LOS
RETOS IDEOLOGICO DEL PSUV ¿CÓMO SALIR DE LA CRISIS: KEYNESSIANISMO O CRITICA
ANTI-CAPITALISTA?
Carlos Lanz Rodríguez
NOTA
EXPLICATIVA: En el mes de Febrero del año 1997,
publicamos un artículo sobre la crisis capitalista en la Revista Cuaderno para el Debate No 6, y recientemente fue
reproducido en Aporrea.Org con el título “Crisis
orgánica del capital y utopía concreta”. http://www.aporrea.org/actualidad/a136493.html
Este trabajo fue escrito
en un momento de auge de los paquetes de
ajustes de factura keynessiana o de los “chicago Boys” (Lusinchi, Luis Herrera,
CAP) y donde la teoría crítica marxista
brillaba por su ausencia.
Para ese entonces, se había
publicado nuestro ensayo “LA
RECONVERSIÓN INDUSTRIAL EN EL NUEVO MODELO DE ACUMULACIÓN”. Ediciones Primera
Línea. Caracas. Octubre 1990, siendo este artículo un resumen apretado
de aquel texto.
En la actual coyuntura,
cuando la crisis orgánica del capital se profundiza, las previsiones de Marx
sobre las contratendencias que promueve el capital ante la caída de la ganancia
son impulsadas ahora de una manera salvaje como política anti-crisis, con sus
devastadoras consecuencias: intensificación
de la explotación del trabajo, incremento del desempleo, desvalorización
del salarios y eliminación de seguridad
social, haciendo actual la consigna SOCIALISMO O BARBARIE.
En tal sentido, una lectura cuidadosa de este trabajo puede
demostrar el poder explicativo-comprensivo de la teoría marxista de la crisis
capitalista.
En esa perspectiva, aquella
reflexiones de hace 15 años, guardan su pertinencia teórico-ideológica para
quienes estamos empeñados en sepultar el capitalismo y abrirle cauces a la emancipación del
trabajo, sobre todo en un contexto donde se pueden encontrar evidencias de la reproducción de prácticas discursivas keynessianas
o neo-liberales
La comparación histórica de
los llamados “paquetes de ajustes” demuestra un terrible parecido con la jerga
sobre la NUEVA ECONOMIA POLITICA que el pragmatismo-empírismo está enarbolando como
receta del ajuste por venir.
(Invitamos a evaluar término
a término las propuestas del recetario aplicado por Lusinchis. Luis Herrera,
CAP y los balbuceos que se están haciendo sobre la política fiscal o monetaria,
saque sus propias conclusiones)
Estas líneas también permiten comprender como
la utopía concreta de la emancipación del trabajo, la hemos defendido desde
entonces, demostrando no ser una postura de última hora, así como tampoco su
contenido se remite a una crítica gratuita de la actual gestión económico-financiera.
Como reivindicación de los
intereses históricos de los trabajadores, esta lectura de la crisis capitalista
y los paquetes de ajustes, es un aspecto inexcusable en la batalla de ideas
donde se concreta la lucha de clase en lo teórico. Vamos hacia una encrucijada
que colocará en el orden del día la confrontación ideológica: SUPRIMIR LA
LOGICA DEL CAPITAL, CONSTRUYENDO EL SOCIALISMO O REPRODUCIR SU METABOLISMO EN
NOMBRE DE LA “REAL POLITIK”.
I.- Los Enfoques Sobre la Crisis Económica y
su Incidencia en los Programas de
Ajuste
Para tratar de explicar y
comprender la actual coyuntura
económico-social, se hace inexcusable remitirnos a las diferentes
perspectivas teóricas que le sirven a los analistas como canon interpretativo, lentes,
visión, concepción, los cuales encuadran los datos e indicadores sobre la
recesión -inflación (desempleo, elevación de precios, déficit fiscal).
En términos muy puntuales
podemos indicar los siguientes enfoques en torno a la crisis:
A. El enfoque Keynessiano.
B. Reedición de la Ortodoxia
de los Clásicos Liberales. (Escuela de Chicago, "Chicago Boys").
C. La Teoría de la
explotación o critica de la economía política de factura marxista.
A.- El enfoque Keynessiano
Durante la recesión de la
década de los años 30, la política económica librecambista, basada en la Ley de
Say que sostiene que el simple juego de la oferta y la demanda puede lograr el
equilibrio económico, entró en bancarrota.
En la literatura sobre el
tema, en la óptica liberal, se habla de la libre competencia, mecanismos de
mercado, mano invisible que regula todo el proceso de producción, circulación y
consumo de bienes.
El cuestionamiento a este
presupuesto, bien caro al liberalismo desde la perspectiva burguesa, fue
desarrollado por Keynes, quien formuló una teoría del ciclo económico donde
sostiene que existe una tendencia secular de la demanda a declinar,a no
coincidir con !a oferta, y es de allí donde provienen los desajustes.
Para evitar la caída de la
demanda (capacidad de compra de los sujetos económicos) debe entonces
intervenir un sujeto extramercado que no puede ser otro que el Estado.
De esta manera se puso en
discusión la creencia, bien vieja y tradicional, de que el mercado regula el
proceso económico.
En tal sentido, Keynes se
definió como partidario de una creciente intervención del Estado, como agente
regulador.
