista, por cuanto este último ha echado raíces en ese proceso de enajenación y encuentra en él su satisfacción absoluta, mientras que por el contrario el obrero, en su condición de víctima del proceso, se halla de entrada en una situación de rebeldía y lo siente como un proceso de avasallamiento
3.-La facultad que el trabajo tiene de conservar el valor se presenta como facultad de autoconservación del capital; la facultad del trabajo de generar valor, como facultad de autovalorización del capital, y en conjunto, y por definición, el trabajo objetivado aparece como si utilizara al trabajo vivo.
4.-El proceso de valorización del capital, busca generar un incremento de su valor, una plusvalía, objetivando en el producto un cuanto de trabajo excedente por encima del contenido en el salario, un cuanto adicional de trabajo.
5.-El capitalista obliga al obrero a que su trabajo alcance cuando menos el grado medio de intensidad conforme a la norma social. Procurará aumentarlo lo más que se pueda por encima de ese mínimo y extraer del obrero, en un tiempo dado, el mayor trabajo posible, puesto que toda intensificación del trabajo superior al grado medio le depara plusvalía.
6.-El proceso de trabajo se convierte en el instrumento del proceso de valorización del proceso de la autovalorización del capital: de la creación de plusvalía. El proceso de trabajo se subsume en el capital, es su propio proceso.
7.-La autovalorización del capital —la creación de plusvalía— es pues el objetivo determinante, predominante y avasallante del capitalista, el impulso y contenido absoluto de sus acciones; en realidad, no es otra cosa que el afán y la finalidad racionalizados del acaparador. Contenido absolutamente mezquino y abstracto.
8.-Sólo se' puede producir plusvalía recurriendo a la prolongación del tiempo de trabajo, es decir bajo la forma de la plusvalía absoluta. A esta modalidad, como forma única de producir la plusvalía, corresponde pues la subsunción formal del trabajo en el capital.
9.-La subsunción real supone un modo de producción específicamente capitalista que, con sus métodos, medios y condiciones no surge y se forma naturalmente si no es sobre la base de la subsunción formal del trabajo en el capital.
10.-Se puede considerar la producción de la plusvalía absoluta como expresión material de la subsunción formal del trabajo en el capital, la producción de la plusvalía relativa puédase estimar como la de la subsunción real del trabajo en el capital.
11.-La segunda supone por lo tanto un modo de producción específicamente capitalista que, con sus métodos, medios y condiciones no surge y se forma naturalmente si no es sobre la base de la subsunción formal del trabajo en el capital. En lugar de la subsunción formal hace su entrada la subsunción real del trabajo en el capital.
12.-La mistificación implícita en la relación capitalista en general, se desarrolla ahora mucho más de lo que se había y se hubiera podido desarrollar en el caso de la subsunción puramente formal del trabajo en el capital.
E/Carlos Lanz Rodríguez
25 de Noviembre de 2014
REALIZADO TALLER EN SOBRE EL FETICHISMO DE LA MERCANCIA,LA ENAJENACION DEL TRABAJO Y LA EPISTEMOLOGIA BURGUESA .
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA (UBV).CARACAS DICIEMBRE DE 2014
Intervinieron como ponentes los profesores Pablo Giménez, Carlos Lanz, José Félix Rivas y Luis Damiani. También estuvieron presentes, los participantes en los círculos de lecturas involucrados en la investigación “LA LOGICA DEL CAPITAL Y VIGENCIA DE LA LEY DEL VALOR - TRABAJO EN LA TRANSICIÓN SOCIALISTA”
LAS BASES PROGRAMATICAS DEL PSUV Y LAS PREMISAS DE LA TRANSICION SOCIALISTA
“…antecedentes remotos, como la cosmovisión indio afro americana, el cristianismo, la teología de la liberación. Se apoyará en los aportes del socialismo científico y en los del Marxismo en tanto a la filosofía de la praxis, herramienta para el análisis crítico de la realidad y guía para la acción revolucionaria.”
Declaración de Principio del PSUV
Presentación
En este 4° avance del Programa Investigativo “LA LOGICA DEL CAPITAL Y LA VIGENCIA DE LA LEY DEL VALOR-TRABAJO EN LA TRANSICION SOCIALISTA”, vamos a seguir reseñando la pertinencia político-ideológica de este esfuerzo.
En el 3° avance (“LA SUBSUNCIÓN DEL TRABAJO AL CAPITAL Y SU IMPLICACION EN LA EXPERIENCIA DE CVG-ALCASA” publicado enhttp://www.aporrea.org/ideologia/a198805.html) dimos cuentas de algunos nexos que poseen las lecturas propuestas en el proceso investigativo y algunas experiencias concretas que ponen al desnudo la naturaleza de la explotación del trabajo. Ahora en esta oportunidad, también vamos a relacionar la problemática del fetichismo de la mercancía, la enajenación del trabajo y la crítica epistemológica con las BASES PROGRAMATICAS DEL PSUV, siendo una especie de “didáctica política” que permite reconocer acervos ideológicos-programáticos para quienes militamos en la organización. Esto cobra vigencia en una coyuntura donde existen importantes niveles de desconocimiento del contenido de dichas bases programáticas y se acrecientan las amenazas ideológicas del empirismo y el pragmatismo, los cuales pueden hacer estrago en las filas de la revolución.
En tal sentido, al reconstruir lo que contempla las BASES PROGRAMATICAS DEL PSUV, como por ejemplo, la vigencia del marxismo como herramienta de análisis, el cuestionamiento a la ciencia burguesa, la crítica de la teoría del valor, la formulación de los rasgos del modelo productivo socialista, permite que cualquier lector identifique documentalmente sus niveles de coincidencia con la crítica de la economía marxista ( tal como está reseñada en los distintos avances investigativos que hemos publicado) convirtiendo la necesidad de conocer y aplicar esos contenidos de las bases programáticas en una interpelación, tanto para la dirección como para la base de la organización, particularmente exige definir que hacer en el futuro inmediato en términos formativos. Contribuir a elevar el nivel de conciencia y el compromiso partidario, cumpliendo con el legado chavista de “SUPRIMIR LA LOGICA DEL CAPITAL” y “HACER IRREVERSIBLE EL TRANSITO AL SOCIALISMO”, forma parte de los propósitos ideológicos de nuestra propuesta investigativa en la actual coyuntura.
En esta ocasión, en la reseña de las BASES PROGRAMATICAS DEL PSUV mantendremos las técnicas de estudio relacionadas con la lectura interpretativa, tal como ha sido empleadas en los anteriores avances: lectura global, subrayado, fichaje, resumen interpretativo.
Carlos Lanz Rodríguez
26 de Noviembre de 2014
BASES PROGRAMÁTICAS DEL PARTIDO SOCIALISTA UNIDO DE VENEZUELA (PSUV) Aprobadas por el I Congreso Extraordinario del PSUV, reunido en Plenaria, en Caracas, a los veinticuatro (24) días del mes de Abril de 2010
LOS OBJETIVOS ESTRATÉGICOS DE La REVOLUCIÓN BOLIVARIANA, PAG 100
TAREAS DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA PARA LA TRANSICION AL SOCIALISMO, PAG 109
EL MODELO DE DESARROLLOOLLO AUTO-SUSTENTABLE, PAG 113
SUBRAYADO
“LA LUCHA POR LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO
El Socialismo Bolivariano
El socialismo, en su sentido más general, tiene como punto de partida la toma de conciencia sobre las contradicciones del capitalismo y la lucha por resolverlas en función del mundo del trabajo para garantizar la suprema felicidad social y la emancipación de la humanidad.
La humanidad entera y la propia naturaleza padecen las consecuencias devastadoras que generan las contradicciones del capitalismo. Los pueblos del mundo sufren estas consecuencias de diversas maneras pero tienen la potencialidad de tomar conciencia de la degradación de su vida a través de distintas formas: jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas. Las formas de concienciación, de lucha y de resolución de dichas contradicciones siempre son específicas, de acuerdo a cómo los pueblos incorporan su historia, sus luchas y sus identidades a los principios generales del socialismo. El Socialismo Bolivariano incorpora el pensamiento de Bolívar, Rodríguez y Zamora como expresión del ideario emancipador de su época, fundamento de nuestras identidades nacionales, al que se suman las corrientes históricas de lucha de los pueblos originarios, de los afro-descendientes y de todos aquellos que a lo largo de nuestra historia han enfrentado la dominación imperial; así como la experiencia histórica del Movimiento Bolivariano liderado por el Comandan- te Hugo Chávez Frías, que permitió quebrantar la hegemonía bipartidista e iniciar la opción de la vía democrática al socialismo Bolivariano en Venezuela, alternativa real frente al modelo capitalista más allá de nuestras fronteras. La lucha por el socialismo nos obliga a resolver las contradicciones del capitalismo a favor de las fuerzas del trabajo; a conquistar para la producción el mismo carácter social de la distribución y el consumo; a que el dinero no sea la máxima potencia y que los seres humanos sean considerados por sus valores intrínsecos; que la comunicación sea entre sujetos, honesta, argumentativa, transparente, ética y estética; que la cooperación sea solidaria y no coactiva; que la naturaleza sea respetada como parte integral y hábitat de la vida humana. Cuando luchamos por el socialismo estamos luchando por la paz, la vida, la alegría y el amor. El socialismo es volver a un sentido social y comunitario de la vida. Comunicar además de participar, define a los sujetos y muestra, a través de tal participación, cómo es una comunidad, desde el sentido de lo que tiene en común. La solidaridad permite al sujeto social ser más y mejor, vencer sus limitaciones y complementar potencialidades y cualidades. Construir el socialismo es tener una praxis revolucionaria. Es construir una sociedad polifónica para deliberar conscientemente, para escoger el mejor medio para un fin: el desarrollo de las potencialidades humanas, las cuales sólo pueden florecer en un clima de libertad, igualdad y justicia socialista.
TAREAS DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA PARA LA TRANSICIÓN AL SOCIALISMO
La tarea central
La tarea central de la Revolución Bolivariana es desmontar el poder constituido al servicio de la burguesía y el imperialismo y refundar un poder radicalmente distinto, al servicio del pueblo venezolano y los demás pueblos del mundo, es decir, la construcción del poder popular y revolucionario. Todas las tareas políticas están dirigidas a su consolidación como la única garantía de la victoria definitiva de la Revolución Bolivariana.
Las tareas principales
Para cumplir esta tarea central es necesario que la Revolución Bolivariana lleve adelante, complementariamente, las siguientes tareas principales, que le sirven de soporte a la tarea central: la lucha contra la alienación de la conciencia social y por la construcción de una conciencia revolucionaria; la lucha contra la dominación y opresión política y por transformar la política en un modo para la vivencia plena, digna y gratificante; la lucha por hacer de la democracia un espacio para la participación y el protagonismo popular, y la lucha contra la explotación del trabajo ajeno y por la humanización y liberación del trabajo. Para tener éxito en estas tareas es necesaria la elevación de la conciencia política del pueblo, la re- fundación ética de la política para forjar una nueva cultura política sustentada en nuevas prácticas sociales basadas en valores revolucionarios.
Estos valores deben construirse a partir de una nueva visión y formas de conocimiento del mundo y la sociedad (nuevo paradigma epistémico y nueva ciencia), un nuevo comportamiento y nuevas formas de relacionarnos y valorarnos en comunidad (nueva ética de la solidaridad), y una nueva sensibilidad y solidaridad (nueva estética y nuevo arte), como fundamentos del proceso de transformación revolucionaria de la sociedad venezolana. La garantía de la refundación de la República, la transformación revolucionaria de la sociedad venezolana y la construcción de un estado de derecho y de justicia social radica en la construcción de una nueva ciencia basada en la verdad, una nueva ética basada en la justicia y un nuevo arte basado en la belleza, íntimamente relacionados e implicados entre sí, es decir, que sólo lo verdadero y justo puede ser bello, sólo lo bello y lo justo puede ser verdadero, y sólo lo bello y verdadero puede ser justo, como fundamento de la emergencia de una nueva subjetividad profundamente humana, sabia y prudente, que habrá de forjarse al calor de la lucha de clases y la derrota de las ideas y las costumbres burguesas, oligárquicas e imperialistas. Se trata de derrocar el viejo régimen no sólo en los hechos sino también en las ideas, las costumbres y los valores, tal como advirtió el Ché Guevara al señalar…“no es posible construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo”. Aristóteles ya había enseñado en la antigua Grecia que las virtudes morales e intelectuales educan el carácter; Simón Bolívar señaló que: …”moral y luces son los polos de una República; moral y luces son nuestras primeras necesidades.”; Gramsci retomó este planteamiento diciendo que una revolución es una reforma radical en el plano moral y cultural. La Revolución Bolivariana asume plenamente estas enseñanzas como base de sus objetivos.
Construcción de una conciencia revolucionaria como forma de superar la alienación de la conciencia social propia del capitalismo
Es necesario refundar las prácticas políticas y sociales dotándolas de un sentido y contenido moral y ético que cuestione radicalmente las instituciones burguesas heredadas y el imaginario social (ideologías, representaciones sociales, prácticas sociales y antivalores) con base en una nueva escala de valores humanistas, solidarios y críticos como la responsabilidad social, la solidaridad, la honestidad, el reconocimiento de la dignidad del otro, la participación, la contraloría social, el sentido de comunidad y de vivencia integral. La transformación de la conciencia social y de aquellas dimensiones que la constituyen más directamente, como la información, la comunicación, la educación y la cultura, en relación con las prácticas sociales y los valores que las sustentan, es una tarea fundamental para la revolución bolivariana. Ello implica el diseño de políticas y formas organizativas nuevas para que el trabajo, la comunicación (el lenguaje) y la cooperación al seno de la comunidad, como dimensiones constitutivas del ser humano, sean liberadas del yugo capitalista y, en consecuencia:
1. El trabajo deje de ser trabajo enajenado y pase a ser trabajo libre y liberador y su producto esté al servicio de los trabajadores y la sociedad y aquellos puedan asociarse libremente.
2. La comunicación y la información no sean una mercancía ni un mecanismo de manipulación mediática al servicio del capital y el poder constituido, sino una comunicación ínter subjetiva, honesta, argumentativa y crítica al servicio de la conciencia revolucionaria.
3. La cooperación sea solidaria, al servicio de toda la sociedad, y no coactiva y al servicio del capital.
4. La comuna, como forma organizada de la comunidad sea la célula fundamental de la nueva sociedad y del nuevo Estado Socialista.
Uno de los esfuerzos fundamentales debe estar dirigido a la superación del consumismo (soporte del egoísmo individualista posesivo) como vía de realización de la vida y de pertenencia social, que debe dar lugar a una práctica de vida trascendente basada en un sentido de identidad, de pertenencia y de responsabilidad social para la construcción de la vida colectiva en armonía con el respeto a la individualidad. En esta dirección juega papel fundamental la recuperación de las expresiones vitales de la existencia humana: nuevas expresiones culturales y espirituales en el plano de la música, la poética, la narrativa, la plástica, el lenguaje, los discursos, las representaciones simbólicas institucionales, libera- das todas de la racionalidad del capital. En suma, se trata de la asunción de la ética como fundamento de la transformación socialista de la sociedad venezolana conforme lo define el Proyecto Nacional de Desarrollo Simón Bolívar.
Transformar la política en un oficio noble para la vivencia vital, plena, digna y gratificante y la democracia en un espacio para la participación y el protagonismo popular Se hace necesario romper los mecanismos tradicionales a través de los cuales el imperialismo capitalista, la oligarquía y la burguesía han ejercido su poder e impuesto su dominación y opresión política. El objetivo central es el fortalecimiento del poder popular que, en esta etapa de transición, debe expresarse en la creación de un nuevo espacio público comunal que permita la construcción de una nueva sociedad democrática, participativa y protagónica, un nuevo estado comunal y socialista que exprese genuinamente los intereses del pueblo venezolano. La sociedad socialista sólo es posible mediante el ejercicio de la soberanía popular y la participación protagónica del pueblo en la dirección de la comuna, la sociedad y el Estado. Es necesario eliminar la falsa dicotomía entre espacio público y privado, pues los aspectos más importantes de la formación del carácter y la escala de valores que sirven de soporte a la dominación política se forjan en el llamado espacio de la “vida privada”, un espacio colonizado totalmente por los aparatos mediáticos del imperialismo y la oligarquía en defensa de la propiedad privada y los valores culturales de la dominación imperial y que, al final, se apropia de lo público, de lo que pertenece a todos en beneficio de unos pocos. Requerimos formar una cultura de respeto a la dignidad y la libertad del otro y la otra. En este ámbito de la lucha contra la dominación política en la etapa de transición, necesitamos un Estado fuerte que vaya asumiendo progresivamente diversas esferas de la economía y la vida social y cultural. La lucha contra la dominación política requiere del Estado para el apalancamiento del poder popular y garantizar que lanueva institucionalidad se consolide bajo el signo de la participación popular, de nuevas organizaciones marcadas por la comuna y los consejos de los diferentes sectores sociales (trabajadores, estudiantes, mujeres, indígenas, etc.). Surgirá así un nuevo Estado socialistadirigido por y al servicio del pueblo, que terminará por desplazar el viejo Estado burgués. La lucha contra la dominación política en todas sus manifestaciones es el eje fundamental para la destrucción de la vieja cultura política, la destrucción del Estado burgués y la creación progresiva de un nuevo Estado de carácter comunal y socialista, una nueva institucionalidad, una nueva legalidad y legitimidad que tiene por objetivo permitir el desarrollo pleno de la vida.
Humanización del trabajo como condición de vida del hombre y la mujer Impulsar un modelo económico socialista basado en el desarrollo endógeno sustentable, lo que implica la lucha por la eliminación progresiva de la explotación capitalista del trabajo ajeno y la apropiación individual y privada de sus productos, por un lado, y por el otro, simultáneamente, garantizar que la apropiación del producto del trabajo sea social, tanto desde el punto de vista del consumo para satisfacer las necesidades humanas, como de la acumulación social para ampliar la base material de producción de la sociedad.
“Diseñar e inventar nuevas formas de producción, distribución, circulación y consumo, que tiendan a eliminar la lógica del capital y la intermediación depredadora de los capitalistas; desarrollar nuevas formas de apropiación social y comunitaria del excedente económico y nuevas formas de acumulación comunitaria y social que garanticen la soberanía alimentaria y la satisfacción creciente de las necesidades sociales; desarrollar una nueva ciencia y tecnología al servicio de las nuevas relaciones socialistas de producción y de propiedad, independientes y soberanas. “
“…La lucha contra la explotación capitalista implica necesariamente el manejo del instrumental teórico de la crítica de la economía política formulada por Marx, y la construcción de un nuevo sistema de cuentas nacionales, sustentado en este instrumental teórico, que permita establecer nuevos indicadores para la planificación y para la evaluación del desenvolvimiento de la economía en relación con el mejoramiento de las condiciones materiales de existencia de la sociedad y no de la acumulación del capital, para mostrar la superioridad de las nuevas relaciones sociales de producción y de propiedad…”
“… La lucha por la humanización del trabajo plantea la tarea de sustituir el modelo desarrollista rentista de la economía venezolana por un modelo de desarrollo endógeno integral y auto sustentable. La utilización de la renta petrolera como principal fuente del gasto social y de la inversión y la acumulación privada, ha configurado históricamente un aparato productivo mono exportador, desarticulado intra e intersectorial y territorialmente dependiente de la importación de tecnología, equipos, maquinarias y capitales, que ha hecho a la economía venezolana sumamente vulnerable debido a la dependencia de la misma de los precios internacionales del petróleo. Para avanzar en la construcción del socialismo es necesario crear una economía productiva y diversificada.
