Noviembre de 2012
Con motivo del planteamiento del Cmte. Chávez
en torno a la necesidad de un “sacudón” en las diversas instancias del gobierno
nacional, he sentido la motivación de reiterar algunos puntos de vistas sobre
la necesaria “desburocratización” del Estado en la perspectiva de la
construcción socialista.
A lo largo de diversas experiencias
institucionales donde he participado ( todas inscritas en el marco de la revolución
bolivariana: ministerios como los
de educación básica y universitaria, de economía popular, de ciencias y de
energía eléctrica, corporaciones como
CVG y CVG-ALCASA, misiones como la Sucre y Vuelvan Caras, programas como Todas
las Manos a la Siembra ) me han permitido insertarme en un proceso donde se
comprueba la coexistencia de dos modelo
de gestión, con una dinámica contradictoria como ocurre en cualquier periodo de
transición:
-- Por
un lado, las prácticas burocráticas que se hacen dominantes, correspondiendo
a la lógica del Estado capitalista heredado, particularmente con el predominio
de la división social del trabajo: divorcio entre la teoría y la práctica, fragmentación
y atomización del conocimiento, jerarquía y monopolio del saber, corruptelas y
negociados, ausencia de planificación y sistematización .
-- Por el otro, incipientes experiencias de
rupturas anti-burocráticas que son asfixiadas y cercadas por los enfoques y
rutinas que reproducen la referida división del trabajo capitalista.
Esta contradicción fundante, genera lo que
en otro momento he denominado “entropía
bolivariana”, queriendo indicar un fenómeno de disipación de la energía
revolucionaria, que conduce a un bajo impacto de la gestión, es decir,
afectación de la calidad y eficiencia del gobierno al cualquier nivel: central,
regional o local.
Veamos a continuación algunos rasgos de esta
entropía burocrática:
1.- Desarticulación de programas, planes y
proyectos. La forma insular como se
elaboran los planes, desde su propio origen están separados o divorciados. Como
no hay planificación “intersectorial” cada quien anda por su lado. Por ello es
muy común encontrar que los POA no se articulan con el plan estratégico o que
las actividades u operaciones son un rosario de tareas administrativas sin
conectores con el propio POA.
2.- Inconsistencias numéricas. Como no hay
articulación organizativa, sino una atomización en la gestión, resulta difícil
consolidar cifras, tener una información oportuna.
3.- Papeleo interminable. Recaudos y soportes
están a la orden del día, en un ritual que distorsiona la norma, siendo central el simple cumplimiento, por esto en educación se ha denunciado la trampa del CUMPLO Y MIENTO. A pesar de estar vigente la Ley de Simplificación de
Trámites, esta es ignorada olímpicamente.
4.- Separación entre lo técnico y lo político.
Es muy tradicional encontrar en la administración pública una especie de
conseja que permite eludir el compromiso revolucionario: “ yo no me meto en
política, soy un técnico”. Se trata de una pesada carga burocrática de cientos
de funcionarios que cumplen la rutina
de 8 a 4, conformando la legión de “quince y último”. La expertocracia y la
especialización hace que parte de este personal no pueda removerse y se
perpetuán en los cargos.
5.-Ausencia de sistematización. Dentro de la
concepción de la evaluación tradicional ( calificaciones, premios-castigos) no
hay balances exhaustivos ni se presentan cuentas. De tal manera, que hay
siempre el riesgo de empezar de nuevo, en un círculo vicioso.
6.- Síndrome del otro gobierno. Cuando ocurre
un cambio gerencial en cualquier instancia, no hay continuidad con los planes y
proyectos. El que llega a puestos de mando, comienza con una curva de
aprendizaje y conformación de equipos de confianza, proceso este en el cual se
invierte un valioso tiempo, profundizando desajustes e incertidumbres.
7.-No pronto pago. Como resultado de las
técnicas presupuestarias y administrativas anacrónicas, las compras del estado
y la adquisición de cualquier servicio sufre un retraso en su cancelación, por
lo cual los proveedores suben los precios, en una especie de inflación
anticipada.