Particularmente sugirió una serie de medidas anticrísis que ponen el
énfasis en la ampliación de la demanda agregada a través del gasto público, es
decir, utilizar la intervención del Estado para garantizar inversiones,
compras, créditos, en momentos en que los capitalistas se abstienen de hacerlo
porque ha bajado la tasa de ganancia y viene el proceso donde la producción y
el consumo caen de forma acelerada.
El punto de partida de
Keynes es que el ciclo económico y sus diversas fases: depresión, recesión,
recuperación y auge, se origina por la disparidad entre el ahorro y la
inversión.
La recesión será entonces consecuencia de una propensión (deseo, inclinación, motivación al ahorro por
parte de los capitalistas, lo cual desestimula la inversión y la producción).
La propensión al ahorro está
determinada por una serie de motivos: precaución, cálculos, avaricia,
especulación.
Para combatir tal tendencia
de los capitalistas, el Estado debe estimular la propensión al consumo y a la
inversión, contrarrestando de esta manera el estancamiento de la actividad
económica. En momentos de crisis existen mayores riesgos y crecen las mayores
expectativas de fracaso, siendo lo más común la tendencia a esperar una mejor
oportunidad y concentrarse en las especulaciones cambiarías donde se intentan
aprovechar los diferenciales de las altas tasas de interés.
En esas circunstancias, el
Estado debe implementar un conjunto de medidas (lo que ahora se denomina
Paquete de Ajuste) fiscales, financieras y monetarias, que estimulen el consumo
y la inversión. Y para lograr tal propósito debe manipular la tasa de interés
hacia abajo, para abaratar el dinero y facilitar los créditos, igualmente debe
generar una demanda adicional con el gasto improductivo del gobierno.
Este gasto del Estado posee
tres fuentes: mayores impuestos internos, ingresos por exportación y las
llamadas técnicas de endeudamiento.
Dentro de estas últimas, se
hizo muy común durante casi 40 años utilizar la técnica del "déficit
expending", que consiste en inflar el presupuesto público (el manejo del
déficit fiscal), desarrollar obras y otras actividades no necesariamente
vinculadas a la producción de bienes.
El Estado, para estimular !a
inversión privada y crear un clima de expectativas, hace gastos en
infraestructura, trata de garantizar facilidades crediticias, asume los gastos
de reproducción de la mano de obra (educación, salud, vivienda, transporte,
etc). Pero cobra mucha importancia dentro de la óptica keynesiana, la
aplicación de un conjunto de medidas que pueden reanimar el ciclo económico
desde un punto de vista coyuntura!; para ello dirigen el esfuerzo hacia las
ramas de la actividad económica que son aceleradoras-multiplicadoras del
estímulo productivo (el efecto expansivo de la inversión monetaria). Por
ejemplo, si se estimula la construcción de obras públicas, carreteras,
escuelas, viviendas, ello genera una demanda de la industria que produce
insumos para la construcción: cemento, pintura, cabillas, etc. De allí se
origina un alza en el nivel de empleo, y por ende, en la capacidad adquisitiva
de quienes trabajan en dichas ramas.
Al producirse este efecto
expansivo las industrias producen bienes de consumo (para quienes trabajan
produciendo cabillas, cemento, y otros insumos) elevando la producción para
satisfacer dicha demanda.
Este es el llamado efecto
multiplicador de la inversión pública. Claro está que aquí se parte del
presupuesto ideal de que al inyectar una mayor masa monetaria se estimularán
los sectores productivos que no estén usando su capacidad plena, o que ampliarán
el plantel industrial o harán nuevas inversiones.
Pero en la práctica suele
ocurrir otra cosa:
* Un mayor estímulo a la
inflación.
* Crecimiento de las
importaciones
Esto fue lo que ocurrió exactamente durante el primer año de gobierno
de CAP (1974), donde se obtuvo un volumen muy alto de divisas petroleras y se
usaron las palancas de! endeudamiento público. A través de esta masa monetaria
se financió el crecimiento de la demanda interna agregada, y se desarrollaron
faraónicos programas de inversión en
obras de infraestructura.Esas estrategias de ampliación de la demanda y el
encadenamiento del efecto expansivo multiplicador, fracasó por lo
siguiente:
* Se ignoró el rasgo
esencial de la producción capitalista: el comportamiento de la tasa de ganancia
y la acumulación como fin de la economía.
* La rigidez estructural de
la oferta para poder responder rápidamente a estímulos monetarios, ya que
existen deformaciones sectoriales entre la agricultura-industria,
servicio-comercio.
* El carácter parasitario de
nuestra burguesía.
Por ello, el "Plan de
la Gran Venezuela", lejos de estimular la producción y la productividad,
lo que hizo fue multiplicar las importaciones para cubrir los déficit en los
bienes de consumo y otros productos, generando un saldo negativo en la balanza
comercial.
Del mismo modo, una gran
parte del gasto estatal fue utilizado en actividades terciarias: construcción
de conjuntos residenciales y locales comerciales, desarrollo del comercio
importador, expansión del sistema crediticio y financiero. De esta forma, el
Estado subsidió la rentabilidad de grupos importadores, constructores y "
banqueros (recordémonos de los 12 Apóstoles).
En el año 1978 la economía
nacional ya presentaba los signos de agotamiento del modelo de acumulación
(baja rentabilidad en los sectores productivos, subutilización de la capacidad
instalada, sobrediversificación de bienes, déficit en la balanza de pago,
déficit fiscal, crecimiento de los precios, erogaciones muy altas por el
servicio de la deuda, etc.)
