FETICHISMO
DE LA MERCANCÍA Y
ENAJENACIÓN DEL TRABAJO
(Resumen
Interpretativo de diversos
avances investigativos)
En el transcurso de las
lecturas y reflexiones propuestas en el PROGRAMA INVESTIGATIVO “LA LOGICA DEL CAPITAL Y LA VIGENCIA DE
LA LEY DEL VALOR-TRABAJO EN LA TRANSICION SOCIALISTA” hemos reseñado y
publicado 3 avances distanciados en el tiempo y guardando cierta autonomía
conceptual, es decir, pueden ser leídos y evaluados como trabajos
independientes. En dichos avances se recogen diversos tópicos vinculados al enfoque marxista del fetichismo
de la mercancía, tal como se contempla en varios textos los cuales fueron subrayados
y citados en dichas entregas.
En esta oportunidad, compilamos los diversos resúmenes interpretativos
de tales tópicos, ubicando la dirección web para cualquier consulta adicional
de la fuente bibliográfica, relecturas o profundización de alguna arista en
particular
AVANCE
INVESTIGATIVO N° 1
Publicado
en: http://www.aporrea.org/ideologia/a198065.html
Comunicadoresenaccion2012.blogspot.com
Carlos Marx El capital: Crítica de la
Economía Política, Tomo I. México: Fondo de Cultura Económica.
“El
fetichismo de la mercancía y su secreto.”
De los párrafos o fichas del texto de Marx que se refieren al fetichismo
de la mercancía, se hizo el siguiente
cuadro resumen:
1.- Pareciera que las
mercancías son objetos evidentes y
triviales. Pero, analizándolas, vemos, que son objetos muy intrincados,
llenos de sutilezas metafísicas y de resabios teológicos.
2.- La mercancía se convierte en un objeto físicamente
metafísico, empiezan a salir antojos mucho más peregrinos y extraños
3.- La mercancía posee un
carácter misterioso cuando los trabajos
humanos asumen la forma material de una objetivación. El trabajo como relación social adopta la forma de
relación entre cosas
4.-Lo que aquí reviste, a
los ojos de los hombres, la forma fantasmagórica de una relación entre objetos
materiales no es más que una relación social concreta establecida entre los
mismos hombres.
5.- Para encontrar una
analogía a este fenómeno, tenemos que remontarnos a las regiones nebulosas del
mundo de la religión, donde los productos de la mente humana semejan seres
dotados de vida propia y esto último lo
que Marx llama fetichismo.
6.- Las mercancías en el
cambio, como valores, lo que hacen es equiparar entre sí sus diversos trabajos,
como modalidades de trabajo humano. No lo saben, pero lo hacen. Estas relaciones de producción, refuerza la
apariencia objetiva de las mercancías,
por eso los productores no tienen claro
lo que están haciendo. El valor no lleva escrito en la frente lo que es. Lejos
de ello, convierte a todos los productos del trabajo en jeroglíficos sociales.
AVANCE
INVESTIGATIVO N° 2
Publicado en: http://www.aporrea.org/ideologia/a198492.html.
Comunicadoresenaccion2012.blogspot.com
“EL
FETICHISMO DE LA MERCANCIA Y LA
COSIFICACION DE LAS RELACIONES HUMANAS”
Ibidem.
1.- El dinero como
forma acabada de mercancía encubre las
relaciones sociales.
2.- La economía burguesa no
ha podido dar cuenta del proceso de
valorización, ya que lo asume como natural, sin considerar como el
proceso de producción manda sobre el hombre, convirtiendo el trabajo en cosa
3.- El fetichismo de la
mercancía, la apariencia empaña la mirada de no pocos economistas. La forma
mercancía es la forma más general y rudimentaria de la producción burguesa, por
eso su fetichismo parece relativamente fácil de analizar. Pero al asumir formas
más concretas, se borra hasta esta apariencia de sencillez
4.- El equivalente general
(dinero, oro, plata) refieren al trabajo social colectivo en una forma absurda,
disparatada. Estas son formas que adopta la economía burguesa. Todo este
misticismo, su encanto y misterio se esfuma cuando se pasa a otras formas de
producción. La producción se despojará de su halo místico cuando sea obra de
hombres libremente socializados, actuando de una manera consciente.