EL MODELO DE DESARROLLO ENDÓGENO AUTO-SUSTENTABLE
“Como modelo productivo para avanzar en la construcción del socialismo, toma en cuenta y respeta la relativa autonomía de las memorias históricas y las identidades culturales locales y defiende y promueve la diversidad cultural y étnica como fuerza transformadora capaz de romper una de las características del poder hegemónico capitalista y su modelo de desarrollo, a saber, la homogeneización de la vivencia humana. Busca trascender la organización mercantil de la sociedad y coloca en el centro de toda relación social el florecimiento de las potencialidades humanas más nobles, tanto individual como colectivamente; garantiza el respeto por el ambiente dentro de una concepción ecológica que asume la naturaleza como el hábitat y condición de la vida humana, ya que ésta sólo es naturaleza hu- manizada; toma como eje la praxis transformadora del sujeto social, desde sus propias condiciones históricas, sociales, culturales y desde la recomposición de su subjetividad, apoyándose en el marco de solidaridad y complementariedad que crea el Estado, la sociedad y la comunidad…”
“… El desarrollo endógeno promueve nuevas formas de organización social de carácter integrador, capaces de generar nuevas relaciones sociales de producción basadas en nuevas formas de propiedad de carácter socializantes; promueve la humanización del trabajo mediante la eliminación de la explotación, expropiación del trabajo ajeno, la utilización adecuada de tecnologías, el trabajo cooperativo y voluntario, la creación de condiciones materiales favorables, la humanización de los espacios laborales, la eliminación de todo tipo de privilegios, la justa distribución del ingreso, la cobertura de seguridad industrial, social y solidaria…”
Este modelo promueve:
1. Nuevas formas de poder basadas en la participación, en la construcción y en la toma de decisiones colectivas por parte de los trabajadores
2. Nuevas formas de administración, gestión pública y social de la empresas y el estado que permitan la austeridad, racionalización óptima en el uso de los recursos de diverso tipo
3. La participación protagónica conjunta de los trabajadores y las comunidades
4. La construcción de saberes sociales como semillas de la autonomía y la independencia científica y tecnológica
5. Una concepción y práctica social sustentable, es decir, un aprovechamiento racional de los recursos naturales que no amenace el equilibrio de los sistemas ecológicos ni comprometa la existencia de las generaciones futuras
6. La recuperación de tecnologías tradicionales, la invención popular y la apropiación de la ciencia y la tecnología pertinente, con un sentido humanista, especialmente de las tecnologías de información y comunicación para usos sociales, colectivos y comunitarios.
El desarrollo endógeno auto sustentable, plantea la confrontación radical de las tendencias hegemónicas de la economía neoliberal globalizada, la defensa de lo local como escenario fundamental de la vivencia humana y como condición de articulación armoniosa de los ámbitos regionales y nacionales, la independencia frente a lo global; la confrontación radical de la visión que interpreta el desarrollo como crecimiento económico, basado únicamente en la industrialización del país dentro del enfoque de la modernización capitalista, para buscar otras formas de organización de la producción. Asume las misiones sociales, como formas de elevar la productividad mediante la transformación de las relaciones de propiedad, la acumulación social, la ampliación de la base material de la sociedad, la participación de los trabajadores y la sociedad, para garantizar la creación y la justa distribución de la riqueza social, así como para alcanzar el bienestar de todos y todas las venezolanas, con especial preferencia de aquellos sectores sociales explotados y excluidos perennemente.
MODELO PRODUCTIVO DE TRANSICIÓN AL SOCIALISMO
La humanización del trabajo
El proceso de humanización del trabajo como fundamento de la superación de las relaciones capitalistas de producción y nuevo modelo socialista de producción y desarrollo social, implica el conocimiento de la naturaleza más profunda del capitalismo y de sus contradicciones.
EL capitalismo
El capitalismo se asienta en la expropiación del productor directo de los medios, con la consiguiente enajenación del producto del trabajo, el cual pasa a ser propiedad privada del dueño de los medios de producción. El capitalismo introduce la separación entre el trabajador y todo medio de producción, circunstancia que lo obliga a tener que venderse a sí mismo para sobrevivir.
En el esclavismo, el productor directo es el mismo medio de producción y como tal tiene garantizada su supervivencia, por precaria que sea, pues su muerte representaba una pérdida para el esclavista. En el feudalismo, aunque la mayor parte del producto del trabajo de los siervos de la gleba va al dueño de la tierra bajo la forma de censo (arriendo) y a la iglesia bajo la forma de diezmo, el trabajador directo sigue teniendo garantizados los medios para garantizar su supervivencia. Pero el capitalismo introduce la separación entre el trabajador y todo medio de producción, circunstancia que lo obliga a tener que venderse a sí mismo para sobrevivir. El capitalismo es la forzosa compraventa de la fuerza de trabajo convertida en una mercancía más. El producto del trabajo se convierte también en mercancía que pasa a ser propiedad privada de los dueños de los medios de producción. El capital es, pues, esencialmente, una relación social por la cual los propietarios de los medios de producción pueden expropiar el trabajo ajeno, el de los trabajadores [no propietarios], comprándola como mercancía pero sin pagarla por su valor real.
“… El trabajo, que es la única fuente de toda riqueza social y toda cultura, se convierte bajo el capitalismo en una mercancía especial, cuyo consumo es la fuente de la ganancia y la acumulación del capital. El capitalismo es la etapa histórica en que la sociedad se organiza en torno a la expropiación y explotación del trabajo ajeno, la cual requiere la dominación política y cultural sobre las trabajadoras y trabajadores asalariados y la disolución de los nexos comunitarios de las formaciones pre-capitalistas que ahora aparecen ante el individuo como un simple medio para lograr sus fines privados. La base material sobre la que se levanta el orden burgués capitalista es la estructura económica constituida por relaciones sociales de producción basadas en la explotación que dan lugar a formas de propiedad y de acumulación privadas.
La superación del capitalismo
“ Sólo es posible avanzar en la eliminación del capitalismo si se eliminan las relaciones sociales de producción basadas en la explotación del trabajo ajeno y, por consiguiente, si se eliminan los procesos de acumulación privada del capital basados en la ganancia producida por la explotación del trabajo. A su vez, una de las condiciones para eliminar la explotación del trabajo ajeno, es la eliminación de la propiedad privada de los medios de producción esenciales, en particular, la propiedad privada monopólica. Este es un principio de la construcción del socialismo. Puede ampliarse la frontera de cobertura de atención social y servicios, y puede elevarse la calidad de vida de la población, mucho más en un estado que recibe una elevada renta como el nuestro, pero éstas no serán más que diversas modalidades del llamado “Estado de bienestar social”, que en esencia no alteran las relaciones de producción capitalistas, y nunca constituirán un avance en la construcción del socialismo.”
BASES DEL MODELO PRODUCTIVO
La transición al socialismo.
Una premisa fundamental para el desarrollo de un nuevo modelo productivo es la ruptura con el conocimiento y la racionalidad burguesa y su metafísica de la economía, particularmente lo atinente a las formas de contabilizar y cuantificar el desarrollo económico reduciéndolo a crecimiento. Esto incluye la propia noción de crecimiento [variación porcentual de transacciones financieras –valor monetario- de la producción de bienes y servicios]; la teoría subjetiva del valor; la teoría marginalista; la preponderancia de la esfera de la circulación [el mercado] frente a la producción; la concepción de la industrialización; la fragmentación que impide ver integralmente la economía y su relación con las dimensiones políticas y sociales…”
especialmente las relacionadas con el bienestar de la vivencia humana, así como la exclusión de la actividad reguladora del Estado que sacrifica la economía al “libre mercado”, es decir, a los intereses de las corporaciones monopólicas. Se requiere tomar el instrumental teórico de la crítica de la economía política formulado por Marx y enriquecido por autores marxistas para fundamen- tar una crítica de la economía política de la transición que dé respuesta a los problemas generales pero también a los concretos e inmediatos. En particular es necesario rescatar la ley del valor que propone un esquema de análisis del capitalismo basado en la jerarquización del proceso productivo y en la centralidad de la explotación y que analiza los fenómenos comerciales y financieros refiriéndolos a su determinación productiva.De particular importancia es la interpretación de la crisis a la luz de la dinámica del capital determinada por la acción de sus leyes.
A- Unas Relaciones Sociales de Producción dirigidas a lahumanización de los procesos de trabajo, implican necesariamente, entre otras, las medidas siguientes:
1. Reducción progresiva y creciente hasta su eliminación definitiva de la explotación del trabajo ajeno, es decir, reducción progresiva hasta su eliminación definitiva de la tasa de plusvalía. [Excedente de explotación].
2. Convertir al trabajo en el valor fundamental de las relaciones de producción y de las relaciones sociales, promoviendo las formas de trabajo cooperativas, solidarias y voluntarias.
3. Garantizar la incorporación al trabajo de todas y todos.
4. Introducir progresivamente mejoras sustanciales en las condiciones de trabajo, mediante la humanización de los espacios de trabajo, la utilización de las tecnologías adecuadas, la formación socio política y científico tecnológica de las trabajadoras y trabajadores, el mejoramiento de las condiciones de seguridad y salud laboral, seguridad social, el reconocimiento colectivo para promocionar el esfuerzo creativo de las trabajadoras y trabajadores, la eliminación de los privilegios, entre otros factores, reduciendo la brecha salarial.
B- Formas de propiedad:
1. Eliminación de propiedad privada monopólica nacional y extranjera sobre los medios de producción, especialmente los esenciales.
2. Promoción de la propiedad privada no monopólica con función social.
3. Promoción de empresas mixtas con mayoría accionaría del Estado y progresivo control de los trabajadores y trabajadoras, bajo las siguientes condiciones:
4. Con empresas extranjeras: transferencia tecnológica y del conocimiento, realización de inversiones sociales correlativa al monto de la inversión, cumplimiento riguroso de las leyes y el contrato establecido, garantía de respeto a la madre tierra y la soberanía nacional.
5. Con Consejos Comunales: transferencia progresiva de propiedad estatal a propiedad comunal, en función de la eficiencia, honestidad en la administración del bien y acumulación comunitaria del excedente económico.
6. Promoción de la propiedad comunal, forma de propiedad colectiva que sólo puede usufructuarse en comunidad.
7. Propiedad Estatal, como forma indirecta de la propiedad colectiva.
8. Propiedad personal consistente en el patrimonio personal y familiar, que no puede usarse para la explotación de trabajo ajeno.
C- Organización de la producción:
Ruptura de los mecanismos de saqueo imperialistas
I.Ruptura de los mecanismos de financiarización de la economía
1. Ruptura de la financiarización de la economía, que permite al capital financiero internacional, que controla los sistemas financieros nacionales, captar el ahorro interno, incluyendo la renta petrolera, para propiciar la fuga de capitales, elevando además el costo de la operación bancaria y operando como un mecanismo de explotación al servicio de los países capitalistas centrales.
2. Creación de una banca estatal sólida, transparente, eficiente y solidaria en capacidad de promover el crédito como apalanca- miento de una economía productiva y mantener la estabilidad financiera.
3. Regulación de la economía y en particular de las tasas de cambio [control de cambios], de interés, de la base monetaria y de las reservas internacionales, así como garantía del financiamiento del sector productivo.
4. Control de los diversos mecanismos de fuga de capitales y de legitimación de capitales ilegales, así como de la movilización de capitales con propósitos insurreccionales o de desestabilización política. [Antecedentes: movilización de recursos para financiar la contra revolución en Nicaragua con dineros provenientes del narcotráfico y el tráfico de armas por parte de EE.UU.].
5. Revisión de la legitimidad y legalidad de la deuda externa.
6. Sustitución del dólar y de los bancos estadounidenses para mantener las reservas internacionales y como moneda de reserva y pago internacional. Creación de Bancos regionales de desarrollo, fondos comunes de reserva e impulso de mecanismos de pagos y compensación para el comercio interna- cional como el SUCRE.
II. Ruptura de la dependencia
1. Ruptura de las relaciones de dependencia de los grandes monopolios internacionales y del circuito internacional de acumulación del capital como forma de romper con la principal determinación del subdesarrollo y la desarticulación inter, intra y territorial de la economía, articulada a las cadenas productivas de los grandes monopolios, principalmente estadounidenses y no a un desarrollo autónomo, armonioso y soberano.
2. Sustitución del modelo rentista petrolero y primario exportador de materias primas por un modelo productivo de desarrollo endógeno que garantice la integración económica inter, intra y territorial como base del desarrollo de un aparato productivo diversificado, sustentado en la articulación del sector agrícola y de cadenas productivas orientadas a: (I) la satisfacción de las necesidades sociales del país, (II) la ampliación de la base material productiva del país y (III) la unidad e integración complementaria de nuestros pueblos y economías dentro de propuesta de la ALBA y demás alianzas de unidad e integración regional y global.
3. Hay que tomar conciencia que para romper la dependencia es necesario producir los equipos, las tecnologías, los servicios y el capital que requiere el proceso productivo, por un lado, y por el otro, cambiar los patrones de consumo y culturales profundamente arraigados que determinan la producción.
4. Eliminación del intercambio desigual que se desarrolla impunemente bajo el paradigma del “libre comercio”, [intercambio de cantidades desiguales de trabajo: materias primas con precios tendencialmente a la baja por manufacturas con precios tendencialmente al alza] Creación de espacios para el comercio entre los pueblos, pues el llamado “libre comercio internacional” es en verdad comercio intra-firmas de las grandes corporaciones, que sacan provecho de la situación de dominio de mercados, tecnologías y capitales.
5. Es necesario avanzar en la integración territorial; el impulso de circuitos productivos integrales que permita superar la desarticulación inter, intrasectorial y territorial de la economía, especialmente entre el sector petrolero y el no petrolero, entre el sector agropecuario y el manufacturero, entre el sector productor de bienes de consumo, bienes intermedios y bienes de capital, entre otros; integrar las esferas productivas con las de consumo y la distribución comercial; desarrollar e incorporar nuevas tecnologías; establecer una nueva naturaleza y jerarquía de las necesidades sociales y de la manera de satisfacerlas, lo que conlleva principalmente una transformación radical de los patrones de consumo; establecer una nueva inserción en la economía global, que nos independice de las importaciones y generar excedentes de exportación, principalmente hacia los países de la ALBA y otros procesos de unidad e integración regional.
6. Es necesario promover una nueva inserción en la economía global sin perder de vista que no es sólo un problema de competitividad de precios y condiciones, pues los mercados globales no operan neutralmente movidos sólo por la racionalidad económica o las ventajas comparativas o competitivas. Es necesario considerar las campañas contra la Revolución Bolivariana instigadas por los monopolios y el gobierno imperialista. Esto aconseja dirigir los esfuerzos a profundizar la unión, integración y complementariedad de los procesos de inte- gración al seno de la ALBA, UNASUR, ASA, Comunidad Latinoamericana y Caribeña de Naciones, entre otros.
7. Hay que articular el “crecimiento hacia adentro” [el desarrollo endógeno] con el “crecimiento hacia fuera” haciéndolos complementarios, bajo la idea de que las ventajas complementarias, las cercanías geográficas, las identidades culturales y las similitudes en las estructuras productivas de nuestros países son las que pueden garantizar un comercio justo que sirva como marco de posibilidades para superar otras limitaciones, como tamaño del mercado, acumulación originaria, desarrollo tecnológico, etc.
9. Desarrollo del sector tecnológico a partir de un replanteamiento del paradigma de ciencia y tecnología que permita recuperar nuestras propias experiencias, vivencias, saberes y anhelos, redefiniendo los criterios de productividad en su relación con el bienestar social o la acumulación de capital.
10. Desarrollo de la agricultura y la agroindustria, articuladas de manera armoniosa como base de la pirámide productiva, con una vocación nacionalista orientada a desarrollar un aparato productivo independiente, soberano y diversificado, dirigido a la satisfacción de las necesidades fundamentales del pueblo venezolano desde una perspectiva solidaria. En suma, poner en práctica el modelo de desarrollo endógeno auto- sustentable como modelo económico que, a la luz de las principales determinaciones de la construcción del socialismo, nos permita avanzar en el ámbito económico.
III. Ruptura de la cultura empresarial capitalista
Modo de comercialización socialista
El desarrollo del proceso productivo y de consumo requiere del diseño de estrategias dirigidas a la construcción de una economía socialista, específicamente en el área de comercialización (circulación) que básicamente se centra en lo siguiente:
1. Unificar la relación producción–consumo y tender a eliminar la intermediación comercial capitalista. Es necesaria una rearticulación de los procesos productivos desde un enfoque integral conjuntamente con los procesos de circulación/comercialización.
2. El problema fundamental no es tanto la red de circulación sino dilucidar los mecanismos que el capitalismo utiliza, especialmente, la publicidad y la propaganda, para generar necesidades sociales artificiales y diferenciadas en sectores como la clase media y profesionales (consumo de clase), la juventud (consumo etario), las mujeres (consumo de género), etc. Es necesario des- articular la comercialización como pivote de sobreexplotación [la especulación opera como una renta adicional para el comerciante a cargo del trabajador] que extrae recursos de los productores, del estado y de los consumidores, lo que hace los circuitos de comercialización se conviertan en una fuente de acumulación de capital que condiciona los circuitos productivos que le subyacen.
3. Es necesario cambiar radicalmente los patrones culturales de consumo. Mientras no se cambie el patrón de necesidades sociales, la jerarquía de las mismas, la manera de satisfacerlas [colectiva o individualmente, en base al estado o la empresa privada] es muy difícil resolver tanto los problemas productivos como los de circulación/comercialización. Es necesario dilucidar la dinámica y la relación entre los patrones culturales de consumo, los patrones productivos, los patrones tecnológicos y fundamentalmente los patrones de acumulación del capital, así como la estructura de la industria de publicidad y su relación con los medios de comunicación privados y su incidencia en la configuración del imaginario social.
4. Es necesario tender a eliminar la intermediación del comercio capitalista: acercar, unificar y transparentar la relación producción-consumo [soporte de la planificación de qué, cómo y cuánto se produce y cómo se distribuye] creando cadenas de comercialización de carácter socialista basadas en la transformación de los patrones culturales y de consumo de carácter colectivo y comunitario, es decir, satisfacción del consumo socialmente necesario con sentido austero y solidario, con una participación creciente del comercio comunal.
5. Comercio internacional: establecer empresas estatales y gran nacionales para la realización del comercio internacional (comercio entre los pueblos) directamente entre los gobiernos en base a las ventajas complementarias.
“El socialismo, en su sentido más general, tiene como punto de partida la toma de conciencia sobre las contradicciones del capitalismo y la lucha por resolverlas en función del mundo del trabajo para garantizar la suprema felicidad social y la emancipación de la humanidad.
La humanidad entera y la propia naturaleza padecen las consecuencias devastadoras que generan las contradicciones del capitalismo. Los pueblos del mundo sufren estas consecuencias de diversas maneras pero tienen la potencialidad de tomar conciencia de la degradación de su vida a través de distintas formas: jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas…”
Ficha 1
“…La lucha por el socialismo nos obliga a resolver las contradicciones del capitalismo a favor de las fuerzas del trabajo; a conquistar para la producción el mismo carácter social de la distribución y el consumo; a que el dinero no sea la máxima potencia y que los seres humanos sean considerados por sus valores intrínsecos…”
Ficha 2
“Para cumplir esta tarea central es necesario que la Revolución Bolivariana lleve adelante, complementariamente, las siguientes tareas principales, que le sirven de soporte a la tarea central: la lucha contra la alienación de la conciencia social y por la construcción de una conciencia revolucionaria; la lucha contra la dominación y opresión política y por transformar la política en un modo para la vivencia plena, digna y gratificante; la lucha por hacer de la democracia un espacio para la participación y el protagonismo popular, y la lucha contra la explotación del trabajo ajeno y por la humanización y liberación del trabajo. Para tener éxito en estas tareas es necesaria la elevación de la conciencia política del pueblo, la refundación ética de la política para forjar una nueva cultura política sustentada en nuevas prácticas sociales basadas en valores revolucionarios.”
Ficha 3
“…Estos valores deben construirse a partir de una nueva visión y formas de conocimiento del mundo y la sociedad (nuevo paradigma epistémico y nueva ciencia), un nuevo comportamiento y nuevas formas de relacionarnos y valorarnos en comunidad (nueva ética de la solidaridad), y una nueva sensibilidad y solidaridad (nueva estética y nuevo arte), como fundamentos del proceso de transformación revolucionaria de la sociedad venezolana. La garantía de la refundación de la República, la transformación revolucionaria de la sociedad venezolana y la construcción de un estado de derecho y de justicia social radica en la construcción de una nueva ciencia basada en la verdad, una nueva ética basada en la justicia…”
Ficha 4
“…emergencia de una nueva subjetividad profundamente humana, sabia y prudente, que habrá de forjarse al calor de la lucha de clases y la derrota de las ideas y las costumbres burguesas, oligárquicas e imperialistas. Se trata de derrocar el viejo régimen no sólo en los hechos sino también en las ideas, las costumbres y los valores, tal como advirtió el Ché Guevara al señalar…“no es posible construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo”. Aristóteles ya había enseñado en la antigua Grecia que las virtudes morales e intelectuales educan el carácter; Simón Bolívar señaló que: …”moral y luces son los polos de una República; moral y luces son nuestras primeras necesidades.”; Gramsci retomó este planteamiento diciendo que una revolución es una reforma radical en el plano moral y cultural. La Revolución Bolivariana asume plenamente estas enseñanzas como base de sus objetivos.”
Ficha 5
“Construcción de una conciencia revolucionaria como forma de superar la alienación de la conciencia social propia del capitalismo. Es necesario refundar las prácticas políticas y sociales dotándolas de un sentido y contenido moral y ético que cuestione radicalmente las instituciones burguesas heredadas y el imaginario social (ideologías, representaciones sociales, prácticas sociales y antivalores) con base en una nueva escala de valores humanistas, solidarios y críticos como la responsabilidad social, la solidaridad, la honestidad, el reconocimiento de la dignidad del otro, la participación, la contraloría social, el sentido de comunidad y de vivencia integral. La transformación de la conciencia social y de aquellas dimensiones que la constituyen más directamente, como la información, la comunicación, la educación y la cultura, en relación con las prácticas sociales y los valores que las sustentan, es una tarea fundamental para la revolución bolivariana.”