B-. Reedición de la
Ortodoxia de los Clásicos Liberales
Contemporáneamente, las teorizaciones entorno al neoliberalismo han
sido hechas por la llamada "Escuela de Chicado", bajo la inspiración
de los trabajos de Miltón Friedman. Con una nueva jerga y un nuevo cliché, se repite
la vieja creencia de la mano invisible del mercado como mecanismo para arreglar
los desajustes y fluctuaciones temporales de la producción.
En EEUU, en la década del
80, los alumnos de la Escuela de Chicago retomaron es la añeja propuesta de los
economistas vulgares -al decir de Carlos Marx- con un nuevo nombre:
"Economía de Oferta" (Supply Side), ubicando las causas de la crisis
en los siguientes factores:
* Un exceso de participación
e intromisión del Estado
* El elevado gasto público.
* El déficit fiscal.
* La regulación de precios.
* El proteccionismo
estatal.
En tal sentido, el recetario
de esta tendencia para salir de la crisis prescribe las siguientes medidas:
* Limitar la participación
estatal, estimular la competencia, reducir el déficit fiscal, racionalizar el
gasto público.
* Estimular la producción y
la productividad.
* La liberación de las
barreras: bajar aranceles, eliminar los subsidios, atraer las inversiones
extranjeras.
Podemos observar que tales
medidas han venido formando parte del "Paquete de Ajustes" que el FMI
impone para negociar las deudas y nuevos empréstitos.
Los técnicos del gobierno de
Luis Herrera Campins en el año 1983, inspirados en los esquemas de la
"Supply Side", aplicaron una política con líneas de acción de:
liberación de la oferta y restricción de la demanda.
Comúnmente se dice que el
keynessianismo es inflacionista, y que el neoliberalismo es recesionista,
porque uno manipula la inflación y el otro el desempleo y los bajos salarios.
Concretando esta estrategia
por el lado de la oferta, LHC aplicó este plan, el cual se basó en:
* Liberar los precios,
buscando elevar la oferta interna de los bienes.
* Bajar los aranceles,
eliminando las barreras proteccionistas, y por la vía de la competencia
internacional, obtener una mayor eficiencia y calidad de la producción nacional,
aprovechando las llamadas ventajas comparativas.
* Contraer el crédito y la
liquidez monetaria, estimulando altas tasas de interés, y la reducción del
gasto público.
Todo esto fue lo que se
denominó "el enfriamiento de la economía". Pero en realidad los
resultados en la aplicación del paquete neoliberal en e! gobierno de LHC,
fueron los siguientes:
* La liberación de precios,
que supuestamente estimularía la inversión en los sectores donde anteriormente
existían precios regulados(aumentando la productividad y por tanto abaratando
los precios) desconoció el comportamiento de la tasa de ganancia al igual que
CAP, y desestimó la estructura monopolista en el mercado nacional.
De hecho los sectores que
producen bienes de consumo masivo - fundamentalmente los bienes tradicionales:
alimentos, vestidos, calzados- están signados por una baja rentabilidad y de
suyo los capitalistas no tienen propensión hacia la inversión ya que no hay
rentabilidad. Por ello la liberación de precios y los otros estímulos a la oferta no alcanzaron el
objetivo de elevar la producción, sino que se tradujo en una elevación de
precios de la escasa oferta interna, además de que los mismos productos que fueron
liberados gozaron de las rebajas arancelarias, es decir, fueron importados y
vendidos más caros aprovechando tal liberación, porque son los mismo grupos
importadores los que tienen el control de la producción agrícola e industrial.
* La contracción del crédito
y de la liquidez monetaria, trajo como resultado la asfixia financiera de la
pequeña y mediana industria.
* La demora y la
paralización de los pagos, el lento crecimiento de las ventas como producto del
enfriamiento de la demanda, profundizó la contradicción del aparato productivo.
Aquí es importante puntualizar que la crisis que hemos venido padeciendo combina la recesión con la inflación
simultáneamente, lo que obstaculiza la puesta en práctica de los paquetes de
ajustes.
De allí que hayan aparecido
nuevos términos para describir dichos fenómenos:
a-. Stagflación, que significa
estancamiento de la producción con crecimiento de los precios.
b-. Slumpflación, que
señala un proceso de retroceso del aparato productivo, y al mismo tiempo crecimiento
de los precios.
Esto es los que se conoce
como "pantano de la
recesión-inflación", que hasta ahora no ha podido ser superada,
colocando a los paquetes de ajustes ante una paradoja:
Sí bien se trata de
reactivar el ciclo a través de la demanda agregada -vía gasto público-tal como
vimos en el enfoque keynessiano, ello se convierte en una propagación y
multiplicación de la inflación porque aumenta el circulante, y se amplían los
medios de pago, pero no la producción en forma simultánea, lo que conduce al
encarecimiento de los pocos bienes y servicios que existen.
Si por el contrario, se
trata de reducir el gasto público (en un país donde el gasto público es el
principal componente de la demanda) y restringir la liquidez (es el recetario
de la Escuela de Chicago), ello tiene efectos anti-inflacionarios, pero al
mismo tiempo genera contracción, lo que profundiza aún más el proceso recesivo.
