Aportes para el debate sobre la transición socialista
Julio de 2018
INTRODUCCIÓN
En las
actuales circunstancias históricas, la revolución
bolivariana está atravesando un momento de graves amenazas como parte de un
sistemático ataque por parte del bloque imperial y sus socios, expresándose en
el plano político-ideológico y
económico-social y al mismo tiempo, dicho contexto, se agrava por el empleo yanky de una
estrategia de amplio espectro dirigida a desgastar
y degradar las fuerzas de la revolución por descomposición interna,
apuntalado en factores que tributan al
desarrollo de tal estrategia, como es caso de la presencia de enfoques y prácticas eclécticas- pragmáticas las cuales favorecen las
incrustaciones reformistas que apuntan a revertir el proceso, jugando un papel importante en la actual crisis de
dirección colectiva que estamos confrontando en la coyuntura.
Se
trata de vectores de fuerzas que se confrontan en diversos escenarios
actualmente en desarrollo, neutralizando y paralizando la acción pública por
conflictos cognitivos inhibidores, batalla de intereses diversos.
En esa
dirección, al movimiento popular y revolucionario se le plantea un conjunto de
tareas, entre las que destaca la batalla de ideas, en función del rearme ideológico
en el marco de un clamor generalizado por la aplicación de las 3R y el GOLPE DE
TIMON. Obviamente, no se trata de empezar de cero y continuar improvisando en
cuestiones estratégicas, sino acudir a la memoria histórica como herramienta
del legado chavista.
En esa
perspectiva, en la coyuntura tenemos unos horizontes concretos para viabilizar
este esfuerzo de renovación de la
promesa:
1.- Reclamos
sobre el papel de la ANC y las exigencias para que se convierta en un espacio
de elaboración y debate que profundicen los cambios planteados en el seno de la
revolución.
2.-Requerimientos
en torno al congreso del PSUV, lo que involucra definir una agenda y una
metodología de trabajo democrática, que no sólo reivindique el legado chavista,
sino que prepare y reagrupe las fuerzas para confrontar la estrategia imperial.
3.-Unidad
de acción del gobierno - fuerzas populares, levantando una plataforma de lucha
y movilización en función de resolver los principales nudos críticos que
afectan a la población: alimentación. medicinas, transporte.
4.-Batalla
ético-política contra la burocracia y la corrupción
En tal
sentido, se hace perentorio, profundizar la investigación y el debate en tornos
a aspectos sustantivos de la transformación revolucionaria, entre los cuales
podemos puntualizar:
- Desenmascarar y derrotar las múltiples implicaciones del eclecticismo-pragmatismo
- Trabajar duramente por el rearme ideológico y la construcción de la subjetividad revolucionaria focalizada en estos tres vértices:
- Promover la insurgencia cultural bajo la enseña: “LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL O REPRODUCIRÁ LA DOMINACIÓN”
- Construcción del estado comunal, concretando la demanda chavista: “COMUNA O NADA”.
- Empuje del proceso productivo socialista, concretando el sistema económico comunal, endógeno-sustentable.
Dentro
de tales aspectos vamos a focalizar nuestro interés en reconstruir la base epistemológica e histórica de la AUTONOMÍA
OBRERA como parte esencial del modelo productivo socialista, partiendo de los
aportes del marxismo como teoría critica. Desde el ángulo clasista, la
independencia y autonomía del sujeto histórico, encuentra en esta lectura del
marxismo las herramientas para librar la lucha de clase en lo teórico,
desenmascarando la lógica y el metabolismo del capital que tiene como soporte
la explotación y la enajenación del trabajo.
En
esa dirección, en esta especie de antología de textos, vamos a reseñar la secuencia
conceptual y las experiencias concretas con las que hemos estado interactuando
en el periodo que va de la revolución bolivariana, más específicamente en el lapso
decenal del 2004 al 2014, proceso
histórico donde en diversos ámbitos socio-económicos reivindicamos los aportes
de la crítica marxista a la lógica del capital, llevando a la práctica los
resultados del proceso investigativo sobre la obra de Marx, realizado en
los años de prisión en el Cuartel San Carlos.
En
tal sentido, enfatizo ahora las experiencias concretas donde estuve
comprometido y donde existen múltiples registros sistematizados de reflexiones
y ejecutorias:
1.-Misión Vuelvan Caras donde forme parte de la coordinación nacional
de formación y elaboré un ensayo sobre
desarrollo endógeno por mandato expreso del Cmdte Chávez.
2.-Experiencia
cogestionaria de CVG-Alcasa, (desempeñándome como presidente y directivo de la
Corporación de Guayana) en esta gestión se hizo emblemática la propuesta de los Consejos de Trabajadores y el Control
Obrero.
3.-Desarollo
del Programa Todas las Manos a la Siembra (PTMS)
Estos
focos de las experiencias le dan sentido al orden expositivo de esta
compilación, el cual sigue el siguiente curso:
PARTE I
LOS
APORTES DEL MARXISMO CRÍTICO A LA CORRIENTE HISTÓRICA
1.1.-LA CRÍTICA DEL FETICHISMO DE LA MERCANCÍA Y LA EPISTEMOLOGÍA MARXISTA
1.2.- LA DIVERSAS LECTURAS MARXISTA DE
LA CRISIS ORGÁNICA DEL CAPITAL
1.3.-EMPIRISMO-ECLETICISMO Y SUS
DERIVACIONES EN LA ECONOMÍA BURGUESAS ,
1.4. CRITICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA
Y EMANCIPACIÓN DEL TRABAJO
PARTE II
EJEMPLOS HISTÓRICOS-CONCRETOS DE LA CRÍTICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA
2.1. FORMULACIÓN Y DESARROLLO DE LA MISIÓN
VUELVAN CARAS
2.1.1. LA ENDOGENIZACIÓN
DE LA PRAXIS
2.1.2. LAS 13 DICOTOMIAS QUE PERMEARON LA
EXPERIENCIA DE LA MISIÓN VUELVAN CARAS
2..2.
El proceso cogestionarlo de CVG-ALCASA: Consejo de Trabajadores y Control
Obrero
2.3,Agricultura
sustentable y el Programa Todas las Manos a la Siembra.
PARTE III
BASES PROGRAMÁTICAS DEL PSUV Y EL
PROCESO PRODUCTIVO DE LA TRANSICIÓN SOCIALISTA.
PARTE IV
LA COMUNALIZACION DEL PLAN DE LA
´PATRIA
EL BUEN VIVIR Y LA UTOPÍA CONCRETA
PARA CAMBIAR LA VIDA
LA CONTINGENCIACION DE LA COYUNTURA Y
SUS CURSOS DE ACCIÓN
Este
esbozo inicial abarca las PARTES I y II de la compilación, quedando pendiente
el proceso de articulación del resto del contenido propuesto en el esquema
expositivo.
Carlos
Lanz Rodríguez
7
de Julio de 2018
PARTE I
LOS APORTES DEL MARXISMO CRÍTICO A LA
CORRIENTE HISTÓRICA
1.1.- LA CRÍTICA DEL FETICHISMO DE LA MERCANCÍA Y LA EPISTEMOLOGÍA MARXISTA
“Una premisa fundamental para el desarrollo de un
nuevo modelo productivo es la ruptura con el conocimiento y la racionalidad
burguesa y su metafísica de la economía, particularmente lo atinente a las
formas de contabilizar y cuantificar el desarrollo económico reduciéndolo a
crecimiento. Esto incluye la propia noción de crecimiento [variación porcentual
de transacciones financieras –valor monetario- de la producción de bienes y
servicios]; la teoría subjetiva del valor; la teoría marginalista; la
preponderancia de la esfera de la circulación [el mercado] frente a la
producción…”
“Se requiere tomar el
instrumental teórico de la crítica de la economía política formulado por Marx y
enriquecido por autores marxistas para fundamentar una crítica de la economía
política de la transición… En particular es necesario rescatar la ley del valor
que propone un esquema de análisis del capitalismo basado en la jerarquización
del proceso productivo y en la centralidad de la explotación y que analiza
los fenómenos comerciales y financieros refiriéndolos a su determinación
productiva.”
BASES
PROGRAMÁTICAS DEL PARTIDO SOCIALISTA UNIDO DE VENEZUELA (PSUV) Aprobadas
por el I Congreso Extraordinario del PSUV, reunido en Plenaria, en Caracas, a
los veinticuatro (24) días del mes de Abril de 2010.
Considerando
la importancia de la crítica epistemológica hecha por Marx a los economistas
burgueses, particularmente el empleo de categorías aparienciales y
mistificadoras de la lógica del capital (como enmascaramiento de las relaciones
de producción, la explotación del trabajo y su conversión ganancia) vamos a
reseñar otro ensayo donde se recoge una lectura de otros textos marxistas donde
se denuncia el encubrimiento del dominio del capital.
- ―LA RECONVERSIÓN INDUSTRIAL EN EL NUEVO MODELO DE ACUMULACIÓN‖. Ediciones Primera Línea. Caracas. Octubre 1990. ―
Desde las lecturas sobre la obra marxista realizada
en los años de prisión en el Cuartel San Carlos (1976-1984) he venido
suscribiendo los aportes de la crítica de la economía política, particularmente,
la ruptura de Marx con lo que él denominó economía vulgar o de sentido común.
Hacen varias décadas elaboramos un ensayo con esta
crítica marxista y hoy la reseñamos de nuevo por su vigencia teórica e
histórica.
A.- El capital como fetichismo que encubre la génesis
de la riqueza social.
Uno de
los principales rasgos del proceso de mistificación del capital se encuentra en
el hecho de que el trabajo vivo (la fuerza de trabajo) aparece como capital:
"El capital está realizado ahora no
sólo como valor que se reproduce a si mismo y por tanto se auto perpetua, sino
como valor que pone valor. A través de la absorción en sí mismo del tiempo de
trabajo vivo, por un lado, y del movimiento de la circulación que le es propio
(en el cual el movimiento del intercambio resulta puesto como el suyo propio,
como proceso inmediato del trabajo objetivado) se comporta consigo mismo como
lo que pone nuevo valor. El capital se comporta ante la plusvalía como si fuera
él su fundamento, como si lo hubiera creado,(...)"( ²)[...] el proceso de producción inmediato toma la
forma del poder productivo del capital, que ya no puede reconocerse como el
poder productivo del trabajo
Para Marx este proceso donde el capital
aparece como el "valor que pone valor" está signado por una
Inversión: el predicado aparece como sujeto, es decir, el capital siendo un producto de la
plusvalía, (resultado del proceso de valorización donde el obrero restituye el
valor del salario y produce trabajo excedente) aparece como el factor generador
del proceso.
De allí que Marx también señale en EL CAPITAL
lo siguiente:
"(...)
De este modo la extorsión de trabajo sobrante pierde su carácter específico; su
relación especifica con la plusvalía se oscurece, y a facilitar este resultado
contribuye, como se puso de manifiesto en el Libro I, IV, el hecho de que el
valor de la fuerza de trabajo se exponga bajo la forma de salario. La relación
del capital se mistifica al presentar a todas sus partes por igual como valor
remanente (ganancia). El modo como la plusvalía se convierte en la forma de
ganancia mediante la transición a través _ de la cuota de ganancia, no es sino
la prolongación de la inversión sujeto y objeto operada ya durante el proceso
de producción. De allí veíamos como todas las fuerzas productivas del trabajo
se presentaban como fuerzas productivas del capital (...) Y esta relación
invertida hace surgir necesariamente, ya en el plano de las simples relaciones
de producción: una idea invertida congruente, una conciencia transpuesta, que
los cambios y modificaciones del verdadero proceso de circulación se encargan
de desarrollar",
En
estas líneas Marx señala en primer lugar, como la extorsión del trabajo queda
oscurecida en la relación salarial. La especificidad de la
explotación desaparece y se encubre la relación capitalista a través de la inversión
sujeto-objeto. Esta relación invertida en el proceso de circulación,
hace surgir también una idea y una conciencia invertida, es
decir, para el "sentido común" que aparece en la superficie es que
toda ganancia es un valor remanente que surge en el intercambio, ficción ésta
que el proceso de circulación se encarga de desarrollar.
Abundando
en esta última cuestión, Marx dice:
"(...)Pero
como la concurrencia, y por tanto, en la conciencia de sus agentes, todo se
presenta invertido, también aparece invertida esta ley, es decir, esta conexión
íntima y necesaria entre dos cosas que aparentemente se contradicen(...) Todo
esto responde a un desconocimiento de lo que es la cuota general de ganancia y
a la idea burda de que los precios se determinan en realidad por el recargo de
una cuota más o menos arbitraria de ganancia sobre el valor de las mercancías.
Pero estas ideas, a pesar de lo burdas que son, brotan necesariamente de la
inversión que las leyes inmanentes de la producción capitalistas sufren dentro
del mundo de la concurrencia. "
Las
ideas burdas que surgen en el mercado, en la compra-venta de mercancías, hacen
ver que la ganancia es un recargo que se le hace al valor de los bienes, de tal
forma que no hay "rastros" de su verdadero origen.
En
otro texto, TEORÍA DE LA PLUSVALÍA, Marx establece un enlace entre el enfoque
de la economía vulgar y el proceso de mistificación del capital:
"Tal
como los economistas vulgares lo conciben, es pues, el interés y no la ganancia
el que brota como una plasmación de valor del capital de por si, de la mera
propiedad del capital, como una renta especifica derivada de éste. Desaparece
todo resto de intermediarios: es pues, el fetichismo completo (..)"
"Desde el punto de vista de la economía vulgar, que pretende hacer pasar
el capital como la fuente sustantiva del valor, esta es una fórmula perfecta,
una fórmula en que las fuentes de la ganancia pierden toda fisonomía y en la
que el resultado del proceso capitalista reviste una existencia
independiente,desligado del proceso mismo (…)"
Ahora
en otro nivel que ya no son los precios o la ganancia, sino que es el interés, aparece de
nuevo el proceso de inversión: el interés brota del capital no se sabe
por qué arte de magia, como una renta derivada de si mismo, desapareciendo
toda mediación con la esfera de la producción, se trata de un fetichismo
completo que le viene al pelo a los agentes ideológicos de la
burguesía: el capital es la fuente sustantiva del valor, no hay por tanto explotación
ni extorsión del trabajo, sino que lo que existida seda un régimen de libertad,
justicia e igualdad. La ganancia se convierte en un premio a la libre
iniciativa y al riesgo, una especie de remuneración al ahorro y al esfuerzo
personal del capitalista.
De
allí que el fetichismo no sea tan inocente, y como veremos a continuación, tal
percepción de la economía está en sintonía con los intereses ideológicos de la
clase dominante.
b.-
Papel de las relaciones aparenciales en esta mistificación del capital.
Para
Marx todo del proceso que examinamos anteriormente está cruzado por un velo
apariencial, siendo en tal sentido una realidad que no es evidente a simple
vista, no es transparente a la percepción sensorial.
Así
encontramos el enmascaramiento de un conjunto de relaciones: entre
la extorsión del trabajo y el salario, entre la plusvalía y la ganancia, entre
la ganancia y el interés.
Tales
encubrimientos nublan el tejido social e histórico de las relaciones de
producción capitalista. Este proceso de "mistificación"
del capital tiene que ver con la supeditación del análisis a la esfera de la
circulación, de la distribución y el intercambio. En esta
superficie de la realidad económica no se puede encontrar más que
"apariencias", conduciendo a los capitalistas y sus agentes ideológicos
al más burdo empirismo:
"(…)esta confusión de los teóricos revela
mejor que nada como el capitalista práctico prisionero de la lucha de la
competencia e imposibilitado para ahondar en modo alguno debajo de la
superficie de sus fenómenos, tiene que sentirse incapaz para captar a través de
las apariencias la verdadera esencia interior y la estructura interna de este
proceso"
Ahora bien, en este caso no tan sólo se trata
de un obstáculo que confrontan los burgueses en el proceso de conocimiento,
sino que tal error, omisión o escamoteo epistemológico, es funcional al
interés de justificar la dominación, de legitimar el lucro y la ganancia
fundada en la explotación del trabajo. De tal forma que el hecho de
que no se trascienda la apariencia, el nivel del dato empírico, la
sacralización de la apariencia inmediata, no es un problema de
"neutralidad axiológica", de objetividad científica. Los
intereses de clase ocultan todo nexo o articulación del proceso de producción,
y en tal sentido existe un esfuerzo por:
-
"que a nivel de la fábrica, el proceso de trabajo sea concebido como un
proceso "natural" o como un hecho tecnológico, sin considerar su
articulación con el "proceso de valorización".
- que el salario siga mistificando la relación
entre el trabajo necesario y el trabajo excedente. - que la mercancía haga
aparecer invertida la relación social, desapareciendo la distinción entre
trabajo abstracto y trabajo concreto.
- que el dinero y el interés aparezcan
automatizados, como dinero que crea dinero, y no como metamorfosis del trabajo
cristalizado, riqueza abstracta que es generada por el trabajo"
Tal
esfuerzo de encubrimiento y de apología por parte de los agentes Ideológicos
burgueses es lo que justifica que nos veamos Inexcusablemente comprometidos a
Investigar y debatir con seriedad, develando tales relaciones aparenciales,
pues de lo contrario estaríamos bajo la supeditación de tales mistificaciones y
por ende ayudando en la preservación del dominio del capital, facilitándole su
legitimación ético-política.
La esfera de la circulación
y la distribución, forma parte del proceso económico, pero ya desde Marx quedó
claro que este es el límite de la economía política burguesa, y sólo realizando su
“crítica” se rompió el velo apariencial que encubre el régimen de
producción capitalista. Esta fue una de la ruptura
epistemológica que realizó el marxismo en relación a la economía clásica (Adam
Smith y David Ricardo), a descubrir el doble carácter del trabajo: trabajo
necesario y trabajo excedente (denominado también como plustrabajo,
trabajo no pagado, plusvalía), siendo este último la fuente de la acumulación
capitalista.
Si
Marx se hubiese mantenido atrapado en la apariencia de la relación
mercantil o de intercambio salarial, por ejemplo, no habría descubierto el
origen de la ganancia y hubiese reiterado el error de la economía política de sostener que el salario paga el trabajo en cualquier jornada
laboral.
Toda la fuerza de la crítica
de la economía política posee este punto de partida, el cual
desmantela la justificación ético-política del régimen de producción
capitalista, ya que el lucro, la ganancia, no surge del esfuerzo, el
ahorro, el riesgo o ingenio empresarial como sostienen los lugares comunes
divulgado por los agentes ideológicos del capital, sino de la apropiación
del trabajo excedente (lo que también se conoce como teoría del valor-trabajo o
teoría de la explotación del trabajo).
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
Carlos Lanz. La crítica de la economía política como referencia para la
impugnación a la apologética burguesa Mimeografiado. Caracas. 193
Carlos Marx. Elementos fundamentales para la crítica de la economía
Política. Siglo XXI Editores. España. 1972.Tomo 11, pag 277
Carlos Marx. El capital Fondo de Cultura Económica.Colombia 1981. Tomo
III, pág 60.
Ibidem
Carlos Marx. Teoría de la plusvalía Alberto Corazón Editor Madrid. 1974.
Comunicación N 29. Tomo 11, Pág. 372
Carlos Marx. Elementos
fundamentales para la crítica de la economía política Edic cit. Tomo 1, pag 194
Ibidem, Tomo III, pag 174
Carlos Lanz. Explotación del trabajo y crisis orgánica del
capitalismo.Suplemento Cultural de .Últimas Noticias.Caracas. 1984.Parte l.
1.2.- LA DIVERSAS LECTURAS MARXISTA DE LA CRISIS ORGANICA DEL
CAPITAL
Los puntos de vistas de Marx entorno a la crisis
Casi todos los autores que han estudiado los puntos de vista de Marx en
torno a la crisis, coinciden en que éste no dejó un estudio, riguroso sobre la
misma, y que sólo existen referencias parciales y fragmentarias en diferentes
textos, las cuales permiten diferentes lecturas, a menudo contradictorias.
Diferentes autores sobre la base de estas lecturas, muchas veces
realizadas por separado o atomizadas, han elaborado enfoques, editaron ensayos,
fundaron escuelas.
Estos aspectos pude sistematizarlos colectivamente en la década de los 90
en un taller sobre la crisis dictada en la Escuela de Sociología de la UCV, que
al igual que en otros ámbito bajo influencia del marxismo-leninismo ruso,
predominaban enfoques simplistas sobre la crisis capitalistas, reducido a una
de sus determinaciones:la anarquía o desproporcionalidad entre
los sectores económicos, ignorando o desconociendo la problemática que existe
en los textos del propio Marx, quien dejó en sus diversos escritos puntos
de vistas que permiten realizar interpretaciones de la crisis como subconsumo,
sobreproducción de mercancía, sobreacumulación de capitales, caída de la tasa
de ganancia.
Con los
alumnos de sociología cursantes del taller sobre la crisis en aquel entonces,
durante varios semestres examinamos la crítica epistemológica empleada por
Marx, particularmente en el análisis de la crisis orgánica del capital .Esto
nos llevó a realizar lecturas interpretativas de los diferentes textos de Marx
que se refieren al tema,
Reconociendo la existencia de diversas interpretaciones en el seno de
los marxistas en torno a la crisis, creemos que la teoría marxista sobre la
explotación del trabajo, los análisis sobre las determinaciones conflictivas
del capital, son en su conjunto una teoría de la crisis.