Ficha 6
“Ello implica el diseño de políticas y formas organizativas nuevas para que el trabajo, la comunicación (el lenguaje) y la cooperación al seno de la comunidad, como dimensiones constitutivas del ser humano, sean liberadas del yugo capitalista y, en consecuencia:
1. El trabajo deje de ser trabajo enajenado y pase a ser trabajo libre y liberador y su producto esté al servicio de los trabajadores y la sociedad y aquellos puedan asociarse libremente.”
Ficha 7
“Uno de los esfuerzos fundamentales debe estar dirigido a la superación del consumismo (soporte del egoísmo individualista posesivo) como vía de realización de la vida y de pertenencia social, que debe dar lugar a una práctica de vida trascendente basada en un sentido de identidad, de pertenencia y de responsabilidad social para la construcción de la vida colectiva en armonía con el respeto a la individualidad. En esta dirección juega papel fundamental la recuperación de las expresiones vitales de la existencia humana: nuevas expresiones culturales y espirituales en el plano de la música, la poética, la narrativa, la plástica, el lenguaje, los discursos, las representaciones simbólicas institucionales, libera- das todas de la racionalidad del capital…”
Ficha 8
“Humanización del trabajo como condición de vida del hombre y la mujer Impulsar un modelo económico socialista basado en el desarrollo endógeno sustentable, lo que implica la lucha por la eliminación progresiva de la explotación capitalista del trabajo ajeno y la apropiación individual y privada de sus productos, por un lado, y por el otro, simultáneamente, garantizar que la apropiación del producto del trabajo sea social, tanto desde el punto de vista del consumo para satisfacer las necesidades humanas, como de la acumulación social para ampliar la base material de producción de la sociedad.”
Ficha 9
“Diseñar e inventar nuevas formas de producción, distribución, circulación y consumo, que tiendan a eliminar la lógica del capital y la intermediación depredadora de los capitalistas; desarrollar nuevas formas de apropiación social y comunitaria del excedente económico y nuevas formas de acumulación comunitaria y social que garanticen la soberanía alimentaria y la satisfacción creciente de las necesidades sociales; desarrollar una nueva ciencia y tecnología al servicio de las nuevas relaciones socialistas de producción y de propiedad, independientes y soberanas."
Ficha 10
“…La lucha contra la explotación capitalista implica necesariamente el manejo del instrumental teórico de la crítica de la economía política formulada por Marx, y la construcción de un nuevo sistema de cuentas nacionales, sustentado en este instrumental teórico, que permita establecer nuevos indicadores para la planificación y para la evaluación del desenvolvimiento de la economía en relación con el mejoramiento de las condiciones materiales de existencia de la sociedad y no de la acumulación del capital, para mostrar la superioridad de las nuevas relaciones sociales de producción y de propiedad…”
Ficha 11
“… La lucha por la humanización del trabajo plantea la tarea de sustituir el modelo desarrollista rentista de la economía venezolana por un modelo de desarrollo endógeno integral y auto sustentable. La utilización de la renta petrolera como principal fuente del gasto social y de la inversión y la acumulación privada, ha configurado históricamente un aparato productivo mono exportador, desarticulado intra e intersectorial y territorialmente dependiente de la importación de tecnología, equipos, maquinarias y capitales, que ha hecho a la economía venezolana sumamente vulnerable debido a la dependencia de la misma de los precios internacionales del petróleo. Para avanzar en la construcción del socialismo es necesario crear una economía productiva y diversificada. “
Ficha 12
“Como modelo productivo para avanzar en la construcción del socialismo, toma en cuenta y respeta la relativa autonomía de las memorias históricas y las identidades culturales locales y defiende y promueve la diversidad cultural y étnica como fuerza transformadora capaz de romper una de las características del poder hegemónico capitalista y su modelo de desarrollo, a saber, la homogeneización de la vivencia humana. Busca trascender la organización mercantil de la sociedad…”
Ficha 13
“…coloca en el centro de toda relación social el florecimiento de las potencialidades humanas más nobles, tanto individual como colectivamente; garantiza el respeto por el ambiente dentro de una concepción ecológica que asume la naturaleza como el hábitat y condición de la vida humana, ya que ésta sólo es naturaleza humanizada; toma como eje la praxis transformadora del sujeto social, desde sus propias condiciones históricas, sociales, culturales y desde la recomposición de su subjetividad, apoyándose en el marco de solidaridad y complementariedad que crea el Estado, la sociedad y la comunidad…”
Ficha 14
“El desarrollo endógeno auto sustentable, plantea la confrontación radical de las tendencias hegemónicas de la economía neoliberal globalizada, la defensa de lo local como escenario fundamental de la vivencia humana y como condición de articulación armoniosa de los ámbitos regionales y nacionales, la independencia frente a lo global; la confrontación radical de la visión que interpreta el desarrollo como crecimiento económico, basado únicamente en la industrialización del país dentro del enfoque de la modernización capitalista, para buscar otras formas de organización de la producción…”
Ficha 15
“El proceso de humanización del trabajo como fundamento de la superación de las relaciones capitalistas de producción y nuevo modelo socialista de producción y desarrollo social, implica el conocimiento de la naturaleza más profunda del capitalismo y de sus contradicciones… El capitalismo se asienta en la expropiación del productor directo de los medios, con la consiguiente enajenación del producto del trabajo, el cual pasa a ser propiedad privada del dueño de los medios de producción. El capitalismo introduce la separación entre el trabajador y todo medio de producción, circunstancia que lo obliga a tener que venderse a sí mismo para sobrevivir”
Ficha 16
“…el capitalismo introduce la separación entre el trabajador y todo medio de producción, circunstancia que lo obliga a tener que venderse a sí mismo para sobrevivir. El capitalismo es la forzosa compraventa de la fuerza de trabajo convertida en una mercancía más. El producto del trabajo se convierte también en mercancía que pasa a ser propiedad privada de los dueños de los medios de producción. El capital es, pues, esencialmente, una relación social por la cual los propietarios de los medios de producción pueden expropiar el trabajo ajeno, el de los trabajadores [no propietarios], comprándola como mercancía pero sin pagarla por su valor real.”
Ficha 17
“… El trabajo, que es la única fuente de toda riqueza social y toda cultura, se convierte bajo el capitalismo en una mercancía especial, cuyo consumo es la fuente de la ganancia y la acumulación del capital. El capitalismo es la etapa histórica en que la sociedad se organiza en torno a la expropiación y explotación del trabajo ajeno, la cual requiere la dominación política y cultural sobre las trabajadoras y trabajadores asalariados y la disolución de los nexos comunitarios de las formaciones pre-capitalistas que ahora aparecen ante el individuo como un simple medio para lograr sus fines privados. La base material sobre la que se levanta el orden burgués capitalista es la estructura económica constituida por relaciones sociales de producción basadas en la explotación que dan lugar a formas de propiedad y de acumulación privadas…”
Ficha 18
La superación del capitalismo
“ Sólo es posible avanzar en la eliminación del capitalismo si se eliminan las relaciones sociales de producción basadas en la explotación del trabajo ajeno y, por consiguiente, si se eliminan los procesos de acumulación privada del capital basados en la ganancia producida por la explotación del trabajo. A su vez, una de las condiciones para eliminar la explotación del trabajo ajeno, es la eliminación de la propiedad privada de los medios de producción esenciales, en particular, la propiedad privada monopólica. Este es un principio de la construcción del socialismo. Puede ampliarse la frontera de cobertura de atención social y servicios, y puede elevarse la calidad de vida de la población, mucho más en un estado que recibe una elevada renta como el nuestro, pero éstas no serán más que diversas modalidades del llamado “Estado de bienestar social”, que en esencia no alteran las relaciones de producción capitalistas, y nunca constituirán un avance en la construcción del socialismo.”
Ficha 19
“La transición al socialismo.
Una premisa fundamental para el desarrollo de un nuevo modelo productivo es la ruptura con el conocimiento y la racionalidad burguesa y su metafísica de la economía, particularmente lo atinente a las formas de contabilizar y cuantificar el desarrollo económico reduciéndolo a crecimiento. Esto incluye la propia noción de crecimiento [variación porcentual de transacciones financieras –valor monetario- de la producción de bienes y servicios]; la teoría subjetiva del valor; la teoría marginalista; la preponderancia de la esfera de la circulación [el mercado] frente a la producción; la concepción de la industrialización; la fragmentación que impide ver integralmente la economía y su relación con las dimensiones políticas y sociales…”
Ficha 20
“…Se requiere tomar el instrumental teórico de la crítica de la economía política formulado por Marx y enriquecido por autores marxistas para fundamentar una crítica de la economía política de la transición que dé respuesta a los problemas generales pero también a los concretos e inmediatos. En particular es necesario rescatar la ley del valor que propone un esquema de análisis del capitalismo basado en la jerarquización del proceso productivo y en la centralidad de la explotación y que analiza los fenómenos comerciales y financieros refiriéndolos a su determinación productiva…”
Ficha 21
“A- Unas Relaciones Sociales de Producción dirigidas a la humanización de los procesos de trabajo, implican necesariamente, entre otras, las medidas siguientes:
1. Reducción progresiva y creciente hasta su eliminación definitiva de la explotación del trabajo ajeno, es decir, reducción progresiva hasta su eliminación definitiva de la tasa de plusvalía. [Excedente de explotación].
2. Convertir al trabajo en el valor fundamental de las relaciones de producción y de las relaciones sociales, promoviendo las formas de trabajo cooperativas, solidarias y voluntarias.”
Ficha 22
“2. Sustitución del modelo rentista petrolero y primario exportador de materias primas por un modelo productivo de desarrollo endógeno que garantice la integración económica inter, intra y territorial como base del desarrollo de un aparato productivo diversificado, sustentado en la articulación del sector agrícola y de cadenas productivas orientadas a: (I) la satisfacción de las necesidades sociales del país, (II) la ampliación de la base material productiva del país y (III) la unidad e integración complementaria de nuestros pueblos y economías dentro de propuesta de la ALBA y demás alianzas de unidad e integración regional y global.”
Ficha 23
“…cambiar los patrones de consumo y culturales profundamente arraigados que determinan la producción…”
“ 5. Es necesario avanzar en la integración territorial; el impulso de circuitos productivos integrales que permita superar la desarticulación inter, intrasectorial y territorial de la economía, especialmente entre el sector petrolero y el no petrolero, entre el sector agropecuario y el manufacturero, entre el sector productor de bienes de consumo, bienes intermedios y bienes de capital, entre otros; integrar las esferas productivas con las de consumo y la distribución comercial; desarrollar e incorporar nuevas tecnologías; establecer una nueva naturaleza y jerarquía de las necesidades sociales y de la manera de satisfacerlas, lo que conlleva principalmente una transformación radical de los patrones de consumo…”
Ficha 24
“10. Desarrollo de la agricultura y la agroindustria, articuladas de manera armoniosa como base de la pirámide productiva, con una vocación nacionalista orientada a desarrollar un aparato productivo independiente, soberano y diversificado, dirigido a la satisfacción de las necesidades fundamentales del pueblo venezolano desde una perspectiva solidaria. En suma, poner en práctica el modelo de desarrollo endógeno auto- sustentable como modelo económico que, a la luz de las principales determinaciones de la construcción del socialismo, nos permita avanzar en el ámbito económico.”
Ficha 25
“Modo de comercialización socialista
El desarrollo del proceso productivo y de consumo requiere del diseño de estrategias dirigidas a la construcción de una economía socialista, específicamente en el área de comercialización (circulación) que básicamente se centra en lo siguiente:
1. Unificar la relación producción–consumo y tender a eliminar la intermediación comercial capitalista. Es necesaria una rearticulación de los procesos productivos desde un enfoque integral conjuntamente con los procesos de circulación/comercialización.
2. El problema fundamental no es tanto la red de circulación sino dilucidar los mecanismos que el capitalismo utiliza, especialmente, la publicidad y la propaganda, para generar necesidades sociales artificiales y diferenciadas en sectores como la clase media y profesionales (consumo de clase), la juventud (consumo etario), las mujeres (consumo de género), etc…”
Ficha 26
“…Es necesario desarticular la comercialización como pivote de sobreexplotación [la especulación opera como una renta adicional para el comerciante a cargo del trabajador] que extrae recursos de los productores, del estado y de los consumidores, lo que hace los circuitos de comercialización se conviertan en una fuente de acumulación de capital que condiciona los circuitos productivos que le subyacen.
Es necesario cambiar radicalmente los patrones culturales de consumo. Mientras no se cambie el patrón de necesidades sociales, la jerarquía de las mismas, la manera de satisfacerlas [colectiva o individualmente, en base al estado o la empresa privada] es muy difícil resolver tanto los problemas productivos como los de circulación/comercialización. Es necesario dilucidar la dinámica y la relación entre los patrones culturales de consumo, los patrones productivos, los patrones tecnológicos y fundamentalmente los patrones de acumulación del capital, así como la estructura de la industria de publicidad y su relación con los medios de comunicación privados y su incidencia en la configuración del imaginario social.”
Ficha 27
“4. Es necesario tender a eliminar la intermediación del comercio capitalista: acercar, unificar y transparentar la relación producción-consumo [soporte de la planificación de qué, cómo y cuánto se produce y cómo se distribuye] creando cadenas de comercialización de carácter socialista basadas en la transformación de los patrones culturales y de consumo de carácter colectivo y comunitario, es decir, satisfacción del consumo socialmente necesario con sentido austero y solidario, con una participación creciente del comercio comunal.”
RESUMEN INTERPRETATIVO
En estas diversas fichas extraídas de las BASES PROGRAMÁTICAS DEL PSUV, encontramos un conjunto de premisas que abarcan globalmente una caracterización del régimen de producción capitalista y su superación desde la perspectiva socialista.
Al estar vigente como documento fundacional del PSUV, los contenidos de estas bases programáticas se constituyen en el referente obligado de la construcción socialista y cualquier excusa o coartada para su no aplicación atenta contra la integridad y unidad de la organización.
En tal sentido, vamos a sintetizar las anteriores fichas agrupándolas en unidades temáticas, siendo un conjunto de premisas para traspasar la línea de no retorno y hacer irreversible el tránsito al socialismo:
1.-El trabajo, que es la única fuente de toda riqueza social y toda cultura, se convierte bajo el capitalismo en una mercancía especial, cuyo consumo es la fuente de la ganancia y la acumulación del capital. El capitalismo es la etapa histórica en que la sociedad se organiza en torno a la expropiación y explotación del trabajo ajeno, la cual requiere la dominación política y cultural sobre las trabajadoras y trabajadores asalariados y la disolución de los nexos comunitarios de las formaciones pre-capitalistas que ahora aparecen ante el individuo como un simple medio para lograr sus fines privados.
2.- En la transición al socialismo, es obligante la resolución de las contradicciones del capitalismo a favor de las fuerzas del trabajo. El trabajo deja de ser trabajo enajenado y pase a ser trabajo libre y liberador y su producto esté al servicio de los trabajadores y la sociedad y aquellos puedan asociarse libremente.
3.-Sólo es posible avanzar en la eliminación del capitalismo si se eliminan las relaciones sociales de producción basadas en la explotación del trabajo ajeno y, por consiguiente, si se eliminan los procesos de acumulación privada del capital basados en la ganancia producida por la explotación del trabajo. A su vez, una de las condiciones para eliminar la explotación del trabajo ajeno, es la eliminación de la propiedad privada de los medios de producción esenciales, en particular, la propiedad privada monopólica. Este es un principio de la construcción del socialismo. Puede ampliarse la frontera de cobertura de atención social y servicios, y puede elevarse la calidad de vida de la población, mucho más en un estado que recibe una elevada renta como el nuestro, pero éstas no serán más que diversas modalidades del llamado “Estado de bienestar social”, que en esencia no alteran las relaciones de producción capitalistas, y nunca constituirán un avance en la construcción del socialismo.
4.- El proceso de humanización del trabajo como fundamento de la superación de las relaciones capitalistas de producción y nuevo modelo socialista de producción y desarrollo social, implica el conocimiento de la naturaleza más profunda del capitalismo y de sus contradicciones. El capitalismo se asienta en la expropiación del productor directo de los medios, con la consiguiente enajenación del producto del trabajo, el cual pasa a ser propiedad privada del dueño de los medios de producción. El capitalismo introduce la separación entre el trabajador y todo medio de producción, circunstancia que lo obliga a tener que venderse a sí mismo para sobrevivir.
5.-Esta humanización del trabajo como condición de vida del hombre y la mujer implica impulsar un modelo económico socialista basado en el desarrollo endógeno sustentable, donde se plantea la eliminación progresiva de la explotación capitalista del trabajo ajeno y la apropiación individual y privada de sus productos, por un lado, y por el otro, simultáneamente, garantizar que la apropiación del producto del trabajo sea social. Por ello se requiere diseñar e inventar nuevas formas de producción, distribución, circulación y consumo, que tiendan a eliminar la lógica del capital y la intermediación depredadora de los capitalistas; desarrollar nuevas formas de apropiación social y comunitaria del excedente económico y nuevas formas de acumulación comunitaria y social que garanticen la soberanía alimentaria y la satisfacción creciente de las necesidades sociales; desarrollar una nueva ciencia y tecnología al servicio de las nuevas relaciones socialistas de producción y de propiedad, independientes y soberanas.
6.-La lucha por la humanización del trabajo plantea la tarea de sustituir el modelo desarrollista rentista de la economía venezolana por un modelo de desarrollo endógeno integral y auto sustentable. Para avanzar en la construcción del socialismo es necesario crear una economía productiva y diversificada.
7.- Es necesario avanzar en la integración territorial; el impulso de circuitos productivos integrales que permita superar la desarticulación inter, intrasectorial y territorial de la economía, especialmente entre el sector petrolero y el no petrolero, entre el sector agropecuario y el manufacturero, entre el sector productor de bienes de consumo, bienes intermedios y bienes de capital, entre otros; integrar las esferas productivas con las de consumo y la distribución comercial; desarrollar e incorporar nuevas tecnologías; establecer una nueva naturaleza y jerarquía de las necesidades sociales y de la manera de satisfacerlas, lo que conlleva principalmente una transformación radical de los patrones de consumo. Es indispensable cambiar los patrones de consumo y culturales profundamente arraigados que determinan la producción.
8.- En la transición se requiere de un nuevo modo de intercambio socialista:
-- Es necesario cambiar radicalmente los patrones culturales de consumo. Mientras no se cambie el patrón de necesidades sociales, la jerarquía de las mismas, la manera de satisfacerlas [colectiva o individualmente, en base al estado o la empresa privada] es muy difícil resolver tanto los problemas productivos como los de circulación/comercialización.
-- El desarrollo del proceso productivo y de consumo requiere del diseño de estrategias dirigidas a la construcción de una economía socialista, específicamente en el área de comercialización (circulación) que básicamente se centra en lo siguiente:
* Unificar la relación producción–consumo y tender a eliminar la intermediación comercial capitalista. Es necesaria una rearticulación de los procesos productivos desde un enfoque integral conjuntamente con los procesos de circulación/comercialización.
* El problema fundamental no es tanto la red de circulación sino dilucidar los mecanismos que el capitalismo utiliza, especialmente, la publicidad y la propaganda, para generar necesidades sociales artificiales y diferenciadas en sectores como la clase media y profesionales (consumo de clase), la juventud (consumo etario), las mujeres (consumo de género).
-- Es necesario dilucidar la dinámica y la relación entre los patrones culturales de consumo, los patrones productivos, los patrones tecnológicos y fundamentalmente los patrones de acumulación del capital, así como la estructura de la industria de publicidad y su relación con los medios de comunicación privados y su incidencia en la configuración del imaginario social.
-- Hay que desarticular la comercialización como pivote de sobreexplotación [la especulación opera como una renta adicional para el comerciante a cargo del trabajador] que extrae recursos de los productores, del estado y de los consumidores, lo que hace los circuitos de comercialización se conviertan en una fuente de acumulación de capital que condiciona los circuitos productivos que le subyacen.
-- Eliminar la intermediación del comercio capitalista: acercar, unificar y transparentar la relación producción-consumo [soporte de la planificación de qué, cómo y cuánto se produce y cómo se distribuye] creando cadenas de comercialización de carácter socialista basadas en la transformación de los patrones culturales y de consumo de carácter colectivo y comunitario, es decir, satisfacción del consumo socialmente necesario con sentido austero y solidario, con una participación creciente del comercio comunal.