Por ello, después de haber
aplicado estos lineamientos, LHC preparó el terreno para lo que más tarde sería
el Viernes Negro, es decir, la devaluación del bolívar y el control de
cambio.
Entre el Keynessianismo y la
Escuela de Chicago existen variadas diferencias en cuanto a donde poner el
acento al resolver los problemas de la crisis orgánica. Estos son:
* Para los keynessianos, lo
principal es el mercado interno, concretando la política de sustitución de
importaciones, lo cual hace obligante la
aplicación de políticas de redistribución del ingreso, intentos de
alcanzar el pleno empleo y una política salarial expansiva. Esto hace que tal
política aparezca como progresista y sea avalada por los sectores de la
izquierda reformista y socialdemócrata.
* En el caso de la
administración de LHC aplicó un paquete de ajuste neoliberal, sin poder
modificar la rigidez estructural del aparato productivo -a pesar de un
incremento en los precios del petróleo y la consecución de nuevos empréstitos-,
y al final de su gestión se agravaron los déficit, acompañados en ese
momentocon una fuga masiva de capital, quiebras y ruina de la pequeña y mediana
industria, y el crecimiento del desempleo
* La propuesta de Friedman y
sus alumnos de la Escuela de Chicago se concentra en la promoción de las
exportaciones no tradicionales, insertándose en el mercado mundial, reduciendo
los costos de producción, lo que comúnmente se traduce en:desempleo, bajos
salarios, eliminación de la seguridad social, nuevo régimen de prestaciones,
nuevas normas de contratación.
* Por lo general, en el
plano político, la propuesta de Friedman requiere de un gobierno de fuerza que
logre mantener el control social. Por ello se asocia a los sectores de derecha
y reaccionarios.
Tanto en el gobierno de
Lusinchi como en el segundo mandato de Pérez, se intentaron desarrollar los
enfoques de la Escuela de Chicago, centrándose en:
* Promover la entrada de
capital extranjero.
* Estabilizar la economía a
través de un proceso de ajuste y liberación que permitiese reducir los
desequilibrios macroeconómicos y reforzar la estrategia de desarrollo hacia
afuera.
Ya en el gobierno de CAP se
firmó una carta de intención con el FMI que pretendía combatir la inflación a
través de la restricción fiscal y monetaria. Esta política se basó en:
1-.
Crear un sistema de cambio único con el objeto de estimular las exportaciones
no tradicionales.
2-.Subir
las tasas de interés para estimular el ahorro.
3-.
Liberar los precios.
4-.
Eliminar los subsidios.
5-.
Aplicar los impuestos a las ventas.
6-.
Aumentar los precios de la gasolina y de los servicios públicos.
7-.Congelar
salarios.
8-.
Privatizar empresas estadales y de servicios públicos.
Como ya habíamos reseñado
con anterioridad, cuando vimos algunos aspectos del neoliberalismo, este no es
más que un recetario superficial para salir de la crisis.
Pero los obstáculos que tuvo
que enfrentar la estrategia de desarrollo hacia fuera -conocida como
globalización y estimulada mediante el desarrollo de las exportaciones no
tradicionales- tienen que ver directamente con el esquema actual de la división
internacional del trabajo, derivado de un nuevo modelo de acumulación mundial,
donde los grupos monopolistas internacionales le asignan un rol a nuestra
economía que supera la vieja experiencia de ser productores de materia prima y
se comienza a producir manufactura de exportación.
Para ver mejor este problema
es importante retomar brevemente los mecanismos esenciales que tradicional
mente sirvieron para la expansión capitalista mundial. Estos son:
* La exportación del
capital-dinero sobreacumulado.
* El ofrecimiento de capital
ocioso a través de créditos fáciles o especulativos ante la caída de la
rentabilidad de la inversión.
* Exportación del
capital-mercancía.
Los problemas de
sobreproducción de mercancía, hacen que nuestros países sean centro de
realización de las manufacturas que se quedan frías en los países
industrializados.
Sin embargo, existe un
proceso poco examinado por los estudiosos de la internalización del capital; se
trata de la exportación del capital productivo desvalorizado.
Como consecuencia de las
restricciones y bloqueos en la rentabilidad en los países imperialistas, ello precipita
la obsolescencia tecnológica -la vejez prematura de maquinarias y equipos-
siendo exportados donde todavía pueden ser rentables.
Esta exportación del capital
productivo desvalorizado es una de las fuerzas motrices de la reconversión
industrial.
Es obvio que tal proceso de
industrialización no se da por igual en todas partes. Y en la relocalización de
algunas ramas industriales, el capital internacional toma mucho en cuenta las
ventajas comparativas que ofrece el Estado nacional:
a-. El poder de
financiamiento de las importaciones del capital productivo desvalorizado.
b-. La flexibilización del
trabajo (nuevas formas de contratación y sindicalización: maquila) y la nueva
política salarial y de seguridad social.
c-. El abastecimiento de
materia prima y energía.
Esta estrategia, que se
centra en industrializar con capital productivo desvalorizado, está inspirada
en el ejemplo exitoso de la llamada banda asiática de los cuatro: Corea del Sur,
Taiwan, Hong Kong y Singapur.