8.- Todo menos ahorro y mantenimiento. Por el
predominio de la mentalidad mayamera ( “ta barato dame dos” ) en los
ministerios y organismos adscritos, gobernaciones y alcaldías, se desechan
bienes que no han cumplido su ciclo de vida útil. Por ello es muy común que
apenas se cambia un gerente ocurra un
cambio de fachada: sustitución
de cortinas, alfombras, cerámicas,
tabiques, escritorios, muchas de estas cosas en buen estado o que pueden ser
restauradas o reparadas .
El anterior cuadro genera lo que
Jonathan Rosenhead y John Mingers, describen como situaciones
“endemoniadas”, “empantanadas”, es decir, de difícil solución y
recurrentes como proceso. Se
trata de indicadores ocultos,
procesos imperceptibles, detalles mimetizados, datos, circunstancias que
no son visibles y que comúnmente no se valoran adecuadamente ni tienen
responsables, teniendo los siguientes impactos:
- Disipación de la energía o entropía por
distorsiones informativas y datos no confiables.
- Alto costo funcional por no estar
articulado.
- Estrangulamiento de planes, programas y
proyectos por los retardos o la dilación en las acciones
emprendidas.
A esto también lo hemos calificado como conflictos o problemas
rampantes, larvados, currículos ocultos, intangibles por su enmascaramiento,
entropía por la degradación del esfuerzo, discrepancias sin procesar, todo esto
de vieja data arrastrados como herencia de la IV República
En función de tomar conciencia de esta realidad subyacente en las
diversas instancias institucionales se
hace obligante realizar un conjunto de preguntas vinculadas a estos
problemas endemoniados:
·
Cuál es el degaste al no tener direccionalidad
estratégica y no estar articulado.
·
Cuántos recursos se pierden en el papeleo
·
Como se disipa la energía por distorsiones
informativas y datos no confiables.
·
Como influye el retardo o la dilación en el impacto
de las acciones emprendidas y en el proceso en su conjunto.
·
Como se encarece la gestión por falta de pago
oportuno.
·
Cuáles son las razones últimas de las demoras
o parálisis por pasos, estaciones, instancias.
·
Cuáles son las causas de los entrabamientos: por
razones técnico-jurídicas, por falta de motivación y responsabilidad, por
carencia de infraestructuras adecuadas, por falta de apoyo logístico, por
corruptelas.
Para afrontar estos nudos problemáticos presentes en la administración
pública, proponemos el enfoque y la metodología de Jonathan Rosenhead y John
Mingers formulado en el texto denominado “ANALISIS RACIONAL
REESTUDIADO PARA UN MUNDO PROBLEMÁTICO”: método para estructurar
problemas en condiciones de complejidad, incertidumbre y conflicto. IVEPLAN.2004.
Específicamente, reivindicamos la metodología sugerida en el Capítulo
II de dicho texto, donde se describe la ubicación de los problemas en
condiciones de “complejidad, incertidumbre, conflicto y la manera de
resolverlos.
En este enfoque se parte de los siguientes criterios:
1.- Reconocimiento o manejo del paradigma de la complejidad, superando
las simplificaciones y fragmentación del conocimiento.
2.- Manejo de la incertidumbre, teniendo especial cuidado con las
inconsistencias numéricas y los maquillajes estadísticos.
3.- Reconocimiento de los conflictos de intereses, elaborando mapa de
actores, mapeo de sus relaciones y construcción de escenarios.
La revolución bolivariana debe hacer frente a estos problemas
endemoniados, impulsando un proceso de investigación-acción que dé
cuenta de la complejidad de la problemática, posibilitando líneas de trabajo de
corto y largo plazo, para superar dichas debilidades y conjurar sus amenazas en
el periodo de transición:
a.- Ataque a la raíz de los problemas y sus
múltiples derivaciones, apoyado en las leyes del poder popular, específicamente
en la ley de planificación y de contraloría
b.-El cambio
gerencial, forma parte de la profilaxis antiburocrática que demanda el proceso
transformador, la cual está signada por:
- La democratización del saber y el diálogo permanente
- La transparencia informativa y libre acceso a los documentos
- El trabajo en equipo y colegiación de las decisiones
- La delegación de funciones para aplanar las estructuras
gerenciales.
- La simplificación de trámites y combate a la cultura del papeleo.
c.-Construir un sistema de alertas tempranas
para tener información confiable .
d.- Establecer oportunidades de mejora,
reducir el tiempo de respuesta.
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