Los límites y barreras en la valorización-acumulación, y en la
reproducción ampliada -como obstáculos que se derivan de la articulación interna
del capital: unidad contradictoria entre proceso de trabajo y valorización,
entre valor de uso-valor de cambio, entre trabajo concreto-trabajo
abstracto, permiten comprender
el carácter orgánico de la crisis.
Tomando en cuenta que esta es una lectura de la crisis bastante
desconocida en nuestro medio, aún para sectores autodenominados
"marxistas", cobra importancia reseñar directamente las opiniones de
Marx al respecto, exigencia ésta que no sólo persigue objetivos divulgativos,
sino evidenciar el nivel de problematización que existe en tales formulaciones,
y del mismo modo establecer los soportes documentales de las diferentes
versiones y concepciones sobre la crisis en el campo marxista.
Inicialmente examinaremos lo que Marx define como la "posibilidad"
de la crisis, refiriéndose a la antítesis entre la compra y la venta:
"(...)Al decir que estos procesos, independientes el uno del otro
(la compra y
la venta) forman una unidad interna, decimos también
que esta unidad
reviste al exterior la forma de una antítesis. Cuando
cosas que por dentro
forman una unidad, puesto que se complementan
recíprocamente, revisten
al exterior una forma de independencia y esta se
agudiza hasta llegar a un
cierto grado, la unidad se abre paso violentamente por
medio de una crisis.
La antítesis que lleva implícita la mercancía, el valor de uso y valor
de trabajo privado, que se ve al mismo tiempo obligado a funcionar como trabajo general abstracto; de personificación de las cosas y
materialización
de las personas, esta contradicción inmanente asume
sus formas dinámicas
más complejas en los antagonismos de la metamorfosis
de las mercancías.
Por eso esas formas entrañan la posibilidad, aunque
sólo la posibilidad de
crisis (...)
En estos párrafos Marx indica la dialéctica contradictoria de la
mercancía: valor de uso y valor de cambio, trabajo concreto-trabajo abstracto,
la cual se manifiesta como una antítesis, autonomizándose la compra y la venta de
mercancía y ello constituye la "posibilidad" de la crisis.
Estos criterios son reiterados por Marx en su texto sobre las Teorías
DE LA PLUSVALIA:
"(...)Cuando decimos que la forma simple de la metamorfosis
encierra la posibilidad de crisis, decimos simplemente que esta forma lleva
implícita, a su vez, la posibilidad de que las dos fases que se complementan entre
sí, sustancialmente se desgarren y se disocien".
"(...)En realidad, la crisis no es otra cosa que la imposición
violenta de la unidad entre las fases que forman el proceso de producción y que se ha
disociado y sustantivado la una frente a la
otra." "La forma más abstracta de la crisis y, por tanto, la posibilidad formal de
ésta es, pues, la
metamorfosis de la misma mercancía, en que sólo se
contiene el movimiento
desarrollado de la contradicción de valor de cambio
y valor de uso implícita en la unidad de la mercancía, de donde luego se
deriva la contradicción de mercancía y dinero. Lo que
convierte en crisis esta simple posibilidad de crisis es algo que trasciende ya de la forma
misma; esta sólo nos dice que existe la forma para
una crisis"
La posibilidad formal de
la crisis viene dada por la metamorfosis de la mercancía, por el desarrollo de la contradicción
entre valor de uso y valor de
cambio,
sin embargo, la crisis misma trasciende esta forma, por lo que Marx hace una advertencia de no confundir esta
posibilidad de la crisis con su
causa, tal como lo plantea
a continuación:
"Por lo demás, no pisan terreno más firme los economistas (como ST
Mill, por ejemplo) que pretenden explicar las crisis partiendo de la simple
posibilidad de crisis que va implícita en la
metamorfosis de la mercancía, con el desdoblamiento de la compra y la venta. Explicar la posibilidad
de la crisis no es todavía, ni mucho menos, explicar su realidad, explicar por
qué las fases del proceso chocan entre si de tal modo que su unidad
intrínseca sólo puede imponerse por medio de una crisis, por medio de un proceso
violento. Este desdoblamiento es el que se manifiesta
en la crisis; es la forma elemental de esta.
Pretender explicar la crisis a base de esta forma elemental de ella es
tanto como explicar la existencia de la crisis proclamando su existencia en su
forma abstracta, es tanto como querer explicar la
crisis por la crisis misma".
De allí que en consecuencia Marx formule una serie de lineamientos para
abordar el examen de la crisis:
"(...)El
problema que se plantea en el de seguir el desarrollo de la
crisis potencial, pues la crisis real sólo puede exponerse partiendo del
funcionamiento real de la producción capitalista, de la concurrencia y el crédito. "
Para hacer el estudio de la crisis potencial es necesario: partir del
funcionamiento real de la producción, éste fenómeno se manifiesta en la
esfera de la circulación, pero el punto de partida es el movimiento real de la
producción.
En tal sentido, Marx advierte de nuevo de no confundir la
posibilidad de la crisis con sus causas más profundas:
"La posibilidad general de la crisis es la metamorfosis formal del
mismo capital, la disociación de la compra y la venta en el tiempo y en el
espacio. Pero la posibilidad general no quiere decir la causa de la crisis. Quiere decir, simplemente la posibilidad más general de la crisis (...)"
"Las condiciones generales de la crisis (...) deben investigarse, y exponerse
partiendo de las condiciones generales de la producción."
Habiendo hecho estas precisiones en torno a las formulaciones marxista
sobre la "posibilidad" de la crisis y los puntos de partida para su
análisis, examinaremos ahora las otras referencias documentales que permiten
las diferentes "lecturas" sobre las causas de las crisis. En esa
dirección comenzaremos por la versión subconsumista delineada en EL CAPITAL:
"(... )Las crisis sólo podrán explicarse por una desproporción
entre las diferentes ramas de la producción y por la desproporción entre el
consumo de los capitales y su acumulación(...) La última razón de toda verdadera
crisis es siempre la pobreza y la capacidad
restringida de consumo de las masas(... )
En estas líneas aparece una formulación que coloca al subconsumo y a la
desproporcionalidad entre las diferentes ramas de la producción como causas de
la crisis. Sin embargo, en el mismo texto Marx hace unos señalamientos que le
quitan alcance a las tesis subconsumistas:
"Es una perogrullada decir, que la crisis surge de la falta de
consumo solvente o de consumidores capaces de
pagar(...) y si pretende dar a esta perogrullada una apariencia de razonamiento
profundo, diciendo que la clase obrera percibe una
parte muy pequeña de propio producto y que este mal puede remediarse
concediéndole una mayor parte, es decir, haciendo que
aumente sus salarios, cabe observar que las crisis van precedidas siempre
precisamente, de un periodo de subida general de los
salarios, en que la clase obrera obtiene realmente una mayor participación en la
parte del producto anual destinada al consumo. En
rigor, según los caballeros del santo y "sencillo" sentido común, estos
periodos parece que debieran, por el contrario alejar la crisis(...)"
Esta reseña, como se puede constatar, niega que la causa de la crisis
esté en el subconsumo, ya que la crisis va precedida de una expansión del
ingreso de los trabajadores, siendo una opinión contradictoria en
relación a la afirmación anterior donde se sostiene que la crisis puede ser
explicada por la capacidad restringida del consumo de masas.
También en EL CAPITAL y en los GRUNDRISSE encontramos
una explicación en torno a las causas de la crisis capitalista distinta al
subconsumo, remitiéndonos a la "tendencia decreciente" de la tasa de
ganancia. Al respecto Marx dice:
"El límite con que tropieza el régimen capitalista de producción se
manifiesta en lo siguiente:
1.- En que el desarrollo de la capacidad productiva del trabajo
engendra, con la baja en la cuota de ganancia,
una ley que al llegar a cierto punto se opone del modo más hostil a su propio desarrollo y que,
por tanto, tiene que ser constantemente superada por medio de
crisis."
Nos encontramos con un punto de vista que coloca al comportamiento de la
cuota de ganancia como causa generadora de crisis. En los GRUNDRISSE Marx
señala que la Ley de la Tendencia Decreciente de la
Cuota de Ganancia es "la
ley más importante de la moderna economía política y la esencial para
comprender las relaciones más dificultosas".
El análisis que se hace en este texto de esta "tendencia",
adquiere algunos rasgos más claro como teoría del "derrumbe" del
capitalismo:
"(...)Cuando esta merma de beneficio equivale a la merma
proporcional del trabajo inmediato con respecto a la magnitud del trabajo objetivado que
aquel reproduce, y del nuevo que pone, el capital hará
todos los esfuerzos para poner coto a la mengua de la proporción entre el trabajo vivo y la
magnitud del capital en general y por tanto también
entre la plusvalía, cuando está expresada como beneficio, y el capital presupuesto(...).
Estas contradicciones derivan en estallidos, cataclismos, crisis en las cuales, mediante la suspensión momentánea del trabajo y. la aniquilación de una
gran parte de capital, se reproduce violentamente éste
último al punto desde donde pueda proseguir su marcha.
Estas contradicciones, of course, tienen como resultados estallidos,
crisis, en los que la anulación momentánea de todo trabajo y la destrucción
de gran parte del capital lo hacen volver violentamente al punto en el cual está
en condiciones de emplear a cabalidad sus fuerzas productivas sin
suicidarse por ello. Con todo, estas
catástrofes regularmente recurrentes tienen como
resultados su repetición en mayor escala, y por último
el derrocamiento violento del capital"
En estos párrafos Marx reseña como el crecimiento del capital constante
(maquinarias Y equipos) implica una merma de la franja de trabajo vivo (número
de obreros y cantidad de la fuerza de trabajo empleada). La modificación de la
proporción entre este trabajo vivo y el capital total, genera la caída de la
cuota de ganancia (más adelante tendremos ocasión de profundizar más en esta
dinámica contradictoria del capital) razón esta por la que surgen
entonces una restricción en la producción, estallidos donde el capital intenta
de nuevo emplear a cabalidad sus fuerzas productivas, reproduciendo en una
mayor escala las determinaciones de la crisis.
Finalmente, vamos a examinar las consideraciones que hace Marx en torno
a la . sobreacumulación de capital, ubicada también como una causa generadora
de la crisis:
"(...)La finalidad de la producción capitalista es, como
sabemos, la valorización del capital, es decir, la apropiación de plusvalía, y su
conversión en ganancia. Por consiguiente, tan
pronto como el capital aumentase en tales proporciones con respecto a la población obrera que ya no fuese
posible ni extender el tiempo absoluto de trabajo
rendido por esta población, ni ampliar el tiempo relativo de trabajo sobrante, es decir, tan pronto
como el capital acrecentado sólo produjese la misma masa de plusvalía o incluso
menos que antes de su aumento, se presentaría una superproducción
absoluta de capital. (...)En ambos casos se producirá también una fuerte y
súbita baja de la cuota de ganancia, pero esta vez por
razón de un cambio en la composición orgánica del capital que no se debe al desarrollo de la
capacidad productiva, sino a un alza del valor del
dinero del capital variable (a consecuencia de la subida del salario) y al correspondiente descenso
de la proporción entre el trabajo sobrante y el trabajo necesario".
"Superproducción de capital no significa nunca sino abundancia de
medios de trabajo y de subsistencia susceptible de funcionar como capital, es
decir, de ser empleado para explotar al trabajo hasta un cierto grado de
explotación, ya que al descender este grado de
explotación, por debajo de ciertos límites se producen perturbaciones y paralizaciones del proceso
de producción capitalista, crisis y destrucción de capital"
Es importante destacar que la sobreacumulación de capital influye en la
baja de la cuota de ganancia, a través de la relación entre la población
trabajadora y el capital total, es decir, la proporción de trabajadores decrece
en relación el aumento total de capitales.
Estos diferentes enfoques en tomo a la crisis que se encuentran en
diferentes textos de Marx ha posibilitado que se desarrollen variadas
concepciones sobre la causa de la crisis invocando tales citas.
La desproporcionalidad entre los sectores económicos.
Uno de los primeros autores que desarrolló una teoría sobre la crisis
capitalista partiendo del problema de la "desproporcionalidad" entre
los diferentes sectores de la producción, fue Tugán-Baranovski, quien sostuvo
que tanto la baja de la tasa de ganancia, como el subconsumo no eran causas de
crisis, haciendo en tal sentido una crítica a marxistas de la época, entre
otros a Kautsky, Schmidt, quienes creían en la sobreproducción crónica como
consecuencia de la insuficiente capacidad del mercado capitalista.
Tugán-Baranovski tenía como punto de partida una visión armonicista del
régimen de producción capitalista, por ello sostenía que la producción crea un
mercado para si misma, y muchos críticos han encontrado en este criterio una
reiteración de la. Ley de Sayo Sin embargo, Tugán-Baranovski reconocía algunos
desajustes temporales que podían ser controlados a través de la planificación,
y en ese sentido sostuvo que la falta de planificación engendra la posibilidad
de la crisis ya que una distribución proporcional entre los diferentes sectores
de la producción haría coincidir la oferta y la demanda, manteniendo el
equilibrio en una forma ininterrumpida, por lo que prácticamente el capitalismo
podría desarrollarse indefinidamente.
Por otro lado, otro importante teórico ruso, Bujarin, se enmarca dentro
de los autores del marxismo tradicional, que ven la crisis capitalista como un
resultado de la anarquía en la producción y remite el análisis al conjunto de
contradicciones inmanentes al capitalismo: contradicción entre producción y
consumo, contradicción entre diversas ramas de la producción. Estas
"contradicciones" internas al agudizarse impulsan la decadencia de
las fuerzas productivas.
José Aricó comentando esta concepción de Bujarin dice al respecto:
"La teoría de la crisis de Bujarin, en consecuencia, nos es en
última instancia, otra cosa que una versión modificada de la concepción
Tugán-Baranovskiana, la cual aparece de manera muy evidente en el modelo que
construye Bujarin de un Capitalismo de Estado donde aún manteniendo la
Ley del Valor es capaz de crecer ilimitadamente en la medida que se
respeten las proporciones entre producción y consumo(...)"
Cobra importancia destacar esta observación de Aricó, pues si la crisis
es un problema que tiene sus causas en la desproporcionalidad entre los
sectores económicos, con la aplicación de un plan "racional", a
través de una directriz estatal se resolverían las contradicciones del capital,
de allí el llamado Planismo que
caracteriza a esta concepción sobre el origen de la crisis capitalista.
¿Cuáles son las consecuencias estratégicas y
coyunturales del Planismo?
Siendo que esta perspectiva reduce la naturaleza del capitalismo a uno
de sus rasgos constituyente: la producción
anárquica, resulta obvio que tanto las tareas
"transformadoras", como las salidas coyunturales para salir de las
crisis están mediadas por la necesidad de regular y planificar la
producción que permita
evitar las deformaciones sectoriales. De allí que exista una gran fe en la
"intervención estatal" en las nacionalizaciones y confiscaciones que
de alguna forma sedan la antesala de la transformación socialista.
Ante las diferentes manifestaciones de la crisis, tales como la
inflación, el desempleo, etc, se plantea el control de precio por el Estado,
plan de emergencia para generar empleo, y antes la desarticulación del sistema
financiero, fuga de capitales, endeudamiento, se plantea la nacionalización de
algunos bancos, racionalizando la actividad crediticia.
El consumo como factor generador de la crisis capitalista.
En la polémica con Tugán-Baranovski, algunos autores asumieron los
puntos de vista del subconsumo, así por ejemplo Scmidt sostiene que la teoría
marxista de la crisis se basa en la insuficiencia
del consumo. Por su parte, Kautsky planteó que el subconsumo es la
razón última pero no la causa directa de la crisis, sin embargo, fue Rosa
Luxemburgo quien adoptó las tesis subconsumistas como una teoría del
"derrumbe" del capitalismo. Veamos un resumen apretado de este
enfoque. .
Rosa de Luxemburgo:
Partiendo de una interpretación de los esquemas de reproducción
elaborado por Marx, Luxemburgo concibe el régimen de reproducción capitalista
como un sistema cerrado, donde sólo existen obreros y capitalistas, y dado que
la producción crece en mayor grado que el consumo de los obreros y
capitalistas, se presentan una sobreproducción porque no hay mercado para dicha
producción.
De allí que para que la acumulación se desarrolle debe encontrar salida
para las mercancías. Ahora bien, Rosa Luxemburgo se pregunta: ¿de dónde van a
salir consumidores que compraran las mercancías sin cuya venta no hay
acumulación? y responde que estos consumidores no pueden salir ni de la clase
obrera ni de los capitalistas, tampoco pueden ser los empleados, militares,
clero, artistas, etc.
El capitalismo se ve obligado a buscar clientela consumidora entre los
sectores campesinos y artesanos de los viejos países, o sea, unos terceros consumidores, que no son ni obreros ni capitalistas.
Esta cruzada en función de conquistar nuevos mercados se transforma en
guerra, en crisis, preparando el capital su propia bancarrota, porque va
absorbiendo a los sectores no capitalistas hasta a un límite en que se agota la
acumulación, ya que no habrá "terceras personas" como consumidores, y
en consecuencia se agudizan los antagonismo de clase que impulsan a la rebelión
a la clase obrera que acabará con el capitalismo.
Natalie Moskowska:
Suscribiendo el enfoque que coloca al subconsumo como causa de la crisis
capitalista, Natalie Moskoswka se diferencia de Rosa Luxemburgo por no
compartir su tesis sobre el papel de los mercados externos.
Esta autora sostiene que las perturbaciones de la economía no es de
origen técnico ni organizativo sino social. De allí su rechazo a la tesis sobre
la caída de la tasa de ganancia y de la anarquía de la producción como causa de
la crisis. Para ella la causa de la crisis está en el empobrecimiento relativo,
y en la sobreacumulación.
El empobrecimiento al cual se refiere Natalie Moskoswka es al poco
aumento del salario real en relación de la productividad del trabajo.
Este empobrecimiento, aparentemente inocuo, mina profundamente la
economía capitalista y el abismo entre la producción y el consumo se hace cada
vez más profundo. La diferencia entre el consumo que es técnicamente posible y
el consumo real, provocan un déficit en el consumo, de allí que sobrevenga la
sobreacumulación:
“Las inversiones de capital se ven limitadas al descuidarse el consumo
de masa,que establece obstáculos a la introducción de mejoras técnicas. Si no
existe un consumo asegurado, no se introducen nuevas máquinas. Esta tesis se
resume en estos presupuestos: al comprimirse el consumo, se limitan también las
posibilidades del capital.
Paul M. Sweezy:
Otro autor que se ubica dentro de las corrientes subconsumistas es Paúl
M. Sweezy, quien asume la critica de la ley de caída tendencial de la cuota
ganancia, señalando que tal teoría como la formuló Marx no es convincente (por
las siguientes razones:
-Marx
parte del supuesto que el crecimiento de la composición orgánica del capital
sube, pero la tasa de plusvalía permanece igual, o sea, que el trabajo muerto
crece en mayor proporción que el trabajo vivo, manteniéndose constante la tasa
de explotación.
-Esto
no es cierto porque la productividad influye sobre el ejército industrial de
reserva, deprimiendo los salarios y por ende elevando la cuota de plusvalía.
-La
tasa de ganancia puede subir o bajar, ya que la composición orgánica del
capital y la cuota de plusvalía son variables, es decir, la tasa de ganancia se
hace indeterminada
Sweezy también señala que la vigencia de la Ley de la
tendencia descendente de la tasa de ganancia se fundamenta en la suposición de
que la mercancía se vende por su valor, y se abandona esta suposición puede
señalarse otra causa en el descenso de la ganancia: la incapacidad de los capitalistas de vender las mercancías, es decir
la llamada crisis de realización. Sweezy divide la crisis en dos
variantes desproporcionalidad y subconsumo, reconociendo que en el caso del
subconsumo Marx no dejó elaborado en detalle una teoría al respecto, igualmente
plantea que para que el subconsumo recupere su prestigio hace falta una
formulación cuidadosa, libre de las objeciones hechas a las versiones
precedentes. Sostiene entonces que la
crisis capitalista se origina en el subconsumo por "insuficiente
demanda", -poco poder de compra estableciendo la existencia de un
conjunto de medidas que permite anular el subconsumo: nuevas industrias, inversiones
defectuosas, crecimiento de la población, consumo improductivo, gastos' del
Estado.
De estas cinco variables Sweezy señala que el consumo improductivo y el gasto del Estado tienen una importancia
fundamental en el combate al subconsumo, y por supuesto pueden evitar la crisis
generada por tal causa.
Se pueden anotar desde ahora que tales
puntos de vista de Sweezy empalman con la matriz teórica keynesiana -tal como
veremos más adelante- donde la función de la demanda agregada es colocada como
un instrumento clave en el mantenimiento de los equilibrios macroeconómicos,
y en ella el gasto público es su principal componente, en este caso es el
Estado quien asume la tarea de "redistribuir
el ingreso" para aumentar el poder de compra.
El derrumbe del capitalismo por el descenso de la tasa de ganancia y
la sobreacumulación de capital.
Reiteramos en qué consiste la llamada "'Ley de la Tendencia
Decreciente de la Tasa de Ganancia".
En función de la acumulación, el capitalista se ve obligado a
incrementar la inversión tanto de capital constante (materia prima, insumo,
instrumentos y maquinarias) como de capital variable (medios para pagar la
fuerza de trabajo).
