viernes, 6 de diciembre de 2013


¿Qué rumbo tomará, en la actual coyuntura, la política imperial y oligárquica?
                                    
                                   Red Patria Urgente | Jueves, 05/12/2013

“El plan para desestabilizar y eventualmente derrocar al gobierno bolivariano está elaborado y en marcha: ¿Qué rumbo tomará,  en la actual coyuntura, la política imperial y oligárquica?”

1.- El plan orientado a desestabilizar y derrotar a la  revolución y al gobierno bolivariano está en marcha. Y puede ser acelerado en este período electoral: todo depende de la capacidad y potencialidad del pueblo venezolano, del gobierno revolucionario que preside Nicolás Maduro y de las Fuerzas Armadas Bolivarianas, para asegurar que la elite imperial y los grupos oligárquicos no establezcan una situación político-social de ingobernabilidad y violencia desbocada.

2.- El desarrollo de la estrategia de violencia y de la guerra civil que implementa el bloque opositor hegemonizado por las fuerzas fascistas, depende de una situación política que posibilite al Imperio apelar al expediente de las “intervención humanitaria” y neutralizar a organismos de integración regional como la UNASUR y la CELAC. Así como movilizar desde la OEA una ofensiva política y diplomática contra la patria.

3.- El diseño del plan no es el tradicional de la típica intervención militar extranjera o del golpe de Estado. El imperio lo concibe, básicamente, al estilo de un proceso interno de ingobernabilidad y como una modalidad de guerra civil.

4. Ingobernabilidad y guerra civil cuyo desencadenamiento se basa, si se establecen determinadas condiciones políticas, en una fuerte movilización del  conjunto de bases políticas y sociales  que la derecha ha ido posicionando en todo el país. No podemos ignorar el hecho de que la derecha ha logrado establecer una base social fascista activa; lo cual es un hecho nuevo en Venezuela. Y tampoco puede desestimarse el alcance de operaciones que a todas luces obedecen a un plan de asesinatos selectivos de gente del pueblo y funcionarios estatales o policiales.

5.- Los operadores políticos del plan desestabilizador y la guerra civil son claros en sus precisas intenciones: “la solución no son los votos, sino la calle”.  Y esa idea no indica que la votación no sea importante; sino que está en función de una política de violencia desatada y de guerra. En determinada situación política mediada, por los resultados electorales, la oposición puede apelar, con fuerza, a la denuncia de fraude para movilizar sus bases sociales y grupos paramilitares.”

“Deseamos enfatizar que es imprescindible tomar medidas de inteligencia y seguridad que impidan el desencadenamiento de una guerra cibernética, que pueda implementarse contra nuestra infraestructura  militar, de comunicaciones, logística, de seguridad, etc. Bien sabemos que las fuerzas imperiales están preparadas para provocar apagones; destruir las comunicaciones vía satélite; sabotear Internet;  mediante fuerte ataques intentar anular las acciones ofensivas y defensivas que podamos tomar para enfrentar la desestabilización y los intentos para derrocar el gobierno. Debemos tener presente que el aparato militar-tecnológico de EEUU se mueve con relativa autonomía con respecto al Presidente Obama. Ciertas unidades especializadas pueden ser movilizadas desde el Pentágono y entrar en acción en cualquier lugar del mundo.

Diversos procesos nacional-mundiales en desarrollo  fundamentan el plan de desestabilización y guerra civil. En este editorial nos centramos en cuatro de ellos:

a) La hegemonía del capital financiero se corresponde con una etapa de mayor centralización y concentración del capital en circunstancias en las que la informatización de la sociedad,  el progreso de la ciencia y de  la tecnología, permiten la conformación de una economía dirigida mundialmente pasando por encima de las fronteras y los Estados nacionales. Lo que permite la conformación de un mercado mundial dominado ampliamente por las clases sociales que concentran los ingresos. Los pobres han perdido capacidad para influir en la conformación  de la  demanda, la cual es excluyente.

b) Las transformaciones en la relación entre ciencia, tecnología, democracia y movimiento popular: la ciencia y la tecnología, dominadas por el capital financiero y en nombre de éste, se han colocado al mando de la recolonización del mundo, la reconfiguración de las relaciones de poder y de la evolución de la guerra.

c) Vivimos en los tiempos de la estrategia imperial de guerra permanente y terminal,  la política es la continuación de la guerra por otros medios y  hoy ya no es cierto que para garantizar la paz sea necesario prepararse para la guerra. La guerra ya está en desarrollo. La posibilidad de ganarla depende de que logremos evitar que ella se extienda y que llegue a cada uno de nuestros países

d) El campo de batalla se desarrolla simultáneamente en todo el planeta y todas las esferas  de la sociedad (sociales, económico-productivas, políticas), el pensamiento,  la psique,  los imaginarios personales y colectivos, etc; y el instrumente decisivo del imperio es la dictadura mediática transnacional con fuertes raíces internas en nuestro país.

e) Finalmente nos referimos a una  tarea de primer orden: la unidad cívico-militar en todos los niveles. Particularmente en los barrios de las grandes ciudades y en los principales pueblos del interior.”

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