Isaac Rubin. Ensayos sobre la teoría marxista del
valor Edición Pasado y
presente.Argentina.1974
“Primera
parte: Teoría marxista del fetichismo de la mercancía
1.- La teoría del fetichismo
en la base de la crítica de la economía política marxista y consiste en que
Marx descubrió las relaciones que subyacen en la mercancía y su misticismo
consiste en que en su intercambio, que posee como sustento las relaciones
sociales, estas son asumidas como una propiedad interna suya, como algo natural de la mercancía.
2.- Lo que es una relación
entre los hombres aparecen como una relación entre cosas, su misterio viene
dado porque se adscribe una condición natural a lo que es resultado de la
relación social entre productores. Esto conduce a la “cosificación” de las
relaciones de producción entre las personas. Se trata de la “cosificación” o “cristalización” de las
relaciones de producción entre las personas que se presenta con la forma de una propiedad de la cosa,
propiedad que parece pertenecer a la cosa misma.
3.- Marx descubrió las bases
económicas objetivas que rigen el fetichismo de la mercancía y estableció como iluso y erróneo en la mente de los hombres, transformar las
categorías económicas cosificadas en “formas objetivas”.
4.- En la sociedad
mercantil-capitalista, las personas entran en relaciones de producción directas
exclusivamente como propietarios de mercancías, como propietarios de cosas Esta
“cristalización” de las formas sociales conducen a la “cristalización” de las
formas sociales correspondientes entre cosas. La forma social dada es
“aferrada”, fijada a una cosa, preservada dentro de ella … Lo mismo es cierto
para el dinero, el capital y otras formas sociales de las cosas.
5.- Es difícil rastrear el
surgimiento de las formas sociales de las cosas a partir de las relaciones de
producción entre las personas. Este aspecto del proceso, esto es, la
“cosificación” de las relaciones de producción entre las personas, es el
resultado heterogéneo de una masa de transacciones, de acciones humanas que se
depositan unas sobre otras. Sólo mediante un profundo análisis histórico y
socio- económico Marx logró explicar este aspecto del proceso. Desde esta
perspectiva, podemos comprender las diferencias que Marx estableció a menudo entre
“la apariencia exterior”, la “conexión externa”, la “superficie de los
fenómenos”, por un lado, y la “conexión interna”, la “conexión oculta”, la
“conexión inmanente”, la “esencia de las cosas”.
6. Los economistas vulgares
sólo estudian las apariencias externas que son formas “enajenadas” de las
relaciones económicas, esto es, la forma objetiva, ya elaborada, de las cosas,
sin captar su carácter social. Ven en el proceso de la “personificación” de las
cosas que se produce en la superficie de la vida económica, pero no tienen idea
alguna del proceso de “cosificación de las relaciones de producción” entre las
personas. Este error no reside en el hecho que prestan atención a las formas
materiales de la economía capitalista, sino en que no ven su conexión con la
forma social de la producción y no las hacen derivar de esta forma social sino
de las propiedades naturales de las cosas, la relación misma se les presenta de
una manera fantástica, bajo la forma de cosas, esto es una ilusión puramente
subjetiva, detrás de la cual se ocultan los engaños y los intereses de las
clases explotadoras.
AVANCE
INVESTIGATIVO N° 3
Publicado en: http://www.aporrea.org/ideologia/a198805.html
Comunicadoresenaccion2012.blogspot.com
“
LA ENAJENACION DEL TRABAJO EN LOS MANUSCRITOS ECONOMICOS FILOSOFICOS DE 1844.”
Carlos Marx. “Manuscritos económicos y filosóficos de
1844” .México, Siglo XXI, 1980
En estos manuscritos
económicos – filosóficos, Marx plantea la tarea de comprender la “conexión
esencial” entre la propiedad privada, la codicia, la separación de trabajo, el
valor y desvalorización del hombre:
1.-La desvalorización del
mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas.
2.-El objeto que el trabajo
produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder
independiente del productor. El producto del trabajo es el trabajo que se ha
fijado en un objeto, que se ha hecho cosa.
3.-Desrealización del
trabajador, la objetivación como pérdida del objeto y servidumbre a él, la
apropiación como extrañamiento, como enajenación.