Existe una tendencia en la producción capitalista que en la medida que
esta se desarrolla, el capital variable decrece en relación al capital
constante, es decir: La relación entre el trabajo muerto, maquinarias e
instrumentos de producción, y el trabajo vivo que se necesita para ponerlas en
acción nos señala que cada vez más se requiere menos fuerza de trabajo vivo que
se necesita para ponerlas en acción, esta relación fue llamada por Marx Composición Técnica del Capital.
A partir de tal relación aumenta el capital constante y decrece el
capital variable, esta ecuación es la Composición Orgánica del Capital.
Esta tendencia inmanente de la producción capitalista, donde se desplaza
trabajo vivo (fuerza de trabajo) por trabajo muerto (maquinarias y equipos)
conduce a la caída de la tasa de ganancia, que
consiste en:
-Al
crecer con mayor rapidez el capital constante que el variable y aumentar en tal
sentido la composición orgánica (manteniendo la tasa de plusvalía invariable)
la tasa de ganancia, que viene determinada por la relación entre la plusvalía y
el capital total, tiende a descender.
-Cada
capitalista en función de la "valorización- acumulación", es decir,
producir un mayor trabajo excedente y transformarlo en ganancia, tiende a aumentar la producción y la productividad,
donde el capitalista individual o como fracción tratan a través de la competencia,
de ponerse al frente de la rama o sector más lucrativo, introduciendo nuevas
tecnologías y nuevos procesos de trabajo, con lo cual ahorran mano de obra y
obtienen ventajas comparativas que conducen a la ruina de los capitales no
competitivos. Esto conduce a modificar la composición orgánica del capital y a
reducir la "franja de valorización", o sea, utilización de menos
trabajo vivo.
Este comportamiento de la Ley de la Tendencia
Decreciente de la Tasa de Ganancia evidencia la naturaleza
contradictoria del régimen de producción capitalista:
-Por
un lado, a través del incremento de la productividad del trabajo, se reduce el
trabajo necesario y aumenta el trabajo no pagado, el trabajo excedente. Al
aumentar la escala de producción, se sustituye en forma creciente el trabajo
vivo por trabajo muerto en la forma de maquinaria, abaratando los bienes y
mercancías.
-Por
otro lado, esta sustitución del trabajo vivo bloquea la valorizacióny
produce la caída de la tasa de ganancia.
Para Marx esta contradicción es resuelta a través de la crisis tal como
reseñamos anteriormente, ya que se pone en ejecución una serie de mecanismos
que operan como contra-tendencias a que baje la tasa de ganancia. Entre tales mecanismos podemos destaca!: los siguientes:
-Elevación
de la cuota de plusvalía a través de la explotación intensiva de trabajo.
-Reducción
o desvalorización del valor del trabajo, a través de la ampliación del ejército
industrial de reserva (desempleo), manipulación inflacionaria, congelamiento o
rebaja compulsiva del salario.
-Abaratamiento
o desvalorización del capital constante, obsolescencia programada de
maquinarias y equipos. Este último aspecto como depreciación se exacerba en la
crisis, donde se acelera la obsolescencia tecnológica antes que se produzca el desgaste
físico o la vida útil de maquinarias y equipos.
Una lectura mecanicista de esta Ley sin tomar en cuenta función de
estas contratendencias, ha conducido a la tesis del "derrumbe" del
capitalismo como producto del progreso técnico, del crecimiento del capital
constante.
Examinaremos a continuación algunos enfoques
que se asocian a la caída de la ganancia y la sobreacumulación del capital.
Uno de los autores que planteó explícitamente la teoría del
"derrumbe" fue Henrik Grossman, teniendo como causa la
"sobreacumulación", en la que el capital crece más rápido que el
plusvalor que puede extraerse de una cierta población, es decir, consiste en el
hecho de que existe poca población obrera empleada para un capital grande.
Grossman estableció un esquema en
el que predecía que la acumulación se detendría al cabo de cierto tiempo por
una insuficiencia valorización. Dicho esquema definía la
siguiente relación:
Insuficiencia en la Valorización -
Crecimiento del Desempleo-Excesos de Capital-Estancamiento de la
Acumulación.
En este proceso no es la baja en la. tasa de ganancia la que origina
esta contradicción, sino la baja relativa de la masa de ganancia,
señalando Grossman que existió un error de parte de Engels quien habría escrito
en el III Libro de EL CAPITAL de Marx, la palabra
tasa en vez de masa de ganancia. Para Grossman este equivoco tiene especial
importancia, ya que sin esta precisión no comprendería el conflicto entre
expansión de la producción y el bloqueo de la valorización. De allí que su
teoría del "derrumbe" está vinculada con la caída de la masa de
ganancia.
Pau/ Mattick:
Otro autor que suscribe la tesis de la sobreacumulación como causa de la
crisis es Paul Mattick, quien coincide en señalar que cuando la expansión de la
producción supera su rentabilidad, el proceso de acumulación se interrumpe.
Esta parálisis de la acumulación constituye la crisis capitalista en forma de
superproducción de capital.(30) Tal fenómeno consiste en:
-Existencia
de mucho capital en relación a un grado de explotación.
-La
composición orgánica del capital no es compensada por una mayor plusvalía.
-La
ganancia no crece al mismo ritmo que la suma de capital, de allí la
interrupción de la expansión.
Por otra parte, Mattick establece que la teoría marxista sobre el
capitalismo es simultáneamente una teoría de la acumulación y una
teoría especial de la crisis, sin que las dos puedan ser tratadas de manera
separadas. La teoría general revela como desciende la tasa de ganancia como
producto del aumento en la composición orgánica del capital, pero esto sólo
ocurre en la crisis, en la sobreproducción de capital.
Las barreras del régimen de producción capitalista no proviene
de un abstracto descenso de la tasa de ganancia, sino que se revelan concretamente
en la crisis de sobreacumulación.
Caída de la tasa de ganancia mediada por la lucha de clases.
Manuel Castell:
En esta perspectiva de la crisis capitalista se inscribe Manuel Castell,
quien reconoce la vigencia de la Ley de la caída tendencial de la
tasa de ganancia, pero tomando en cuenta dos condicionamientos:
-la eliminación de los elementos naturalistas y mecanicistas
incorporados en la teoría.
-y la necesidad de vincular dicha teoría con la lucha de clases.
Los limites del proceso de
acumulación son resultado de la crisis general de las relaciones sociales,
siendo estos límites de naturaleza política, dependerán de la correlación de
fuerza entre las clases.
Por ello uno de los principales obstáculos estructurales del capitalismo
es la resistencia obrera a la explotación, tomando en cuenta los siguientes
elementos:
-La
cuota de plusvalía es lo esencial para la acumulación, la lucha por la magnitud
social respectiva de trabajo pagado y no pagado es el factor decisivo de la
tasa de explotación, y en consecuencia de la ganancia y de la modalidad de
acumulación.
-El
descenso de la tasa de ganancia tiene una serie de contra tendencias que
intentan anularla. De allí que el proceso de acumulación sea contradictorio, no
sólo porque tienda a la crisis, sino porque simultáneamente tiende a impedirla.
En el caso concreto de la crisis, donde se articula el estancamiento
económico con la inflación, Castell señala que ello es el resultado del
desarrollo contradictorio de estos dos aspectos: la tendencia al
descenso de la tasa de ganancia que origina el estancamiento, y el conjunto de
contra tendencias de signo opuesto que provocan la inflación estructural.
Una de estas contra tendencias que intenta anular la caída de la tasa de
ganancia es la intervención estatal, la cual persigue los siguientes objetivos:
-Desvalorización
del capital, asumiendo las actividades económicas no rentable.
-Subvenciones
de diversas naturalezas al capital privado.
-Cubrir
los costos de reproducción de la fuerza de trabajo.
-Estimular
el mercado a través de actividades improductivas que generan una demanda
agregada: gastos militares y burocráticos.
Un enfoque multicausal de la crisis.
Ernest Mandel
Para Ernest Mandel no se puede pretender explicar la crisis capitalista
partiendo de explicaciones unilaterales y mecanicistas y en tal sentido hace
las siguientes consideraciones:
"La teoría marxista de la crisis rechaza toda explicación
monocausal. Las crisis no se' deben exclusivamente al
exceso de capitales (sobre-acumulación o, lo que viene a ser lo mismo, a la
insuficiencia de la masa de plusvalía producida.
Tampoco se deben exclusivamente a la insuficiencia de poder de compra de las masas,
ni a la desproporción entre los dos departamentos
fundamentales de la producción: el departamento de los bienes de producción y el
departamento de los bienes de consumo. Todas estas
causas desempeñan un papel en el desencadenamiento de la crisis y en su
producción díclica, pero ninguna de ellas determina
por si sola el estallido regular de las crisis".
Mandel señala la necesidad de tomar en cuenta todas las determinaciones
y contradicciones internas del capitalismo para poder establecer sus nexos
orgánicos, de tal manera que se pueda dar cuenta de sus diferentes implicaciones:
- Sobreacumulación, pero reconociendo
que a ésta le acompaña una sobreproducción de mercancía.
- Subconsumo, pero estableciendo que a
los capitalistas no les interesa la simple venta, sino la venta con ganancia,
igualmente rechazando las versiones vulgares que plantean que la crisis se
resuelve con la distribución de ingreso, con aumentos salariales.
- La Anarquía y la Desproporción, pero negando cualquier versión armonicista donde la existencia de un
cartel general que regule la producción haría desaparecer la crisis.
- La caída de la tasa de ganancia, pero sin el sentido mecanicista que sugiere una causalidad lineal del
tipo:
- Caída de la Ganancia-Reducción del
Empleo-Reducción del Salario-Crisis de Sobreproducción. (34).
¿Distribuir el plusvalor o
abolir el proceso de valorización?
No se puede negar que la anarquía, la desproporcionalidad y el
subconsumo son aspectos que juegan un papel importante en el desarrollo de la
crisis, pero es necesario volver a tener en cuenta que dichos enfoques se
quedan en la esfera de la circulación, ya sea intentando armonizar las ramas
productivas a través del plan, estableciendo una correspondencia entre
producción y consumo.
Estos enfoques dejan intacto el proceso de "valorización" y
sus articulaciones con el proceso de trabajo, no tienen como punto de partida
la explotación del trabajo, sino su punto de referencia son:
- La asignación del plusvalor y su reparto
- El costo de reproducción de la fuerza de trabajo
De allí que las salidas para la crisis sean; planismo para hacer un
reparto proporcional del plusvalor, equidad en la redistribución del
ingreso. Es por eso que sostenemos que tales concepciones no coloca en
tela de juicio el proceso de valorización y su aspecto central: la extorsión
del trabajo, sino que se centra en la distribución del valor. .
Estas limitaciones de los enfoques tradicionales en torno a la crisis,
no sólo nos remite a un problema de tipo táctico en la elaboración de una
plataforma de lucha reformista, sino que evidencia la importancia de la
critica epistemológica que permita trascender la esfera de lo aparencial y
superar los puntos de partida de tales enfoques, colocando el acento en la
esfera de la producción real, el proceso inmediato de producción.
Christian Palloix:
Christian Palloix reivindicando esta perspectiva de investigación y
elaboración teórica, nos dice:
Resulta
obvio que esta formulación no se reduce a una opción "(...) Hay que
señalar también la convivencia que nos une (también
ton otros) acerca de las grandes opciones de
desarrollo de la investigación, desde la valorización hacia la acumulación, desde la
circulación hacia la producción (en la unidad de la
producción y circulación evidentemente) desde el beneficio hacia los modos de
extracción de la plusvalía (absoluta y relativa)
(...)"
"Solamente restaurando el espesar productivo del proceso de
trabajo, se deriva la única autonomía que impulsará el
curso de lo historio, lo autonomía de lo clase obrera, sujeto y no objeto "
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Carlos Marx. El Capital. Tomo
III, pags. 249-253.
Mijail Ivanovich Tugán-Baranoviski. Fundamentos teóricos del marxismo.
El derrumbe del orden económico capitalista. En El Marxismo yel Derrumbe del
Capitalismo. Siglo XXI Edil. México 1978, pág. 247.
Ibidem. Las crisis Comerciales en Inglaterra. ob. cit, pág.277.
Nicolai Bujarin. El imperialismo
y la acumulación. Edic cit, pág. 427-429
Rosa Luxemburgo. La acumulación del capital o en qué han convertido los
epílogos la teoría de Marx. Una anti-critica. El Marxismo y el Derrumbe del
Capitalismo. pág. 379.
Ibidem págs. 383-384. .
Natalie Moszkowska. Contribución a la crítica de las teorías modernas de
las crisis. Cuadernos de Pasado y Presente Nº 50. México 1978, pág.97
Ibidem. pág.99.
Paúl M. Sweezy. Teoría del Desarrollo Capitalista. FCE. México 1974, 27
pág. 117.
Ibidem. págs. 113-115.
Henrik Grossman. La Ley de la acumulación y del derrumbe del
sistema capitalista. Siglo XXI Edil. México. 1979. págs. 85-86.
Ibidem. págs. 129-131.
Paúl Mattick. Marx y Keynes.
Ediciones Era. México. 1975. pág. 71. (31) Manuel Castell. La teoría de la
crisis económica y las transformaciones del capitalismo. Siglo XXI Edil. México
1978. Págs. 69-70.
Ibidem. págs. 107-109.
Ernest Mandel. La teoría de las crisis y las depresiones económicas.
Revista Imprecar. 1985.
Ernest Mandel. Le Crisis. 1974-1982.
Les Faltes 1eur. interpretatión marxiste. Edit Flammarion. París 1982.
págs. 256- 259.
1.3.-EMPIRISMO-PRAGMATISMO Y SUS DERIVACIONES EN LA ECONOMIA BURGUESAS .
Publicado en https://www.aporrea.org/ideologia/a194101.html
29/08/2014
NOTA EXPLICATIVA: En el mes de Febrero del año 1997, publicamos un artículo sobre la
crisis capitalista en la Revista Cuaderno para el Debate No 6,
y recientemente fue reproducido en Aporrea.Org con el título “Crisis
orgánica del capital y utopía concreta”. http://www.aporrea.org/actualidad/a136493.html
Este trabajo fue escrito
en un momento de auge de los paquetes de ajustes de factura keynessiana o
de los “chicago Boys” (Lusinchi, Luis Herrera, CAP) y donde la teoría
crítica marxista brillaba por su ausencia.
Para ese entonces, se había
publicado nuestro ensayo “LA RECONVERSIÓN INDUSTRIAL EN EL NUEVO
MODELO DE ACUMULACIÓN”. Ediciones Primera Línea. Caracas. Octubre 1990,
siendo este artículo un resumen apretado de aquel texto.
En la actual coyuntura,
cuando la crisis orgánica del capital se profundiza, las previsiones de Marx
sobre las contratendencias que promueve el capital ante la caída de la ganancia
son impulsadas ahora de una manera salvaje como política anti-crisis, con sus
devastadoras consecuencias: intensificación de la explotación del
trabajo, incremento del desempleo, desvalorización del salarios y
eliminación de seguridad social, haciendo actual la consigna SOCIALISMO O
BARBARIE.
En tal sentido, una
lectura cuidadosa de este trabajo puede demostrar el poder
explicativo-comprensivo de la teoría marxista de la crisis capitalista.
En esa perspectiva, aquella
reflexiones de hace 15 años, guardan su pertinencia teórico-ideológica para
quienes estamos empeñados en sepultar el capitalismo y abrirle cauces a
la emancipación del trabajo, sobre todo en un contexto donde se pueden
encontrar evidencias de la reproducción de prácticas discursivas
keynessianas o neo-liberales
La comparación histórica de
los llamados “paquetes de ajustes” demuestra un terrible parecido con la jerga
sobre la NUEVA ECONOMIA POLITICA que el pragmatismo-empírismo está enarbolando
como receta del ajuste por venir.
(Invitamos a evaluar
término a término las propuestas del recetario aplicado por Lusinchi. Luis
Herrera, CAP y los balbuceos que se están haciendo sobre la política fiscal o
monetaria, saque sus propias conclusiones)
Estas líneas también
permiten comprender como la utopía concreta de la emancipación del trabajo, la
hemos defendido desde entonces, demostrando no ser una postura de
última hora, así como tampoco su contenido se remite a una crítica gratuita de
la actual gestión económico-financiera..
Como reivindicación de los
intereses históricos de los trabajadores, esta lectura de la crisis capitalista
y los paquetes de ajustes, es un aspecto inexcusable en la batalla de ideas
donde se concreta la lucha de clase en lo teórico. Vamos hacia una encrucijada que colocará en el orden del día la
confrontación ideológica: SUPRIMIR LA LOGICA DEL CAPITAL, CONSTRUYENDO EL
SOCIALISMO O REPRODUCIR SU METABOLISMO EN NOMBRE DE LA “REAL POLITIK”.
I.- Los Enfoques
Sobre la Crisis Económica y su Incidencia en los Programas de
Ajuste.
Para tratar de explicar y
comprender la actual coyuntura económico-social, se hace
inexcusable remitirnos a las diferentes perspectivas teóricas que le sirven a
los analistas como canon interpretativo, lentes, visión, concepción, los cuales
encuadran los datos e indicadores sobre la recesión -inflación (desempleo,
elevación de precios, déficit fiscal).
En términos muy puntuales
podemos indicar los siguientes enfoques en torno a la crisis:
A. El enfoque Keynessiano.
B. Reedición de la
Ortodoxia de los Clásicos Liberales. (Escuela de Chicago, "Chicago
Boys").
A.- El
enfoque Keynessiano
Durante la recesión de la
década de los años 30, la política económica librecambista, basada en la Ley de
Say que sostiene que el simple juego de la oferta y la demanda puede lograr el
equilibrio económico, entró en bancarrota.
En la literatura sobre el
tema, en la óptica liberal, se habla de la libre competencia, mecanismos de
mercado, mano invisible que regula todo el proceso de producción, circulación y
consumo de bienes.
El cuestionamiento a este
presupuesto, bien caro al liberalismo desde la perspectiva burguesa, fue
desarrollado por Keynes, quien formuló una teoría del ciclo económico donde
sostiene que existe una tendencia secular de la demanda a declinar,a no
coincidir con !a oferta, y es de allí donde provienen los desajustes.
Para evitar la caída de la
demanda (capacidad de compra de los sujetos económicos) debe entonces
intervenir un sujeto extramercado que no puede ser otro que el Estado.
De esta manera se puso en
discusión la creencia, bien vieja y tradicional, de que el mercado regula el
proceso económico.
En tal sentido, Keynes se
definió como partidario de una creciente intervención del Estado, como agente
regulador.
Particularmente
sugirió una serie de medidas anticrísis que ponen el énfasis en la
ampliación de la demanda agregada a través del gasto público, es decir,
utilizar la intervención del Estado para garantizar inversiones, compras,
créditos, en momentos en que los capitalistas se abstienen de hacerlo porque ha
bajado la tasa de ganancia y viene el proceso donde la producción y el consumo
caen de forma acelerada.
El punto de partida de
Keynes es que el ciclo económico y sus diversas fases: depresión, recesión,
recuperación y auge, se origina por la disparidad entre el ahorro y la
inversión.
La recesión será
entonces consecuencia de una propensión (deseo, inclinación, motivación
al ahorro por parte de los capitalistas, lo cual desestimula la inversión y la
producción).
La propensión al ahorro
está determinada por una serie de motivos: precaución, cálculos, avaricia,
especulación.
Para combatir tal tendencia
de los capitalistas, el Estado debe estimular la propensión al consumo y a la inversión,
contrarrestando de esta manera el estancamiento de la actividad económica. En
momentos de crisis existen mayores riesgos y crecen las mayores expectativas de
fracaso, siendo lo más común la tendencia a esperar una mejor oportunidad y
concentrarse en las especulaciones cambiarías donde se intentan aprovechar los
diferenciales de las altas tasas de interés.
En esas circunstancias, el
Estado debe implementar un conjunto de medidas (lo que ahora se denomina
Paquete de Ajuste) fiscales, financieras y monetarias, que estimulen el consumo
y la inversión. Y para lograr tal propósito debe manipular la tasa de interés
hacia abajo, para abaratar el dinero y facilitar los créditos, igualmente debe
generar una demanda adicional con el gasto improductivo del gobierno.
Este gasto del Estado posee
tres fuentes: mayores impuestos internos, ingresos por exportación y las
llamadas técnicas de endeudamiento.
Dentro de estas últimas, se
hizo muy común durante casi 40 años utilizar la técnica del "déficit
expending", que consiste en inflar el presupuesto público (el manejo del
déficit fiscal), desarrollar obras y otras actividades no necesariamente
vinculadas a la producción de bienes.
El Estado, para estimular
!a inversión privada y crear un clima de expectativas, hace gastos en
infraestructura, trata de garantizar facilidades crediticias, asume los gastos
de reproducción de la mano de obra (educación, salud, vivienda, transporte,
etc.). Pero cobra mucha importancia dentro de la óptica keynesiana, la
aplicación de un conjunto de medidas que pueden reanimar el ciclo económico
desde un punto de vista coyuntura!; para ello dirigen el esfuerzo hacia las
ramas de la actividad económica que son aceleradoras-multiplicadoras del
estímulo productivo (el efecto expansivo de la inversión monetaria). Por
ejemplo, si se estimula la construcción de obras públicas, carreteras,
escuelas, viviendas, ello genera una demanda de la industria que produce
insumos para la construcción: cemento, pintura, cabillas, etc. De allí se
origina un alza en el nivel de empleo, y por ende, en la capacidad adquisitiva
de quienes trabajan en dichas ramas.
