AMENAZAS Y CURSO DE ACCIÓN PARA EL 8 DE DICIEMBRE
Por
Carlos Lanz Rodríguez
En el marco de la nueva
estrategia imperial (3/1: inteligencia tecnológica,
guerra psicológica y operaciones encubiertas con fuerzas especiales) se plantea
la combinación de las formas de lucha (4x4:
articulación de formas de lucha legales y pacíficas con formas de violencia de
calle y confrontación armada)
I.-
CONCRECION POLITICO-MILITAR DE LA ESTRATEGIA IMPERIAL EN LA COYUNTURA
Actores oponentes que
militan en la MUD (María Corina Machado, Julio Borges, Leopoldo López, entre
otros) alineados con la estrategia imperialista, vienen promoviendo una hoja
de ruta desestabilizadora, tanto para la fase pre-electoral y para el mismo día
de los comicios, como para la etapa
post-electoral, la cual posee los
siguientes rasgos:
1.- Persistencia del esfuerzo
en deslegitimar el proceso, desconociendo el gobierno de Maduro, generando
cuestionamiento al CNE y demás órganos del poder republicano. En este contexto
aparece el guion elaborado y publicado por Vicente Díaz el sábado 22 de noviembre de 2013, el cual tiene doble
propósito: justificar la no participación en los comicios del 8D y desconocer
los resultados. Se trata de hacer un uso oportunista del proceso
electoral, articulado a un plan conspirativo que no necesariamente adopta la
forma de golpe de estado tradicional, sino que se dirige a provocar la descomposición
político-social.
2.- Aprovechamiento político
de cualquier déficit en la gestión
pública o problemática social no resuelta. En la estrategia imperial se conceptúa
la
conflictividad social como un vector de acumulación de fuerza, ya
sea en la perspectiva electoral o guarimbera.
3.- Se trata de crear un
clima de caos e ingobernabilidad, que permita el escalamiento de la forma de
lucha: pasar de la denuncia a la acciones de calle y de estas a las acciones violentas y
armadas, con capacidad de fijar en el terreno a una parte
importante de los órganos de seguridad
del Estado e inhibir o paralizar sus mandos.
4.- Como fuerzas generadoras
y catalizadores del clima de conflictividad exacerbada, se emplea el
DESABASTECIMIENTO PROGRAMADO, LA ESPECULACION Y EL ACAPARAMIENTO, LOS APAGONES
MATA VOTO Y LA INSEGURIDAD. En el caso del problema del incremento de los
precios, como resultado de la ofensiva del gobierno revolucionario contra la
usura y la especulación, se viene dando la migración de la amenaza desestabilizadora
hacia la manipulación de los inventarios y la escasez.
5.- Las herramientas más utilizadas para exponenciar
la conflictividad y el cuadro de ingobernabilidad son las operaciones
psicológicas (OPSIC), centradas en distorsiones informativas, rumores,
tergiversaciones, alarmas infundadas, todas dirigidas a genera miedos e incertidumbres. En este contexto puede
aparecer la tentación de explotar el SINDROME DE ATOCHA ( fenómeno psicológico
que resultó del impacto de una actividad
armada ocurrida en Madrid, la cual incidió en la intención del voto en las
elecciones española ) .En tal sentido, no es descabellada la hipótesis que
plantea que en la medida que se aleja la posibilidad de victoria y los números no le dan a la contrarrevolución, los sectores ultraderechista
como María Corina, Leopoldo López y compañía, empujen acciones que generan conmociones
o escándalos.
6.- En el proceso de escalamiento
de las formas de lucha, que tienden hacia el empleo de la violencia y acciones
armadas, los referidos actores oponentes vienen trabajando en la radicalización
de sus planteamientos como se recoge en la consigna “MADURO VETE YA” o el
desespero de consigna que enarbolaron el
Sábado 23 de Noviembre: “NO REGRESES A TU CASA HASTA QUE RENUNCIE”.