Ahora bien, llevar a cabo
tal desarrollo exportador bajo este esquema supone compensar los desniveles de
rentabilidad en relación a la banda de los cuatro, es decir, imponerle a los
trabajadores venezolanos salarios de hambre mucho mas bajos de los que existen
en Taiwan, bajar los costos en seguridad social: privatizar la educación,
salud, vivienda, etc., incrementar la tasa de explotación del trabajo,
flexibilizando la jornada laboral. Todo ello se traduce en un ataque al empleo,
el salario social y las prestaciones.
Vencer las barreras de
entrada a algunos mercados es casi imposible ya que los grandes monopolios
están desarrollando una verdadera guerra comercial para preservar franjas de
mercado . Sólo con la subordinación (hoy llamada asociación inteligente) se
podrán hacer exportaciones en algunas ramas industriales donde se den las
llamadas ventajas comparativas y la especialización productiva (nuevas formas
de monoproducción). El proceso de reestructuración de la oferta a través de la
reconversión industrial pudo dar ciertos resultados en algunas ramas donde se
pudieron incorporar nuevas tecnologías (obsoletas en los países
industrializados, nuevas aquí"), contando con mercados externos sobre la
base de la supeditación al capital monopolista internacional, pero ello no
abarca al conjunto de la producción. De esta manera puede haber cierta
reanimación sectorial en un contexto general recesivo.
C-. Teoría de la Explotación
o Crítica de la Economía Política.
Partiendo de la
reivindicación del marxismo como teoría crítica (crítica de la economía,
crítica de la epistemología, del Derecho y del Estado) hemos adoptado el
enfoque de la explotación del trabajo como enfoque genético-estructural que
permite explicar y comprender la crisis que confronta el sistema.
Esta opción posee las
siguientes implicaciones teórico-ideológicas:
1.
Profundizar la crítica epistemológica, promover el debate
y la investigación en un ambiente intelectual donde la moda neoliberal hace
estrago y el pensamiento de lo que queda de la izquierda tradicional se refugia
en el keynessianismo.
Trascender la apariencia, ir
a la raíz de los problemas, hacer totalizaciones de la realidad concreta,
caracterizar el problema de las contradicciones que están presentes. Todo ello
es subversivo, ya que los apologistas y defensores del capital cuando formulan
diagnósticos, planes de acción y políticas de seguimiento frente a la crisis
orgánica, encubren o escamotean sus aspectos genético-estructurales, surgiendo las
siguientes distorsiones cognoscitivas:
* El diagnóstico se remite a
la esfera de circulación, distribución y consumo, sin profundizaren proceso
inmediato de producción. De allí parte la superficialidad y el nivel
descriptivo del análisis.
* De esta manera se
presentan agregados empíricos sin conexiones ni nexos causales.
* Se asumen enfoques
históricos, desconociendo la génesis y la evolución del proceso (profundización
de la pérdida de la memoria colectiva).
* La finalidad y los
objetivos son vagos y contradictorios tal como ocurre comúnmente en los planes
de la nación.
2.-
Restituir el valor explicativo-comprensivo del proceso inmediato de producción
(proceso donde gobierna la valorización de! trabajo: la extorsión del trabajo
excedente como fin esencial y su conversión en ganancia} permite que la función
de la crítica alcance la esfera de lo ético-político y social. Esto
implica:
* Desentrañar los mecanismos
de la acumulación capitalista, lo que permite ilegitimar el origen de la riqueza
burguesa (no surgió del ahorro del trabajo capitalista, sino de la apropiación
del trabajo ajeno).
* Fundar la autonomía de
clase, ya no sólo en la esfera de la producción
simbólica y de la representación social, sino en la producción material,en
los procesos de trabajo.
* Responder desde esta óptica clasista a las
políticas anti-crisis desarrolladas por el capital, colocando la lucha entre
los trabajadores y el capital como el aspecto que modula el comportamiento de
la tasa de ganancia, la superabundancia de mercancía o el subconsumo, es decir,
asumir una concepción no economicista ni determinista de la crisis, sino que
interpreta el proceso mediado por las relaciones defuerzas y por la dinámica
contradictoria propia del capital:
• Producción colectiva-versus-apropiación
y acumulación privada.
• Separación entre la
producción y la compra (distorsión entre los valores de uso y los valores de
cambio).
• Enajenación del trabajo
concreto por el trabajo abstracto.
• Desproporción entre las
ramas y sectores económicos.
A partir de este cúmulo de
contradicciones la crisis deja de ser un accidente, por el contrario, ella es
el proceso mismo de constitución del capital. Por ello hablamos de crisis
orgánica, cuya separación sólo puede lograrse eliminando el conjunto de
relaciones de producción capitalista: relaciones de propiedad, división del
trabajo, etc.
Esta perspectiva del
análisis nos permite salirnos de la trampa de concebir como inevitable la
aplicación de los planes de ajuste, hacerlo gradualmente , o con rostro humano,
tal como loasumen los reformistas de variados signos. Sostenemos que no somos
salvadores del capitalismo sino sus sepulteros, de allí que no participamos en
la administración de la crisis con políticas como las estrategias de sobrevivencia,
el pacto para aceptar la flexibilización del trabajo o la liquidación de las
prestaciones sociales.
Con este enfoque, en
consecuencia, se puede responder a los planes concretos que desarrollan los
sectores dominantes, ofreciendo salidas revolucionarias, y elaborando
plataformas de lucha en defensa de las condiciones de vida y de trabajo de los
explotados y oprimidos.