Al producirse este efecto
expansivo las industrias producen bienes de consumo (para quienes trabajan
produciendo cabillas, cemento, y otros insumos) elevando la producción para
satisfacer dicha demanda.
Este es el llamado efecto
multiplicador de la inversión pública. Claro está que aquí se parte del
presupuesto ideal de que al inyectar una mayor masa monetaria se estimularán
los sectores productivos que no estén usando su capacidad plena, o que
ampliarán el plantel industrial o harán nuevas inversiones.
Pero en la práctica suele
ocurrir otra cosa:
* Un mayor estímulo a la
inflación.
* Crecimiento de las
importaciones.
Esto fue lo que
ocurrió exactamente durante el primer año de gobierno de CAP (1974),
donde se obtuvo un volumen muy alto de divisas petroleras y se usaron las
palancas de! endeudamiento público. A través de esta masa monetaria se financió
el crecimiento de la demanda interna agregada, y se desarrollaron faraónicos
programas de inversión en obras de infraestructura.Esas estrategias de
ampliación de la demanda y el encadenamiento del efecto expansivo
multiplicador, fracasó por lo siguiente:
* Se ignoró el rasgo
esencial de la producción capitalista: el comportamiento de la tasa de ganancia
y la acumulación como fin de la economía.
* La rigidez estructural de
la oferta para poder responder rápidamente a estímulos monetarios, ya que
existen deformaciones sectoriales entre la agricultura-industria, servicio-comercio.
* El carácter parasitario
de nuestra burguesía.
Por ello, el "Plan de
la Gran Venezuela", lejos de estimular la producción y la productividad,
lo que hizo fue multiplicar las importaciones para cubrir los déficit en los
bienes de consumo y otros productos, generando un saldo negativo en la balanza
comercial.
Del mismo modo, una gran
parte del gasto estatal fue utilizado en actividades terciarias: construcción
de conjuntos residenciales y locales comerciales, desarrollo del comercio importador,
expansión del sistema crediticio y financiero. De esta forma, el Estado
subsidió la rentabilidad de grupos importadores, constructores y "
banqueros (recordémonos de los 12 Apóstoles).
En el año 1978 la economía
nacional ya presentaba los signos de agotamiento del modelo de acumulación
(baja rentabilidad en los sectores productivos, subutilización de la capacidad
instalada, sobrediversificación de bienes, déficit en la balanza de pago,
déficit fiscal, crecimiento de los precios, erogaciones muy altas por el
servicio de la deuda, etc.) .
B-. Reedición de la
Ortodoxia de los Clásicos Liberales.
Contemporáneamente,
las teorizaciones entorno al neoliberalismo han sido hechas por la
llamada "Escuela de Chicago", bajo la inspiración de los trabajos de
Miltón Friedman. Con una nueva jerga y un nuevo cliché, se repite la vieja
creencia de la mano invisible del mercado como mecanismo para arreglar los
desajustes y fluctuaciones temporales de la producción.
En EEUU, en la década del
80, los alumnos de la Escuela de Chicago retomaron es la añeja propuesta de los
economistas vulgares -al decir de Carlos Marx- con un nuevo nombre:
"Economía de Oferta" (Supply Side), ubicando las causas de la crisis
en los siguientes factores:
* Un exceso de
participación e intromisión del Estado.
* El elevado gasto público.
* El déficit fiscal.
* La regulación de precios.
* El proteccionismo
estatal.
En tal sentido, el
recetario de esta tendencia para salir de la crisis prescribe las siguientes
medidas:
* Limitar la participación
estatal, estimular la competencia, reducir el déficit fiscal, racionalizar el
gasto público.
* Estimular la producción y
la productividad.
* La liberación de las
barreras: bajar aranceles, eliminar los subsidios, atraer las inversiones
extranjeras.
Podemos observar que tales
medidas han venido formando parte del "Paquete de Ajustes" que el FMI
impone para negociar las deudas y nuevos empréstitos.
Los técnicos del gobierno
de Luis Herrera Campins en el año 1983, inspirados en los esquemas de la
"Supply Side", aplicaron una política con líneas de acción de:
liberación de la oferta y restricción de la demanda.
Comúnmente se dice que el
keynessianismo es inflacionista, y que el neoliberalismo es recesionista,
porque uno manipula la inflación y el otro el desempleo y los bajos salarios.
Concretando esta estrategia
por el lado de la oferta, LHC aplicó este plan, el cual se basó en:
* Liberar los precios,
buscando elevar la oferta interna de los bienes.
* Bajar los aranceles,
eliminando las barreras proteccionistas, y por la vía de la competencia
internacional, obtener una mayor eficiencia y calidad de la producción
nacional, aprovechando las llamadas ventajas comparativas.
* Contraer el crédito y la
liquidez monetaria, estimulando altas tasas de interés, y la reducción del
gasto público.
Todo esto fue lo que se
denominó "el enfriamiento de la economía". Pero en realidad los
resultados en la aplicación del paquete neoliberal en e! gobierno de LHC,
fueron los siguientes:
* La liberación de precios,
que supuestamente estimularía la inversión en los sectores donde anteriormente
existían precios regulados(aumentando la productividad y por tanto abaratando
los precios) desconoció el comportamiento de la tasa de ganancia al igual que
CAP, y desestimó la estructura monopolista en el mercado nacional.
De hecho los sectores que
producen bienes de consumo masivo - fundamentalmente los bienes tradicionales:
alimentos, vestidos, calzados- están signados por una baja rentabilidad y de
suyo los capitalistas no tienen propensión hacia la inversión ya que no hay
rentabilidad. Por ello la liberación de precios y los otros estímulos
a la oferta no alcanzaron el objetivo de elevar la producción, sino que se
tradujo en una elevación de precios de la escasa oferta interna, además de que
los mismos productos que fueron liberados gozaron de las rebajas arancelarias,
es decir, fueron importados y vendidos más caros aprovechando tal liberación,
porque son los mismo grupos importadores los que tienen el control de la
producción agrícola e industrial.
* La contracción del
crédito y de la liquidez monetaria, trajo como resultado la asfixia financiera
de la pequeña y mediana industria.
* La demora y la
paralización de los pagos, el lento crecimiento de las ventas como producto del
enfriamiento de la demanda, profundizó la contradicción del aparato productivo.
Aquí es importante puntualizar que la crisis que hemos venido padeciendo combina
la recesión con la inflación simultáneamente, lo que obstaculiza la puesta en
práctica de los paquetes de ajustes.
De allí que hayan aparecido
nuevos términos para describir dichos fenómenos:
a-. Stagflación, que significa estancamiento de la producción con crecimiento de los
precios.
b-. Slumpflación, que señala un proceso de retroceso del aparato productivo, y al
mismo tiempo crecimiento de los precios.
Esto es los que se conoce
como "pantano de la recesión-inflación", que
hasta ahora no ha podido ser superada, colocando a los paquetes de ajustes ante
una paradoja:
Sí bien se trata de
reactivar el ciclo a través de la demanda agregada -vía gasto público-tal como
vimos en el enfoque keynessiano, ello se convierte en una propagación y
multiplicación de la inflación porque aumenta el circulante, y se amplían los
medios de pago, pero no la producción en forma simultánea, lo que conduce al
encarecimiento de los pocos bienes y servicios que existen.
Si por el contrario, se
trata de reducir el gasto público (en un país donde el gasto público es el
principal componente de la demanda) y restringir la liquidez (es el recetario
de la Escuela de Chicago), ello tiene efectos anti-inflacionarios, pero al
mismo tiempo genera contracción, lo que profundiza aún más el proceso recesivo.
Por ello, después de haber
aplicado estos lineamientos, LHC preparó el terreno para lo que más tarde sería
el Viernes Negro, es decir, la devaluación del bolívar y el control de
cambio.
Entre el Keynessianismo y
la Escuela de Chicago existen variadas diferencias en cuanto a donde poner el
acento al resolver los problemas de la crisis orgánica. Estos son:
* Para los keynessianos, lo
principal es el mercado interno, concretando la política de sustitución de
importaciones, lo cual hace obligante la aplicación de políticas
de redistribución del ingreso, intentos de alcanzar el pleno empleo y una
política salarial expansiva. Esto hace que tal política aparezca como
progresista y sea avalada por los sectores de la izquierda reformista y
socialdemócrata.
* En el caso de la
administración de LHC aplicó un paquete de ajuste neoliberal, sin poder
modificar la rigidez estructural del aparato productivo -a pesar de un
incremento en los precios del petróleo y la consecución de nuevos empréstitos-,
y al final de su gestión se agravaron los déficit, acompañados en ese
momentocon una fuga masiva de capital, quiebras y ruina de la pequeña y mediana
industria, y el crecimiento del desempleo
* La propuesta de Friedman
y sus alumnos de la Escuela de Chicago se concentra en la promoción de las
exportaciones no tradicionales, insertándose en el mercado mundial, reduciendo
los costos de producción, lo que comúnmente se traduce en: desempleo, bajos
salarios, eliminación de la seguridad social, nuevo régimen de prestaciones,
nuevas normas de contratación.
* Por lo general, en el
plano político, la propuesta de Friedman requiere de un gobierno de fuerza que
logre mantener el control social. Por ello se asocia a los sectores de derecha
y reaccionarios.
Tanto en el gobierno de
Lusinchi como en el segundo mandato de Pérez, se intentaron desarrollar los
enfoques de la Escuela de Chicago, centrándose en:
* Promover la entrada de
capital extranjero.
* Estabilizar la economía a
través de un proceso de ajuste y liberación que permitiese reducir los
desequilibrios macroeconómicos y reforzar la estrategia de desarrollo hacia
afuera.
Ya en el gobierno de CAP se
firmó una carta de intención con el FMI que pretendía combatir la inflación a
través de la restricción fiscal y monetaria. Esta política se basó en:
1-. Crear un sistema de
cambio único con el objeto de estimular las exportaciones no tradicionales.
2-.Subir las tasas de
interés para estimular el ahorro.
3-. Liberar los precios.
4-. Eliminar los subsidios.
5-. Aplicar los impuestos a
las ventas.
6-. Aumentar los precios de
la gasolina y de los servicios públicos.
7-.Congelar salarios.
8-. Privatizar empresas
estadales y de servicios públicos.
Como ya habíamos reseñado
con anterioridad, cuando vimos algunos aspectos del neoliberalismo, este no es
más que un recetario superficial para salir de la crisis.
Pero los obstáculos que
tuvo que enfrentar la estrategia de desarrollo hacia fuera -conocida como
globalización y estimulada mediante el desarrollo de las exportaciones no
tradicionales- tienen que ver directamente con el esquema actual de la división
internacional del trabajo, derivado de un nuevo modelo de acumulación mundial,
donde los grupos monopolistas internacionales le asignan un rol a nuestra
economía que supera la vieja experiencia de ser productores de materia prima y
se comienza a producir manufactura de exportación.
Para ver mejor este
problema es importante retomar brevemente los mecanismos esenciales que
tradicional mente sirvieron para la expansión capitalista mundial. Estos son:
* La exportación del
capital-dinero sobreacumulado.
* El ofrecimiento de
capital ocioso a través de créditos fáciles o especulativos ante la caída de la
rentabilidad de la inversión.
* Exportación del
capital-mercancía.
Los problemas de
sobreproducción de mercancía, hacen que nuestros países sean centro de
realización de las manufacturas que se quedan frías en los países
industrializados.
Sin embargo, existe un
proceso poco examinado por los estudiosos de la internalización del capital; se
trata de la exportación del capital productivo desvalorizado.
Como consecuencia de las
restricciones y bloqueos en la rentabilidad en los países imperialistas, ello
precipita la obsolescencia tecnológica -la vejez prematura de maquinarias y
equipos- siendo exportados donde todavía pueden ser rentables.
Esta exportación del
capital productivo desvalorizado es una de las fuerzas motrices de la
reconversión industrial.
Es obvio que tal proceso de
industrialización no se da por igual en todas partes. Y en la relocalización de
algunas ramas industriales, el capital internacional toma mucho en cuenta las
ventajas comparativas que ofrece el Estado nacional:
a-. El poder de
financiamiento de las importaciones del capital productivo desvalorizado.
b-. La flexibilización del
trabajo (nuevas formas de contratación y sindicalización: maquila) y la nueva
política salarial y de seguridad social.
c-. El abastecimiento de
materia prima y energía.
Esta estrategia, que se
centra en industrializar con capital productivo desvalorizado, está inspirada
en el ejemplo exitoso de la llamada banda asiática de los cuatro: Corea del
Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur.
Ahora bien, llevar a cabo
tal desarrollo exportador bajo este esquema supone compensar los desniveles de
rentabilidad en relación a la banda de los cuatro, es decir, imponerle a los
trabajadores venezolanos salarios de hambre mucho mas bajos de los que existen
en Taiwán, bajar los costos en seguridad social: privatizar la educación,
salud, vivienda, etc., incrementar la tasa de explotación del trabajo,
flexibilizando la jornada laboral. Todo ello se traduce en un ataque al empleo,
el salario social y las prestaciones.
Vencer las barreras de
entrada a algunos mercados es casi imposible ya que los grandes monopolios
están desarrollando una verdadera guerra comercial para preservar franjas de
mercado. Sólo con la subordinación (hoy llamada asociación inteligente) se
podrán hacer exportaciones en algunas ramas industriales donde se den las
llamadas ventajas comparativas y la especialización productiva (nuevas formas
de monoproducción). El proceso de reestructuración de la oferta a través de la
reconversión industrial pudo dar ciertos resultados en algunas ramas donde se
pudieron incorporar nuevas tecnologías (obsoletas en los países
industrializados, nuevas aquí"), contando con mercados externos sobre la
base de la supeditación al capital monopolista internacional, pero ello no
abarca al conjunto de la producción. De esta manera puede haber cierta
reanimación sectorial en un contexto general recesivo.
Subsumidos bajo la racionalidad del capital que acabamos de criticar
encontramos una serie de puntos de vista sobre la crisis, los cuales no superan
el límite de lo aparente". De allí que sea muy común encontrar un
conjunto de explicaciones donde abundan las descripciones empíricas con abultados
datos y estimaciones estadísticas, informaciones descontextualizadas,
desagregadas y sin conexiones internas. Así por ejemplo se señalan variados
indicadores donde se manifiestan los factores de crisis: inflación, desempleo,
déficit presupuestario, déficit de la balanza de pagos, etc, y las
explicaciones de rigor sobre las causas de tales fenómenos se circunscribe a
los problemas de oferta y demanda, a los cuellos de botella en los flujos
monetarios.
En su conjunto estos enfoques sobre la crisis capitalista no superan la
órbita de la circulación: intercambio mercantil, compra-venta de la fuerza de
trabajo.
Partiendo de esta esfera exterior, resulta muy difícil establecer las
verdaderas determinaciones de la crisis, quedando obviadas todas las conexiones
del proceso productivo y su articulación contradictoria: el proceso de trabajo
y la valorización, la dicotomía valor de uso-valor de cambio, el carácter dual
del trabajo como trabajo concreto-trabajo abstracto.
Obviamente tampoco es posible derivar las relaciones que posee esta
dinámica contradictoria con las deformaciones sectoriales e insuficiencias
estructurales, y particularmente la relación con las diversas expresiones de la
crisis: subconsumo, sobreproducción, caída de la tasa de ganancia.
Las anteriores consideraciones conllevan algunas conclusiones en torno a
la necesidad de superar tales enfoques, a través de la elaboración de una
teoría crítica, que en nuestro caso particular se reivindica del marxismo no
dogmático no manualezco.
1.4. CRÍTICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA Y EMANCIPACIÓN DEL TRABAJO
“Sólo es posible avanzar en la eliminación del
capitalismo si se eliminan las relaciones sociales de producción basadas en la
explotación del trabajo ajeno y, por consiguiente, si se eliminan los procesos
de acumulación privada del capital basados en la ganancia producida por la
explotación del trabajo…”
“La lucha contra la
explotación capitalista implica necesariamente el manejo del instrumental
teórico de la crítica de la economía política formulada por Marx, y la
construcción de un nuevo sistema de cuentas nacionales, sustentado en este
instrumental teórico, que permita establecer nuevos indicadores para la
planificación La lucha por la humanización del trabajo plantea la tarea de
sustituir el modelo desarrollista rentista de la economía venezolana por un
modelo de desarrollo endógeno integral y auto sustentable…”
BASES PROGRAMÁTICAS DEL PARTIDO SOCIALISTA
UNIDO DE VENEZUELA (PSUV) Aprobadas por el I Congreso Extraordinario del PSUV,
reunido en Plenaria, en Caracas, a los veinticuatro (24) días del mes de Abril
de 2010
Partiendo de la
reivindicación del marxismo como
teoría crítica, hemos adoptado el
enfoque de la explotación del trabajo como enfoque genético-estructural que
permite explicar y comprender la crisis que confronta el sistema.
Esta opción posee las
siguientes implicaciones teórico-ideológicas:
1. Profundizar la crítica
epistemológica, promover el debate y la
investigación en un ambiente intelectual donde la moda neoliberal hace estrago
y el pensamiento de lo que queda de la izquierda tradicional se refugia en el
keynessianismo.
Trascender la apariencia,
ir a la raíz de los problemas, hacer totalizaciones de la realidad concreta,
caracterizar el problema de las contradicciones que están presentes. Todo ello
es subversivo, ya que los apologistas y defensores del capital cuando formulan
diagnósticos, planes de acción y políticas de seguimiento frente a la crisis
orgánica, encubren o escamotean sus aspectos genético-estructurales, surgiendo
las siguientes distorsiones cognoscitivas:
* El diagnóstico se remite
a la esfera de circulación, distribución y consumo, sin profundizaren proceso
inmediato de producción. De allí parte la superficialidad y el nivel
descriptivo del análisis.
* De esta manera se
presentan agregados empíricos sin conexiones ni nexos causales.
* Se asumen enfoques
históricos, desconociendo la génesis y la evolución del proceso (profundización
de la pérdida de la memoria colectiva).
* La finalidad y los
objetivos son vagos y contradictorios tal como ocurre comúnmente en los planes
de la nación.
2.- Restituir el valor
explicativo-comprensivo del proceso inmediato 'de producción(proceso donde gobierna la valorización de! trabajo: la extorsión del
trabajo excedente como fin esencial y su conversión en ganancia} permite que la
función de la crítica alcance la esfera de lo ético-político y social. Esto
implica:
* Desentrañar los
mecanismos de la acumulación capitalista, lo que permite ilegitimar el origen
de la riqueza burguesa (no surgió del ahorro del trabajo capitalista, sino de
la apropiación del trabajo ajeno).
* Fundar la autonomía de
clase, ya no sólo en la esfera de la producción simbólica y de la
representación social, sino en la producción material,en los procesos de
trabajo.
* Responder desde
esta óptica clasista a las políticas anti-crisis desarrolladas por el capital,
colocando la lucha entre los trabajadores y el capital como el aspecto que
modula el comportamiento de la tasa de ganancia, la superabundancia de
mercancía o el subconsumo, es decir, asumir una concepción no economicista ni
determinista de la crisis, sino que interpreta el proceso mediado por las
relaciones de fuerzas y por la dinámica contradictoria propia del
capital:
• Producción
colectiva-versus-apropiación y acumulación privada.
• Separación entre la
producción y la compra (distorsión entre los valores de uso y los valores de
cambio).
• Enajenación del trabajo
concreto por el trabajo abstracto.
• Desproporción entre las
ramas y sectores económicos.
A partir de este cúmulo de
contradicciones la crisis deja de ser un accidente, por el contrario, ella es
el proceso mismo de constitución del capital. Por ello hablamos de crisis
orgánica, cuya separación sólo puede lograrse eliminando el conjunto de
relaciones de producción capitalista: relaciones de propiedad, división del
trabajo, etc.
Esta perspectiva del
análisis nos permite salirnos de la trampa de concebir como inevitable la
aplicación de los planes de ajuste, hacerlo gradualmente, o con rostro humano,
tal como lo asumen los reformistas de variados signos. Sostenemos que no somos
salvadores del capitalismo sino sus sepultureros, de allí que no participamos
en la administración de la crisis con políticas como las estrategias de
sobrevivencia, el pacto para aceptar la flexibilización del trabajo o la
liquidación de las prestaciones sociales.
Con este enfoque, en
consecuencia, se puede responder a los planes concretos que desarrollan los
sectores dominantes, ofreciendo salidas revolucionarias, y elaborando
plataformas de lucha en defensa de las condiciones de vida y de trabajo de los
explotados y oprimidos.
3-. Partir de la extorsión
del trabajo excedente (plusvalía.
plustrabajo, trabajo sobrante, trabajo no pago, etc.) y su incidencia en la
cuota de ganancia, para hacer una lectura sobre la naturaleza de la crisis, la
cual se puede manifestar de diversos modos:
* Sobreacumulación de
capital
* Sobreproducción de
mercancías
* Subconsumo
* Desproporcionalidad entre
sectores y ramas de la actividad económica, tal como suele ser en Venezuela la
deformación sectorial: por un lado, la industria pesada procesa materia
prima y elabora insumos materiales, la industria liviana ensambla, la
agricultura no produce los bienes alimenticios, el servicio y el comercio están
superdesarrollados en comparación con los otros sectores.