4.-La enajenación del
trabajador en su producto significa no solamente que su trabajo se convierte en
un objeto, en una existencia exterior, sino que existe fuera de él,
independiente, extraño, que se convierte en un poder independiente frente a él;
que la vida que ha prestado al objeto se le enfrenta como cosa extraña y
hostil.
5.-Si el producto del
trabajo es la enajenación, la producción misma ha de ser la enajenación activa,
la enajenación de la actividad; la actividad de la enajenación. En el
extrañamiento del producto del trabajo no hace más que resumirse el
extrañamiento, la enajenación en la actividad del trabajo mismo.
6.-El trabajo es externo al
trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador
no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no
desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo
y arruina su espíritu.
7.-Su carácter extraño se
evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción
física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El
trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de
autosacrificio, de ascetismo.
8.-La Economía Política
oculta la enajenación esencial del trabajo porque no considera la relación
inmediata entre el trabajador (el trabajo) y la producción.
AVANCE
INVESTIGATIVO N° 3
Carlos Marx. El Capital. Ob
cit.Tomo I
PROCESO
DE TRABAJO Y PROCESO DE VALORIZACION
En El
Capital, Marx profundiza la caracterización de la enajenación del
trabajo y describe como el valor de uso
es el soporte del valor de cambio, como el proceso de trabajo es la base del
proceso de valorización:
1.-El obrero trabaja bajo el
control del capitalista, a quien su trabajo pertenece y el producto es propiedad del capitalista y no
del productor directo, es decir, del obrero. El capitalista paga, por ejemplo,
el valor de un día de fuerza de trabajo. Es dueño de utilizar como le convenga,
durante un día, el uso de esa fuerza de trabajo, El uso de la mercancía
pertenece a su comprador, y el poseedor de la fuerza de trabajo sólo puede
entregar a éste el valor de uso que le ha vendido entregándole su trabajo.
Desde el instante en que pisa el taller del capitalista, el valor de uso de su
fuerza de trabajo, y por tanto su uso, o sea, el trabajo, le pertenece a este.
2.-En la producción de
mercancías los valores de uso se producen pura y simplemente porque son y en
cuanto son la encarnación material, el, soporte del valor de cambio. El
capitalista persigue dos objetivos. En primer lugar, producir un valor de uso
que tenga un valor de cambio, producir un artículo destinado a la venta, una
mercancía. En segundo lugar, producir una mercancía cuyo valor cubra y rebase
la suma de valores de las mercancías invertidas en su producción. No le basta
con producir un valor de uso; no, él quiere producir una mercancía; no sólo un
valor de uso, sino un valor; y tampoco se contenta con un valor puro y simple,
sino que aspira a una plusvalía, a un valor mayor.
3.-El proceso de trabajo en
el capitalismo es un proceso de creación de valor .El factor decisivo es el
valor de uso específico de la mercancía fuerza de trabajo, que le permite ser
fuente de valor, y de más valor que el que ella misma tiene. He aquí el
servicio específico que de ella espera el capitalista.. En efecto, el vendedor
de la fuerza de trabajo, al igual que el de cualquier otra mercancía, realiza
su valor de cambio y enajena su valor de uso . No puede obtener el primero sin
desprenderse del segundo. El valor de uso de la fuerza de trabajo, o sea, el
trabajo mismo, deja de pertenecer a su vendedor.
4.-La transformación de
dinero en capital, se opera por medio de la circulación, pues está condicionado
por la compra de la fuerza de trabajo en el mercado de mercancías. No se opera
en la circulación, pues este proceso no hace más que iniciar el proceso de
valorización, cuyo centro reside en la órbita de la producción.
5.-Al transformar el dinero
en mercancías, que luego han de servir de materias para formar un nuevo
producto o de factores de un proceso de trabajo; al incorporar a la materialidad
muerta de estos factores la fuerza de trabajo viva, el capitalista transforma
el valor, el trabajo, pretérito, materializado, muerto, en capital, en valor
que se valoriza a sí mismo, en una especie de monstruo animado que rompe a
“trabajar” como si encerrarse un alma en su cuerpo.