9.- Para cumplir con los anteriores propósitos, como tarea central es necesario que la Revolución Bolivariana lleve adelante la lucha contra la alienación de la conciencia social y por la construcción de una conciencia revolucionaria; la lucha contra la dominación y opresión política y por transformar la política en un modo para la vivencia plena, digna y gratificante; la lucha por hacer de la democracia un espacio para la participación y el protagonismo popular, y la lucha contra la explotación del trabajo ajeno y por la humanización y liberación del trabajo.
10.-Para tener éxito en estas tareas es necesaria la elevación de la conciencia política del pueblo, la refundación ética de la política para forjar una nueva cultura política sustentada en nuevas prácticas sociales basadas en valores revolucionarios. Esta nueva escala de valores debe construirse a partir de una nueva visión y formas de conocimiento del mundo y la sociedad (nuevo paradigma epistémico y nueva ciencia), un nuevo comportamiento y nuevas formas de relacionarnos y valorarnos en comunidad (nueva ética de la solidaridad), y una nueva sensibilidad y solidaridad (nueva estética y nuevo arte), como fundamentos del proceso de transformación revolucionaria de la sociedad venezolana.
En la transición al socialismo, una premisa fundamental para el desarrollo de un nuevo modelo productivo es la ruptura con el conocimiento y la racionalidad burguesa y su metafísica de la economía, particularmente lo atinente a las formas de contabilizar y cuantificar el desarrollo económico reduciéndolo a crecimiento. Esto incluye la propia noción de crecimiento [variación porcentual de transacciones financieras –valor monetario- de la producción de bienes y servicios]; la teoría subjetiva del valor; la teoría marginalista; la preponderancia de la esfera de la circulación [el mercado] frente a la producción; la concepción de la industrialización; la fragmentación que impide ver integralmente la economía y su relación con las dimensiones políticas y sociales.
11.- En el marco de la anterior perspectiva, se requiere tomar el instrumental teórico de la crítica de la economía política formulado por Marx y enriquecido por autores marxistas para fundamentar una crítica de la economía política de la transición que dé respuesta a los problemas generales pero también a los concretos e inmediatos. En particular es necesario rescatar la ley del valor que propone un esquema de análisis del capitalismo basado en la jerarquización del proceso productivo y en la centralidad de la explotación y que analiza los fenómenos comerciales y financieros refiriéndolos a su determinación productiva
En tal sentido, la lucha contra la explotación capitalista implica necesariamente el manejo del instrumental teórico de la crítica de la economía política formulada por Marx, y la construcción de un nuevo sistema de cuentas nacionales, sustentado en este instrumental teórico, que permita establecer nuevos indicadores para la planificación y para la evaluación del desenvolvimiento de la economía en relación con el mejoramiento de las condiciones materiales de existencia de la sociedad y no de la acumulación del capital
12.-La nueva subjetividad en construcción sabia y prudente, habrá de forjarse al calor de la lucha de clases y la derrota de las ideas y las costumbres burguesas, oligárquicas e imperialistas. Se trata de derrocar el viejo régimen no sólo en los hechos sino también en las ideas, las costumbres y los valores, tal como advirtió el Ché Guevara al señalar…“no es posible construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo”. Aristóteles ya había enseñado en la antigua Grecia que las virtudes morales e intelectuales educan el carácter; Simón Bolívar señaló que: …”moral y luces son los polos de una República; moral y luces son nuestras primeras necesidades.”; Gramsci retomó este planteamiento diciendo que una revolución es una reforma radical en el plano moral y cultural. La Revolución Bolivariana asume plenamente estas enseñanzas como base de sus objetivos.
E/Carlos Lanz Rodríguez
26 de Noviembre de 2014
CRISIS ORGÁNICA DEL CAPITAL Y UTOPÍA CONCRETA
NOTA EXPLICATIVA: En el mes de Febrero del año 1997, publicamos este artículo sobre la crisis capitalista en la Revista Cuaderno para el Debate No 6, dedicada a fundamentar el “Proyecto Nuestra América”. Este trabajo fue escrito en un momento de auge de los paquetes de ajustes de factura keynessiana o de los “chicago Boys” ( Lusinchi, Luis Herrera, CAP) y donde la teoría crítica marxista brillaba por su ausencia.
Para ese entonces, se había publicado nuestro ensayo “LA RECONVERSIÓN INDUSTRIAL EN EL NUEVO MODELO DE ACUMULACIÓN”. Ediciones Primera Línea. Caracas. Octubre 1990, siendo este artículo un resumen apretado de aquel texto.
En la actual coyuntura, cuando la crisis orgánica del capital se profundiza, las previsiones de Marx sobre las contratendencias que promueve el capital ante la caída de la ganancia son impulsadas ahora de una manera salvaje como política anti-crisis, con sus devastadoras consecuencias: intensificación de la explotación del trabajo, incremento del desempleo, desvalorización del salarios y eliminación de seguridad social, haciendo actual la consigna SOCIALISMO O BARBARIE.
En esa perspectiva, aquella reflexiones de hace 15 años, guardan su pertinencia teórico-ideológica para quienes estamos empeñados en sepultar el capitalismo y abrirle cauces a la emancipación del trabajo. Su comparación histórica también permite comprender como la utopía concreta se ha ido materializando en el proceso bolivariano y cuáles de su componente están inconclusos en el proceso de transición. Por ello, de nuevo reivindicamos la memoria histórica como aspecto inexcusable en la batalla de ideas.
I.- Los Enfoques Sobre la Crisis Económica y su Incidencia en los Programas de Ajuste.
Para tratar de explicar y comprender la actual coyuntura económico-social, se hace inexcusable remitirnos a las diferentes perspectivas teóricas que le sirven a los analistas como canon interpretativo, lentes, visión, concepción, que encuadran los datos e indicadores sobre la recesión -inflación (desempleo, elevación de precios, déficit fiscal).
En términos muy puntuales podemos indicar 3 enfoques en torno a la crisis:
1. El Keynessiano.
2. El Neoliberal (Escuela de Chicago "Chicago Boys").
3. La Teoría de la explotación o critica de la economía política de
factura marxista.
1.- El enfoque Keynessiano
Durante la recesión de la década de los años 30, la política económica librecambista, basada en la Ley de Say que sostiene que el simple juego de la oferta y la demanda puede lograr el equilibrio económico, entró en bancarrota.
En la literatura sobre el tema, en la óptica liberal, se habla de la libre competencia, mecanismos de mercado, mano invisible que regula todo el proceso de producción, circulación y consumo de bienes.
El cuestionamiento a este presupuesto, bien caro al liberalismo desde la perspectiva burguesa, fue desarrollado por Keynes, quien formuló una teoría del ciclo económico donde sostiene que existe una tendencia secular de la demanda a declinar, a no coincidir con !a oferta, y es de allí donde provienen los desajustes.
Para evitar la caída de la demanda (capacidad de compra de los sujetos económicos) debe entonces intervenir un sujeto extramercado que no puede ser otro que el Estado.
De esta manera se puso en discusión la creencia, bien vieja y tradicional, de que el mercado regula el proceso económico.
En tal sentido, Keynes se definió como partidario de una creciente intervención del Estado, como agente regulador.
Particularmente sugirió una serie de medidas anticrísis que ponen el énfasis en la ampliación de la demanda agregada a través del gasto público, es decir, utilizar la intervención del Estado para garantizar inversiones, compras, créditos, en momentos en que los capitalistas se abstienen de hacerlo porque ha bajado la tasa de ganancia y viene el proceso donde la producción y el consumo caen de forma acelerada.
El punto de partida de Keynes es que el ciclo económico y sus diversas fases: depresión, recesión, recuperación y auge, se origina por la disparidad entre el ahorro y la inversión.
La recesión será entonces consecuencia de una propensión (deseo, inclinación, motivación al ahorro por parte de los capitalistas, lo cual desestimula la inversión y la producción).
La propensión al ahorro está determinada por una serie de motivos: precaución, cálculos, avaricia, especulación.
Para combatir tal tendencia de los capitalistas, el Estado debe estimular la propensión al consumo y a la inversión, contrarrestando de esta manera el estancamiento de la actividad económica. En momentos de crisis existen mayores riesgos y crecen las mayores expectativas de fracaso, siendo lo más común la tendencia a esperar una mejor oportunidad y concentrarse en las especulaciones cambiarías donde se intentan aprovechar los diferenciales de las altas tasas de interés.
En esas circunstancias, el Estado debe implementar un conjunto de medidas (lo que ahora se denomina Paquete de Ajuste) fiscales, financieras y monetarias, que estimulen el consumo y la inversión. Y para lograr tal propósito debe manipular la tasa de interés hacia abajo, para abaratar el dinero y facilitar los créditos, igualmente debe generar una demanda adicional con el gasto improductivo del gobierno.
Este gasto del Estado posee tres fuentes: mayores impuestos internos, ingresos por exportación y las llamadas técnicas de endeudamiento.
Dentro de estas últimas, se hizo muy común durante casi 40 años utilizar la técnica del "déficit expending", que consiste en inflar el presupuesto público (el manejo del déficit fiscal), desarrollar obras y otras actividades no necesariamente vinculadas a la producción de bienes.
El Estado, para estimular !a inversión privada y crear un clima de expectativas, hace gastos en infraestructura, trata de garantizar facilidades crediticias, asume los gastos de reproducción de la mano de obra (educación, salud, vivienda, transporte, etc). Pero cobra mucha importancia dentro de la óptica keynesiana, la aplicación de un conjunto de medidas que pueden reanimar el ciclo económico desde un punto de vista coyuntura!; para ello dirigen el esfuerzo hacia las ramas de la actividad económica que son aceleradoras o multiplicadoras del estímulo productivo (el efecto expansivo de la inversión monetaria). Por ejemplo, si se estimula la construcción de obras públicas, carreteras, escuelas, viviendas, ello genera una demanda de la industria que produce insumos para la construcción: cemento, pintura, cabillas, etc. De allí se origina un alza en el nivel de empleo, y por ende, en la capacidad adquisitiva de quienes trabajan en dichas ramas.
Al producirse este efecto expansivo las industrias producen bienes de consumo (para quienes trabajan produciendo cabillas, cemento, y otros insumos) elevando la producción para satisfacer dicha demanda.
Este es el llamado efecto multiplicador de la inversión pública. Claro está que aquí se parte del presupuesto ideal de que al inyectar una mayor masa monetaria se estimularán los sectores productivos que no estén usando su capacidad plena, o que ampliarán el plantel industrial o harán nuevas inversiones.
Pero en la práctica suele ocurrir otra cosa:
* Un mayor estímulo a la inflación.
* Crecimiento de las importaciones.
Esto fue lo que ocurrió exactamente durante el primer año de gobierno de CAP (1974), donde se obtuvo un volumen muy alto de divisas petroleras y se usaron las palancas de! endeudamiento público. A través de esta masa monetaria se financió el crecimiento de la demanda interna agregada, y se desarrollaron faraónicos programas de inversión en obras de infraestructura. Esas estrategias de ampliación de la demanda y el encadenamiento del efecto expansivo multiplicador, fracasó por lo siguiente:
* Se ignoró el rasgo esencial de la producción capitalista: el comportamiento de la tasa de ganancia y la acumulación como fin de la economía.
* La rigidez estructural de la oferta para poder responder rápidamente a estímulos monetarios, ya que existen deformaciones sectoriales entre la agricultura-industria, servicio-comercio.
* El carácter parasitario de nuestra burguesía.
Por ello, el "Plan de la Gran Venezuela", lejos de estimular la producción y la productividad, lo que hizo fue multiplicar las importaciones para cubrir los déficits en los bienes de consumo y otros productos, generando un saldo negativo en la balanza comercial.
Del mismo modo, una gran parte del gasto estatal fue utilizado en actividades terciarias: construcción de conjuntos residenciales y locales comerciales, desarrollo del comercio importador, expansión del sistema crediticio y financiero. De esta forma, el Estado subsidió la rentabilidad de grupos importadores, constructores y " banqueros (recordémonos de los 12 Apóstoles).
En el año 1978 la economía nacional ya presentaba los signos de agotamiento del modelo de acumulación (baja rentabilidad en los sectores productivos, subutilización de la capacidad instalada, sobrediversificación de bienes, déficit en la balanza de pago, déficit fiscal, crecimiento de los precios, erogaciones muy altas por el servicio de la deuda, etc.) .
2-. Reedición de la Ortodoxia de los Clásicos Liberales.
Contemporáneamente, las teorizaciones entorno al neoliberalismo han sido hechas por la llamada "Escuela de Chicago", bajo la inspiración de los trabajos de Miltón Friedman. Con una nueva jerga y un nuevo cliché, se repite la vieja creencia de la mano invisible del mercado como mecanismo para arreglar los desajustes y fluctuaciones temporales de la producción.
En EEUU, en la década del 80, los alumnos de la Escuela de Chicago retomaron es la añeja propuesta de los economistas vulgares -al decir de Carlos Marx- con un nuevo nombre: "Economía de Oferta" (Supply Side), ubicando las causas de la crisis en los siguientes factores:
* Un exceso de participación e intromisión del Estado.
* El elevado gasto público.
* El déficit fiscal.
* La regulación de precios.
* El proteccionismo estatal.
En tal sentido, el recetario de esta tendencia para salir de la crisis prescribe las siguientes medidas:
*Limitar la participación estatal, estimular la competencia, reducir el déficit fiscal, racionalizar el gasto público.
* Estimular la producción y la productividad.
* La liberación de las barreras: bajar aranceles, eliminar los subsidios, atraer las inversiones extranjeras.
Podemos observar que tales medidas han venido formando parte del "Paquete de Ajustes" que el FMI impone para negociar las deudas y nuevos empréstitos.
Los técnicos del gobierno de Luis Herrera Campins en el año 1983, inspirados en los esquemas de la "Supply Side", aplicaron una política con líneas de acción de: liberación de la oferta y restricción de la demanda.
Comúnmente se dice que el keynessianismo es inflacionista, y que el neoliberalismo es recesionista, porque uno manipula la inflación y el otro el desempleo y los bajos salarios.
Concretando esta estrategia por el lado de la oferta, LHC aplicó este plan, el cual se basó en:
* Liberar los precios, buscando elevar la oferta interna de los bienes.
* Bajar los aranceles, eliminando las barreras proteccionistas, y por la vía de la competencia internacional, obtener una mayor eficiencia y calidad de la producción nacional, aprovechando las llamadas ventajas comparativas.
* Contraer el crédito y la liquidez monetaria, estimulando altas tasas de interés, y la reducción del gasto público.
Todo esto fue lo que se denominó "el enfriamiento de la economía". Pero en realidad los resultados en la aplicación del paquete neoliberal en e! gobierno de LHC, fueron los siguientes:
* La liberación de precios, que supuestamente estimularía la inversión en los sectores donde anteriormente existían precios regulados(aumentando la productividad y por tanto abaratando los precios) desconoció el comportamiento de la tasa de ganancia al igual que CAP, y desestimó la estructura monopolista en el mercado nacional.
De hecho los sectores que producen bienes de consumo masivo - fundamentalmente los bienes tradicionales: alimentos, vestidos, calzados- están signados por una baja rentabilidad y de suyo los capitalistas no tienen propensión hacia la inversión ya que no hay rentabilidad. Por ello la liberación de precios y los otros estímulos a la oferta no alcanzaron el objetivo de elevar la producción, sino que se tradujo en una elevación de precios de la escasa oferta interna, además de que los mismos productos que fueron liberados gozaron de las rebajas arancelarias, es decir, fueron importados y vendidos más caros aprovechando tal liberación, porque son los mismo grupos importadores los que tienen el control de la producción agrícola e industrial.
* La contracción del crédito y de la liquidez monetaria, trajo como resultado la asfixia financiera de la pequeña y mediana industria.
* La demora y la paralización de los pagos, el lento crecimiento de las ventas como producto del enfriamiento de la demanda, profundizó la contradicción del aparato productivo. Aquí es importante puntualizar que la crisis que hemos venido padeciendo combina la recesión con la inflación simultáneamente, lo que obstaculiza la puesta en práctica de los paquetes de ajustes.
De allí que hayan aparecido nuevos términos para describir dichos fenómenos:
a-. Stagflación, que significa estancamiento de la producción con crecimiento de los precios.
b-. Slumpflación, que señala un proceso de retroceso del aparato productivo, y al mismo tiempo crecimiento de los precios.
Esto es los que se conoce como "pantano de la recesión-inflación", que hasta ahora no ha podido ser superada, colocando a los paquetes de ajustes ante una paradoja:
Sí bien se trata de reactivar el ciclo a través de la demanda agregada -vía gasto público-tal como vimos en el enfoque keynessiano, ello se convierte en una propagación y multiplicación de la inflación porque aumenta el circulante, y se amplían los medios de pago, pero no la producción en forma simultánea, lo que conduce al encarecimiento de los pocos bienes y servicios que existen.
Si por el contrario, se trata de reducir el gasto público (en un país donde el gasto público es el principal componente de la demanda) y restringir la liquidez (es el recetario de la Escuela de Chicago), ello tiene efectos anti-inflacionarios, pero al mismo tiempo genera contracción, lo que profundiza aún más el proceso recesivo.
Por ello, después de haber aplicado estos lineamientos, LHC preparó el terreno para lo que más tarde sería el Viernes Negro, es decir, la devaluación del bolívar y el control de cambio.
3-. Carta de Intención y Desarrollo Hacia Afuera: manifestaciones de la
globalización.
Entre el Keynessianismo y la Escuela de Chicago existen variadas diferencias en cuanto a donde poner el acento al resolver los problemas de la economía. Estos son:
* Para los keynessianos, lo principal es el mercado interno, concretando la política de sustitución de importaciones, lo cual hace obligante la aplicación de políticas de redistribución del ingreso, intentos de alcanzar el pleno empleo y una política salarial expansiva. Esto hace que tal política aparezca como progresista y sea avalada por los sectores de la izquierda reformista y socialdemócrata.
* En el caso de la administración de LHC aplicó un paquete de ajuste neoliberal, sin poder modificar la rigidez estructural del aparato productivo -a pesar de un incremento en los precios del petróleo y la consecución de nuevos empréstitos-, y al final de su gestión se agravaron los déficit, acompañados en ese momento con una fuga masiva de capital, quiebras y ruina de la pequeña y mediana industria, y el crecimiento del desempleo
* La propuesta de Friedman y sus alumnos de la Escuela de Chicago se concentra en la promoción de las exportaciones no tradicionales, insertándose en el mercado mundial, reduciendo los costos de producción, lo que comúnmente se traduce en: desempleo, bajos salarios, eliminación de la seguridad social, nuevo régimen de prestaciones, nuevas normas de contratación.
* Por lo general, en el plano político, la propuesta de Friedman requiere de un gobierno de fuerza que logre mantener el control social. Por ello se asocia a los sectores de derecha y reaccionarios.
Tanto en el gobierno de Lusinchi como en el segundo mandato de Pérez, se intentaron desarrollar los enfoques de la Escuela de Chicago, centrándose en:
* Promover la entrada de capital extranjero.
* Estabilizar la economía a través de un proceso de ajuste y liberación que permitiese reducir los desequilibrios macroeconómicos y reforzar la estrategia de desarrollo hacia afuera.
Ya en el gobierno de CAP se firmó una carta de intención con el FMI que pretendía combatir la inflación a través de la restricción fiscal y monetaria. Esta política se basó en:
1-. Crear un sistema de cambio único con el objeto de estimular las exportaciones no tradicionales.
2-.Subir las tasas de interés para estimular el ahorro.
3-. Liberar los precios.
4-. Eliminar los subsidios.
5-. Aplicar los impuestos a las ventas.
6-. Aumentar los precios de la gasolina y de los servicios públicos.
7-.Congelar salarios.
8-. Privatizar empresas estadales y de servicios públicos.
Como ya habíamos reseñado con anterioridad, cuando vimos algunos aspectos del neoliberalismo, este no es más que un recetario superficial para salir de la crisis.
Pero los obstáculos que tuvo que enfrentar la estrategia de desarrollo hacia fuera -conocida como globalización y estimulada mediante el desarrollo de las exportaciones no tradicionales- tienen que ver directamente con el esquema actual de la división internacional del trabajo, derivado de un nuevo modelo de acumulación mundial, donde los grupos monopolistas internacionales le asignan un rol a nuestra economía que supera la vieja experiencia de ser productores de materia prima y se comienza a producir manufactura de exportación.
Para ver mejor este problema es importante retomar brevemente los mecanismos esenciales que tradicionalmente sirvieron para la expansión capitalista mundial. Estos son:
* La exportación del capital-dinero sobreacumulado.
* El ofrecimiento de capital ocioso a través de créditos fáciles o especulativos ante la caída de la rentabilidad de la inversión.
* Exportación del capital-mercancía.
Los problemas de sobreproducción de mercancía, hacen que nuestros países sean centro de realización de las manufacturas que se quedan frías en los países industrializados.
Sin embargo, existe un proceso poco examinado por los estudiosos de la internalización del capital; se trata de la exportación del capital productivo desvalorizado.