* El comportamiento de la
tasa de ganancia permite comprender entonces, por qué no hay propensión a
invertir en la agricultura o en algunas ramas de la industria (por la tendencia
de la tasa de ganancia a bajar en tales sectores, y los capitalistas no
producen para satisfacer necesidades colectivas, sino buscando el lucro
personal). En consecuencia no hay inversión ni ampliación de la producción.
De allí que los flujos de
capitales se dirijan a la esfera especulativa: negocio inmobiliario, bolsa de
valores, intermediación bancaria.
Carlos Marx afirmaba que
esta tendencia de los capitalistas de querer hacer dinero sin pasar por la
producción no puede durar indefinidamente, so pena de un colapso total: de allí
surge la necesidad de reiniciar o reanimar el ciclo productivo, por supuesto
con una mayor concentración y centralización de la propiedad (propiedad de los
medios de producción y de subsistencia en pocas manos), desarrollando una serie
de contratendencias a la caída de la tasa de ganancia.
En el tomo 3 de El Capital,
Marx reseñó dichas tendencias:
a-. La intensificación de
la producción (ya sea aumentando la jornada de trabajo o acelerando el ritmo de
la cadencia productiva).
b-. La desvalorización del
salario a través de las alzas de precios, eliminación de la seguridad social,
tratando de abaratar los costos de la fuerza trabajo.
c-. La desvalorización del
capital constante (maquinaria, equipos), eliminando los materiales no
competitivos, de tal manera que la quiebra o remate de las empresas permita
transferir ganancia (tal como sucedió en nuestro caso con la renta petrolera y
el endeudamiento público).
La crisis es, en
consecuencia, la puesta en práctica de este proceso que empuja la ganancia
hacia arriba, en este sentido todos los paquetes de ajuste (ya sean de factura
keynessiana o neoliberal) lo que hacen es llevar a la práctica los mecanismos
denunciados por el marxismo.
Ahora bien, tanto en la
caída de la tasa de ganancia como en la ejecución de las contratendencias, lo
que se verifica es la lucha a muerte entre capital y trabajo, y
eventualmente una lucha entre las diversas fracciones del capital.
Es en este punto donde se
politiza con más fuerza el análisis; los sujetos sociales entran en la escena
como autores y actores del proceso. En tal sentido, no se trata de una
tendencia mecánica y automática que conduciría al derrumbe del capitalismo, tal
como se sostuvo en algunas posturas catastrofistas.
El colapso del sistema
tiene que ver con la lucha político-social, con las fuerzas que se confrontan
en el escenario (militares, culturales. etc.).
Por ejemplo: el patrón
siempre ha luchado por hacer más largas y extensas las jornadas de trabajo, y
de igual manera para pagar un salario menor. Por supuesto, los trabajadores han
hecho lo contrario, y en última instancia, el resultado lo ha determinado la
capacidad de resistencia y de lucha de ambas partes. La clase en el poder posee
los mecanismos de presión (desempleo, carestía) y extraeconómicos
(represión policial, coerción legal, domesticación cultural) para imponer las
medidas de ajuste.
El cúmulo de
contradicciones que se desatan por llevar a efecto las contratendencias a la
caída de la ganancia (por ejemplo: incrementar la desvalorización del salario),
estimula la resistencia y la lucha de los trabajadores (movilizaciones, paros,
huelgas), lo que lleva a los capitalistas a hacer esfuerzos de negociación y de
conciliación para pactar la reanimación del ciclo económico.
Pero no sólo están
presentes estas contradicciones entre el capital y el trabajo, sino que las
otras contratendencias -desvalorización del capital constante, gastos improductivos
también afectan algunas fracciones capitalistas. Por ello la puja y conflictos
que se generan por las medidas gubernamentales que tienen que ver con:
* Política cambiaría
fiscal.
* Apertura y liberación del
mercado.
* Política salarial y régimen
de prestaciones.
Cada una de estas afecta de
manera distinta a los diversos sectores, de tal manera que la asfixia
financiera y crediticia, o la apertura fiscal por ejemplo, terminan arruinando
a los pequeños y medianos productores de la ciudad y el campo.
Pero no sólo se trata de
este conflicto con los pequeños productores, sino también se dan una serie de
contradicciones entre grupos monopolistas, quienes intentan acaparar el proceso
de quiebra de las empresas(tanto públicas como privadas), y de igual manera
salir bien paradas de la tasa de ganancia. Otros intentan sobrevenir evitando
pérdidas, o que se paralicen o destruyan sus activos. Para ello acuden a las
alianzas, asociaciones, fusiones.
Es necesario indicar que
estas contradicciones al interior de las fracciones del capital no son
antagónicas, así como tampoco agrupan homogéneamente a todos los grupos.
De la misma manera, resulta
importante puntualizar los riesgos políticos que están presentes cuando se
exageran algunas de estas contradicciones, cuando en realidad entre los
diversos sectores existen niveles de subordinación, cooperación, asociación,
que no ponen en peligro la totalidad del sistema en su conjunto.
Propuesta ante la Crisis
Orgánica de la Economía Venezolana.
Frente al proceso de deterioro
de las condiciones de vida y trabajo de la población, existen un conjunto de
planteamientos que responden a las diversas ópticas y a los intereses en pugna.
De allí que podamos sintetizar las posturas en tomo a la crisis de la siguiente
manera:
1. Respuestas que se
orientan por los enfoques keynessianos o neoliberales, con ajustes inflacionistas o recesivos (o una combinación de ambos),
buscando relanzar la tasa de ganancia hacia arriba, y haciendo caer sobre los
.sectores populares el peso de la reanimación del aparato productivo:
desempleo, carestía, impuestos, etc.
2. Propuestas reformistas
que se apoyan en las ideas fatalistas de que no se puede hacer nada sino
aceptar el ajuste; por ello lo que se
plantea es administrar la crisis, buscando compensar el impacto de las
medidas haciéndolas más graduales y protegiendo a los sectores vulnerables con
estrategias de sobrevivencia: beca escolar, bonos de desempleo, hogares de
cuidado, etc.
3. Propuestas también de
corte reformista, pero con un acento más nacionalista y anti-imperialista. Se trata de la tesis de "salvación nacional" en el contexto
del sistema capitalista. Se reviven las viejas consejas de los frentes
populares y de las alianzas con la burguesía nacional, tal como lo postuló el
stalinismo hace muchas décadas. La base material de este enfoque está en las
contradicciones que confrontan algunos grupos y fracciones del capital,
como son los pequeños productores y los sectores monopolistas conectados
históricamente con la política de sustitución de importaciones, producción para
el mercado interno.
4. Propuestas
anti-capitalistas, las cuales parten
ubicando las raíces genético-estructurales de la actual crisis, ofreciendo
respuestas en tres dimensiones histórico-políticas:
-- Una utopía concreta para
la nueva sociedad,
-- un programa de gobierno
revolucionario,
-- y una plataforma de
lucha para la coyuntura inmediata.
Una utopía Concreta de
Nueva Sociedad.
El conjunto de análisis de
los programas de ajuste, el contexto actual de sus indicadores estructurales
(de formaciones sectoriales, rigidez del aparato productivo, subutilización de
la capacidad instalada, sobrediversificación de bienes), y sus expresiones
coyunturales (desempleo, inflación, pobreza crítica) nos están indicando que cada
día tienen menos oxígeno las salidas reformistas, sobre todo si tomamos en
cuenta la pérdida de dinamismo de la renta petrolera -la cual tratan de
relanzar con !as políticas de apertura- y de los mecanismos del endeudamiento.
Cuando examinamos el
keynessianismo y neoliberalismo, señalamos las razones que conducen a que tales
programas de ajuste fracasen a la hora de eliminar las causas estructurales de
la crisis, pero esto no incapacita al bloque en el poder para equilibrar las
cuentas nacionales o reactivar algún sector económico. Cuando decimos que no
hay salida, queremos significar el hecho de que la solución de algunas de las
dificultades macroeconómicas -por ejemplo el déficit fiscal- se va a
lograr sobre la base de pechar más a la población, rebajar los costos
salariales (lo que va a implicar la eliminación de la actual seguridad social y
el régimen de prestaciones) utilizando nuevas formas de contratación como las
que se vienen utilizando para que el trabajador no acumule las prestaciones, a
través, por ejemplo, de una tasa de rotación en el empleo.
Tal contexto ofrece, como
nunca, condiciones para una impugnación a fondo de la dominación, y crea un
cuadro favorable para la insurgencia de una opción anti-sistema, la cual tiene
como requisito inexcusable el no confundirse con las propuestas reformistas
(programa de ajuste, pacto social, concertación nacional, salvación nacional).
Tanto en el conjunto de la
situación mundial como en nuestra sociedad particular, cada día cobra mayor
vigencia el proyecto de emancipación del trabajo. Paradójicamente en un momento
de desencanto, de desarme ideológico de quienes en el pasado asumieron poses
vanguardistas.
Veamos cuales son los
fundamentos que subyacen a nuestro ideal de nueva sociedad:
Cualquier examen que se
haga de la realidad social contemporánea encontrará los rasgos de las viejas
relaciones de producción capitalistas que Marx denunció en su época:
* Separación del trabajador
de los medios de producción y de subsistencia.
* Alienación del trabajo y
sus productos.
* Contradicción entre
trabajo concreto y trabajo abstracto.
* Dicotomía entre los
valores de uso y los valores de cambio.
El llamado desarrollo
científico y tecnológico no ha podido rebasar las relaciones de producción, ni
los nuevos productos que exacerban necesidades artificiales. Nada de esto ha
podido abolir la alienación, más bien ha profundizado sus rasgos inhumanos y
castradores.
La actual producción
material sigue no estando al servicio de la comunidad, del hombre como ser
genérico.
El hombre en la
producción de su existencia está mutilado, escindido, lo que ha creado:
a. Insatisfacción de las
necesidades elementales.
b. Expropiación del
saber-hacer.
c. Bloqueo y castración de
la sensibilidad.
Frente a estas realidades
es donde cobra mayor pertinencia la reactualización de los puntos básicos sobre
los que se sustenta cualquier propuesta alternativa. Estos son:
1. La superación de la
escisión entre trabajadores y los medios de producción y de ganancia.
2. La abolición de la
ganancia sobre el proceso de trabajo, eliminando la extorsión del trabajo, el
lucro como meta de la producción, colocando en su lugar ¡as necesidades
históricas y culturalmente determinadas por los pueblos.
3. La reducción de la
jornada de trabajo y la extensión del tiempo libre.
4. La cualificación de la
soberanía política de los ciudadanos, a través del ejercicio de la democracia
directa y la reabsorción de la sociedad política en la sociedad civil,
minándole las bases a la política como actividad separada de la dinámica social
cotidiana.
Para el logro de tales
objetivos de suyo se comprende que hace falta una revolución, donde los
explotados y oprimidos conquisten y a la vez construyan un nuevo poder, a
través del cual podamos transformar las actuales estructuras de dominación.
Esta es la utopía concreta
por la cual luchamos hoy, involucrando en nuestra perspectiva los siguientes
proyectos:
·
La gestión directa del
trabajo, articulada por el control directo de los trabajadores de la
producción, la distribución, el consumo, y la autogestión de este proceso.
·
El desarrollo de la
multilateralidad del trabajo concreto como de los valores de uso, es decir, del
trabajo directamente social sin la mediatización de relaciones mercantiles, o
de la estructura y los patrones de consumo, impulsando en su lugar necesidades
mas radicales o auténticas.
·
La abolición de la
racionalidad burocrática, construyendo un nuevo modo de producir conocimiento
que ayude a eliminar la división social del trabajo, la jerarquía y el
monopolio del saber.
·
La emancipación de la
sensibilidad, lo que nos conduce a la revalorización del afecto, el diálogo, la
cooperación y la solidaridad, como principios humanistas..
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.
Carlos Lanz. Explotación
del trabajo y crisis orgánica del capitalismo.
Suplemento Cultural de
.Últimas Noticias. Caracas. 1984. Parte l.
Carlos Lanz. La
crítica de la economía política como referencia para la
impugnación a la
apologética burguesa Mimeografiado. Caracas.
1.984
Carlos Lanz La reconversión Industrial en
el nuevo Modelo de Acumulación.Ediciones Primera Línea. Caracas.
Octubre 1990
PARTE
II
EJEMPLOS HISTÓRICOS-CONCRETOS DE LA CRÍTICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA
2.1. FORMULACIÓN
Y DESARROLLO DE LA MISIÓN VUELVAN CARAS
(Fragmento del ensayo “EL
DESARROLLO ENDOGENO Y LA MISIÓN VUELVAN CARAS”. Caracas, 26 de abril 2004)
RESUMEN
El presente trabajo es una
aproximación a los fundamentos conceptuales de la Misión Vuelvan Caras,
particularmente en lo que refiere a la concepción del Desarrollo Endógeno.
Este ensayo comienza con una reflexión sobre
la epistemología que predomina en planes y proyectos y sus derivaciones en el
reduccionismo, simplificación y ocultamiento de la realidad, particularmente,
la ausencia de sujetos sociales y el desconocimiento de sus intereses en juego.
Evaluando las deformaciones
estructurales que hemos heredado, se contextualizan tales déficits dentro de la
crisis orgánica que confronta el régimen de producción capitalista, y se
examinan algunos pormenores que motorizan la nueva División Internacional del
Trabajo. Considerando estas determinaciones del modelo
de acumulación mundial, se examinan sus repercusiones nacionales y las premisas
para superar su impacto desde la perspectiva del desarrollo integral e
independiente, fundamentado en el desarrollo endógeno y sustentable. A la tesis
original del desarrollo desde “adentro y por dentro”, se le agregan nuevos
tópicos referidos a los planteamientos de la economía social, la sostenibilidad
de los cambios propuestos y el empleo de la capacidad instalada del Estado, a
través de la sinergia interinstitucional.
También se examinan las características de los
Núcleos Endógenos de Desarrollo, la construcción de cadenas productivas y la
metodología de su construcción en la perspectiva de la democracia
participativa. De igual manera, se aborda el impacto que tienen las prácticas
burocráticas que se han heredado de la vieja república, las cuales operan como
obstáculos que bloquean la viabilidad de la Misión.
Finalmente, se reseña la propuesta formativa
para facilitadores y patriotas participantes en la Misión, apuntando hacia la
educación integral. En tal sentido, no sólo se definen contenidos programáticos
referidos al qué y al para qué, sino también a las estrategias metodológicas,
al cómo de su implementación como desarrollo curricular.
Presentación
La Misión Vuelvan Caras realizó el día 25 de
Marzo de 2004 el I Encuentro Nacional de Coordinadores y Facilitadores de los
Núcleos Endógenos de Desarrollo. En este evento el ciudadano Presidente de la
República, Cdte. Hugo Chávez hizo una larga exposición sobre la misión y la
concepción del desarrollo que postula la revolución bolivariana, reivindicando
la importancia de la formación ideológica.
En este
contexto, nos demandó realizar un esfuerzo urgente de elaboración de materiales
que socializaran y problematizaran la temática del desarrollo endógeno y sus
múltiples implicaciones.
En función de tal tarea, elaboramos un papel de
trabajo que lleva el título EL DESARROLLO ENDÓGENO Y LA MISIÓN VUELVAN CARAS,
donde tratamos de categorizar lo endógeno vinculándolo a la economía social y
al desarrollo sustentable. De la misma manera, en su viabilización, establecemos un nexo con la
sinergia interinstitucional que hay que construir, con la obligante
desburocratización del Estado y la formación permanente en la escuela de cuadro
también con una gestación embrionaria.
Este ensayo fue publicado en una pequeña
cantidad y entregado en las mesas del I Taller Integral de Alto Nivel realizado
el 2 de Abril de 2004, donde participaron los Ministros y Viceministros del
Gabinete, los directores de los diversos despachos y de los organismos
adscritos, de la misma forma participaron gobernadores, alcaldes, alto mando
militar e invitados especiales.
En esta nueva oportunidad, el Presidente de la
República Cdte. Hugo Chávez, acentuó los elementos críticos y autocríticos,
demandando de nuevo la profundización de la lucha ideológica, caracterizando
los principales rasgos de Misión Vuelvan Caras, como CATALIZADOR en el proceso
de transición.
De dicha exposición y de la discusión
realizada en las 26 mesas de trabajo, surgen importantes aportes que enriquecen
el proceso de elaboración programática de la revolución bolivariana,
considerando que a partir de este I Taller de Alto Nivel con el gobierno
central se detona un PROCESO DE RECTIFICACIÓN Y DE CAMBIO DE MENTALIDAD en la
gerencia pública y en los cuadros revolucionarios. En tal sentido, hemos
considerado pertinente seguir profundizando en este debate, incorporando nuevas
áreas temáticas al anterior borrador.
La pertinencia de la crítica epistemológica en la
gestión pública
Cuando evaluamos el carácter poco colaborativo
de algunos entes públicos, la poca pertinencia social de sus planes o
propuestas, tales déficits no sólo se pueden remitir al responsable o persona
que dirige la institución, sino que se hace indispensable encuadrarlo en una
perspectiva más global, donde se inscriben algunos aspectos de carácter teórico
y epistemológico que tensionan nuestro proceso:
1. Se siente con fuerza en planes, programas y
proyectos gubernamentales, las concepciones
estructuralistas donde no hay sujetos sociales (una reproducción casi textual
del PROCESO SIN SUJETO althusseriano), donde no hay historia ni raíces, tampoco
hay contextualización de la acción, así como tampoco se resuelven problemas.
Ello permite comprender como se han podido elaborar planes agrícolas sin
campesinos y sin afectar las relaciones de dominación en el campo o políticas
industriales que no de cuenta del nivel de concentración y centralización de la
propiedad en las ramas de actividad, que no integran a los trabajadores y
artesanos.
2.La visión y la acción atomizada de cada ministerio o ente público, no
es sólo un problema administrativo o de gerencia, sino que está en
correspondencia con una epistemología
empírico-analítica que fragmenta la realidad, un tipo de razón
técnica centrada en la disciplina y en la especialización, donde cada cual
tiene su pedacito, su parcela cognitiva. Es esta una de las razones del proceso
de desarticulación de la gestión pública.
3. Las relaciones aparenciales velan o oscurecen los conflictos de
intereses, surgiendo en los planes y programas, un lenguaje cargado de
eufemismos. Esto es muy notable en el terreno económico donde las
clases, fracciones o capas sociales se encubren con el término “AGENTES
ECONÓMICOS “.
Por
esto es posible dos contrabandos: a. El ser real es tratado como ser ideal,
dicho de otra manera, cualquier grupo oligárquico o sector monopolista, es
definido como AGENTE ECONÓMICO, con la misma identidad que los pequeños
empresarios o los trabajadores. b. Los intereses particulares, pueden pasar
como intereses generales.
4. La
Incapacidad de dar respuestas oportunas, la cual queda encubierta por los
formalismos, por el “cumplimiento“, es decir, por el trampeo de CUMPLO Y
MIENTO: papeleo, recaudos, etc.
Aplíquese
estas críticas epistemológicas a cualquier programa, plan o proyecto, y
encontrará que los parecidos no son meras coincidencias. Por todo lo anterior,
se requiere dar una batalla en el terreno de la epistemología, recuperando al
sujeto social frente al simplismo positivista y tecnocrático:
n Es básico identificar los intereses en juego y
llamarlo por su nombre, recuperar el valor de la palabra, tal como lo ha hecho
el Cdte. Hugo Chávez.
n Trascender las apariencias e
ir a la raíz de los problemas. Combatir la
fragmentación y la atomización del conocimiento con enfoques inter o
transdiciplinarios.
n Desburocratizar el pensamiento y la acción,
con menos formalismos y papeleo.
La
herencia y las deformaciones estructurales que tiene que enfrentar la Misión
Vuelvan Caras y el desarrollo endógeno.
La revolución
bolivariana ha heredado una pesada carga de exclusión e injusticia social, y a
pesar del esfuerzo materializado en planes y programas impulsados por el
gobierno nacional en estos últimos años, sus secuelas persisten, concretadas en
los actuales niveles de pobrezas.
Frente a tal
realidad, surge la Misión Vuelvan Caras, cuyo propósito esencial es cambiar el
modelo económico–social, político–cultural, que ha producido tal cuadro de
exclusión y de miseria, en este caso, colocando como eje articulador la
EDUCACION Y EL TRABAJO.
En esa
dirección, es indispensable reseñar brevemente los principales indicadores de
la herencia que nos legó el punto fijismo de la cuarta república:
a. Régimen de
producción centrado en el lucro y el afán por acumular riqueza. Existencia de
una “lumpenburguesía” que ha amasado una fortuna usufructuando el erario
público, parasitando la renta petrolera. De allí la centralización y la
concentración de la riqueza en pocas manos, monopolios y grupos económicos
enquistados en casi toda la economía nacional.
b. Deformación estructural, que se constata en la
desproporción de los sectores económicos: sector primario signado por la
monoproducción, con poco valor agregado, agricultura en ruina, sector de
servicio y comercio hipertrofiado, es decir, un desarrollo que no guarda
proporción con la base agrícola–industrial.
c. Burocratismo e ineficiencia de la administración
pública, bajo el sello del clientelismo y la corrupción.
d. Deterioro creciente de las condiciones de vida y
de trabajo de la población: desempleo, insalubridad, analfabetismo, etc.
e. Dictadura
de la partidocracia y caricatura de democracia, centrada en la manipulación del
sufragio y su producto en la democracia representativa.
f. Fractura de la identidad nacional y
desvalorización de los valores patrios, con sus secuelas en las relaciones de
dependencia y tutelaje colonial del imperio.