3-.
Partir de la extorsión del trabajo excedente
(plusvalía. plustrabajo, trabajo sobrante, trabajo no pago, etc.) y su incidencia
en la cuota de ganancia, para hacer una lectura sobre la naturaleza de la
crisis, la cual se puede manifestar de diversos modos:
* Sobreacumulación de
capital
* Sobreproducción de
mercancías
* Subconsumo
* Desproporcionalidad entre
sectores y ramas de la actividad económica, tal como suele ser en Venezuela la
deformación sectorial: por un lado, la
industria pesada procesa materia prima y elabora insumos materiales, la
industria liviana ensambla, la agricultura no produce los bienes alimenticios,
el servicio y el comercio están superdesarrollados en comparación con los otros
sectores.
*
El comportamiento de la tasa de ganancia permite comprender entonces, por qué
no hay propensión a invertir en la agricultura o en algunas ramas de la
industria (por la tendencia de la tasa de ganancia a bajar en tales sectores, y
los capitalistas no producen para satisfacer necesidades colectivas, sino buscando
el lucro personal). En consecuencia no hay inversión ni ampliación de la
producción.
De allí que los flujos de
capitales se dirijan a la esfera especulativa: negocio inmobiliario, bolsa de
valores, intermediación bancaria.
Carlos
Marx afirmaba que esta tendencia de los capitalistas de querer hacer dinero sin
pasar por la producción no puede durar indefinidamente, so pena de un colapso
total: de allí surge la necesidad de reiniciar o reanimar el ciclo productivo,
por supuesto con una mayor concentración y centralización de la propiedad
(propiedad de los medios de producción y de subsistencia en pocas manos),
desarrollando una serie de contratendencias a la caída de la tasa de ganancia.
En el tomo 3 de El Capital,
Marx reseñó dichas tendencias:
a-. La intensificación de la
producción (ya sea aumentando la jornada de trabajo o acelerando el ritmo de la
cadencia productiva).
b-. La desvalorización del
salario a través de las alzas de precios, eliminación de la seguridad social,
tratando de abaratar los costos de la fuerza trabajo.
c-. La desvalorización del
capital constante (maquinaria, equipos), eliminando los materiales no
competitivos, de tal manera que la quiebra o remate de las empresas permita
transferir ganancia (tal como sucedió en nuestro caso con la renta petrolera y
el endeudamiento público).
La crisis es, en
consecuencia, la puesta en práctica de este proceso que empuja la ganancia
hacia arriba, en este sentido todos los paquetes de ajuste (ya sean de factura
keynessiana o neoliberal) lo que hacen es llevar a la práctica los mecanismos denunciados
por el marxismo.
Ahora bien, tanto en la
caída de la tasa de ganancia como en la ejecución de las contratendencias, lo
que se verifica es la lucha a muerte
entre capital y trabajo, y eventualmente una lucha entre las diversas
fracciones del capital.
Es en este punto donde se
politiza con más fuerza el análisis; los sujetos sociales entran en la escena
como autores y actores del proceso. En tal sentido, no se trata de una
tendencia mecánica y automática que conduciría al derrumbe del capitalismo, tal
como se sostuvo en algunas posturas catastrofistas.
El colapso del sistema tiene
que ver con la lucha político-social, con las fuerzas que se confrontan en el
escenario (militares, culturales. etc.)
Por ejemplo: el patrón
siempre ha luchado por hacer más largas y extensas las jornadas de trabajo, y
de igual manera para pagar un salario menor. Por supuesto, los trabajadores han
hecho lo contrario, y en última instancia, el resultado lo ha determinado la
capacidad de resistencia y de lucha de ambas partes. La clase en el poder posee
los mecanismos de presión (desempleo,
carestía) y extraeconómicos (represión policial, coerción legal, domesticación
cultural) para imponer las medidas de ajuste.
El cúmulo de contradicciones
que se desatan por llevar a efecto las contratendencias a la caída de la
ganancia (por ejemplo: incrementar la desvalorización del salario), estimula la
resistencia y la lucha de los trabajadores (movilizaciones, paros, huelgas), lo
que lleva a los capitalistas a hacer esfuerzos de negociación y de conciliación
para pactar la reanimación del ciclo económico.
Pero no sólo están presentes
estas contradicciones entre el capital y el trabajo, sino que las otras
contratendencias -desvalorización del capital constante, gastos improductivos también
afectan algunas fracciones capitalistas. Por ello la puja y conflictos que se
generan por las medidas gubernamentales que tienen que ver con:
* Política cambiaría fiscal.
* Apertura y liberación del
mercado.
* Política salarial y
régimen de prestaciones.
Cada una de estas afecta de
manera distinta a los diversos sectores, de tal manera que la asfixia financiera y crediticia, o la
apertura fiscal por ejemplo, terminan arruinando a los pequeños y medianos
productores de la ciudad y el campo.
Pero
no sólo se trata de este conflicto con los pequeños productores, sino también
se dan una serie de contradicciones entre grupos monopolistas, quienes intentan
acaparar el proceso de quiebra de las empresas(tanto públicas como privadas), y
de igual manera salir bien paradas de la tasa de ganancia. Otros intentan
sobrevenir evitando pérdidas, o que se paralicen o destruyan sus activos. Para
ello acuden a las alianzas, asociaciones, fusiones.