Como consecuencia de las restricciones y bloqueos en la rentabilidad en los países imperialistas, ello precipita la obsolescencia tecnológica -la vejez prematura de maquinarias y equipos- siendo exportados donde todavía pueden ser rentables.
Esta exportación del capital productivo desvalorizado es una de las fuerzas motrices de la reconversión industrial.
Es obvio que tal proceso de industrialización no se da por igual en todas partes. Y en la relocalización de algunas ramas industriales, el capital internacional toma mucho en cuenta las ventajas comparativas que ofrece el Estado nacional:
a-. El poder de financiamiento de las importaciones del capital productivo desvalorizado.
b-. La flexibilización del trabajo (nuevas formas de contratación y sindicalización: maquila) y la nueva política salarial y de segundad social.
c-. El abastecimiento de materia prima y energía.
Esta estrategia, que se centra en industrializar con capital productivo desvalorizado, está inspirada en el ejemplo exitoso de la llamada banda asiática de los cuatro: Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong y Singapur.
Ahora bien, llevar a cabo tal desarrollo exportador bajo este esquema supone compensar los desniveles de rentabilidad en relación a la banda de los cuatro, es decir, imponerle a los trabajadores venezolanos salarios de hambre mucho más bajos de los que existen en Taiwan, bajar los costos en seguridad social: privatizar la educación, salud, vivienda, etc., incrementar la tasa de explotación del trabajo, flexibilizando la jornada laboral. Todo ello se traduce en un ataque al empleo, el salario social y las prestaciones.
Vencer las barreras de entrada a algunos mercados es casi imposible ya que los grandes monopolios están desarrollando una verdadera guerra comercial para preservar franjas de mercado . Sólo con la subordinación (hoy llamada asociación inteligente) se podrán hacer exportaciones en algunas ramas industriales donde se den las llamadas ventajas comparativas y la especialización productiva (nuevas formas de monoproducción). El proceso de reestructuración de la oferta a través de la reconversión industrial pudo dar ciertos resultados en algunas ramas donde se pudieron incorporar nuevas tecnologías (obsoletas en los países industrializados, nuevas aquí"), contando con mercados externos sobre la base de la supeditación al capital monopolista internacional, pero ello no abarca al conjunto de la producción. De esta manera puede haber cierta reanimación sectorial en un contexto general recesivo.
4-. Teoría de la Explotación o Crítica de la Economía Política.
Partiendo de la reivindicación del marxismo como teoría crítica (crítica de la economía, crítica de la epistemología, del Derecho y del Estado) hemos adoptado el enfoque de la explotación del trabajo como enfoque genético-estructural que permite explicar y comprender la crisis que confronta el sistema.
Esta opción posee las siguientes implicaciones teórico-ideológicas:
1. Profundizar la crítica epistemológica, promover el debate y la investigación en un ambiente intelectual donde la moda neoliberal hace estrago y el pensamiento de lo que queda de la izquierda tradicional se refugia en el keynessianismo.
Trascender la apariencia, ir a la raíz de los problemas, hacer totalizaciones de la realidad concreta, caracterizar el problema de las contradicciones que están presentes. Todo ello es subversivo, ya que los apologistas y defensores del capital cuando formulan diagnósticos, planes de acción y políticas de seguimiento frente a la crisis orgánica, encubren o escamotean sus aspectos genético-estructurales, surgiendo las siguientes distorsiones cognoscitivas:
* El diagnóstico se remite a la esfera de circulación, distribución y consumo, sin profundizaren proceso inmediato de producción. De allí parte la superficialidad y el nivel descriptivo del análisis.
* De esta manera se presentan agregados empíricos sin conexiones ni nexos causales.
* Se asumen enfoques históricos, desconociendo la génesis y la evolución del proceso (profundización de la pérdida de la memoria colectiva).
* La finalidad y los objetivos son vagos y contradictorios tal como ocurre comúnmente en los planes de la nación.
2.- Restituir el valor explicativo-comprensivo del proceso inmediato 'de producción (proceso donde gobierna la valorización de! trabajo: la extorsión del trabajo excedente como fin esencial y su conversión en ganancia} permite que la función de la crítica alcance la esfera de lo ético-político y social. Esto implica:
* Desentrañar los mecanismos de la acumulación capitalista, lo que permite ilegitimar el origen de la riqueza burguesa (no surgió del ahorro del trabajo capitalista, sino de la apropiación del trabajo ajeno).
* Fundar la autonomía de clase, ya no sólo en la esfera de la producción simbólica y de la representación social, sino en la producción material, en los procesos de trabajo.
* Responder desde esta óptica clasista a las políticas anti-crisis desarrolladas por el capital, colocando la lucha entre los trabajadores y el capital como el aspecto que modula el comportamiento de la tasa de ganancia, la superabundancia de mercancía o el subconsumo, es decir, asumir una concepción no economicista ni determinista de la crisis, sino que interpreta el proceso mediado por las relaciones de fuerzas y por la dinámica contradictoria propia del capital:
• Producción colectiva-vs-apropiación y acumulación privada.
• Separación entre la producción y la compra (distorsión entre los valores de uso y los valores de cambio).
• Enajenación del trabajo concreto por el trabajo abstracto.
• Desproporción entre las ramas y sectores económicos.
A partir de este cúmulo de contradicciones la crisis deja de ser un accidente, por el contrario, ella es el proceso mismo de constitución del capital. Por ello hablamos de crisis orgánica, cuya separación sólo puede lograrse eliminando el conjunto de relaciones de producción capitalista: relaciones de propiedad, división del trabajo, etc.
Esta perspectiva del análisis nos permite salirnos de la trampa de concebir como inevitable la aplicación de los planes de ajuste, hacerlo gradualmente , o con rostro humano, tal como lo asumen los reformistas de variados signos. Sostenemos que no somos salvadores del capitalismo sino sus sepulteros, de allí que no participamos en la administración de la crisis con políticas como las estrategias de sobrevivencia, el pacto para aceptar la flexibilización del trabajo o la liquidación de las prestaciones sociales.
Con este enfoque, en consecuencia, se puede responder a los planes concretos que desarrollan los sectores dominantes, ofreciendo salidas revolucionarias, y elaborando plataformas de lucha en defensa de las condiciones de vida y de trabajo de los explotados y oprimidos.
3-. Partiendo de la extorsión del trabajo excedente (plusvalía. plustrabajo, trabajo sobrante, trabajo no pago, etc.) y su incidencia en la cuota de ganancia, podemos hacer una lectura sobre la naturaleza de la crisis, la cual se puede manifestar de diversos modos:
* Sobreacumulación de capital
* Sobreproducción de mercancías
* Subconsumo
* Desproporcionalidad entre sectores y ramas de la actividad económica, tal como suele ser en Venezuela la deformación sectorial: por un lado, la industria pesada procesa materia prima y elabora insumos materiales, la industria liviana ensambla, la agricultura no produce los bienes alimenticios, el servicio y el comercio están superdesarrollados en comparación con los otros sectores.
* El comportamiento de la tasa de ganancia permite comprender entonces, por qué no hay propensión a invertir en la agricultura o en algunas ramas de la industria (por la tendencia de la tasa de ganancia a bajar en tales sectores, y los capitalistas no producen para satisfacer necesidades colectivas, sino buscando el lucro personal). En consecuencia no hay inversión ni ampliación de la producción. De allí que los flujos de capitales se dirijan a la esfera especulativa: negocio inmobiliario, bolsa de valores, intermediación bancaria.
Carlos Marx afirmaba que esta tendencia de los capitalistas de querer hacer dinero sin pasar por la producción no puede durar indefinidamente, so pena de un colapso total: de allí surge la necesidad de reiniciar o reanimar el ciclo productivo, por supuesto con una mayor concentración y centralización de la propiedad (propiedad de los medios de producción y de subsistencia en pocas manos), desarrollando una serie de contratendencias a la caída de la tasa de ganancia.
En el tomo III de El Capital, Marx reseñó dichas tendencias:
a-. La intensificación de la explotación (ya sea aumentando la jornada de trabajo o acelerando el ritmo de la cadencia productiva).
b-. La desvalorización del salario a través de las alzas de precios, eliminación de la seguridad social, tratando de abaratar los costos de la fuerza trabajo.
c-. La desvalorización del capital constante (maquinaria, equipos), eliminando los materiales no competitivos, de tal manera que la quiebra o remate de las empresas permita transferir ganancia (tal como sucedió en nuestro caso con la renta petrolera y el endeudamiento público).
La crisis es, en consecuencia, la puesta en práctica de este proceso que empuja la ganancia hacia arriba, en este sentido todos los paquetes de ajuste (ya sean de factura keynessiana o neoliberal) lo que hacen es llevar a la práctica los
mecanismos denunciados por el marxismo.
Ahora bien, tanto en la caída de la tasa de ganancia como en la ejecución de las contratendencias, lo que se verifica es la lucha a muerte entre capital y trabajo, y eventualmente una lucha entre las diversas fracciones del capital.
Es en este punto donde se politiza con más fuerza el análisis; los sujetos sociales entran en la escena como autores y actores del proceso. En tal sentido, no se trata de una tendencia mecánica y automática que conduciría al derrumbe del capitalismo, tal como se sostuvo en algunas posturas catastrofistas.
El colapso del sistema tiene que ver con la lucha político-social, con las fuerzas que se confrontan en el escenario (militares, culturales. etc)
Por ejemplo: los patrones siempre han luchado por hacer más largas y extensas las jornadas de trabajo, y de igual manera para pagar un salario menor. Por supuesto, los trabajadores han hecho lo contrario, y en última instancia, el resultado lo ha determinado la capacidad de resistencia y de lucha de ambas partes. La clase en el poder posee los mecanismos de presión (desempleo, carestía) y extraeconómicos (represión policial, coerción legal, domesticación cultural) para imponer las medidas de ajuste.
El cúmulo de contradicciones que se desatan por llevar a efecto las contratendencias a la caída de la ganancia (por ejemplo: incrementar la desvalorización del salario), estimula la resistencia y la lucha de los trabajadores (movilizaciones, paros, huelgas), lo que lleva a los capitalistas a hacer esfuerzos de negociación y de conciliación para pactar la reanimación del ciclo económico.
Pero no sólo están presentes estas contradicciones entre el capital y el trabajo, sino que las otras contratendencias -desvalorización del capital constante, gastos improductivos también afectan algunas fracciones capitalistas. Por ello la puja y conflictos que se generan por las medidas gubernamentales que tienen que ver con:
* Política cambiaría fiscal.
* Apertura y liberación del mercado.
* Política salarial y régimen de prestaciones.
Cada una de estas políticas afectan de manera distinta a los diversos sectores, de tal manera que la asfixia financiera y crediticia, o la apertura fiscal por ejemplo, terminan arruinando a los pequeños y medianos productores de la ciudad y el campo.
Pero no sólo se trata de este conflicto con los pequeños productores, sino también se dan una serie de contradicciones entre grupos monopolistas, quienes intentan acaparar el proceso de quiebra de las empresas(tanto públicas como privadas), y de igual manera salir bien paradas de la tasa de ganancia. Otros intentan sobrevenir evitando pérdidas, o que se paralicen o destruyan sus activos. Para ello acuden a las alianzas, asociaciones, fusiones.
Es necesario indicar que estas contradicciones al interior de las fracciones del capital no son antagónicas, así como tampoco agrupan homogéneamente a todos los grupos.
De la misma manera, resulta importante puntualizar los riesgos políticos que están presentes cuando se exageran algunas de estas contradicciones, cuando en realidad entre los diversos sectores existen niveles de subordinación, cooperación, asociación, que no ponen en peligro la totalidad del sistema en su conjunto.
5.- Propuesta ante la Crisis Orgánica de la Economía Venezolana.
Frente al proceso de deterioro de las condiciones de vida y trabajo de la población, existen un conjunto de planteamientos que responden a las diversas ópticas y a los intereses en pugna. De allí que podamos sintetizar las posturas en tomo a la crisis de la siguiente manera:
1.Respuestas que se orientan por los enfoques keynessianos o neoliberales, con ajustes inflacionistas o recesivos (o una combinación de ambos), buscando relanzar la tasa de ganancia hacia arriba, y haciendo caer sobre los .sectores populares el peso de la reanimación del aparato productivo: desempleo, carestía, impuestos, etc.
2.Propuestas reformistas que se apoyan en las ideas fatalistas de que no se puede hacer nada sino aceptar el ajuste; por ello lo que se plantea es administrar la crisis, buscando compensar el impacto de las medidas haciéndolas más graduales y protegiendo a los sectores vulnerables con estrategias de sobrevivencia: beca escolar, bonos de desempleo, hogares de cuidado, etc.
3. Propuestas también de corte reformista, pero con un acento más nacionalista y anti-imperialista. Se trata de la tesis de "salvación nacional" en el contexto del sistema capitalista. Se reviven las viejas consejas de los frentes populares y de las alianzas con la burguesía nacional, tal como lo postuló el stalinismo hace muchas décadas. La base material de este enfoque está en las contradicciones que confrontan algunos grupos y fracciones del capital, como son los pequeños productores y los sectores monopolistas conectados históricamente con la política de sustitución de importaciones, producción para el mercado interno.
4. Propuestas anti-sístema, las cuales parten ubicando las raíces genético-estructurales de la actual crisis, ofreciendo respuestas en tres dimensiones histórico-políticas:
* Una utopía concreta para la nueva sociedad,
* un programa de gobierno revolucionario,
* y una plataforma de lucha para la coyuntura inmediata.
6.-Una utopía Concreta de Nueva Sociedad.
El conjunto de análisis de los programas de ajuste, el contexto actual de sus indicadores estructurales (de formaciones sectoriales, rigidez del aparato productivo, subutilización de la capacidad instalada, sobrediversificación de bienes), y sus expresiones coyunturales (desempleo, inflación, pobreza crítica) nos están indicando que cada día tienen menos oxígeno las salidas reformistas, sobre todo si tomamos en cuenta la pérdida de dinamismo de la renta petrolera -la cual tratan de relanzar con !as políticas de apertura- y de los mecanismos del endeudamiento.
Cuando examinamos el keynessianismo y neoliberalismo, señalamos las razones que conducen a que tales programas de ajuste fracasen a la hora de eliminar las causas estructurales de la crisis, pero esto no incapacita al bloque en el poder para equilibrar las cuentas nacionales o reactivar algún sector económico. Cuando decimos que no hay salida, queremos significar el hecho de que la solución de algunas de las dificultades macroeconómicas -por ejemplo el déficit fiscal- se va a lograr sobre la base de pechar más a la población, rebajar los costos salariales (lo que va a implicar la eliminación de la actual seguridad social y el régimen de prestaciones) utilizando nuevas formas de contratación como las que se vienen utilizando para que el trabajador no acumule las prestaciones, a través, por ejemplo, de una tasa de rotación en el empleo.
Tal contexto ofrece, como nunca, condiciones para una impugnación a fondo de la dominación, y crea un cuadro favorable para la insurgencia de una opción anti-sisiema, la cual tiene como requisito inexcusable el no confundirse con las propuestas reformistas (programa de ajuste, pacto social, concertación nacional, salvación nacional).
Tanto en el conjunto de la situación mundial como en nuestra sociedad particular, cada día cobra mayor vigencia el proyecto de emancipación del trabajo. Paradójicamente en un momento de desencanto, de desarme ideológico de quienes en el pasado asumieron poses vanguardistas.
Veamos cuales son los fundamentos que subyacen a nuestro ideal de nueva sociedad: Cualquier examen que se haga de la realidad social contemporánea encontrará los rasgos de las viejas relaciones de producción capitalistas que Marx denunció en su época:
* Separación del trabajador de los medios de producción y de
subsistencia.
* Alienación del trabajo y sus productos.
* Contradicción entre trabajo concreto y trabajo abstracto.
* Dicotomía entre los valores de uso y los valores de cambio.
El llamado desarrollo científico y tecnológico no ha podido rebasar las relaciones de producción, ni los nuevos productos que exacerban necesidades artificiales. Nada de esto ha podido abolir la alienación, más bien ha profundizado sus rasgos inhumanos y castradores.
La actual producción material sigue no estando al servicio de la comunidad, del hombre como ser genérico.
El hombre en la producción de su existencia está mutilado, escindido, lo que ha creado:
a. Insatisfacción de las necesidades elementales.
b. Expropiación del saber-hacer.
c. Bloqueo y castración de la sensibilidad.
Frente a estas realidades es donde cobra mayor pertinencia la reactualización de los puntos básicos sobre los que se sustenta cualquier propuesta alternativa. Estos son:
1. La superación de la escisión entre trabajadores y los medios de producción y de ganancia.
2. La abolición de la ganancia sobre el proceso de trabajo, eliminando la extorsión del trabajo, el lucro como meta de la producción, colocando en su lugar ¡as necesidades históricas y culturalmente determinadas por los pueblos.
3. La reducción de la jornada de trabajo y la extensión del tiempo libre.
4. La cualificación de la soberanía política de los ciudadanos, a través del ejercicio de la democracia directa y la reabsorción de la sociedad política en la sociedad civil, minándole las bases a la política como actividad separada de la dinámica social cotidiana.
Para el logro de tales objetivos de suyo se comprende que hace falta una revolución, donde los explotados y oprimidos conquisten y a la vez construyan un nuevo poder, a través del cual podamos transformar las actuales estructuras de dominación.
Esta es la utopía concreta por la cual luchamos hoy, involucrando en nuestra perspectiva los siguientes proyectos.
• La gestión directa del trabajo, articulada por el control directo de los trabajadores de la producción, la distribución, el consumo, y la autogestión de este proceso.
• El desarrollo de la multilateralidad del trabajo concreto como de los valores de uso, es decir, del trabajo directamente social sin la mediatización de relaciones mercantiles, o de la estructura y los patrones de consumo, impulsando en su lugar necesidades mas radicales o auténticas.
* La abolición de la racionalidad burocrática, construyendo un nuevo modo de producir conocimiento que ayude a eliminar la división social del trabajo, la jerarquía y el monopolio del saber.
* La emancipación de la sensibilidad, !o que nos conduce a la revalorización del afecto, el diálogo, la cooperación y la solidaridad, como principios humanistas.
Estos proyectos se insertan en una línea de acción cotidiana y le dan sentido a una praxis que supera el pragmatismo político o dejar las cuestiones de fondo para un "después".
Cuando nos referimos a una utopía concreta nos remitirnos entonces a un norte que puede construirse hoy, por ello la dialéctica de su construcción no comienza desde cero, sino que hemos delineado algunas metodologías que ayudan a sistematizar su desarrollo y transitando un conjunto de experiencias en el terreno nacional. Esto nos ha permitido resumir en diez puntos los contenidos fundamentales para una estrategia de acumulación de fuerzas. Estos son:
1.-El desarrollo de un nuevo modo de producir conocimiento, defendiendo como paradigma la articulación de la investigación acción y los métodos cualitativos.
2. La radicaIización de la resistencia cultural, tanto en la escuela como en la comunidad. Hoy proponemos un proceso educativo liberador que se materializa en la formación permanente de los docentes, la reforma curricular en los centros de formación docente, el Proyecto Plantel, y el desarrollo de las experiencias de educación popular.
3-. La práctica de nuevas formas de intervención social y de organización que permitan construir una nueva cultura política donde se rompa la separación entre la sociedad política y la sociedad civil, se reduzca la distancia entre dirigentes y dirigidos, y se supere el divorcio entre gobernantes y gobernados. De allí las diversas iniciativas en las cuales trabajamos, inspiradas en los objetivos que giran alrededor del proceso popular constituyente, el desarrollo del movimiento autónomo de base, la democratización gremial y sindical.
4.- La redefinición del vínculo médico-paciente, la búsqueda y promoción de medicinas y terapias alternativas, como respuesta a los modelos capitalistas de industria de la enfermedad y reproducción de las relaciones de trabajo en el terreno de la
salud.
5.- La preservación del medio ambiente y el desarrollo de tecnologías adecuadas a este fin.
6-. La cualificación del tiempo libre, el ocio creador y las actividades lúdicas, como combate al esquema de la industria cultural, sustentada en la mercantilización de actividades creativas, recreativas y deportivas que se generan en la
sociedad.
7-. La promoción de un movimiento artístico que desarrolle el canto comprometido, e! teatro de la calle, las danzas, la poesía, y confronte la vanalización del arte.
8-. La lucha por la liberación de la mujer, el enfrentamiento al bloqueo de la sensibilidad, y la enajenación erótico-sexual.
9-. La construcción de una nueva racionalidad comunicativa que rescate la palabra y nuestra capacidad expresiva, entre otros, a través de la promoción de una concepción artesanal y de base para la difusión del conocimiento de variados instrumentos comunicativos: video, cine, fotografía, impresos,
radio, etc.