Ahora bien,
aquí es importante preguntarnos cuál es la raíz genético–estructural de los
anteriores déficits, ya que en su conjunto no poseen una factura nacional, sino
que están insertados en un contexto más global, vinculado al modelo de
acumulación mundial, lo cual hace obligante examinar de una manera sumaria los
principales rasgos de la crisis orgánica que vive el capitalismo, tomando para
tal efecto, algunos fragmento de un ensayo que elaboramos para el Congreso
Bolivariano de los Pueblos titulado CRISIS ORGANICA DEL CAPITAL Y LA HEGEMONIA
DE LOS EEUU ( 24 de Noviembre 2003) .
Al plantearnos el análisis del entramado de
contradicciones que confronta el régimen de producción capitalista, se hace
necesario partir de una caracterización de la internacionalización y de las
exigencias de la valorización–acumulación (la ganancia y el lucro como móvil de
la producción), particularmente sus implicaciones en la División Internacional
del Trabajo.
La sumisión
real del trabajo al capital, adquiere en la actual coyuntura histórica nuevas
características, en cuanto a la aplicación en gran escala de las INNOVACIONES
TECNOLÓGICAS, lográndose altos niveles de automatización de los procesos
productivos, donde cada vez más se reduce la franja de la fuerza de trabajo
empleada. Este proceso se expresa como una contradicción estructural, ya que
cuando el progreso técnico no logra incrementar simultáneamente la tasa de
plusvalía, se genera una elevación en la composición orgánica del capital y una
caída de la rentabilidad. Tal situación se va a reflejar entonces en el
comportamiento de la tasa de ganancia y su tendencia decreciente.
Esta contradicción, que posee rasgos orgánicos, hace
que en los principales países imperialistas (EEUU, Japón, Alemania, Francia,
etc) la valorización-acumulación del capital presente la siguiente dinámica
contradictoria:
n La utilización de las
innovaciones tecnológicas lleva aparejada la sustitución de trabajo muerto, que
reduce tendencialmente la base de creación de nuevo valor (en la teoría del
valor–trabajo marxista sólo la fuerza de trabajo del obrero crea valor, ya que
la máquina lo que hace es transmitir su valor pero no genera uno nuevo) y esto
conduce a restringir la valorización y a mermar la rentabilidad del capital.
n En los procesos de trabajo
se genera un incremento en la simplificación de las tareas, se reducen las
interrupciones, se eliminan algunas porosidades de la jornada de trabajo, se
acelera la cadencia y el ritmo de producción. De esta manera se incrementa la
explotación del trabajo, se produce masivamente mercancías, se acelera la
rotación del capital fijo, es decir, el trabajo cristalizado en las máquinas se
transmite rápidamente.
n Esta tendencia expansiva y
de elevación de la productividad choca con obstáculos y barreras, entre las que
están: la duración de la jornada de trabajo y la resistencia obrera, la
sustitución del trabajo vivo que tiene un límite donde puede hacer descender la
tasa de ganancia, el subconsumo que no permite utilizar la economía de escala.
n Por otro lado, la aguda competencia entre
diversas fracciones monopolistas, acelera el desarrollo y la aplicación
tecnológica, provocando el fenómeno de la DEPRECIACIÓN MORAL Y FÍSICA DE
MAQUINARIAS Y EQUIPOS. 8 Estos últimos puntos de estrangulamiento de la
valorización–acumulación en las principales economías hegemónicas, han obligado
a impulsar unas líneas de políticas externas donde se contempla:
n EXPORTACION DE CAPITAL – DINERO SOBREACUMULADO
Ante la caída de la rentabilidad de la inversión, el capital ocioso es ofrecido
en créditos fáciles.
n EXPORTACION DEL CAPITAL
MERCANCIA Ante los problemas de sobreproducción, se convierte a los países
dependientes, del llamado “sur”, en centros de realización de las manufacturas
que han quedado frías.
n EXPORTACIÓN DEL CAPITAL
PRODUCTIVO DESVALORIZADO. En la literatura de izquierda abundan los análisis en
torno a las dos primeras formas de intervención imperialista, pero poca
atención se le ha prestado a la desvalorización del capital constante como UNA
CONTRATENDENCIA A LA CAÍDA DE LA TASA DE GANANCIA.
Marx habla de la desvalorización del capital, tanto
en sentido físico como moral. El uso del capital conduce en el transcurso del
tiempo a su desvalorización, pero la desvalorización moral ocurre en época de
crisis, cuando la competencia impone la renovación prematura de las
instalaciones industriales. En la competencia, el capital renueva los equipos
buscando obtener mayor productividad, obtener una cuota más alta de plusvalía y
lograr una tasa también mayor de ganancia, pero al introducir nuevas
maquinarias, las más viejas se desvalorizan “moralmente” antes que hayan
transferido su valor. Cuando las nuevas maquinarias transfieren más rápidamente
su valor --por la velocidad de rotación- esto se convierte para su dueño en una
ventaja competitiva, particularmente en las coyunturas donde la resistencia
obrera se opone a la intensificación de la explotación y hay problemas de
subconsumo. Con una cuota de plusvalía estable, poseer máquinas que transfieran
su valor en menor tiempo da ventajas sobre quien posee maquinarias que tardan
más en transferir su valor. De esta forma surge la irracionalidad de abandonar
maquinarias sin haber rendido su vida útil.
De allí que el desarrollo de esta contratendencia a
la caída de la tasa de ganancia haya hecho surgir lo que se ha denominado
OBSOLESCENCIA PROGRAMADA, mediante la cual se planifica la aceleración de la
velocidad de rotación del capital fijo. En este caso no se trata de postular
una visión mecanicista o economicista sobre el comportamiento de la tasa de
ganancia y su incidencia en la crisis capitalista. Sostenemos que en la medida
en que las luchas obreras mantienen a rayas la
cuota de plusvalía -impidiendo la extensión de la jornada de trabajo o
la desvalorización del trabajo- aparece la tendencia que coloca el énfasis en
los mecanismos de REALIZACIÓN DE LA PLUSVALÍA (aceleración de la velocidad de rotación
del capital fijo, mejorando el transporte y las comunicaciones, la
administración del stock y el almacenamiento, de la misma manera multiplicando
los esfuerzos de mercadeo y venta).
Tal proceso entraña modificaciones en el proceso
productivo que podríamos resumir en el siguiente orden:
TERCIARIZACION DE LA
MANUFACTURA.
Incremento del papel de los
servicios y el comercio. Multiplicación del uso de insumos terciarios, tales
como: investigación y desarrollo, diseño, estudios de mercados, extensión del
crédito, tarjetas, giros bancarios, planeación y control de la producción,
utilización de la micro-electrónica, donde la información, la recolección y
procesamiento de datos para la toma de decisiones se mercantiliza. Surge la
telemática como una industria (red de comunicaciones, bancos de datos, sistemas
de contabilidad, servicios bancarios).
OBSOLESCENCIA PROGRAMADA
El
planeamiento del ciclo de vida de los bienes adquiere una mayor dimensión. En
vez de propugnarse la economía de escala con productos homogéneos y masivos,
como en el caso del MODELO FORDISTA, en estos momentos se promueve la
producción de variados productos, llamado también economía de gamas, las cuales
son series muy cortas, que obliga a cambios e innovaciones constantes.
De esta manera se potencia la SOBREDIVERSIFICACION
DE BIENES Y SERVICIOS, debiendo encarar el problema de la subutilización de la
capacidad instalada, inmovilizando más el capital fijo. Como diría Schumpeter,
se trata de UN PROCESO DE DESTRUCCION CREATIVA, donde la ganancia regula la
innovación tecnológica, con todo lo irracional que significa tal proceso.
Por ello, es clave tener en cuenta la exportación
del capital productivo desvalorizado de parte de los países imperialistas, como
uno de los motores de que determinan la nueva División Internacional del
Trabajo y la inserción particular de nuestros países en este nuevo orden
mundial.
Las anteriores características de la
valorización–acumulación conducen a modificar las normas de rendimiento en los
puestos de trabajo, apareciendo nuevas formas de NEO-FORDISMO:
n Nuevas exigencias en la
cualificación laboral y en la contratación colectiva.
n Nueva estructura del empleo,
del salario y los patrones tecnológicos
n Nuevos patrones de consumo
n Nuevo tipo de gerencia, con
el apoyo de la ingeniería humana: calidad total, motivación al logro, etc.
El capital
monopolista cristalizado en los bloques hegemónicos: EEUU, JAPON, Comunidad
Europea, en este marco de la división internacional del trabajo, mantendrán la
hegemonía, dominando el campo de las tecnologías de punta (microelectrónica,
biotecnología, nuevos materiales y delegando un tipo de industrialización
especializadas en los países del tercer mundo, utilizando las llamadas ventajas
comparativas: salarios bajos, materia prima barata, infraestructura, seguridad
jurídica). Este tipo de industrialización tutelada, no es otra cosa que la
multiplicación de las maquiladoras, la flexibilización o desregulación del
trabajo, privatización, proceso este donde las transnacionales manufacturan
partes y componentes en aquellos países con salarios bajos, escasa sindicalización,
materia prima e insumos con bajos precios. Este tipo de industrialización,
comporta una serie de variantes en la organización de la producción, la
estructura tecnológica, el empleo y la distribución salarial (siendo un aspecto
resaltante el llamado trabajo domiciliario o trabajador por cuenta propia). De
esta manera el capital monopolista internacional a través de un sin número de
intermediarios controlan a miles de personas, en una red de salarización
indirecta, flexibilizando el mercado de trabajo, reduciendo los costos en la
contratación.
Es por ello que se puede decir, que el sector
informal de la economía es FUNCIONAL a este modelo de acumulación. La
estrategia de sobrevivencia, la transferencia de responsabilidades en la
prestación de servicios, el traspaso de ganancias y utilidades, coloca al
sector informal como una colonia del sector formal. Particular importancia
adquiere la unidad doméstica (la familia, el hogar como espacio de producción
de bienes salariales, alimentos, vestidos, servicios de educación, salud, etc.)
jugando cada día un mayor rol en el abaratamiento del costo de REPRODUCCION DE
LA FUERZA DE TRABAJO y por ende en una modalidad de DESVALORIZACIÓN DEL SALARIO
y de elevación de la cuota de ganancia.
En términos de la valorización–acumulación,
éste es el verdadero significado de la informalización, terciarización de
nuestras economías. Partiendo de las anteriores consideraciones donde hemos
establecido algunos nexos orgánicos entre la valorización del capital y el
proceso de internacionalización, vamos a examinar de manera breve las
repercusiones que tienen los anteriores aspectos en la modalidad de
industrialización adoptada en América Latina, conocida como la sustitución de
importaciones:
n Los monopolios financieros
han facilitado líneas de créditos, con el objeto de que los países dependientes
financien la adquisición de bienes intermedios y el capital que requiere la
industria sustitutiva.
n El capital transnacional ha
invertido directamente en las industrias que sustituyen importaciones,
induciendo patrones tecnológicos y de consumo que se adecuen a la oferta de los
países imperialistas, de tal forma que tal industrialización no ha pasado de
los ensamblajes de partes, particularmente la industria automotriz,
electrónica, electrodoméstico. Estos dos primeros puntos han tornado crónico el
déficit en la balanza de pago, y han acelerado el proceso de endeudamiento que
hoy conocemos.
n Aplicar procesos de trabajo
intensivo, de tipo fordista o neofordista, con métodos de producción masivos,
requiere de un mercado amplio y en continua expansión, ya que de lo contrario
surge el problema de la capacidad ociosa y el no aprovechamiento de la economía
de escala. Las fronteras del mercado interno y de las tendencias regresivas en
la distribución del ingreso han generado verdaderos obstáculos para el
aprovechamiento de estos métodos productivos.
n El capital productivo
“desvalorizado” con el cual se impulsa la sustitución de importaciones,
consiste en capital fijo cuya rentabilidad tiene bastante que ver con la
aceleración de su ciclo de rotación, haciendo que maquinarias y equipos
trabajen con toda su capacidad instalada. Por ello, el anterior obstáculo
referido a la restricción del mercado, conduce por esta vía a encarecer los
costos de producción.
n Dependencia tecnológica, que
impide la asimilación de dichas técnicas productivas, hecho este que está en
correspondencia con los intereses de las transnacionales, que por un lado salen
de las tecnologías obsoletas y contaminantes, y por el otro lado mantienen el
monopolio de la tecnología de punta. Debe resultar obvio que tal proceso de
industrialización no se da igual en todas partes, y en la “relocalización” de
algunas ramas industriales, el capital internacional toma muy en cuenta las
“ventajas comparativas” que ofrece cada Estado Nacional:
n Poder de refinanciamiento de
las importaciones del capital productivo desvalorizado, de los insumos y
materias primas para el proceso sustitutivo, bajo el esquema de que en el futuro
las exportaciones permitirán pagar las deudas contraídas.
n Garantías de ampliación del
mercado interno, que permitan la aceleración de la velocidad de rotación del
capital fijo, que permita la producción intensiva.
n Mano de obra barata,
flexibilización laboral y desregulación de la seguridad social.
n Abastecimiento seguro de
materia prima y de energía. El flujo de inversiones y la transferencia de
capital productivo han estado condicionados por la existencia de las anteriores
exigencias.
n En tal sentido, es básico
partir de tales demandas a la hora de intentar atraer “nuevas inversiones”,
siendo ilusa cualquier política que no contemple dicha agenda. Queda
sobreentendido por qué un proyecto nacional que apunte al desarrollo
independiente y se base en las fuerzas propias, no va a contar con el visto
bueno del capital internacional.
La inserción de la
economía nacional en esta División Internacional del Trabajo y el “desarrollo
del subdesarrollo”.
En el caso particular de Venezuela, el proceso
de industrialización por sustitución de importaciones, ha tenido como palanca
la renta petrolera y los mecanismos de la deuda, aparte de estos dos rasgos que
matizan las particularidades de nuestro proceso, encontramos los mismos rasgos
del proceso general en América Latina:
n Ha estado orientada hacia la
manufacturación de bienes de consumo que siguen patrones importados, con un
alto coeficiente de insumos y bienes de capital importado, situación ésta que
estrangula cualquier efecto “multiplicador” en la economía interna.
n La participación del capital
transnacional ha sido alta, ubicándose en sectores tales como molinería,
alimentos concentrados, bebidas, textiles, química, papel, vidrio, aluminio,
productos alimenticios. En el caso venezolano, esta participación a estado focalizada
territorialmente en la parte norte-costera, con los rasgos de economía de
puerto o enclaves, generando los desequilibrios en el poblamiento y en la
distribución de los recursos. En otros momentos se ha conceptuado este proceso
como DESARROLLO DEL SUBDESARROLLO.
n Las industrias instaladas
usan una alta intensidad de capital, con tecnologías ahorradas de mano de
obra.
n Baja rentabilidad por los
problemas de productividad, subutilización de la capacidad instalada,
sobrediversificación de bienes. Este último punto merece un comentario
adicional, ya que es un nudo contradictorio donde se evidencia el agotamiento
del proceso sustitutivo.
Como ya dijimos, el capital productivo desvalorizado
que se ha importado en el proceso de industrialización tiene como base los
procesos de trabajo tipo “fordista”, con una cadencia productiva y métodos de
producción masiva, lo que exige para su realización o venta, la existencia de
un consumo masivo, es decir, un mercado en expansión, ya que de lo contrario
aparece el fenómeno de la capacidad ociosa, sin sacarle provecho a la economía
de escala y encareciendo los costos de producción, igualmente al no existir una
franja de mercado suficiente aparece otro fenómeno que es la
“sobrediversificación”: un mismo producto con igual cualidad como valor de uso,
se produce en pequeñas series, en varios diseños y empaques. Al no existir una
producción estándar no se pueden abaratar costos por la vía de la producción
masiva, sino que al contrario existen ingentes pérdidas y derroche de materia
prima, obligando a multiplicar el costo en publicidad y diseño, e igualmente
hace obligante que los equipos y maquinarias sean sometidos a paradas bruscas,
ya que son series de productos relativamente pequeñas y diversas. La
sobrediversificación también se conoce como “economía de gamas”, requiriendo
una alta “flexibilización en el uso de la fuerza de trabajo”: empleo
polivalente, cambios en los turnos, etc.
En resumen, podemos entonces concluir que al proceso
de valorización nacional, si le quitamos la muleta del subsidio, de la renta
petrolera y de los mecanismos de endeudamiento, dejan descubiertos tres puntos
de estrangulamiento de la acumulación en términos de la lógica capitalista:
n Como ya señalamos, el uso de
técnicas intensivas ahorra fuerza de trabajo, genera desempleo y reduce la
franja de valorización, baja la tasa de ganancia al aumentar la composición
orgánica del capital sin simultáneamente poder obtener una mayor plusvalía.
n El subconsumo derivado de la
baja capacidad adquisitiva de la población, y por las normas de consumo
impuestas por el modelo, obstaculiza el aprovechamiento de la economía de
escala.
n De allí se origina la
subutilización de la capacidad instalada y la sobrediversificación de bienes,
con las consecuencias en la subida de los costos, formando parte de la
“inflación estructural”, ello reduce la capacidad competitiva de la industria.
La importancia de valorar adecuadamente estas
limitaciones estructurales en el desarrollo endógeno.
En Venezuela
es muy común hablar de planes de desarrollo, olvidando las raíces o el carácter
orgánico de las contradicciones anteriormente reseñada y aquí asume toda su
vigencia la crítica epistemológica que reseñamos al comienzo de este ensayo. Se
trata en muchas ocasiones de un desconocimiento intencional de la naturaleza
del régimen capitalista, en otros casos, están presentes concepciones
superficiales en torno a la problemática económica. Por ello creemos que es
clave que en la Misión Vuelvan Caras se investigue y se debata en torno a esta
problemática ideológica. La producción que sigue las metas de la extorsión del
trabajo, la ganancia y el lucro, conduce a la anarquía, a la sobreproducción de
capitales y mercancías, a la desproporción o deformación sectorial (ruina de la
agricultura, estancamiento en importantes ramas industriales, servicios y
comercio que no guardan proporción con la base productiva).
Al no tomar en cuenta el fin esencial de la
producción capitalista (la producción de plusvalía y su conversión en ganancia)
las propuestas de desarrollo, chocan con las anteriores insuficiencias
estructurales y coyunturales que están moduladas por los intereses de las
diferentes fracciones del capital. No existe ningún patrono que tenga como meta
satisfacer las necesidades de la población y no se sabe como se va a conciliar
la búsqueda de la máxima ganancia con el interés común. Esto lo vemos muy
claramente en la crisis del sector agrícola: mientras la cuota de ganancia en
el campo sea menor que la tasa de interés, por ejemplo, los capitales se
concentran en la intermediación bancaria sin importarle para nada la seguridad
alimentaria o el bienestar de la población. No reconocer esto, conduce a varios
extravíos teóricos, cuyas consecuencias son “lecturas ausentes “, olvidos y
recortes de la realidad:
1. Ignorar
que el comportamiento de la tasa de ganancia, cuya oscilación es el verdadero
termómetro de la producción, indica cuando hay propensión a invertir, realizar
innovaciones tecnológicas, reactivar alguna rama de actividad.
2. Desconocer que en el régimen capitalista no hay
libre competencia, ni juego libre de oferta y demanda, sino una tendencia
secular hacia la centralización y concentración de la propiedad, de allí la
formación de monopolios y oligopolios.
La
superación de las deformaciones sectoriales desde las perspectivas de la Misión
Vuelvan Caras.
En función de superar las deformaciones
estructurales antes descritas y potenciar un crecimiento económico con equidad
y justicia, es indispensable modificar las relaciones de producción
responsables de los actuales desequilibrios. Es por ello, que debemos inscribir
la Misión Vuelvan Caras en un proceso de transición que tiene como norte
construir un nuevo tejido productivo, fundado en las siguientes premisas:
1.- Incorporación de otra
racionalidad y otros valores en la producción de bienes y servicios. Ya no se
trata del afán de lucro y la máxima ganancia como móvil, sino la satisfacción
de necesidades colectivas. Primacía de los valores de uso sobre los valores de
cambio, permitiendo emplear la economía de escala, superar la subutilización de
la capacidad instalada y la sobrediversificación de bienes.
Se trata de un modelo mixto que posee las siguientes
características:
n Existencia de diversas
formas de propiedad: propiedad estatal, propiedad mixta, propiedad privada
(monopolista y no monopolista) propiedad colectiva autogestionaria.
n Presencia de un sector
regulado y bajo control social que coexiste con el mercado, para ello es
indispensable el control de precio y de la moneda. Esto demanda la
planificación democrática y la dirección consciente de la economía, dejando de
lado las “leyes ciegas del mercado” tan caras al neo-liberalismo.