Es necesario indicar que
estas contradicciones al interior de las fracciones del capital no son
antagónicas, así como tampoco agrupan homogéneamente a todos los grupos.
De la misma manera, resulta
importante puntualizar los riesgos políticos que están presentes cuando se exageran algunas de estas
contradicciones, cuando en realidad entre los diversos sectores existen niveles
de subordinación, cooperación, asociación, que no ponen en peligro la totalidad
del sistema en su conjunto.
II.-
Propuesta ante la Crisis Orgánica de la Economía Venezolana.
Frente al proceso de
deterioro de las condiciones de vida y trabajo de la población, existen un
conjunto de planteamientos que responden a las diversas ópticas y a los
intereses en pugna. De allí que podamos sintetizar las posturas en tomo a la
crisis de la siguiente manera:
1. Respuestas
que se orientan por los enfoques keynessianos o neoliberales,
con ajustes inflacionistas o recesivos (o una combinación de ambos), buscando
relanzar la tasa de ganancia hacia arriba, y haciendo caer sobre los .sectores
populares el peso de la reanimación del aparato productivo: desempleo,
carestía, impuestos, etc.
2. Propuestas
reformistas que se apoyan en las ideas fatalistas de que no se puede hacer nada
sino aceptar el ajuste; por ello lo que se plantea es
administrar la crisis, buscando compensar el impacto de las medidas haciéndolas
más graduales y protegiendo a los sectores vulnerables con estrategias de
sobrevivencia: beca escolar, bonos de desempleo, hogares de cuidado, etc.
3.
Propuestas también de corte reformista, pero con un acento más nacionalista y
anti-imperialista. Se trata de la tesis de "salvación
nacional" en el contexto del sistema capitalista. Se reviven las viejas
consejas de los frentes populares y de las alianzas con la burguesía nacional,
tal como lo postuló el stalinismo hace muchas décadas. La base material de este
enfoque está en las contradicciones que confrontan algunos grupos y fracciones
del capital, como son los pequeños productores y los sectores monopolistas
conectados históricamente con la política de sustitución de importaciones,
producción para el mercado interno.
4.
Propuestas anti-capitalistas, las cuales parten ubicando
las raíces genético-estructurales de la actual crisis, ofreciendo respuestas en
tres dimensiones histórico-políticas:
-- Una utopía concreta para
la nueva sociedad,
-- un programa de gobierno
revolucionario,
-- y una plataforma de lucha
para la coyuntura inmediata.
n Una utopía Concreta de Nueva Sociedad.
El conjunto de análisis de
los programas de ajuste, el contexto actual de sus indicadores estructurales
(de formaciones sectoriales, rigidez del aparato productivo, subutilización de
la capacidad instalada, sobrediversificación de bienes), y sus expresiones
coyunturales (desempleo, inflación, pobreza crítica) nos están indicando que
cada día tienen menos oxígeno las salidas reformistas, sobre todo si tomamos en
cuenta la pérdida de dinamismo de la renta petrolera -la cual tratan de
relanzar con !as políticas de apertura- y de los mecanismos delendeudamiento.
Cuando examinamos el
keynessianismo y neoliberalismo, señalamos las razones que conducen a que tales
programas de ajuste fracasen a la hora de eliminar las causas estructurales de
la crisis, pero esto no incapacita al bloque en el poder para equilibrar las cuentas
nacionales o reactivar algún sector económico. Cuando decimos que
no hay salida, queremos
significar el hecho de que la solución de algunas de las dificultades
macroeconómicas -por ejemplo el déficit
fiscal- se va a lograr sobre la base de pechar más a la población,
rebajar los costos salariales (lo que va a implicar la eliminación de la actual
seguridad social y el régimen de prestaciones) utilizando nuevas formas de
contratación como las que se vienen utilizando para que el trabajador no
acumule las prestaciones, a través, por ejemplo, de una tasa de rotación en el
empleo.
Tal contexto ofrece, como
nunca, condiciones para una impugnación a fondo de la dominación, y crea un
cuadro favorable para la insurgencia de una opción anti-sisiema, la cual tiene
como requisito inexcusable el no confundirse con las propuestas reformistas
(programa de ajuste, pacto social, concertación nacional, salvación nacional).
Tanto en el conjunto de la
situación mundial como en nuestra sociedad particular, cada día cobra mayor
vigencia el proyecto de emancipación del trabajo. Paradójicamente en un momento
de desencanto, de desarme ideológico de quienes en el pasado asumieron poses
vanguardistas.
Veamos cuales son los
fundamentos que subyacen a nuestro
ideal de nueva sociedad:
Cualquier examen que se haga
de la realidad social contemporánea encontrará los rasgos de las viejas
relaciones de producción capitalistas que Marx denunció en su época:
* Separación del trabajador
de los medios de producción y de subsistencia.
* Alienación del trabajo y
sus productos.
* Contradicción entre trabajo
concreto y trabajo abstracto.
* Dicotomía entre los
valores de uso y los valores de cambio.
El llamado desarrollo
científico y tecnológico no ha podido rebasar las relaciones de producción, ni
los nuevos productos que exacerban necesidades artificiales. Nada de esto ha
podido abolir la alienación, más bien ha profundizado sus rasgos inhumanos y
castradores.
La actual producción
material sigue no estando al servicio de la comunidad, del hombre como ser
genérico.