FUNDAMENTOS IDEOLOGICOS DEL MODELO PRODUCTIVO SOCIALISTA
(A propósito de la convocatoria al Congreso Económico)
Tomando en cuenta las orientaciones programáticas que deben orientar las discusiones sobre la esfera económica en la actual coyuntura (se ha planteado la emergencia de este debate y convocado a un congreso para el miércoles de la próxima semana para tratar el tema) he creído pertinente volver a reiterar algunos criterios que le dan piso ideológico a esta discusión, ya que no estamos partiendo de cero o improvisando. De allí las siguientes precisiones:
1,. Existen bases documentales que definen el modelo productivo socialista (BASES PROGRAMATICAS DEL PSUV, LEYES DEL PODER POPULAR, PLAN DE LA PATRIA ).
2.- Este es un marco regulatorio de obligatorio cumplimiento al tratarse de soportes ideológicos aprobados por el Congreso Ideológico del PSUV y leyes orgánicas de la república.
3.- En tal sentido, hemos venido sosteniendo que en estos documentos están establecidas las bases de la construcción económica de la transición al socialismo, siendo mandatos expresos que no son optativos o de libre interpretación.
4.- Por eso se hace pertinente insistir en la reseña documental como exigencia de pedagogía política, siendo la cita textual un recurso indispensable para confrontar la impunidad teórica y el pragmatismo.
I.- DESARROLLO ECONÓMICO SOCIALISTA Y SU ENCADENAMIENTO PRODUCTIVO
“No nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros. Éste es un programa precisamente para afianzarlo y profundizarlo; direccionado hacia una radical supresión de la lógica del capitalque debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo de avance hacia el socialismo.”
Cmdt. Chávez . Presentación ante en CNE del PROGRAMA DE LA PATRIA
Una de las primeras aproximaciones al enfoque sobre el DESARROLLO PRODUCTIVO SOCIALISTA tiene que ver con la reivindicación de los “documentos fundacionales”, que sintetizan aspectos cardinales de la construcción socialista, como son los casos de los PRINCIPIOS y las BASES PROGRAMATICAS del PSUV.
A manera de ejemplo, en esos documentos bases se asume la reivindicación del marxismo y sus herramientas de análisis.
1.- En los PRINCIPIOS, se señala:
“…Se apoyará en los aportes del socialismo científico y en los del Marxismo en tanto a la filosofía de la praxis, herramienta para el análisis crítico de la realidad y guía para la acción revolucionaria.”
2.- En esa misma dirección, en las BASES PROGRAMATICAS se sostiene:
“…La lucha contra la explotación capitalista implica necesariamente el manejo del instrumental teórico de la crítica de la economía política formulada por Marx, y la construcción de un nuevo sistema de cuentas nacionales, sustentado en este instrumental teórico, que permita establecer nuevos indicadores para la planificación y para la evaluación del desenvolvimiento de la economía…”
“Una premisa fundamental para el desarrollo de un nuevo modelo productivo es la ruptura con el conocimiento y la racionalidad burguesa y su metafísica de la economía, particularmente lo atinente a las formas de contabilizar y cuantificar el desarrollo económico reduciéndolo a crecimiento. Esto incluye la propia noción de crecimiento [variación porcentual de transacciones financieras –valor monetario- de la producción de bienes y servicios]; la teoría subjetiva del valor; la teoría marginalista; la preponderancia de la esfera de la circulación [el mercado] frente a la producción…”
“…Se requiere tomar el instrumental teórico de la crítica de la economía política formulado por Marx y enriquecido por autores marxistas para fundamentar una crítica de la economía política de la transición que dé respuesta a los problemas generales pero también a los concretos e inmediatos. En particular es necesario rescatar la ley del valor que propone un esquema de análisis del capitalismo basado en la jerarquización del proceso productivo y en la centralidad de la explotación y que analiza los fenómenos comerciales y financieros refiriéndolos a su determinación productiva…”
En estos párrafos queda muy clara la necesidad de utilizar las herramientas de la crítica de la economía política marxista:
En la transición socialista hay que romper con el conocimiento y la racionalidad burguesa, su forma de contabilizar y cuantificar el desarrollo, el cual es reducido a “crecimiento”.
Se pone en discusión la propia noción de crecimiento, la preponderancia de la esfera de la circulación, el mercado frente a la producción.
En este último aspecto se establece una precisión teórico-conceptual de mayor alcance, cuando se plantea la necesidad de rescatar la ley del valor que propone un esquema de análisis del capitalismo basado en la jerarquización del proceso productivo y en la centralidad de la explotación y que analiza los fenómenos comerciales y financieros refiriéndolos a su determinación productiva.
Empleando la Ley del valor-trabajo, en las BASES PROGRAMÁTICAS, se realiza una caracterización del régimen de producción capitalista:
“…El capitalismo se asienta en la expropiación del productor directo de los medios, con la consiguiente enajenación del producto del trabajo, el cual pasa a ser propiedad privada del dueño de los medios de producción. El capitalismo introduce la separación entre el trabajador y todo medio de producción, circunstancia que lo obliga a tener que venderse a sí mismo para sobrevivir”
“…El capitalismo es la forzosa compraventa de la fuerza de trabajo convertida en una mercancía más. El producto del trabajo se convierte también en mercancía que pasa a ser propiedad privada de los dueños de los medios de producción. El capital es, pues, esencialmente, una relación social por la cual los propietarios de los medios de producción pueden expropiar el trabajo ajeno, el de los trabajadores [no propietarios], comprándola como mercancía pero sin pagarla por su valor real.”
“…El capitalismo es la etapa histórica en que la sociedad se organiza en torno a la expropiación y explotación del trabajo ajeno, la cual requiere la dominación política y cultural sobre las trabajadoras y trabajadores asalariados y la disolución de los nexos comunitarios de las formaciones pre-capitalistas que ahora aparecen ante el individuo como un simple medio para lograr sus fines privados. La base material sobre la que se levanta el orden burgués capitalista es la estructura económica constituida por relaciones sociales de producción basadas en la explotación que dan lugar a formas de propiedad y de acumulación privadas…”
En las BASES PROGRAMATICAS que ubica la centralidad de la explotación del trabajo como rasgo de la producción capitalista, se plantea su superación con la emancipación y humanización del trabajo:
“ Sólo es posible avanzar en la eliminación del capitalismo si se eliminan las relaciones sociales de producción basadas en la explotación del trabajo ajeno y, por consiguiente, si se eliminan los procesos de acumulación privada del capital basados en la ganancia producida por la explotación del trabajo. A su vez, una de las condiciones para eliminar la explotación del trabajo ajeno, es la eliminación de la propiedad privada de los medios de producción esenciales, en particular, la propiedad privada monopólica. Este es un principio de la construcción del socialismo. Puede ampliarse la frontera de cobertura de atención social y servicios, y puede elevarse la calidad de vida de la población, mucho más en un estado que recibe una elevada renta como el nuestro, pero éstas no serán más que diversas modalidades del llamado “Estado de bienestar social”, que en esencia no alteran las relaciones de producción capitalistas, y nunca constituirán un avance en la construcción del socialismo.”
“Humanización del trabajo como condición de vida del hombre y la mujer Impulsar un modelo económico socialista basado en el desarrollo endógeno sustentable, lo que implica la lucha por la eliminación progresiva de la explotación capitalista del trabajo ajeno y la apropiación individual y privada de sus productos, por un lado, y por el otro, simultáneamente, garantizar que la apropiación del producto del trabajo sea social, tanto desde el punto de vista del consumo para satisfacer las necesidades humanas, como de la acumulación social para ampliar la base material de producción de la sociedad.”
Aquí se define la ruta de la transición socialista:
* El trabajo deja de ser trabajo enajenado y pase a ser trabajo libre y liberador y su producto esté al servicio de los trabajadores y la sociedad y aquellos puedan asociarse libremente.
* Sólo es posible avanzar en la eliminación del capitalismo si se eliminan las relaciones sociales de producción basadas en la explotación del trabajo ajeno y, por consiguiente, si se eliminan los procesos de acumulación privada del capital basados en ganancia producida por la explotación del trabajo. A su vez, una de las condiciones para eliminar la explotación del trabajo ajeno, es la eliminación de la propiedad privada de los medios de producción esenciales, en particular, la propiedad privada monopólica. Este es un principio de la construcción del socialismo.
* Puede ampliarse la frontera de cobertura de atención social y servicios, y puede elevarse la calidad de vida de la población, mucho más en un estado que recibe una elevada renta como el nuestro, pero éstas no serán más que diversas modalidades del llamado “Estado de bienestar social”, que en esencia no alteran las relaciones de producción capitalistas, y nunca constituirán un avance en la construcción del socialismo.
* La humanización del trabajo como condición de vida del hombre y la mujer implica impulsar un modelo económico socialista basado en el desarrollo endógeno sustentable, donde se plantea la eliminación progresiva de la explotación capitalista del trabajo ajeno y la apropiación individual y privada de sus productos.
* Por ello se requiere diseñar e inventar nuevas formas de producción, distribución, circulación y consumo, que tiendan a eliminar la lógica del capital y la intermediación depredadora de los capitalistas; desarrollar nuevas formas de apropiación social y comunitaria del excedente económico y nuevas formas de acumulación comunitaria.
Las BASES PROGRAMÁTICAS no solo plantean estos aspectos sustantivos vinculados a la explotación del trabajo y su humanización, sino que igualmente lo plasma en el enfoque del desarrollo:
“… La lucha por la humanización del trabajo plantea la tarea de sustituir el modelo desarrollista rentista de la economía venezolana por un modelo de desarrollo endógeno integral y auto sustentable. La utilización de la renta petrolera como principal fuente del gasto social y de la inversión y la acumulación privada, ha configurado históricamente un aparato productivo mono exportador, desarticulado intra e intersectorial y territorialmente dependiente de la importación de tecnología, equipos, maquinarias y capitales, que ha hecho a la economía venezolana sumamente vulnerable debido a la dependencia de la misma de los precios internacionales del petróleo. Para avanzar en la construcción del socialismo es necesario crear una economía productiva y diversificada."
“Como modelo productivo para avanzar en la construcción del socialismo, toma en cuenta y respeta la relativa autonomía de las memorias históricas y las identidades culturales locales y defiende y promueve la diversidad cultural y étnica como fuerza transformadora capaz de romper una de las características del poder hegemónico capitalista y su modelo de desarrollo, a saber, la homogeneización de la vivencia humana. Busca trascender la organización mercantil de la sociedad…”
“El desarrollo endógeno auto sustentable, plantea la confrontación radical de las tendencias hegemónicas de la economía neoliberal globalizada, la defensa de lo local como escenario fundamental de la vivencia humana y como condición de articulación armoniosa de los ámbitos regionales y nacionales, la independencia frente a lo global; la confrontación radical de la visión que interpreta el desarrollo como crecimiento económico, basado únicamente en la industrialización del país dentro del enfoque de la modernización capitalista, para buscar otras formas de organización de la producción…”
“Sustitución del modelo rentista petrolero y primario exportador de materias primas por un modelo productivo de desarrollo endógeno que garantice la integración económica inter, intra y territorial como base del desarrollo de un aparato productivo diversificado, sustentado en la articulación del sector agrícola y de cadenas productivas orientadas a: (I) la satisfacción de las necesidades sociales del país, (II) la ampliación de la base material productiva del país y (III) la unidad e integración complementaria de nuestros pueblos y economías dentro de propuesta de la ALBA y demás alianzas de unidad e integración regional y global.”
Este enfoque de desarrollo endógeno-sustentable, también asume la ruptura de los mecanismos de financiarización de la economía:
“1. Ruptura de la financiarización de la economía, que permite al capital financiero internacional, que controla los sistemas financieros nacionales, captar el ahorro interno, incluyendo la renta petrolera, para propiciar la fuga de capitales, elevando además el costo de la operación bancaria y operando como un mecanismo de explotación al servicio de los países capitalistas centrales.
2. Creación de una banca estatal sólida, transparente, eficiente y solidaria en capacidad de promover el crédito como apalancamiento de una economía productiva y mantener la estabilidad financiera.
3. Regulación de la economía y en particular de las tasas de cambio [control de cambios], de interés, de la base monetaria y de las reservas internacionales…”
En estos últimos aspectos, existe un decidido respaldo al control de cambio y de estatización de la banca para enfrentar al capital financiero especulativo.
No sólo se plantea superar el capitalismo en su lógica explotadora en la producción, sino que es indispensable superar dicho metabolismo en la esfera de la circulación y el consumo:
“Diseñar e inventar nuevas formas de producción, distribución, circulación y consumo, que tiendan a eliminar la lógica del capital y la intermediación depredadora de los capitalistas; desarrollar nuevas formas de apropiación social y comunitaria del excedente económico…”
“El desarrollo del proceso productivo y de consumo requiere del diseño de estrategias dirigidas a la construcción de una economía socialista, específicamente en el área de comercialización (circulación) que básicamente se centra en lo siguiente:
1. Unificar la relación producción–consumo y tender a eliminar la intermediación comercial capitalista. Es necesaria una rearticulación de los procesos productivos desde un enfoque integral conjuntamente con los procesos de circulación/comercialización.
2. El problema fundamental no es tanto la red de circulación sino dilucidar los mecanismos que el capitalismo utiliza, especialmente, la publicidad y la propaganda, para generar necesidades sociales artificiales y diferenciadas en sectores como la clase media y profesionales (consumo de clase), la juventud (consumo etario), las mujeres (consumo de género), etc…”
“…Es necesario desarticular la comercialización como pivote de sobreexplotación [la especulación opera como una renta adicional para el comerciante a cargo del trabajador] que extrae recursos de los productores, del estado y de los consumidores, lo que hace los circuitos de comercialización se conviertan en una fuente de acumulación de capital que condiciona los circuitos productivos que le subyacen.
“ Es necesario cambiar radicalmente los patrones culturales de consumo. Mientras no se cambie el patrón de necesidades sociales, la jerarquía de las mismas, la manera de satisfacerlas [colectiva o individualmente, en base al estado o la empresa privada] es muy difícil resolver tanto los problemas productivos como los de circulación/comercialización. Es necesario dilucidar la dinámica y la relación entre los patrones culturales de consumo, los patrones productivos, los patrones tecnológicos y fundamentalmente los patrones de acumulación del capital, así como la estructura de la industria de publicidad y su relación con los medios de comunicación privados y su incidencia en la configuración del imaginario social.”
En la transición se requiere de un nuevo modo de intercambio socialista:
-- Es necesario cambiar radicalmente los patrones culturales de consumo. Mientras no se cambie el patrón de necesidades sociales, la jerarquía de las mismas, la manera de satisfacerlas [colectiva o individualmente, en base al estado o la empresa privada] es muy difícil resolver tanto los problemas productivos como los de circulación/comercialización.
-- El desarrollo del proceso productivo y de consumo requiere del diseño de estrategias dirigidas a la construcción de una economía socialista, específicamente en el área de comercialización (circulación) que básicamente se centra en lo siguiente:
* Unificar la relación producción–consumo y tender a eliminar la intermediación comercial capitalista. Es necesaria una rearticulación de los procesos productivos desde un enfoque integral conjuntamente con los procesos de circulación/comercialización.
* El problema fundamental no es tanto la red de circulación sino dilucidar los mecanismos que el capitalismo utiliza, especialmente, la publicidad y la propaganda, para generar necesidades sociales artificiales y diferenciadas en sectores como la clase media y profesionales (consumo de clase), la juventud (consumo etario), las mujeres (consumo de género).
-- Es necesario dilucidar la dinámica y la relación entre los patrones culturales de consumo, los patrones productivos, los patrones tecnológicos y fundamentalmente los patrones de acumulación del capital, así como la estructura de la industria de publicidad y su relación con los medios de comunicación privados y su incidencia en la configuración del imaginario social.
-- Hay que desarticular la comercialización como pivote de sobreexplotación [la especulación opera como una renta adicional para el comerciante a cargo del trabajador] que extrae recursos de los productores, del estado y de los consumidores, lo que hace los circuitos de comercialización se conviertan en una fuente de acumulación de capital que condiciona los circuitos productivos que le subyacen.
-- Eliminar la intermediación del comercio capitalista: acercar, unificar y transparentar la relación producción-consumo [soporte de la planificación de qué, cómo y cuánto se produce y cómo se distribuye] creando cadenas de comercialización de carácter socialista basadas en la transformación de los patrones culturales y de consumo de carácter colectivo y comunitario, es decir, satisfacción del consumo socialmente necesario con sentido austero y solidario, con una participación creciente del comercio comunal.
Por eso, también en las BASES PROGRAMATICAS se asume como tarea central llevar adelante la lucha contra la alienación de la conciencia social y por la construcción de una conciencia revolucionaria:
“Construcción de una conciencia revolucionaria como forma de superar la alienación de la conciencia social propia del capitalismo. Es necesario refundar las prácticas políticas y sociales dotándolas de un sentido y contenido moral y ético que cuestione radicalmente las instituciones burguesas heredadas y el imaginario social (ideologías, representaciones sociales, prácticas sociales y antivalores) con base en una nueva escala de valores humanistas, solidarios y críticos como la responsabilidad social, la solidaridad, la honestidad, el reconocimiento de la dignidad del otro, la participación, la contraloría social, el sentido de comunidad y de vivencia integral. La transformación de la conciencia social y de aquellas dimensiones que la constituyen más directamente, como la información, la comunicación, la educación y la cultura, en relación con las prácticas sociales y los valores que las sustentan, es una tarea fundamental para la revolución bolivariana.”
“Uno de los esfuerzos fundamentales debe estar dirigido a la superación del consumismo (soporte del egoísmo individualista posesivo) como vía de realización de la vida y de pertenencia social…”
“…emergencia de una nueva subjetividad profundamente humana, sabia y prudente, que habrá de forjarse al calor de la lucha de clases y la derrota de las ideas y las costumbres burguesas, oligárquicas e imperialistas. Se trata de derrocar el viejo régimen no sólo en los hechos sino también en las ideas, las costumbres y los valores, tal como advirtió el Ché Guevara al señalar…“no es posible construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo”. Aristóteles ya había enseñado en la antigua Grecia que las virtudes morales e intelectuales educan el carácter; Simón Bolívar señaló que: …”moral y luces son los polos de una República; moral y luces son nuestras primeras necesidades.”; Gramsci retomó este planteamiento diciendo que una revolución es una reforma radical en el plano moral y cultural. La Revolución Bolivariana asume plenamente estas enseñanzas como base de sus objetivos.”
Para tener éxito en estas tareas es necesaria la elevación de la conciencia política del pueblo, la refundación ética de la política para forjar una nueva cultura política sustentada en nuevas prácticas sociales basadas en valores revolucionarios. Esta nueva escala de valores debe construirse a partir de una nueva visión y formas de conocimiento del mundo y la sociedad (nuevo paradigma epistémico y nueva ciencia), un nuevo comportamiento y nuevas formas de relacionarnos y valorarnos en comunidad (nueva ética de la solidaridad), y una nueva sensibilidad y solidaridad (nueva estética y nuevo arte), como fundamentos del proceso de transformación revolucionaria de la sociedad venezolana.
La anterior cita documental de las BASES PROGRAMATICAS del PSUV, como ya reseñamos anteriormente, reivindica la vigencia del marxismo como herramienta de análisis, cuestiona la ciencia burguesa, rescata la teoría del valor-trabajo como teoría de la explotación, formula de los rasgos del modelo productivo socialista, combatiendo el empirismo y el pragmatismo, los cuales pueden hacer estrago en estos momentos de definiciones.
Como batalla de ideas, la simple lectura de estos textos, se convierten en una interpelación, tanto para la dirección como para la base del PSUV, particularmente exige definir la agenda formativa y que hacer en el futuro inmediato en términos de praxis político-ideológica. Más puntualmente se requiere conectar estas determinaciones ideológicas con la construcción del encadenamiento productivo socialista.
II.- COMUNALIZACION Y MODELO PRODUCTIVO EN LAS LEYES DEL PODER POPULAR
En el Art. 59 de la Ley Orgánica de Comuna, se definen sus finalidades, enfatizando en nuestro caso lo que atañe directamente con el modelo productivo y su encadenamiento:
“4. Impulsar el desarrollo del sistema económico comunal, mediante la articulación en redes, por áreas de producción y servicios, de las organizaciones socio-comunitarias de propiedad social comunal directa o indirecta.”
Veamos ahora como los espacios sociales y territoriales de la comuna son el asiento del nuevo sistema económico de la siguiente manera en el Art 8.13 de la Ley Orgánica del Poder Popular:
“Conjunto de relaciones sociales de producción, distribución, inter- cambio y consumo de bienes y servicios, así como de saberes y conocimiento, desarrolladas por las instancias del Poder Popular, el Poder Público, o por acuerdo entre ambos, a través de organizaciones socio-productivas bajo formas de propiedad social comunal.”