2.Teniendo la Misión Vuelvan Caras la tarea de
fracturar el dominio que ejercen los grupos oligárquicos en la economía, es
necesario la alianza estratégica entre las empresas del Estado, la economía
asociativa, el sector no monopolista del capital nacional, la pequeña y mediana
empresa del campo y la ciudad. Desde el ángulo del sujeto histórico, esta
alianza demanda. construir un Bloque Social Revolucionario, bajo la dirección
de los trabajadores, integrando a los campesinos pobres, medianos y pequeños
empresarios del campo y de la ciudad, nuevos movimientos sociales y capas
medias, igualmente sectores del capital no monopolista que defienden el interés
nacional.
En el caso de la Misión Vuelvan Caras, la opción por
los excluidos es explícita: se busca incorporar a la economía social a un
1.000.000 de patriotas desempleados
3. Por ello, la economía asociativa no puede ser una
caricatura, o mecanismo de compensación de la pobreza, sino la construcción de un
nuevo tejido productivo, con el desarrollo del sistema cooperativo empleando la
renta petrolera y el gasto del Estado. Se promueve una mayor intervención de la
esfera pública, como palanca del desarrollo integral de la nación y no como
subsidio de la tasa de ganancia de la oligarquía del dinero.
4.- Al lado del cambio de las relaciones de
propiedad, también en el modelo es básico atacar la División Social del
Trabajo, la cual es otra de las relaciones de producción responsable de las
deformaciones estructurales:
n La división entre el trabajo
manual y el trabajo intelectual, que separa la teoría de la práctica, que
fragmenta y parcela la tarea, hace obligante construir otro tipo de relación
que desarrolle un nexo orgánico entre el saber y el hacer, desde una
perspectiva Inter o transdisciplinaria. Aquí cobra valor la categoría
EDUCACIÓN-TRABAJO, donde ya no sólo se trata de adiestrar o profesionalizar en
términos de especialización, sino de FORMAR INTEGRALMENTE al ciudadano, siendo
el politecnismo o las habilidades polivalentes una demanda de cualificación del
nuevo tejido productivo. En términos curriculares, esta es una de las premisas
fundantes del Proyecto Educativo Nacional (PEN). De igual manera, en el terreno
de la ciencia y la tecnología, las implicaciones de la división del trabajo
hacen estrago si no se rescata su dimensión humanista: CIENCIA CON PERTINENCIA
SOCIAL, y un desarrollo tecnológico innovador, donde se combinan los adelantos
científico-técnicos con el saber popular.
n La otra característica de la división social
del trabajo, que se materializa en la separación ciudad-campo, debe ser
abordada con las políticas de desconcentración territorial asociada al
desarrollo rural sustentable (incremento de la superficie nacional ocupada,
mejorar la infraestructura física y social, y aumentar la población y las
actividades productivas). En la Misión Vuelvan Caras el 50% está focalizado en
la agricultura, permitiendo atacar una de las deformaciones sectoriales que nos
hace vulnerable como país, en la medida que se ve afectada la soberanía y
seguridad alimentaria. Estos 4 puntos de partida programáticos son los que nos
permiten hablar con propiedad de cambios en las relaciones producción,
construyéndole viabilidad en la actual coyuntura al Plan de Desarrollo
Económico y Social.
2.1.1. LA ENDOGENIZACION DE LA PRAXIS
Foro
sobre desarrollo, territorio, población
realizado el día Martes 5 de octubre de 2004, en el Auditorium de la Biblioteca
Nacional Caracas
Publicado en https://www.aporrea.org/ideologia/a12382.html .
01/03/2005
Buenas Tardes,
compatriotas, hermanos, compañeros, camaradas. Para mi es gratificante
conversar un poco en este auditorio conjuntamente con el grupo de panelistas
sobre estos aspectos de la revolución bolivariana que tienen que ver con
territorio, población, aunque yo voy a centrarme en el desarrollo, o en los
tópicos que apuntan al debate sobre el desarrollo, muy puntualmente sobre lo
que implica hoy en Venezuela la propuesta del desarrollo endógeno e incluso
asumido desde la Misión Vuelvan Caras, de la cual formo parte desde sus inicios
como Coordinador de la parte formativa de dicha misión.
Y quisiera puntualizar ese
elemento introductorio, porque de golpe tengo la tentación de dar vueltas sobre
tópicos que apuntan hacia la historia, y básicamente suscribo el itinerario
intelectualmente que plantea el compañero que me antecede, porque esta es una
pelea palmo a palmo que hay que darla en la memoria colectiva, en el imaginario
de nuestra gente, en la reconstrucción de los acervos culturales; y he
elaborado un ensayo que es una recopilación de cosas que tienen que ver con el
proyecto Nuestra América y la trayectoria de la corriente histórica en
Venezuela, que ustedes tienen en sus manos, donde asumo que esta revolución es
cultural, y le había puesto el título inicialmente ¿O no será?, y alguien me
corrigió y me planteo que le pusiera O Reproducirá la Dominación, queriendo
señalar que hoy por hoy todas las experiencias de las revoluciones en el mundo dicen
que si no cambiamos los valores, las actitudes, las costumbres de nuestros
pueblos, el régimen anterior se restaura. Es decir, una tarea
importantísima de este proceso en este momento, tiene en el horizonte el cambio
de mentalidad.
Es una transición que el Comandante Chávez ha definido con cierta claridad y que yo suscribo sin ser un chavista acrítico o subordinado intelectualmente, pero que comparto plenamente. Hoy tenemos que dar un salto, hoy el gobierno revolucionario, el movimiento popular tiene que dar un salto en la conciencia colectiva, en la ideología; y en la Misión Vuelvan Caras, particularmente, hemos venido batallando por abrir una brecha en ese sentido, en la conciencia no solo del gobierno sino de los actores involucrados, quiero decir los lanceros, aquellos que son beneficiarios directamente de la misión. Y aquí ustedes podrán encontrar el hilo de parte de esa discusión que yo no voy a repetir, por supuesto, porque ustedes lo podrán leer con calma.
Voy a concentrarme en hacer como un marco diferencial entre lo que nos legó el puntofijismo en la concepción de desarrollo, y lo que nosotros planteamos hoy con fuerza y que debemos asumir como una tarea, digamos trascendente, si queremos hablar de revolución, revolución integral, porque el desarrollo endógeno apunta hacia la transformación profunda de las estructuras. Les hecho un cuento o una anécdota sobre esto. Hace dos años el equipo del Ministerio de Educación Superior, discutiendo con el Presidente Chávez uno de sus programas como lo es Todas las Manos a la Siembra, éste nos hizo una observación sobre la necesidad de enmarcar esta iniciativa en la perspectiva del Desarrollo Endógeno, porque en el programa Todas las Manos a la Siembra nosotros hablábamos de desarrollo local sustentable, de un desarrollo que tiene un anclaje en el lugar, en la parroquia, en la localidad, en el caserío; que tiene sus raíces sembradas en la conciencia, en la organización popular.
Pero, el Comandante Chávez nos dijo: «Miren yo vengo reflexionando sobre este problema, y tengo una preocupación que en Venezuela de golpe perdemos la brújula en muchas cosas; y les voy a pedir que ustedes como equipos intelectuales que están comprometidos, que elaboran teorías»- y casi se dirigió personalmente a mí para decir: «Carlos, tú que te la pasas investigando y que haces teorías o que te metes con el problema de la ideología, mira aquí está un texto de Oswaldo Sunkel el cual deben leer y trabajar de una manera crítica adaptándolo a nuestra realidad ya que no se trata de copiar. Yo les recomiendo que el proyecto que ustedes están planteando lo inscriban dentro de esta idea, ahí está una clave de lo que vamos a plantear, de lo que vamos a discutir.
A mi me pareció un gesto bien honesto intelectualmente, porque ningún ideólogo, un jefe de estado ante un público, en la cual estábamos los directores, los viceministros y el Ministro de Educación, se atreve a reconocer que él está en una búsqueda, está indagando, está proponiendo una salida. Para mí fue un acto -digamos- de humildad que me conmovió, y que me hizo tener mucha mayor confianza en el tipo de liderazgo que tenemos; digo yo sin ser un chavista trasnochado o acrítico. Porque aquí van a encontrar elementos críticos de nuestra gestión y particularmente al combate del puntofijismo en el seno de la revolución bolivariana..
Bueno, nosotros hicimos un
seminario sobre Oswaldo Sunkel, y de allí derivamos una caracterización de lo
que consideramos el desarrollo endógeno, los núcleos endógenos de desarrollo,
como era el caso del programa Todas las manos a la Siembra. Replanteamos una
definición de Núcleos Endógenos de Desarrollo Agrario Sustentable (NEDAS), y
trabajamos en eso desde hace dos años. De tal manera, que cuando aparece la
Misión Vuelvan Caras, el gabinete social que promovió ese programa en el cual
estaba la Ministra María Cristina Iglesias, le fue fácil tomar en cuenta que
habían antecedentes que estaban escritos, donde hay materiales, hay
experiencia, independientemente que nosotros tenemos que enfrentar aquí las
viejas concepciones del desarrollo, en el propio seno del gobierno
revolucionario.
Tenemos que enfrentar la herencia puntofijista en ministros, directores en línea, institutos autónomos, corporaciones regionales, gobernaciones, alcaldías, porque esta revolución está en una transición; como dice el compañero, aquí lo viejo no ha muerto y lo nuevo está naciendo.
Pero, aquí diríamos que la razón tarde o temprano se impone y se abren causes sobre la base de perseverar, de mantener una lucha ideológica y de buscarle viabilidad a estas propuestas. Entonces, cuando se monta el proyecto la Misión Vuelvan Caras no fue difícil que María Cristina dijese: «Los antecedentes de la Misión están en Todas las Manos a la Siembra «. Y por lo tanto debemos tomar en cuenta la fundamentación que tiene el desarrollo endógeno no sólo en Oswald Sunkel, sino en las elaboraciones que nosotros veníamos haciendo. Y quiero plantear aquí un elemento teórico de diferenciación o de matices que hay con la elaboración de este autor, para el debate y para los que hacen investigación es importante.
Oswaldo Sunkel es un neo-estructuralista, es como decir, alguien que plantea una concepción que no compartimos totalmente por sus raíces estructuralistas; incluso puede tener rasgos de industrialismo. En el enfoque de este autor no aparece la economía social ni la economía solidaria, ni la economía popular, lo sustentable, la sustentabilidad tampoco aparece claramente definida; el papel de la subjetividad es ingnorada, porque ustedes saben que los estructuralistas no reconocen el papel central del sujeto. Ya Althusser hablaba de un «proceso sin sujeto», okey, estructura más estructura, … ¿Pedro Pérez, como sujeto social, dónde está?. Por eso también en las elaboraciones he dicho que muchas veces se planifican y se elaboran proyectos desde una oficina, desde la burocracia del estado y uno no encuentra al sujeto.
Me he convertido entonces en una especie de paladín de la defensa del sujeto social, para preguntar cada vez que se hace una propuesta ¿dónde está el sujeto social, dónde están los excluidos, dónde está el sujeto político de este proceso?. Cuantos programas, y planes, y proyectos hemos conocido donde brilla por su ausencia una definición clara de cuál es el sujeto, de cuál es la problemática, de cuál es el contexto donde se inscribe es propuesta. Bueno, con esos elementos nosotros hemos librado una batalla campal, a veces silenciosa, a veces abierta; y hoy nos sentimos, digamos, reivindicados cada vez que el Comandante Chávez hoy dice que hay que profundizar la lucha ideológica, de que hay que dar un salto, de que hay que hacer la «revolución en la revolución».
Entonces, para quienes tenemos años en esto, en una pelea a veces contra la corriente, muchas veces silenciados, descalificados. Nos sentimos orgullosos de poder hablar desde el seno del gobierno, pero también desde el seno del movimiento revolucionario venezolano, porque no hemos renegado de nuestro proceso, hemos reivindicado lo que hay que reivindicar de esta herencia, de lo cual nos sentimos orgullosos. Incluso no nos sentimos a veces estigmatizados cuando el enemigo me dice a mí que fui guerrillero, que estoy ideologizando.
Lo he dicho abiertamente y públicamente, no tengo nada de que arrepentirme de las luchas del 60, más que esas luchas puntuales que intentan criminalizarme, y he dicho, bueno, lo que pasa es que aquí hay una pelea por intereses ideológicos, por propuestas alternativas, y no tengo ningún empache en decir públicamente que me siento orgulloso de esa trayectoria, y que hoy ni el gobierno, ni el Comandante Chávez, ni la Revolución Bolivariana me ha pedido a mi renunciar, abdicar, capitular teóricamente frente a estos desafíos, y con ese orgullo que alguien pueda definirlo como autosuficiente- porque frente al enemigo hay que ser orgulloso frente al imperio, frente a la dominación no podemos ceder
.
Y con ese orgullo quiero decir aquí que estas reflexiones están llenas de pasión y de sangre, de vitalidad, porque la revolución necesita eso hoy: voluntad política para producir cambios, e incluso, para ver nuestros propios errores y nuestras propias fallas. Entonces cuando hablamos de desarrollo endógeno, reivindicamos la motivación intrínseca también como la subjetividad del actor político, la internalidad, porque el desarrollo endógeno es algo que nace desde adentro, por dentro, desde adentro; esa es la palabra y así está conceptuado. Pero más allá de esa definición también hay que recuperar la dimensión cultural de lo endógeno, lo propio, nuestra herencia, nuestras raíces.
Y con ese orgullo quiero decir aquí que estas reflexiones están llenas de pasión y de sangre, de vitalidad, porque la revolución necesita eso hoy: voluntad política para producir cambios, e incluso, para ver nuestros propios errores y nuestras propias fallas. Entonces cuando hablamos de desarrollo endógeno, reivindicamos la motivación intrínseca también como la subjetividad del actor político, la internalidad, porque el desarrollo endógeno es algo que nace desde adentro, por dentro, desde adentro; esa es la palabra y así está conceptuado. Pero más allá de esa definición también hay que recuperar la dimensión cultural de lo endógeno, lo propio, nuestra herencia, nuestras raíces.
Por lo tanto lo endógeno no es una visión tecnocrática, economicista, no, es una visión integral de lo endógeno que tiene que conducirnos a reconocer nuestras fuerzas que no es sólo petróleo, porque más bien puede ser una maldición, no es hierro, no solamente son los recursos naturales, es el hombre, es el sujeto, y allí es donde somos muchas veces pobres en espíritu, porque hay que reconocer los elementos de distorsiones y perversiones que vive el pueblo venezolano en el terreno de los valores, en el terreno del comportamiento social; incluso en la negación de su propia cultura, porque aquí hay vergüenza étnica, aquí hay endoracismo, compañero; aquí hay desarraigo producto de toda la dominación imperialista y de toda la manipulación de los medios.
Entonces, el desarrollo endógeno no es cualquier cosa, y es verdad que el Comandante Chávez, preocupado, nos ha dicho a nosotros, en el debate, abiertamente, en la Comisión Nacional de Vuelvan Caras: «es que yo siento que los propios ministros a veces no están claros de qué se trata»; para que estemos también ubicados en eso. Los movimientos populares, los movimientos políticos que apoyan este proceso yo siento que no tienen claridad de qué estamos hablando cuando planteamos el desarrollo endógeno, y hay que librar una lucha muy abierta y muy fuerte, o hay que sociabilizar este debate y lanzarlo a la calle, con la ventaja de que el Comandante Chávez tiene una tribuna y es un vocero.
Ustedes ven que semana tras semana ha venido insistiendo, mandándonos a leer y a plantear el problema de fondo, porque ahí se está jugando el destino de esta revolución, así de sencillo. O seguimos el modelo tradicional de desarrollo con todas sus implicaciones, incluso con un enfoque progresista que muchas veces la CEPAL u otros sectores han promovido en América Latina, o empezamos a plantear un nuevo enfoque de desarrollo.
Les puedo también narrar como anécdota que estuve recientemente regresando de una conferencia que organizó los Estados Unidos, México y Canadá sobre crecimiento económico y desempleo; y también me siento orgulloso de haber desbaratado parte de esa estrategia que montaron los yanquis para hacernos creer que la propuesta que tienen ellos de empleo y desarrollo económico es el modelo a seguir. Pero fue promover el sub-desarrollo, por eso se ha hablado de que hay un desarrollo del sub-desarrollo, que tiene expresiones territoriales y poblacionales. Si uno revisa el tipo de poblamiento, de ocupación del territorio, veremos que se concentra en la parte norte-costera de Venezuela focalizado en una serie de enclaves económicos, y hemos dejado la mitad de Venezuela o la parte sur de Venezuela sin poblamiento, sin desarrollo, sin tener posibilidades, incluso, de acceder a servicios.
Eso no es una dinámica espontánea, eso corresponde a una inserción en la división internacional del trabajo, el imperio nos impuso una forma de desarrollo, o nos quiere seguir imponiendo bajo el enfoque neoliberal del ALCA; pero eso tiene un origen histórico y unas raíces estructurales que hoy podemos reconocer. He ahí un problema de deformaciones que tenemos que atacar. Por ejemplo, uno puede decir fácilmente, siguiendo a muchos economistas venezolanos, que aquí hay una desproporción sectorial; aquí la agricultura está en ruinas igual que la industria, más allá de procesar insumos, de producir partes.
Pero tenemos un comercio hipertrofiado; crecimiento súper grandísimo de los servicios y el comercio si lo comparamos con la base agrícola e industrial, estamos al día en el mercado global con la telemática, con las tarjetas de crédito, con los mecanismos de intermediación financiera, con las telecomunicaciones, pero, ¿y la papa?: importamos el 80% de lo que consumimos, el campo arruinado, abandonado. Esta deformación no ta de represión y de coacción. No, nosotros tenemos que hacer una revolución aquí para reconocer la necesidad de ir hacia el sur. Claro, el Presidente hoy plantea nuevos ejes de desarrollo, que ya no es solamente el Eje Orinoco-Apure, sino que vamos a trabajar con el Eje Norte-Llanero, que abarca desde Barinas hasta Monagas, porque antes de llegar al sur debemos llegar al centro. Esto en clave gramsciana se asemeja a la tesis de Messogiorno o la cuestión meridional donde Gramsci desarrolla la tesis de la hegemonía.
En Italia, el norte con Milan, Turín, es una zona con un gran desarrollo industrial y en el sur están los campesinos atrasados, la camorra siciliana y Gramsci plantea soldar el norte y el sur en un proyecto nacional, ese es el problema meridional. Trasladado este enfoque a Venezuela, entre Caracas, Valencia, Maracay, habría que establecer un puente económico-social-cultural para vincularnos con el Eje Orinoco-Apure; ¿Pero qué une a Apure con el Norte? Gramsci lo plantea en el terreno de la ideología, de lo ético- moral, del movimiento intelectual, pero que también tiene una expresión territorial, y parece que es un acierto que nosotros en el esquema de desarrollo del nuevo mapa estratégico, montemos el eje central del país que atraviesa este territorio que le estoy planteando. Porque está planteado, entonces, una nueva manera de ocupación del territorio y del poblamiento de ese territorio, y ahí empato con el tema de esta discusión, aunque no es el punto fuerte de mi intervención, pero si tiene unas consecuencias inmediatas sobre la desconcentración territorial como una parte del plan nacional.
Pero, ¿será solamente un
problema de territorio?, volvemos al mismo rollo: el problema es la
subjetividad, y lo endógeno entonces tiene que ver con lo interno, con lo
propio, con la fuerza interior, con la motivación intrínseca, donde tenemos que
debilitar y atacar las externalidades. Hacernos menos dependientes de la renta
petrolera es decir, una de nuestras externalidades. Aquí se está hablando de
internalización petrolera, que quiere decir, sembrar el petróleo, pero hemos
fracasado en ese esfuerzo, porque no teníamos un enfoque claro.
Entonces, el desarrollo
endógeno tiene que poner en discusión, por supuesto, las propias relaciones de
producción, porque mientras aquí nos guiemos por la tasa de ganancia, por el
afán de lucro de la acumulación capitalista no habrá desarrollo integral. En
esa dirección sostengo abiertamente, que mientras la tasa de ganancia en el
campo esté por debajo de la tasa de interés, mire hermano, ningún capitalista
va a invertir en el campo porque lo lucrativo (en términos del individualismo
posesivo), es intermediar con el diferencial bancario. Mientras la tasa de
ganancia en el campo sea inferior a la especulación inmobiliaria, nadie va a
invertir en el campo; bueno, porque el capitalista no opera con la racionalidad
de beneficiar al colectivo y satisfacer las necesidades de la población, así de
sencillo.
Entonces, la propuesta del desarrollo endógeno tiene que partir de otros valores, de otra concepción de la economía, de lo social, de lo político, y hoy nosotros estamos empezando a plantearnos el cambio en las relaciones de producción. Entonces, por la vía del desarrollo endógeno nosotros vamos a enfrentar también el enemigo interno, estamos enfrentando, por supuesto, al imperio, porque el desarrollo endógeno se opone a las formas de integración, a las formas de articulación que se plantea para la economía de nuestros países, como es el ALCA o cualquier tipo de tratado de libre comercio. Pero, también internamente nosotros tenemos que cambiar las relaciones de producción, las relaciones de propiedad, eso está super claro.