El hombre en la
producción de su existencia está
mutilado, escindido, lo que ha creado:
a. Insatisfacción de las
necesidades elementales.
b. Expropiación del
saber-hacer.
c. Bloqueo y castración de
la sensibilidad.
Frente a estas realidades es
donde cobra mayor pertinencia la reactualización de los puntos básicos sobre
los que se sustenta cualquier propuesta alternativa. Estos son:
1. La superación de la
escisión entre trabajadores y los medios de producción y de ganancia.
2. La abolición de la
ganancia sobre el proceso de trabajo, eliminando la extorsión del trabajo, el
lucro como meta de la producción, colocando en su lugar ¡as necesidades históricas
y culturalmente determinadas por los pueblos.
3. La reducción de la
jornada de trabajo y la extensión del tiempo libre.
4. La cualificación de la
soberanía política de los ciudadanos, a través del ejercicio de la democracia
directa y la reabsorción de la sociedad política en la sociedad civil,
minándole las bases a la política como actividad separada de la dinámica social
cotidiana.
Para el logro de tales
objetivos de suyo se comprende que hace falta una revolución, donde los
explotados y oprimidos conquisten y a la vez construyan un nuevo poder, a
través del cual podamos transformar las actuales estructuras de dominación.
Esta es la utopía concreta
por la cual luchamos hoy, involucrando en nuestra perspectiva los siguientes
proyectos
• La gestión directa del
trabajo, articulada por el control directo de los trabajadores de la
producción, la distribución, el consumo, y la autogestión de este proceso.
• El desarrollo de la
multilateralidad del trabajo concreto como de los valores de uso, es decir, del
trabajo directamente social sin la mediatización de relaciones mercantiles, o
de la estructura y los patrones de consumo, impulsando en su lugar necesidades
mas radicales o auténticas.
* La abolición de la
racionalidad burocrática, construyendo un nuevo modo de producir conocimiento
que ayude a eliminar la división social del trabajo, la jerarquía y el
monopolio del saber.
* La emancipación de la
sensibilidad, !o que nos conduce a la revalorización del afecto, el diálogo, la
cooperación y la solidaridad, como principios humanistas.
Estos proyectos se insertan
en una línea de acción cotidiana y le dan sentido a una praxis que supera el
pragmatismo político o dejar las cuestiones de fondo para un
"después".
Cuando nos referimos a una
utopía concreta nos remitirnos entonces a un norte que puede construirse hoy,
por ello la dialéctica de su construcción no comienza desde cero, sino que
hemos delineado algunas metodologías que ayudan a sistematizar su desarrollo y
transitando un conjunto de experiencias en el terreno nacional. Esto nos ha
permitido resumir en diez puntos los contenidos fundamentales para una
estrategia de acumulación de fuerzas. Estos son:
1.-El desarrollo de un nuevo
modo de producir conocimiento, defendiendo como paradigma la articulación de la
investigación acción y los métodos cualitativos.
2. La radicaIización de la
resistencia cultural, tanto en la escuela como en la comunidad. Hoy proponemos
un proceso educativo liberador que se materializa en la formación permanente de
los docentes, la reforma curricular en los centros de formación docente, el
Proyecto Plantel, y el desarrollo de las experiencias de educación
popular.
3-. La práctica de nuevas
formas de intervención social y de organización que permitan construir una
nueva cultura política donde se rompa la separación entre la sociedad política
y la sociedad civil, se reduzca la distancia entre dirigentes y dirigidos, y se
supere el divorcio entre gobernantes y gobernados. De allí las diversas
iniciativas en las cuales trabajamos, inspiradas en los objetivos que giran
alrededor del proceso popular constituyente, el desarrollo del movimiento
autónomo de base, la democratización gremial y sindical.
4.- La redefinición del
vínculo médico-paciente, la búsqueda y promoción de medicinas y terapias
alternativas, como respuesta a los modelos capitalistas de industria de la
enfermedad y reproducción de las relaciones de trabajo en el terreno de la salud.
5.- La preservación del
medio ambiente y el desarrollo de tecnologías adecuadas a este fin.
6-. La cualificación del
tiempo libre, el ocio creador y las actividades lúdicas, como combate al
esquema de la industria cultural, sustentada en la mercantilización de
actividades creativas, recreativas y deportivas que se generan en la sociedad.
7-. La promoción de un
movimiento artístico que desarrolle el canto comprometido, e! teatro de la
calle, las danzas, la poesía, y confronte la vanalización del arte.
8-. La lucha por la
liberación de la mujer, el enfrentamiento al bloqueo de la sensibilidad, y la
enajenación erótico-sexual.
9-. La construcción de una
nueva racionalidad comunicativa que rescate la palabra y nuestra capacidad
expresiva, entre otros, a través de la promoción de una concepción artesanal y
de base para la difusión del conocimiento de variados instrumentos
comunicativos: video, cine, fotografía, impresos,radio, etc.
10-. El desarrollo de
experiencias cooperativas y de trabajo artesanal, entendidas como escuelas para
la materialización de un proyecto de nueva sociedad.
BIBLIOGRAFÍA
CONSULTADA
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Tomo III
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Carlos Lanz. La crítica de la economía política como
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a la apologética burguesa Mimeografiado. Caracas. 1.984
Carlos Lanz La reconversión Industrial en el nuevo
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