Como sistema la economía comunal contempla:
1. Nuevas relaciones de producción, intercambio , consumo, saberes y conocimientos,
2. Articulación entre las instancias del poder popular y el poder público,
3. Organización socio-productivas
4. Formas de propiedad social
Estos rasgos de la economía comunal, son reiterados en las Disposiciones Generales de la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal, agregándole la reinversión del excedente y la planificación democrática y participativa.
En esa dirección el Art.1 de dicha ley, señala:
“La presente Ley tiene por objeto desarrollar y fortalecer el Poder Popular, estableciendo las normas, principios, y procedimientos para la creación, funcionamiento y desarrollo del Sistema Económico Comunal, integrado por organizaciones socio-productivas bajo régimen de propiedad social comunal, impulsadas por las instancias del Poder Popular, el Poder Público, o por acuerdo entre ambos, para la producción, distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios, así como de saberes y conocimientos, para satisfacer las necesidades colectivas y reinvertir socialmente el excedente, mediante una planificación estratégica, democrática y participativa."
Igualmente, globalizando otros aspectos de la economía comunal, en la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal, cuando establece las finalidades de la ley, en el Art 4, dice:
“2. Impulsar el Sistema Económico Comunal a través de un modelo de gestión sustentable y sostenible para el fortalecimiento del desarrollo endógeno.
3. Fomentar el Sistema Económico Comunal en el marco del modelo productivo socialista, a través de diversas formas de organización socio-productiva, comunitaria y comunal en todo el territorio nacional. “
“5. Asegurar la producción, justa distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios, así como de saberes y conocimientos, generados por las diferentes formas de organización socio-productiva, orientados a satisfacer las necesidades colectivas.
6. Promover un sistema de financiamiento para apoyar las iniciativas de las comunidades sobre proyectos socio-productivos sustentables, con criterios de equidad y justicia social, donde se reconozcan los saberes, el conocimientos y las potencialidades locales… “
“7. Promover la articulación en redes, por áreas de producción y servicios, de las organizaciones socio-productivas comunitarias y comunales…”
“ 8. Incentivar en las comunidades y las comunas los valores y principios socialistas para la educación, el trabajo, la investigación, el intercambio de saberes y conocimientos…”
“ 9. Promover la formación integral de las organizaciones socio-productivas en la planificación productiva basada en la sustentabilidad y sostenibilidad, la retornabilidad de los recursos, el deber social, la cultura de ahorro y la reinversión social del excedente.
10. Garantizar la formación y la acreditación de saberes y conocimientos en materia política, técnica y productiva de los ciudadanos y ciudadanas, integrantes o por integrar las organizaciones socio-productivas …”
Nos interesa destacar entre estas finalidades, las que tienen que ver con el proceso de articulación del sistema de economía comunal:
•Formación integral de las organizaciones socio-productivas en la planificación productiva basada en la sustentabilidad y sostenibilidad, la cultura de ahorro
•Asegurar la producción, distribución justa, intercambio y consumo..
•Articulación en redes, por áreas de producción y servicio
•Financiamiento de proyectos socio-productivos sustentables, reconociendo saberes y potencialidades locales.
Por eso debemos seguir reseñando lo que contempla la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal en relación al proceso de articulación. En el Art 39 de la referida ley se plantea las funciones del Consejo de Economía Comunal, asignándole funciones articuladoras y de coordinación:
“2. Articular la relación de los comités de economía comunal con el Parlamento Comunal y el Consejo de Planificación Comunal.
3. Seguimiento y acompañamiento a las organizaciones socio-productivas, a los fines de garantizar el cierre del ciclo productivo y la consolidación de redes productivas.
4. Velar para que los planes y proyectos de las organizaciones socio-productivas se formulen en correspondencia con el Plan de Desarrollo Comunal. “
“6. Articular con el órgano coordinador la certificación de saberes y conocimientos de los ciudadanos y ciudadanas integrantes o aspirantes de las organizaciones socio-productivas.”
10. Organizar en redes de productores y productoras a las organizaciones socio-productivas y a las comunidades organizadas que ejecuten proyectos socio-productivos ubicados en el ámbito geográfico de la Comuna.”
II.-EL MODELO PRODUCTIVO SOCIALISTA EN EL PROGRAMA DE LA PATRIA
La anterior formulación sobre el modelo productivo socialista que se reseña en las leyes de poder popular, tal como las reseñamos anteriormente, es reiterada por el Cmdt. Chávez en el 2012 cuando presentó el PROGRAMA DE LA PATRIA.
En tal sentido, en el marco del objetivo histórico N° 2 y sus objetivos estratégicos y generales, se plantea:
“2.1.1 Impulsar nuevas formas de organización de la producción que pongan al servicio de la sociedad los medios de producción e impulsen la generación de tejido productivo bajo un nuevo metabolismo para la transición al socialismo.
2.1.1.1 Insertar nuevos esquemas productivos tendentes al socialismo que irradien en su entorno relaciones de producción e intercambio complementarios y solidarios, al tiempo que constituyan tejidos productivos de sostén de un nuevo metabolismo. Estos injertos productivos tendrán políticas de asociación entre sí bajo formas de conglomerados para multiplicar su escala.
2.1.1.2 Propiciar la democratización de los medios de producción e impulsar nuevas formas de articulación de formas de propiedad, colocándolas al servicio de la sociedad.
2.1.1.3 Fortalecer la planificación centralizada y el sistema presupuestario para el desarrollo y direccionamiento de las cadenas estratégicas de la nación.
2.1.2 Expandir e integrar las cadenas productivas orientándolas hacia la satisfacción de las necesidades sociales en camino a la construcción del socialismo.”
2.1.2.1 Generar un sistema de integración de las redes productivas, que permita articular la cadena de valor de las materias primas, diversificando la producción para la satisfacción de las necesidades sociales de la población.
“2.3.1 Garantizar la participación protagónica del pueblo organizado en los ámbitos de la formación, la transformación del modelo económico productivo…”
“2.3.6 Construir el nuevo tejido productivo del país en nuevas relaciones sociales de producción, garantizando la transformación de los insumos primarios de producción nacional. Se trata entonces de impulsar y consolidar una economía productiva, redistributiva, post-rentista, post-capitalista sobre la base de un amplio sustento público, social y colectivo de la propiedad sobre los medios de producción. La posibilidad de la planificación social en auténtica sincronía con la planificación centralizada y el desarrollo de las diversas formas de organización socio-productivas, sustentadas en las diversas formas de propiedad de productores y productoras libres asociados, entre las que se destacan las de propiedad social, indirecta, de propiedad familiar y grupos de intercambio solidario.
2.3.6.1 Generar un tejido productivo diversificado y sustentable que garantice el desarrollo de las comunidades y la nación, mediante la recuperación, reforzamiento, activación y creación de empresas de propiedad social.”
En este conjunto de objetivos del PROGRAMA DE LA PATRIA, se ratifican los rasgos del modelo productivo socialista y su metabolismo, esbozado en las BASES PROGRAMATICAS DEL PSUV Y EN LAS LEYES DEL PODER POPULAR :
•Economía Post- rentista, post-capitalista.
•Democratización de los medios de producción, nuevas formas de propiedad.
•Diversas formas de organización socio-productivas, productores libres asociados.
•Integración de redes productivas.
•Nuevo tejido productivo, sustentable, diversificado.
Del mismo modo, en la LEY PLAN DE LA PATRIA aprobada por la Asamblea Nacional en el año 2013, refiriéndose al OBJETIVO HISTORICO N° 2 y sus objetivos generales, se reiteran algunos contenidos anunciados más arriba. Veamos a continuación estas referencias documentales:
“Objetivo Nacional 2.1.
Propulsar la transformación del sistema económico, en función de la transición al socialismo bolivariano, trascendiendo el modelo rentista petrolero capitalista hacia el modelo económico productivo socialista basado en el desarrollo de las fuerzas productivas.
Objetivos Estratégicos y Generales
2.1.1. Impulsar nuevas formas de organización que pongan al servicio de la sociedad los medios de producción, y estimulen la generación de un tejido productivo sustentable enmarcado en el nuevo metabolismo para la transición al socialismo.
2.1.1.2. Insertar nuevos esquemas productivos que irradien en su entorno relaciones de producción e intercambio complementario y solidario, al tiempo que constituyan tejidos productivos de sostén de un nuevo metabolismo socialista. Estos injertos productivos tendrán políticas de asociación entre sí bajo formas de conglomerados para multiplicar su escala.
2.1.1.3. Democratizar los medios de producción, impulsando nuevas formas de propiedad, colocándolas al servicio de la sociedad.
2.1.1.4. Fortalecer la planificación centralizada y el sistema presupuestario para el desarrollo y direccionamiento de las cadenas estratégicas de la nación.
2.1.3. Expandir e integrar las cadenas productivas, generando la mayor cantidad de valor agregado y orientándolas hacia la satisfacción de las necesidades sociales para la construcción del socialismo, promoviendo la diversificación del aparato productivo.
2.1.3.1. Generar un sistema de integración de las redes productivas que permita articular la cadena de valor para la satisfacción de las necesidades sociales de la población.
2.1.4. Desarrollar modelos incluyentes de gestión de las unidades productivas, participativos con los trabajadores y trabajadoras, alineados con las políticas nacionales, así como con una cultura del trabajo que se contraponga al rentismo petrolero, desmontando la estructura oligopólica y monopólica existente.
2.1.4.1. Construir una cultura del trabajo que se contraponga al rentismo mediante el impulso de la formación desde la praxis del trabajo, conciencia del trabajador y trabajadora, como sujetos activos del proceso de transformación y participación democrática del trabajo, orientada a los más altos intereses nacionales.
2.1.4.2. Propiciar un nuevo modelo de gestión en las unidades productivas, de propiedad social directa e indirecta, que sea eficiente, sustentable y que genere retornabilidad social y/o económica del proceso productivo.
2.1.4.3. Impulsar la conformación de Consejos de Trabajadores y Trabajadoras en las unidades productivas, en el marco de la consolidación y fortalecimiento de la democracia participativa y protagónica.
2.1.4.4. Promover el desarrollo de instancias de coordinación entre los Consejos Comunales y Consejos de Trabajadores y Trabajadoras.
2.1.4.5. Desarrollar un sistema de estímulos para el fomento de las pequeñas y medianas industrias privadas y empresas conjuntas, en un marco de máxima corresponsabilidad social del aparato productivo, reconociendo el trabajo de mujeres y hombres emprendedores.
2.1.4.6. Contribuir con el bienestar socioeconómico del entorno donde se asienten las unidades productivas, aplicando la estrategia de punto y círculo, dando cabida a la participación popular en procesos sociales y económicos; así como de contraloría social…”
IV.- MODELO PRODUCTIVO SOCIALISTA, COMUNALIZACION Y ENCADENAMIENTO PRODUCTIVO.
Partiendo de las anteriores bases documentales, podemos sintetizar los rasgos del modelo productivo socialista y su encadenamiento posible a partir de los motores y proyectos estratégicos:
•Democratización de los medios de producción, nuevas formas de propiedad.
•Diversas formas de organización socio-productivas, productores libres asociados.
•Integración de redes productivas.
•Nuevo tejido productivo, sustentable, diversificado:
Numerosas empresas de propiedad social directa
Áreas encadenadas productivamente a escala comunal
Consolidación de la arquitectura financiera comunal
Organización de los Consejos y Comités de economía comunal
Aquí están resumidas las principales determinaciones del modelo productivo socialista que tienen un alcance global, pero que debemos enmarcarlas ahora en su COMUNALIZACION, con la implementación del PLAN DE LA PATRIA territorializado:
• Concreción del modelo productivo socialista a nivel local, según la vocación productiva, costumbres y tradiciones de cada lugar-espacio-territorio.
• Construcción de redes de asociaciones productivas endógenas-sustentanbles en esos diversos territorios: comunas, ciudades comunales, distritos motores.
• Articulación con el poder popular y el sistema comunal en la nueva geometría del poder.
• Planificación democrática, presupuesto participativo y contraloría social en el espacio local.
• Ocupación territorial que enfrente la contradicción-ciudad campo, centro-periferia.
En el proceso de comunalización del modelo productivo socialista, debemos tomar en cuenta los elementos que anteceden:
1.- En la transición socialista hay que territorializar el modelo, tal como está desarrollado en el sistema de agregación comunal.
2.-Se trata de un plan sistemático de conformación de REDES SOCIO-PRODUCTIVAS, como una gigantesca telaraña que cubre los territorios.
3.-La red abarca desde la producción, pasando por la distribución y el consumo.
4.- En su seno se debe injertar la propiedad social, el espíritu socialista.
Las anteriores definiciones desmienten las posturas pragmáticas que sostienen que no tenemos claro el transito al socialismo ni como construir su base económica, ignorando olímpicamente las precisiones ideológicas que hemos realizado, las cuales tienen como soportes documentales las bases programáticas del PSUV, la Ley del Sistema Económico Comunal y el Plan de la Patria.
Para llevar a la práctica el mandato del Cmdt. Chávez de “HACER IRREVERSIBLE EL TRANSITO AL SOCIALISMO”, “TRASPASAR LA LINEA DEL NO RETORNO”, los documentos reseñados son “hojas de rutas” donde se despeja el ese camino, construyendo el desarrollo económico socialista y su encadenamiento productivo.
E/Carlos Lanz Rodríguez
11 de Diciembre de 2015
ENCADENAMIENTO E INCLUSION PRODUCTIVA LIBERADORA
I.- POR QUE EN EL CAPITALISMO NO HAY ENCADENAMIENTO PRODUCTIVO
El metabolismo del capital está modulado por contradicciones orgánicas, que definen su lógica y su racionalidad. Este régimen de producción, es por su naturaleza históricamente contradictorio, desarrollando múltiples conflictos, entre los que se encuentran:
• Apropiación privada del trabajo colectivo
• Predominio de los valores de cambio sobre los valores de uso, mercantilizando todas las relaciones sociales.
• Contradicción entre la producción y el consumo
• Desproporción entre los sectores y ramas de la actividad económicas.
• Separación ciudad-campo, con un patrón de ocupación territorial asimétrico.
Estas contradicciones orgánicas del capital, son las razones de las crisis periódicas que conocemos: caida de la tasa de ganancia, sobreproducción de capital, sobre-producción de mercancía y subconsumo, dejando en evidencia el NO ENCADENAMIENTO PRODUCTIVO, por la anarquía, la competencia, el monopolio y el oligopolio.
Estas son las raíces de nuestra economía parasitaria-rentista y sus deformaciones estructurales:
• Sector primario signado por la mono-producción, con poco valor agregado-
• Industria liviana de ensamblaje, atomizada.
• Agricultura en ruina,
• Sector de servicio y comercio hipertrofiado, es decir, un desarrollo que no guarda proporción con la base agrícola – Industrial.
• Economía de enclave o de puerto
Estando claro de estas deformaciones generadas por la lógica del capital, bajo el manto del mercado y la competencia, el Cmdt. Chávez, propuso un instrumento de dirección consciente de la economía a través del Decreto N° 5.384 con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de Creación de la Comisión Central de Planificación, 18 de enero de 2011.
La construcción del socialismo debe hacerse con una planificación democrática para poder enfrentar las deformaciones y desproporciones sectoriales del régimen de producción capitalista, mucho más pertinente en una economía rentista y parasitaria como la venezolana.
Por ello, se plantean un conjunto de finalidades de la Comisión Central de Planificación, tal como lo contempla el articulado del referido decreto:
“ Artículo 2. La Comisión Central de Planificación realizará sus funciones y ejercerá las atribuciones atendiendo a las siguientes finalidades:
1. Impulsar la transición hacia un modelo integrado de planificación centralizada, asegurando la gestión social y planificada de la función pública administrativa.
2. Garantizar una planificación estratégica, participativa y corresponsable.
Artículo 5. Se consideran materias de prioridad en los ámbitos de competencia indicados en el artículo 3 de la presente Ley, las siguientes:
1. Controlar y coordinar la función planificadora de los ministerios, servicios autónomos, institutos autónomos, empresas, fundaciones, asociaciones, sociedades civiles y demás entes adscritos del Estado tanto centralizados como descentralizados.
2. Planificar y controlar el proceso de transformación de las empresas del Estado en empresas de carácter socialista.
3. Garantizar la planificación centralizada de la actividad económica para satisfacer las necesidades del pueblo, orientando el proceso productivo a la inclusión de los excluidos y excluidas y a la construcción de un modelo socialista de desarrollo económico soberano, endógeno y sustentable.
4. Articular y coordinar los mecanismos de intercambio y distribución de la producción nacional, con base en las necesidades del pueblo y en los costos reales de producción por ramo, sector y unidad productiva, para la fijación de precios justos.
5. Garantizar que las compras del Estado y el gasto público, se correspondan con el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales y el bienestar social.
6. Simplificar los procesos administrativos para asegurar una gestión del Estado eficiente, eficaz y transparente al servicio de los ciudadanos y ciudadanas, luchando contra el burocratismo y la corrupción en la Administración Pública.
Combatir el monopolio y los oligopolios privados, como mecanismos y estructuras de dominación, de distorsión de los precios y de la oferta de los productos. ”
Entre las finalidades y competencias de la Comisión Central de Planificación, se encuentran las orientaciones para elaborar el plan de trabajo encadenado y articulado, transitar del rentismo al desarrollo productivo socialista:
• Planificación estratégica participativa, corresponsable
• Coordinar la función planificadora de todos los entes públicos
• Planificar la transformación de las empresas del Estado en empresas de carácter socialista.
• Construcción de un modelo socialista de desarrollo económico soberano, endógeno y sustentable.
• Articular y coordinar los mecanismos de intercambio y distribución de la producción.
• Garantizar que las compras del Estado y el gasto público, se correspondan con el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales
• Simplificar los procesos administrativos para asegurar una gestión del Estado eficiente, eficaz y transparente
• Lucha contra el burocratismo y la corrupción en la Administración Pública.
• Combatir el monopolio y los oligopolios privados, como mecanismos y estructuras de dominación, de distorsión de los precios y de la oferta de los productos.
II.- LOS RASGOS DEL ENCADENAMIENTO PRODUCTIVO SOCIALISTA.
La caracterización del encadenamiento productivo socialista nos permite ubicar este proceso como una interrelación no lineal entre sectores económicos (sector primario, secundario y terciario) y su respectivo eslabonamiento de la producción-transformación-distribución y consumo.
Dentro del encadenamiento se establecen articulaciones, relaciones, procesos, con entidades de trabajo, instituciones, organizaciones productivas y comunidades, siendo más apropiado hablar de REDES, TELARAÑA, ENJAMBRE O TEJIDOS PRODUCTIVOS. Este encadenamiento productivo, es parte de las nuevas relaciones de producción socialista, donde se supera la división social del trabajo, los principios del egoísmo posesivo, el lucro, la mercantilización, la primacía de los valores de cambio que favorecen la apropiación privada e individual de la producción. Por el contrario, en el socialismo, se produce atendiendo las necesidades de los sujetos sociales, de desarrollo del país y de acuerdo a los valores de uso. Con el encadenamiento productivo socialista, se busca fortalecer, desarrollar la propiedad colectiva, la economía comunal y las asociaciones productivas a través de la SECUENCIA ESTRATEGICA de proyectos y redes socio-productivas, siendo enlazada gráficamente por el nexo entre: PRODUCCION—TRANSFORMACION—DISTRIBUCION—CONSUM
En cada eslabón se establecen los siguientes conectores: formación, financiamiento, infraestructura, tecnología y organización.
Así mismo, se debe tomar en cuenta que en cada proceso, se requieren insumos. Por ejemplo, supongamos que se trata de producir tomates agroecológicos, observemos lo que se demanda como encadenamiento, secuencia estratégica y eslabonamiento:
Producción:
Semillas, abonos, sistemas de riego, herramientas, maquinarias, suelos. Aquí se insertan las modalidades formativas en correspondencia con las necesidades de este primer eslabón. Del mismo modo, se planifica la constitución de Asociaciones Productivas Endógenas Sustentables (APES).
Estos criterios en torno al eslabonamiento, secuencia, escalamiento, tienen pertinencia en todos los eslabones de la cadena productiva que siguen.
Transformación:
Molinos, despulpadoras, envases, esterilizadores, licuadoras, cocinas, utensilios de cocinas, cadenas de frio, centros de acopio.
Distribución:
Transporte, cadenas de frio móviles, empaquetadora, etiquetas, destino seguro (Mercal, PAE, INCES, FANB, comunidad)
Consumo:
Recetarios, debates sobre nuevos patrones de consumo, sustitución de rubros, y el por qué de una alimentación sana, soberana, segura y sabrosa.