Las fuerzas que pueden
emplear estos operadores en este escalamiento, van desde los grupos de
activistas formados como “defensores del voto” en el caso de Voluntad Popular,
pasando por las policías regionales de Miranda y Lara, los ex - militares de
Plaza Altamira y ex – policías, hasta llegar a los “paracos” del capo Álvaro
Uribe. En estos agrupamientos para operaciones
encubiertas hay presencia de fuerzas
especiales bajo la coordinación de la Comunidad de inteligencia de los EEUU.
II.-
PLAN DE CONTINGENCIA PARA ENFRENTAR LA ESTRATEGIA IMPERIAL.
Los intentos realizados por el
imperio norteamericano para derrocar la revolución bolivariana no son nuevos, así
como tampoco son nuevos las políticas dirigidas a combatir los planes intervencionistas
y desestabilizadores de los EEUU y sus socios.
En los tres últimos procesos
eleccionarios (8 de Octubre, 16 de Diciembre de 2012 y Abril de 2013) los
operadores subalternos de la desestabilización agrupados en la MUD, fueron
consecutivamente derrotados por las fuerzas revolucionarias.
Conociendo la agenda de
estos factores contrarrevolucionarios, sus enfoques, métodos y tácticas, se han
ido desmontando y neutralizando todos los planes orquestados.
En tal sentido, queremos
reivindicar los lineamientos básico del plan de contingencia empleado en
anteriores coyuntura, en cual se conoció como ATERRA (alerta temprana,
respuesta rápida) obviando sus puntualizaciones y acciones específicas.
Una de las enseñanzas que se
desprende de estas experiencias se refiere al carácter manualezco de la
estrategia imperial. Al descifrar sus orientaciones y objetivos, con antelación
se puede elaborar una prospectiva de su implementación y ejecutoria; paso 1,
paso 2 y así sucesivamente. Por ejemplo, cuando
los grupos contrarrevolucionarios plantean combinar las formas de lucha pacíficas y
violentas, siendo estas últimas operaciones encubiertas que a veces son solo
amenazas, existe una alerta temprana. Por esto, cuando se organiza una marcha o movilización por
parte de actores oponentes, hay que disuadir o abortar dichas actividades encubiertas. En
este caso no se cae en la trampa de sus líderes que dicen respetar el estado de
derecho o la constitución, etc. Esta
fresca la imagen del camaleón Capriles con el “YO NO FUI” en las acciones violentas de Abril de 2013.
Manejarse en varios “tableros” los lleva a emplear un doble discurso. En
nuestro, caso no hay sorpresa, están mapeados.
A partir de tener un
conocimiento del enemigo y sus tretas, se puede establecer el siguiente curso
de acción:
1.- Desenmascarar
políticamente sus verdaderas intenciones, los intereses a los cuales sirven,
los vínculos serviles y su complicidad con la burguesía y el imperio.
2.- Inteligencia social e
investigación operativa para ubicar social y territorialmente las amenazas, los
actores involucrados y sus relaciones. Este esfuerzo permite las alertas
tempranas y organizar las respuestas rápidas.
3.- Como parte de la estrategia
imperial se fundamentan en la conflictividad social, las fuerzas
revolucionarias tienen que trabajar con MAPAS DE CONFLICTOS, resolviendo las
problemáticas sociales a nivel local, regional o nacional, elevando el nivel de
respuesta en tiempo real.
4.- En el caso de la
conflictividad, hay que impulsar políticas para interceptar su escalamiento,
abortando su desarrollo, confinando su alcance, evitando su generalización.
5.- La fuerza básica de
enemigo se concentra en el desarrollo de campañas con operaciones psicológicas
(OPSIC) en consecuencia, hemos aprendido a contrarrestarla con una Estrategia
Comunicativa Integral (ECI), que neutraliza el impacto de las distorsiones
informativas. Desde la propaganda de calle, pasando por prensa, radio y
televisión, hasta llegar a las redes sociales, la revolución tiene que decir su
palabra en términos propositivos, con la información oportuna y veraz.
6.- Plan de movilización y
de control territorial para impedir que
la contrarrevolución pueda dividir algunas ciudades, copar algunas
instituciones o territorios emblemáticos
E/Carlos Lanz Rodríguez
24 de Noviembre de 2013
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