6.-El proceso de
valorización no es más que el mismo proceso de creación de valor prolongado a
partir de un determinado punto. Si éste sólo llega hasta el punto en que el
valor de la fuerza de trabajo pagada por el capital deja el puesto a un nuevo
equivalente, estamos ante un proceso de simple creación de valor. Pero, si el
proceso rebasa ese punto , se tratará de un proceso de valorización
AVANCE
INVESTIGATIVO N° 3
“LA
SUBSUNCION FORMAL Y REAL EN EL CAPITULO VI (INEDITO) EL CAPITAL”
Carlos Marx. LIBRO I .CAPITULO VI - INEDITO.
Resultados del proceso inmediato de producción Siglo XXI, Editores, México, 2009
En el Capítulo VI Inédito de
El Capital, Marx reitera aspectos tratados en los Manuscritos Económicos-filosóficos
de 1844, en lo relativo a la enajenación del trabajo y la cosificación de las
relaciones sociales, ubicando la subsunción como una profundización de dicho
proceso:
1.-El trabajo se enfrenta al
obrero no sólo como algo ajeno, sino hostil y antagónico, y como algo
objetivado y personificado en el capital. Los poseedores de las condiciones de
producción se enfrentan a la capacidad viva de trabajo— aparece como una cosa,
del mismo modo que el valor aparecía como cualidad de una cosa y la
determinación económica de la cosa como mercancía, como su cualidad de cosa.
2.-Se trata del proceso de
enajenación de su propio trabajo. Aquí el obrero está desde un principio en un
plano de supeditación al capitalista,
por cuanto este último ha echado raíces en ese proceso de enajenación y
encuentra en él su satisfacción absoluta, mientras que por el contrario el
obrero, en su condición de víctima del proceso, se halla de entrada en una
situación de rebeldía y lo siente como un proceso de avasallamiento
3.-La facultad que el
trabajo tiene de conservar el valor se presenta como facultad de
autoconservación del capital; la facultad del trabajo de generar valor, como
facultad de autovalorización del capital, y en conjunto, y por definición, el
trabajo objetivado aparece como si utilizara al trabajo vivo.
4.-El proceso de
valorización del capital, busca generar un incremento de su valor, una
plusvalía, objetivando en el producto un cuanto de trabajo excedente por encima
del contenido en el salario, un cuanto adicional de trabajo.
5.-El capitalista obliga al
obrero a que su trabajo alcance cuando menos el grado medio de intensidad
conforme a la norma social. Procurará aumentarlo lo más que se pueda por encima
de ese mínimo y extraer del obrero, en un tiempo dado, el mayor trabajo
posible, puesto que toda intensificación del trabajo superior al grado medio le
depara plusvalía.
6.-El proceso de trabajo se
convierte en el instrumento del proceso de valorización del proceso de la
autovalorización del capital: de la creación de plusvalía. El proceso de
trabajo se subsume en el capital, es su propio proceso.
7.-La autovalorización del
capital —la creación de plusvalía— es pues el objetivo determinante,
predominante y avasallante del capitalista, el impulso y contenido absoluto de
sus acciones; en realidad, no es otra cosa que el afán y la finalidad
racionalizados del acaparador. Contenido absolutamente mezquino y abstracto.
8.-Sólo se' puede producir
plusvalía recurriendo a la prolongación del tiempo de trabajo, es decir bajo la
forma de la plusvalía absoluta. A esta modalidad, como forma única de producir
la plusvalía, corresponde pues la subsunción formal del trabajo en el capital.
9.-La subsunción real
supone un modo de producción
específicamente capitalista que, con sus métodos, medios y condiciones no surge
y se forma naturalmente si no es sobre la base de la subsunción formal del
trabajo en el capital.
10.-Se puede considerar la
producción de la plusvalía absoluta como expresión material de la subsunción
formal del trabajo en el capital, la producción de la plusvalía relativa
puédase estimar como la de la subsunción real del trabajo en el capital.
11.-La segunda supone por lo
tanto un modo de producción específicamente capitalista que, con sus métodos,
medios y condiciones no surge y se forma naturalmente si no es sobre la base de
la subsunción formal del trabajo en el capital. En lugar de la subsunción
formal hace su entrada la subsunción real del trabajo en el capital.
12.-La mistificación
implícita en la relación capitalista en general, se desarrolla ahora mucho más
de lo que se había y se hubiera podido desarrollar en el caso de la subsunción
puramente formal del trabajo en el capital.
E/Carlos Lanz Rodríguez
25 de Noviembre de 2014
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