Ahora bien, no todos estos procesos se realizan de manera automática, simultánea o como un proyecto solitario. Aquí aparece la idea de conglomerados, el cual se refiere a la articulación con instancias para apoyarse mutuamente bajo la concepción de red. Un ejemplo seria, el de un proyecto de transformación de materia prima, el cual necesita buscar dicha materia en otra instancia, espacio de la economía comunal o estatal; o en su defecto un proyecto agrícola puede tener mucha producción de tomates y los intercambia con otra organización con mayor capacidad para su transformación.
En cuanto al escalamiento productivo se refiere a que el proyecto o red, agrega valor para tener mayor escala en la producción, diversificando también (no solo se produce tomates, sino que se asocia con otros rubros y en diferentes periodos para garantizar producción todos el año), también ocurre que una innovación o la incorporación de una maquinaria permite un agregado (una despulpadora o molino industrial, por ejemplo, eleva la producción en menor tiempo).
La diversificación, la agregación de valor, el escalamiento productivo se puede realizar aguas abajo o agua arriba, por los lados, diagonal o en paralelo. De allí el sentido de REDES o MALLAS.
El proceso es visto en su conjunto: encadenamiento eslabonado, secuencia estratégica, escalamiento productivo, requieren de la planificación intersectorial con diversas instituciones del estado en diferentes niveles: municipal, regional, nacional, evitando duplicar el esfuerzo o solapar funciones. En la vida real emerge una gran oportunidad de inserción productiva a lo largo de la cadena ya existente o en desarrollo. En esto pensaba el Cmdt. Chávez cuando nos llamó a ASOCIARNOS e INJERTAR LOS PROYECTOS SOCIALISTAS.
III.-EL PROCESO PRODUCTIVO SOCIALISTA Y LAS ASOCIACIONES PRODUCTIVAS ENDOGENAS-SUSTENTABLES
La inserción de las comunidades e instituciones educativas en los proyectos socio-productivos presentan oportunidades de contribuir al fortalecimiento de la economía comunal y el tejido productivo socialista en pequeña escala, promoviendo las ASOCIACIONES PRODUCTIVAS ENDOGENAS SUSTENTABLES (APES) “injertando” los valores y prácticas socialistas. En tal sentido, proponemos los siguientes componentes de dichas asociaciones::
1. Los nuevos proyectos productivos, pueden nacer como propiedad social colectiva.
2. Pueden regirse por una planificación consciente, enfrentando las relaciones mercantiles y de mercado, a través de empleo de los pedidos y cupos, estableciendo un precio justo y asumiendo otra manera de distribuir el excedente: remunerar el trabajo de una manera integral, pagar deudas y reponer equipos, aportar a la comunidad, ampliar la capacidad productiva.
3. En su seno se puede confrontar la división social de trabajo capitalista atenuando las jerarquías y las diferencias salariales, achatando o aplanando estructuras, formación polivalente e integral, rotación en los cargos y humanización de la jornada de trabajo, simplificación de trámite y recaudos.
4. También se puede colocar énfasis en el desarrollo local y en empleo de tecnologías ecológicamente apropiadas y socialmente apropiables, que permitan incrementar las oportunidades para el trabajo liberador, dicho de otra manera que no sean “ahorradoras de mano de obra”, sino que se inscriban en los nuevos valores sobre la “rentabilidad” y la “productividad” y que no impacten negativamente el ambiente, rompiendo con la lógica del capital.
5. Estas asociaciones productivas tienen como punto de partida el diagnóstico participativo, desarrollando una metodología implicante centrada en el dialogo de saberes, en la valorización de los acervos culturales, productivos de la comunidad, en el reconocimiento de la vocación, potencialidades de cada contexto y en las necesidades de desarrollo del país, expresado en el Plan Ley de la Patria y los 14 motores estratégicos..
6. En la actual coyuntura, por ejemplo, se pueden promover ASOCIACIONES PRODUCTIVAS ubicadas en cada uno de los eslabones de la cadena. Tal como lo planteamos anteriormente:
PRODUCCION-PROCESAMIENTO-DISTRIBUCION-CONSUMO:
• Por ejemplo, en el Desarrollo Predial Agroecológico del PTMS y en la estrategia de Punto y Círculo se requieren agro soportes y bioinsumos, lo que puede convertirse en oportunidad para construir unidades de producción de abonos orgánicos como: humus líquido y sólido, microorganismos eficientes, bokashi, entre otros, para el conjunto de escuelas que están en la red de impacto y para los agro venezolanos (as) que están en ese territorio.
• Igualmente, a través del impulso del PTMS se pueden constituir unidades productivas familiares que procesen o trasformen materia prima agrícola como el tomate, pimentón, ají, leche, etc.
• Del mismo modo, en la distribución se requieren servicios de transporte, almacenamiento, centros de acopio, cadenas de frío.
• También se pueden conformar núcleos productivos que fabriquen herramientas y equipos agrícolas, mesones, mesas sillas, pupitres, en el marco de las tecnología socialmente apropiables y ecológicamente apropiadas.
• De la misma manera, se pueden impulsar unidades productivas familiares que elaboren jugos y alimentos para las cantinas escolares o puntos de distribución comunitarios, rescatando recetarios y la gastronomía popular.
Estas nuevas asociaciones productivas promovidas desde el PTMS, requieren apoyo institucional y cambio en algunas normativas que pueden obstaculizar su desarrollo (código de comercio, régimen de compras, registros de proveedores, ley de licitaciones, etc.). Igualmente la propuesta de redes socio-productivas demanda sinergia y coordinación interinstitucional, tanto a nivel gubernamental como en las instancia del movimiento social, Consejos Comunales y Comunas.
Como se puede observar, en el PTMS existen oportunidades de inserción productiva de carácter liberador. En tal sentido, desde el comienzo se plantean estos desarrollos teóricos y metodológicos, realizando una prospectiva y empleando el método de proyecto. Más que un catecismo técnico o protocolos variados en cada institución del estado, es pertinente definir los criterios que definen un proyecto:
1.- El proyecto se dirige a resolver determinada problemática o satisfacer algunas necesidades.
2.- Permite ordenar los recursos, para alcanzar metas concretas
3.-Direcciona una serie de actividades y tareas, operacionalizando el Plan de la Patria, los 14 motores, piorizando el motor agrícola y la economía comunal.
4.- Posee también un término de duración o temporalidad.
5.-Se diferencia de las rutinas administrativas y de la manera tradicional de ejecutar el presupuesto público. En la administración se trabaja con “presupuesto por proyecto”.
Para facilitar la formulación de los proyectos, comúnmente se realizan un conjunto de interrogantes que se plantaron en el capitulo anterior, pero didácticamente es necesario repetirlas ya que permiten ordenar su desarrollo:
a. ¿Qué es lo que se quiere realizar: finalidad y el horizonte estratégico del proyecto?
b. ¿Para qué se realiza el proyecto: cuáles problemas resuelve, cuales necesidades satisface?
c. ¿Cuál es la magnitud de lo que se quiere hacer: cuáles son las metas precisas?
d. ¿Cómo se va a hacer: el método a emplear?
e. ¿Quiénes son los sujetos sociales involucrados?
f. ¿Cuál es el espacio o territorio donde se ubica el proyecto?
g. ¿Tiempo se ejecución del proyecto: calendario y cronograma de ejecución?
h. ¿Fuentes de los recursos a utilizar: humanos o técnicos-financieros?
i. ¿De dónde se obtiene la materia prima?
j. ¿Cuál es el destino de la producción?
Sobre la base de este mapa de preguntas directrices, se asume el desarrollo de proyectos y redes socio-productivas, creando de APES o Incorporándose a otras unidades productivas existentes, las cuales tienen necesidades formativas específicas que el PTMS debe satisfacer a partir de sus potencialidades
IV.- INCLUSION PRODUCTIVA LIBERADORA COMO RESULTADO DE LA FORMACION PERMANENTE EN EL PTMS
En la formulación y ejecución de proyecto socio-productivos en el PTMS (empleando la concepción agroecológica en todo el trayecto formativo) hay que concretar el inicio de la INCLUSION PRODUCTIVA, tanto en el desarrollo de los aprendizajes como en la etapa post-curso.
Veamos un ejemplo de cómo se puede operacionalizar esta propuesta en el proceso formativo que puede comenzar con los cursos básicos sobre abonos orgánicos, en el cual se destaca la Lombricultura.
Partamos de ejemplo hipotético de la organización de este curso con alumnos y docentes de las escuelas Punto y Círculo e igualmente miembros de la comunidad, donde se va desarrollando progresivamente los contenidos de lumbricultura reseñados más arriba. El facilitador en dicho proceso puede ir haciendo una selección para escoger los participantes más avanzados y comprometidos, los cuales pueden ser parte del núcleo pionero en un proyecto productivo asociado a un LUMBRICARIO.
En el proceso de aprendizaje teórico-práctico el participante se forma para construir el lumbricario, manejando las lombrices y obteniendo humus. A partir de tales conocimientos con la metodología de proyecto se monta una unidad o asociación productiva que terminando el curso o en su fase posterior, se va a Sdedicar a producir este abono orgánico. Se trata de una INCLUSION PRODUCTIVA PROGRESIVA, ya que al lado de la formación técnico-productiva, el proyecto demanda de otros requerimientos, como suelen ser:
Financiamiento y apoyo logístico.
Dotación de materiales para construir la infraestructura física, pie de cría de lombrices, equipos y herramientas mínimas.
Nexos orgánicos con la comunidad, escuelas o colectivos incorporados en los proyectos de siembra de la agricultura urbana, que necesitan este tipo de abono orgánico.Almacenamiento, envase y distribución del humus, tanto líquido como sólido.
Como se puede observar satisfacer tales requerimiento demanda de una planificación integral del proyecto y su inserción en las diversas redes que el estado y los organismos promotores de la ECONOMIA PRODUCTIVA deben desarrollar ( entes financieros, organismos adscritos del ministerio de agricultura y tierra, ministerio de agricultura urbana, misión saber y trabajo, juventud productiva, Robinson productivo, Consejo Federal de Gobierno) .Este proceso asociado a la formación en lumbricultura aterriza en un proyecto productivo que se puede escalar desde lo más sencillo y pequeño hasta constituir redes socio-productivas mayores, cumpliendo con las premisas FORMAR PRODUCIENDO, PRODUCIR FORMANDO.
Carlos Lanz Rodríguez
28 de Marzo de 2016
En estos momentos en Venezuela los capitalistas vienen asumiendo la vocería de sus intereses frontalmente y están tras bastidores en el proceso desestabilizador que promueve los EEUU. Estas fracciones o grupos oponentes al proceso de transición al socialismo son: sectores del clero, agrupados en la Conferencia Episcopal, la cúpula empresarial de Fedecamaras, Lorenzo Mendoza del cartel agro-alimentario y Gustavo Cisnero del monopolio comunicacional, donde también se asocian especuladores financieros como Carlos Escotet, Victor Vargas y Garcìa Mendoza, beneficiaros consuetudinarios de todas las políticas cambiarias y crediticias del Estado venezolano.
Más allá de matices y diferencias en su seno, tales grupos desde el año 2014 han impulsado una plataforma programática de derecha que contempla un conjunto de formulaciones reaccionarias con las cuales aspiran volver al pasado, a la IV república adeco-copeyana. . En la batalla de ideas tiene pertinencia bautizar sus demandas como la “PLATAFORMA IDEOLOGICA DE LA LUMPEN-BURGUESIA NEO-FASCISTA”. De los diversos planteamientos realizados por estos lumpen-burgueses y sus voceros hemos sintetizado sus pretensiones político-ideológicas, las cuales son ahora asumidas por el conjunto de la MUD en el llamado “ACUERDO NACIONAL PARA LA TRANSICION”.
En tal sentido, hemos realizado una radiografía de los aspectos principales que en el plano político-ideológico el imperio ha impuesto a sus socios criollos como condición para asignarles recursos y ampliar el apoyo. Esta agenda ha venido siendo socializada, siendo presentadas por Lorenzo Mendoza y otros voceros en diversos escenarios y ante variados actores.
PLATAFORMA IDEOLOGICA DE LA LUMPEN-BURGUESIA NEO-FASCISTA.
La nueva estrategia imperial coloca el acento en estos momentos en la conflictividad interna, buscando REVERTIR O RETROTRAER los cambios (esta estrategia “ROLLBACK” plantea detener la transición al socialismo, restaurando la lógica del capital) asumiendo los EEUU abiertamente la tutela de estos actores, unificándolos programáticamente. De allí las múltiples coincidencias entre los planteamientos del Departamento de Estado, la “plataforma” de Mendoza y Cia y el ACUERDO NACIONAL PARA LA TRANSICION.
Estas formulaciones vienen operando como cobertura o coartadas ideológicas de la conspiración en marcha:
1- Abandonar el enfoque socialista por anti-constitucional
2.- Eliminar el planteo sobre comunas y el Estado Comunal
3.- Volver a la democracia representativa y a la alianza tripartita.
4.- Fortalecer la propiedad privada y las inversiones extranjeras, devolviendo las empresas expropiadas.
5.- Darle prioridad al mercado y atenuar la intervención del Estado, eliminación de la Ley de Precios Justos.
6.- Impulsar la reforma del estado para ponerlo a su servicio, impulsando la descentralización.
7.-Reclamar la división de poderes, para volver a tener la tutela del TSJ,CNE.
8.-Reformar la Ley del trabajo para eliminar el articulado que protege la estabilidad y los beneficios laborales.
9.-Eliminación del control de cambio, promover la dolarización y sistema de bandas.
10.-Fomentar el endeudamiento y las negociaciones con el BM y el FMI.
11.- Intentos de despolitizar a la FANB para ponerla a su servicio, eliminar las milicias.
12.- Propulsar la amnistía, libertad para los llamados presos políticos y el regreso de los exiliados.
Así como el imperio y la lumpenburguesia neo-fascista enarbola su acuerdo para la “transición”, a los revolucionarios venezolanos se nos plantea la exigencia, no sólo defender el proceso frente a los planes desestabilizadores, sino construir una propuesta programática fundada en el legado de Chávez, tal como se recoge en documentos esenciales como la CRBV, las bases Programáticas del PSUV, el GOLPE DE TIMON, PLAN DE LA PATRIA.
En esa dirección, el año 2014 hicimos la propuesta de confrontar término a término los planteamientos de la alianza contrarrevolucionaria para lo cual sugerimos una series de puntos de la LINEA DE NO RETORNO o cemento ideológico para HACER IRREVERSIBLE EL TRANSITO AL SOCIALISMO.
Esta orientación que nos trazó el Cmdt. Chávez en la presentación del Plan de la Patria, ubica la carga ideológica implicada en el planteo de lo IRREVERSIBLE del proceso, confrontándose con el accionar imperial que busca REVERTIR la revolución con la ESTRATEGIA “ROLLBACK”.
El Cmdt. Chávez previó los nuevos desarrollos de esa estrategia y por eso su alerta, más puntualmente la precisión cuando planteo: “ESTAMOS OBLIGADOS A TRASPASAR LA LINEA DEL NO RETORNO”, es decir, tenía plena consciencia de esta amenaza que intenta devolvernos al pasado. De allí la importancia de colocar los pivotes, construir trincheras y casamatas, que obstaculicen la reversión programática que busca el enemigo y al mismo tiempo, nos permita consolidar y profundizar los cambios que demanda la hora.
PLATAFORMA PROGRAMÁTICA PARA HACER IRREVERSIBLE EL TRANSITO AL SOCIALISMO
Ante los retos y desafíos de la actual coyuntura histórica, planteamos la unidad de acción de todas las fuerzas socialistas y anti-imperialistas susceptibles de nuclearse en torno a un “ACUERDO REVOLUCIONARIO PARA HACER INRREVERSIBLE EL TRANSITO AL SOCIALISMO”.
Esta plataforma programática posee una serie de lineamientos para desarrollar un combate ideológico profundo y sistemático, pudiendo agruparlos en los siguientes ejes temáticos:
I.-FUNDAMENTOS IDEOLOGICOS DEL SOCIALISMO
* Construcción socialista enmarcada en la perspectiva indoafroamericana, con sus fuentes de inspiración en el bolivarianismo, el marxismo crítico mariateguista, la resistencia indígena, el cimarronismo afroamericano, la teología de la liberación.
* Carácter continental-mundial de la transformación, necesidad de construir de una internacional revolucionaria.
* Articulación del cambio en las relaciones de producción, con el vínculo armónico con la naturaleza en la óptica del eco-socialismo.
* Superación de los enfoques y prácticas tecnocráticas que restringen los cambios al desarrollo de las fuerzas productivas, obviando el desarrollo de la conciencia y la subjetividad revolucionaria.
* Reivindicación de la hegemonía como dirección intelectual y moral, superando su reducción al control burocrático y posesión de la maquinaria estatal
II.-RASGOS DEL PROCESO PRODUCTIVO SOCIALISTA
* En el socialismo el trabajo deja de ser trabajo enajenado y pasa a ser trabajo liberador, los productores pueden asociarse libremente.
* Humanización del trabajo, reducción de la jornada y cualificación del tiempo libre.. Reivindicación del ocio creador y el tiempo libre.
* Nuevas formas de producción, distribución, circulación y consumo, que tiendan a eliminar la lógica del capital, crear una economía productiva y diversificada, con integración territorial; el impulso de circuitos productivos integrales que permita superar la desarticulaciónbajo el enfoque endógeno - sustentable.
* Articulación de la planificación democrática a nivel nacional, estadal municipal y comunal, asumiendo la dirección consciente de la producción de bienes y servicios.
* Promoción las diversas modalidades de la propiedad social, fortalecer a los productores libremente asociados y las redes socio-productivas.
* Reivindicación de la soberanía alimentaria con el paradigma agroecológico, nexos con la alimentación sana, segura, soberana y sabrosa, en el marco del socialismo agrario.
* Cambio radical de los patrones culturales de consumo, unificando la relación producción–consumo.
* Eliminación de la intermediación comercial capitalista, combatiendo la enajenación y las necesidades sociales artificiales.
* Control de precios y de cambio, regulando en forma planificada el comercio nacional e internacional.
* Revisión de los mecanismos del endeudamiento y la legitimidad de los préstamos, sus intereses y cancelación.
.III.-ESTADO COMUNAL Y REPUBLICA DE CONSEJOS
*COMUNA O NADA, promoción de las bases del Estado comunal, aplicando las diversas leyes del poder popular.
*Ejercer los postulados de la democracia participativa y protagónica, construir el bloque social revolucionario a través de Consejos de Trabajadores(as),Consejos Comunales, Consejos Educativos, Consejos Estudiantiles, Consejos Campesinos.
*Control obrero-popular de las empresas recuperadas y del sistema económico comunal.
*Nuevo modelo de gestión pública para enfrentar la burocracia y la ineficiencia.
*Concretar la nueva geometría del poder, con sistema de agregación comunal, los distritos motores y los ejes estratégicos de desarrollo.
IV.-HABITAT Y ECOSOCIALISMO
*Vinculación de la preservación del ambiente y la socio-bio-diversidad con el cambio en las relaciones de producción, cambiando el sistema.
* Promoción de tecnologías apropiadas y socialmente apropiables, haciendo ahorros de energías, reciclando y reutilizando materiales.
* Combinación de tecnologías ancestrales, artesanales, intermedias y de punta.
V.-REVOLUCION CULTURAL Y NUEVA SUBJETIVIDAD REVOLUCIONARIA
* Construcción de una nueva subjetividad revolucionaria: LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL O REPRODUCIRA LA DOMINACION.
* Impulso de la insurgencia cultural y la educación liberadora, como ejes de construcción de una nueva subjetividad. Educación y trabajo liberador, articulando saber y trabajo, superación de su enajenación.
* La lucha contra la alienación capitalista demanda la elevación de la conciencia, forjando una nueva cultura política.
* Los nuevos valores tienen que ver con formas de conocimiento:nuevo paradigma epistémico, formas de relacionarnos y valorarnos en comunidad: nueva ética de la solidaridad, sensibilidad y solidaridad:nueva estética y nuevo arte.
* Se trata de derrocar el viejo régimen no sólo en los hechos sino también en las ideas, las costumbres y los valores.
* Como advirtió el Ché Guevara “no es posible construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo”.
* Gramsci también asumió este planteamiento diciendo que una revolución es una reforma radical en el plano moral e intelectual.
Los diversos aspectos incluidos en los anteriores ejes temáticos, son parte de la agenda de discusión ideológica en estos momentos, enfrentando la actual arremetida del imperio y sus socios. En tal sentido no son suficientes las medidas defensivas para preservar lo conquistado, sino que es indispensable RENOVAR LA PROMESA con los diversos aspectos propositivos que se encuentran en el legado del Cmdt. Chávez.
En tal sentido, convocamos a una cruzada en defensa de ese legado, profundizando en sus diversas aristas transformadoras. Frente el acuerdo de los neo-fascistas, levantemos las propuestas del acuerdo de los revolucionarios con el socialismo y el anti-imperialismo.
E/Carlos Lanz Rodríguez
27 de Febrero de 2015
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