Entonces, la propuesta del desarrollo endógeno tiene que partir de otros valores, de otra concepción de la economía, de lo social, de lo político, y hoy nosotros estamos empezando a plantearnos el cambio en las relaciones de producción. Entonces, por la vía del desarrollo endógeno nosotros vamos a enfrentar también el enemigo interno, estamos enfrentando, por supuesto, al imperio, porque el desarrollo endógeno se opone a las formas de integración, a las formas de articulación que se plantea para la economía de nuestros países, como es el ALCA o cualquier tipo de tratado de libre comercio. Pero, también internamente nosotros tenemos que cambiar las relaciones de producción, las relaciones de propiedad, eso está super claro.
Ciertamente, no es una revolución socialista ni comunista, sino un modelo mixto, una transición hacia otro tipo de sociedad. Y yo me he atrevido a decir incluso, ya caracterizando esto, que aquí hay cuatro formas de propiedad (para quienes tienen interés en estas cosas que son complejas, pero hay que decirlas con toda franqueza para que nos ubiquemos de que se trata): aquí está la propiedad estatal sobre las industrias básicas, y sobre recursos naturales, y sobre bienes y servicios. Está la propiedad mixta que es una mezcla entre propiedad privada y propiedad estatal; está la propiedad privada que a su vez se divide en propiedad monopolista o capital no monopolista con la pequeña y mediana producción muchas veces no monopolizado. Y está la economía solidaria, la economía social o popular, para cuyo desarrollo se acaba de formar el Ministerio, con la cual estamos trabajando, y Ustedes van a oír a Elías Jaua trabajar sobre esto.
Hay cinco tipos de propiedad, en cuyo seno nos planteamos una alianza estratégica entre la propiedad estatal y la forma asociativa de producción, con formas de propiedad colectiva, Esto implica una alianza de clases. Quiénes están con la economía popular y social, la economía solidaria : los trabajadores, los campesinos pobres, las capas medias, sectores incluso burgueses que no están vinculados a los monopolios o al capital trasnacional. Por eso es que no es un movimiento obrerista ni es una revolución que sigue esquemas o postulados defendidos tradicionalmente por nosotros, la gente de izquierda.
No, es una revolución que sigue un camino muy peculiar, muy sui géneris. Pero tiene que constituirse un bloque de clase o de grupos sociales, de capas sociales, de etnias, para no definir sectariamente o en términos dogmáticos una posición de clases; y eso hay que definirlo y hablarlo abiertamente. Por primera vez estamos entrando en un lenguaje que para los que tenemos una herencia de izquierda estamos como reconstruyendo y atreviéndonos a hablar claro sobre estas cosas. Así como Chávez reivindicó las definiciones y los términos como imperio, el imperialismo, tenemos que nombrar con propiedad las cosas. Y he exhortado a salir del eclecticismo, de la ambigüedad ideológica. Señalar por ejemplo, quienes están en el marco de esas cinco formas de propiedad, cuáles son los sujetos sociales, los actores políticos, sociales y culturales que suscriben y que pueden ser agrupados como movimiento social en torno a esas nuevas relaciones de producción en construcción.
No quiero decir que esté constituida esta alianza de clases, porque fíjense, apenas estamos comenzando a empujar planes de desarrollo con este enfoque de la economía popular; promoviendo formas asociativas de producción que no son solo las cooperativas, sino múltiples formas de asociación que supera la propiedad privada sobre los medios de producción, siendo avalado por un mandato constitucional, es decir, lo que estamos planteando un tipo de organización productiva que tienen en la CRBV su Carta de Navegación. Este tipo de formulación, posee implicaciones jurídicas, por supuesto, porque aquí se reconoce la propiedad, pero la propia Constitución establece un límite a la propiedad privada por razones de interés público, por motivos de interés social, por el interés general.
Pero vuelvo otra vez entonces al problema de lo endógeno, el desarrollo endógeno: la sustentabilidad, esto es una diferencia importante con el enfoque tradicional de desarrollo endógeno. Aquí no se puede seguir montando proyectos que no tienen posibilidad de sostenerse en el tiempo, posibilidad de preservar el ambiente, la biodiversidad. Claro, nosotros hablamos de sustentabilidad no sólo en términos ambientales, sino hay que verlo desde el ángulo de sustentabilidad económica, cultural, política. Por eso en el debate que hay sobre los objetivos de desarrollo endógeno o núcleos de desarrollo (que son una focalización territorial del desarrollo ) hay que tomar en cuenta la sustentabilidad.
¿Puede un proyecto promoverse simplemente a punta de billete?, ¡no!, ¿se puede simplemente sostener con infraestructuras, porque podemos montar- fíjense las loqueteras que hemos cometido nosotros-, montamos la construcción de una ciudad por allá?, Ciudad Sucre es que se llamaba eso. Es una loquetera de los técnicos, de los expertos, y ahí vuelvo al planteamiento de la elaboración de planes sin sujetos, donde no hay contexto, no se analizó la problemática específica. Pero los núcleos endógenos no tienen nada que ver con eso, nosotros tenemos que ser cuidadosos con el problema de la sustentabilidad de los proyectos; y tenemos que partir del sujeto, de los valores, de la organización social, de la cultura, porque los reales los tenemos y la capacidad instalada sub-utilizada sobra aquí en el estado y la sociedad. En otro momento, hemos trabajado el diagnóstico de la capacidad instalada sub-utilizada, mal utilizada o no utilizada que tenemos en Venezuela, encontrándonos con un potencial inmenso que no hemos empleado.
Esta revolución está demandando un cambio en ese sentido, buscando una mayor eficiencia en la gestión , de allí el planteamiento de la desburocratización del Estado, porque este Estado lo hemos heredado nosotros de la vieja república, este no es un Estado revolucionario.
Hemos heredado, una cultura organizacional, unos valores administrativos donde el papeleo interminable predomina, donde los recaudos innecesarios pululan, toda esa parafernalia de pasos administrativos impiden que este gobierno responda a demandas sociales concretas, y tenemos entonces que romperle el espinazo a la burocracia; y ustedes ven que el Comandante Chávez viene sistemáticamente, montado en esa perspectiva.
¿Y eso tiene que ver con lo endógeno? Claro que sí, porque es muy difícil impulsar un proceso de desarrollo exitoso si nosotros, quienes estamos en los puestos de mando, en la dirección, o que cabalgamos sobre estructuras del Estado no cambiamos entonces el enfoque, los paradigmas, las estructuras, las técnicas, los procedimientos que tiene este Estado. Entonces la revolución en la revolución, hermano. He sugerido trece rectificaciones en el proceso de cambio, y unas cuantas otras propuestas para cambiar de mentalidad. No quiero decir que sea un recetario que haya que cumplirlo como dogma, pero hay que puntualizar muchas veces, concretamente de qué se trata, y lo relaciono con el desarrollo, con la visión integral del crecimiento económico, porque no se trata solamente de crecimiento, sino el desarrollo humano integralmente, la calidad de vida, el modo de vida, todo los aspectos que hoy cualitativamente nos planteamos. Y esas rectificaciones las vemos como un proceso.
La revolución en la revolución es un proceso de rectificación y un cambio de mentalidad visto en esta perspectiva del desarrollo integral, del desarrollo endógeno diferenciado, de toda la herencia puntofijista. Me he puesto también polémicamente a hablar de cultura puntofijista, y ustedes van a revisar, y porque me refiero a esto si esto tiene 500 años, o puede alguien decir, bueno tal período no se puede categorizar de esa manera. Me perdonarán los historiadores, pero me atreví a señalar que nosotros en función ideológica y política debemos de focalizar nuestras deferencias con el puntofijismo, por una razón, entonces, de permitir un deslinde con la cultura adeca y copeyana como matriz, aunque abarca a los patas blanca y patas verdes con boinas rojas que están en el proceso, para que estemos claros.
La cultura puntofijista tiene posibilidades de ser identificada y sirve como un referente para esta lucha ideológica, y yo me voy por la calle del medio en eso. Sabiendo que puede ser simplista, reduccionista hablar de cultura puntofijista, no cultura como actividad artística, lúdica o simplemente la estética, ¡no!, con el modo de vida, todo lo que implica estas cosas que tienen que ver con la cotidianidad del venezolano: la forma en que produce, la forma en que se divierte, la forma en que tiene su familia, los valores.
Hay una forma adeca de hacer política que choca con el nuevo paradigma de la participación. La revolución bolivariana propone nuevas formas alternativas de gobernabilidad, digamos, de corresponsabilidad en el gobierno; y nuestra Constitución es lo más avanzado y la Ley de Participación Política, y la Ley de Planificación Local de Política Públicas lo plantea abiertamente. Y tenemos entonces unos elementos legales y constitucionales, pero volvemos al problema del disco duro y de las prácticas políticas. El puntofijismo sembró en nosotros una concepción burocrática de la actividad política, una perversión de la política. La perversión de la política que tiene que ver con el desencanto, el malestar que vive la política.
Hace ya mucho tiempo, hice una investigación en una oportunidad con comunidades donde preguntaban qué es ser político, y la gente decía un farsante, un mentiroso, un estafador; hasta en el amor, cuando uno anda enamorando una chama, dice ella, «no seas político, usted si es político. Hermanos, hemos heredado una perversión de la acción política y por eso nadie quiere ser político. Mucha gente decente y honesta, incluso del enemigo, no cree en la política ni en los políticos, y una de las tareas de esta revolución es rescatar la dignidad de la política, es revertir ese proceso de quiebre, de los justificativos éticos de la política. La Revolución bolivariana, es quizá un mérito del Comandante Chávez que ha empezado y comenzó hablando claro y hablando un lenguaje sencillo, y rescatando las tradiciones y las costumbres; a darle dignidad a los asuntos públicos, al concepto de ciudadanía, a todas esas cosas que son importantes. Desarrollo endógeno sin ciudadanía no existe, la siembra ciudadanía y la ciudadanización es un aspecto clave del desarrollo endógeno. Fíjense entonces, que desarrollo endógeno son muchas cosas y debemos salirnos entonces, del enfoque simplista del crecimiento hacia adentro.
Nuestra responsabilidad es entonces proponer salidas alternativas desde adentro y frente al imperio que plantea mas bien lo exógeno, la globalización, el ALCA etc, etc, y no solo debemos endogenizar a Venezuela sino para nuestra américa, porque con los latinoamericanos que tuvimos en el evento en México, ellos preguntaban: «¿Y no podemos hacer un desarrollo endógeno latinoamericano, con economías complementarias, integradas de otra manera?» Bueno ese es el desafío que tenemos, pero por lo menos nosotros somos ahorita una Meca, una esperanza, un sueño para los pueblos que están buscando otras alternativas de desarrollo. Y la revolución venezolana en estos últimos tiempos, en estos últimos meses empieza a vivir la tensión de estos cambios que están planteados.
Llamo una «tensión esencial» siguiendo a Thomas Kuhn, quien plantea que entre conservar e innovar siempre hay una situación de estrés diario, estamos obligados a vivir en una situación de tensión, porque hay mucha gente que no quiere cambiar, que quiere mantener el statu quo, incluso dentro de nosotros; bueno y los que estamos con la innovación, con los cambios, con las transformaciones. Es una tensión esencial, y no es para desesperarse, es para tener el rumbo claro, el pulso firme, reconociendo, entonces, que nosotros somos, entonces, constructores de sueños, somos profesionales de la esperanza. Gracias.
LAS 13 DICOTOMIAS
QUE PERMEARON LA EXPERIENCIA DE LA MISION VUELVAN CARAS
Fragmento del ensayo “ LA REVOLUCION ES CULTURAL O REPRODUCIRA LA DOMINACION “ Publicado en https://www.aporrea.org/actualidad/a9897.html 27/09/2004
Hemos
reconocido el proceso de transición que tenemos que llevar adelante en la
revolución bolivariana, el cual puede ser resumido en la metáfora “lo viejo no
ha muerto y lo nuevo apenas esta naciendo”.
En
esa dirección, estamos conscientes de que los cambios no se decretan, si no que
se viabilizan con propuestas, planes, proyectos, en cuyo seno se siguen
expresando la puja entre quienes apuntan a las transformaciones y quienes
trabajan por mantener el status quo.
Ya
Khun cuando examinó la problemática de la “crisis de paradigma” conceptuó este
fenómeno como la TENSION ESENCIAL entre conservar e innovar. En todos
los programas, planes y proyectos del gobierno revolucionario está presente
dicha tensión esencial. En consecuencia, quienes trabajamos en función de
cambios estructurales tenemos la responsabilidad de construirle viabilidad a las
propuestas alternativas, caracterizando los nudos críticos del proceso, los
conflictos de intereses, las concepciones equivocadas, las ejecutorias
erráticas.
En tal sentido, vamos a examinar algunas de
sus concreciones en la Misión Vuelvan Caras, donde se trasladan los conflictos
de intereses y se van a polarizar las contradicciones, dada las características
de los cambios asumidos en la Misión.
En Vuelvan Caras tenemos como propósito estratégico cambiar el modelo económico, modificando las relaciones de producción, con un enfoque de desarrollo endógeno que parte de las fuerzas propias, “desde adentro, por dentro”, bajo las premisas de la economía social, centrada en la equidad, solidaridad, cooperación.
En los pocos meses que tiene la Misión Vuelvan Caras se han desatado las energías creadoras de un sector importante de la población secularmente excluido; pero al mismo tiempo, se han “soltado los demonios” de quienes buscan hacer negocios bajo el afán de lucro, lo que en otros momentos hemos denominado “cazadores de fortuna” que colonizan cuanto proyecto aparezca en el horizonte.
Igualmente, siguen vigentes algunos criterios
en torno al desarrollo que responden a la economía política puntofijista e
igualmente la razón burocrática sigue estando presente en el proceso de
elaboración y ejecución de la propuesta. Esto se ha evidenciado en diversos
aspectos críticos denunciados públicamente por el propio Cmdte. Chávez, de igual
forma ha estado presente en las evaluaciones internas del equipo que coordina
la Misión y también, en las prácticas concretas que se realizan en torno a los
objetivos o Núcleos Endógenos de Desarrollo (ODE o NED). Una de las
características de este proceso es que son prácticas que en su mayor parte se
desarrollan como un “currículo oculto”, por omisión e irresponsabilidad intelectual,
ya que las diferencias o discrepancias no están explícitamente planteadas.
Formalmente, estamos en teoría de acuerdo con las premisas de la Misión Vuelvan
Caras, pero a la hora de llevarla a la práctica aparecen enfoques que no se
corresponden con lo discutido y aprobado. Esta conducta dicotómica la podemos
encontrar tanto en los funcionarios públicos como en los excluídos beneficiarios
de la Misión.
En forma sintetizada podemos señalar los principales focos donde se polarizan algunas de estas situaciones, chocando los residuos de la cultura puntofijista y las nuevas concepciones que pugnan por abrirse paso:
1.- Hay quienes no creen en el desarrollo endógeno - sustentable y quienes creemos que este es el enfoque adecuado para el desarrollo integral en la actual coyuntura histórica, donde hay defender coherentemente la soberanía nacional frente al imperio.
2.- Hay quienes conciben el desarrollo modulado por la rentabilidad, la productividad, la competitividad del mercado y quienes colocamos el acento en la satisfacción de las necesidad colectivas, la equidad social y la solidaridad.
3.- Hay quienes promueven proyectos vinculados a los enclaves económicos que perpetúan las deformaciones sectoriales y quienes planteamos el desarrollo de cadenas productivas sustentables, materializando también la desconcentración territorial y poblacional.
4.- Hay quienes decretan Núcleos Endógenos sin sujetos, contextos ni planificación estratégica (verdaderos NED de papeles o “potes de humo”) y quienes enfatizamos la implicación del sujeto social en el proceso de elaboración, planificación, ejecución y evaluación de los ODE o NED, demandando el financiamiento oportuno, la construcción de obras de infraestructura, el apoyo tecnológico adecuado, la formación permanente y la organización de las asociaciones productivas (cooperativas, banco comunitario, microempresas, etc).
5.- Hay quienes aplican enfoques tecnocráticos de planificación, ignorando tiempos y ritmos de maduración de los proyectos, estandarizando formatos e instrumentos, sin articular los diversos componentes de la cadena productiva, y quienes a partir caracterizan los desarrollos concretos de cada ODE o NED, evaluamos el impacto del financiamiento, la infraestructura, la tecnología, la formación y organización, como INCLUSORES Y CONECTORES que le construyen viabilidad y sustentabilidad a los ODE, anudando las redes productivas.
6.- En ese mismo sentido, hay quienes tienen una visión mecanicista y cortoplacista del desarrollo de los ODE o NED, lo que impide ubicar en el terreno concreto, los nudos críticos y como resolverlos, y hay quienes impulsamos un enfoque que articula el corto plazo, el mediano y largo plazo, lo que obliga a la secuenciación de las acciones, jerarquizando las necesidades: lo que es necesario obtener en términos de financiamiento, infraestructura, tecnología, formación y organización, lo indispensable lograr de estos factores productivos, lo que es posible alcanzar en el corto plazo. Esto tiene que ver con la construcción de la viabilidad de los ODE o NED, colocando al lado de la visión estratégica las «mediaciones» (tanto financieras, como de infraestructuras, tecnologías, formación y organización) que enlazan los distintos estadios del desarrollo endógeno: SITUACIÓN INICIAL - TRANSICIÓN - RESULTADOS. Dicha secuenciación se inscribe en la siguiente prospectiva estratégica: del desarrollo real o situación inicial en los ODE, al desarrollo próximo como tránsito y de allí al desarrollo potencial como red productiva, siendo este camino una especie de aplicación metodológica del enfoque sobre el desarrollo, utilizado por Vigostky en pedagogía.
7.- Hay quienes ignorando la anterior visión de la secuencia estratégica, no consideran adecuadamente los eslabones de las cadenas productivas, los cuales no se construyen improvisando o con políticas parciales, y quienes hemos puesto el acento en trabajar los detalles del eslabonamiento que hacen posible darle valor agregado a la producción en el contexto de los ODE o NED. Un ejemplo que ilustra esta situación lo encontramos en el terreno agrícola donde podemos alcanzar un alto volumen en la producción de maíz, arroz u otro rubro, pero no hemos realizado las inversiones en vialidad y sistemas de almacenamiento, en maquinarias y equipos que permitan procesar y transformar localmente la materia prima, no hemos constituido las redes de transporte y de distribución, y finalmente no hemos modificado los patrones de consumo.
En
consecuencia, puede existir un logro parcial en la producción de estos
productos, pero queda estrangulado el desarrolo integral por que no se articula
globalmente con la cadena productiva ni tiene secuencia estratégica, lo que al
final conduce a arrimar la producción a los grandes molinos ( Remavencia,
Gramoven,etc) favoreciendo de esta manera a la agroindustria vinculada a
sectores monopolistas.
8.-
También en la producción agrícola, existen tendencias que impulsan mega -
proyectos, con enfoques tradicionales que emplean de manera irracional los
agroquímicos, favoreciendo a los sectores propietarios de grandes extensiones
de tierra, y quienes planteamos la agricultura en pequeña escala, optando por
los parceleros y conuqueros que son los sujetos sociales del Frente de Batalla
Agrícola de la Misión, los cuales se encuentran en su gran mayoría entre 10 y 5
Ha. De la misma manera nos planteamos la transición del modelo agroquímico al
empleo de tecnologías agroecológicas.
9.- Hay quienes privilegian a los sectores que poseen perfil bancario para otorgarles créditos, beneficiando de esta manera a los mismos de siempre, y hay quienes estamos favoreciendo a los excluídos, promoviendo la flexibilización de los requerimientos en términos de garantías, pasos administrativos, para hacer las transferencia en corto tiempo, generando las bases de la banca comunitaria.
10.- Hay quienes promueven el empleo de tecnologías de punta y su compra “llave en mano” hipotecando nuestra soberanía, con pocas posibilidades de adaptación a nuestras necesidades productivas, y quienes nos planteamos el uso de diversas tecnologías, en el marco del díalogo de saberes entre los conocimientos y tecnologías populares y los avances científicos-técnicos. Esto abre un abanico que abarca desde las tecnologías artesanales, pasando por las tecnologías intermedias y de punta, impulsando un proceso de innovación, desagregación y transferencia tecnológica, que más allá del problema de las patentes y licencias, construye vías hacia la independencia tecnológica.
11.- Hay quienes secuestran los ODE o NED como parte de la gestión ministerial, personal o grupal, con planes operativos que se pagan y se dan el vuelto, queriendo adaptar la misión a la rutina burocrática y quienes planteamos que las misiones son respuestas anti-burocráticas, donde se impone la sinergia interinstitucional y la articulación del esfuerzo de todo el Estado y el movimiento social.
12.- Hay quienes se apegan a los procedimientos y papeleos interminables para hacer poco o nada y quienes asumimos su simplificación o eliminación para dar respuestas oportunas.
13.- Hay quienes plantean la capacitación en términos técnico-instrumentales, sin valorar adecuadamente los desarrollos concretos de los ODE o NED y sus necesidades educativas, y quienes promovemos la formación integral partiendo de las condiciones específicas, tanto desde el ángulo técnico-productivo como socio-cultural.
Estas dicotomías que pueden aparecer como simplificadas, son focalizaciones mucho más complejas por supuesto, pero para al objeto de nuestro análisis concretan actitudes y mentalidades que hay derrotar para que la Misión Vuelvan Caras cumpla con su cometido.
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