martes, 18 de junio de 2013

Manipulación mediática.



            Análisis Político y Social Nacional e Internacional de Venezuela y el Resto del Mundo
 Director: Diego Olivera. Jefe De Redacción: Miguel Guaglianone


Manipulación y dominación
Creando la realidad virtual

Miguel Guaglianone

Quienes participamos cotidianamente en la comunicación alternativa librando la batalla contra la comunicación hegemónica de las cadenas corporativas de medios –en este escenario que el propio enemigo ha definido como la "Guerra de Cuarta Generación"– nos vemos obligados a ir más allá del mero ejercicio de elaborar contenidos, debemos estudiar con atención la parte más oculta de los efectos que los medios de comunicación producen en la gente, y de cómo  esos efectos están directamente relacionados con el sistema de dominación imperante.

Así, una de las primeras cosas que descubrimos es como los formatos y los contenidos utilizados por el sistema de medios son elaborados de tal forma, que consiguen mucho más que la acción obvia de desinformar (proporcionando visiones sesgadas de los hechos, ocultando e invisibilizando aquello que "no conviene" hacer público y llegando a proporcionar datos que no son reales, sino el producto de una elaboración intencionada).

El efecto es más sutil entonces que el mero resultado de engañar o confundir al público. En realidad consiste en manipular la visión del mundo de los receptores, para lograr al final que acepten intelectual y emocionalmente como "natural" un status quo social, cultural y político en el cual siempre queda bien definido quienes mandan y quienes obedecen, quienes son los que tienen "la sartén por el mango" y quienes somos los que no la tenemos. Los medios de comunicación van suministrando no solo informaciones sino también creencias, sistemas de valores, modelos éticos y estéticos, que modelan nuestra percepción de "como es el mundo", nuestra cosmovisión (Weltanschauung, la han llamado algunos filósofos alemanes). Así es que se logra establecer el mejor sistema de dominio posible: Lograr que los dominados piensen y vean el mundo con los ojos de los dominadores.

Y no se trata en absoluto de un abstracto modelo teórico. Surge directamente de los hechos habituales y constantes en el mundo de la comunicación.

Un ejemplo vivo

Hace un tiempo que venimos realizando una serie de análisis sobre el Medio Oriente, concretamente del conflicto bélico en Siria. Al respecto del último que realizáramos, nos escribe un colega periodista de Centroamérica que plantea ciertas interrogantes, cuyo contenido nos muestra hasta qué punto las "matrices de opinión" y los juicios de valor proporcionados por la media corporativa elaboran nuestra perspectiva y nuestra apreciación de los acontecimientos. Cuando nos dice que entiende que el origen del conflicto se debe a "las aspiraciones de un pueblo que buscaba la democracia", constatamos hasta dónde la sistemática repetición de un concepto emitido, logra que éste se haga nuestro sin darnos cuenta y que lo consideremos como "lo real".  El Mecanismo es tan poderoso que no solo es absolutamente efectivo sobre la gente más desprevenida o ingenua, sino que opera también sobre aquellos que no sólo somos críticos, sino que combatimos directamente al sistema.

Así, la forma machacona de insistir con la idea de que es necesario "llevar la democracia" realizada por los medios cada vez que hablan de Siria, nos oscurece y hace más difícil percibir que:

1)    La "democracia" de la cual hablan es la democracia representativa y partidista, una institución inventada por Occidente en el Siglo XVIII en la Revolución Francesa, que ha sido históricamente ajena a las culturas islámicas y que, con la prepotencia imperial y colonialista que Europa usó durante siglos, se pretende imponer a rajatabla (al respecto tenemos como cercano ejemplo –entre otros– el exterminio religioso que la conquista provocó en nuestras tierras americanas, donde impuso a sangre y fuego la religión Católica Romana de los conquistadores eliminando absolutamente a las autóctonas).

2)    "Llevar la democracia" a Siria es un argumento de feroz hipocresía, ya que se utiliza exclusivamente para aquellos países que, según los Estados Unidos, pertenecen a lo que George W. Bush bautizó como el "Eje del mal", tales como Irak, Afganistán, Libia, Siria o Irán. Nada se dice nunca de otros países del área, como Arabia Saudita, Jordania, Yemen o Qatar, gobernados por monarquías absolutistas hereditarias –esas sí tiránicas y represoras de sus pueblos– pero que como son "países amigos", a ellos no es necesario "llevarles la democracia" (por lo menos el gobierno de Bashar Al Asad ha surgido de elecciones y las encuestas dicen que tiene el apoyo de la mayoría de su pueblo).

La forma como se logra internalizar esta visión emplea distintos recursos. Uno de ellos es la manipulación del lenguaje. Nótese por ejemplo, como todo país opuesto a los intereses de los EEUU, deja automáticamente de tener un "gobierno" para pasar a ser un "régimen". Así será definido sistemáticamente por los medios (con todas las implicaciones emocionales y éticas que la nueva palabra implica). Igualmente véase como toda noticia relacionada con Siria –no importa a que se refiera– transmitida por cualquiera de las corporaciones transnacionales (CNN, DW, RTE, RAI, RTF, etc.) comienza siempre explicando lo dictatorial, despótico o agresor de su pueblo que es el gobierno de Damasco. Estos y otros elementos (implicaría un estudio en profundidad identificarlos a todos con mayor precisión) están siempre presentes en la elaboración de la comunicación para la dominación.

La creación de la realidad virtual

En definitiva, la acción manipuladora de los medios de comunicación llega hasta transmitirnos una "realidad virtual" conformada de acuerdo a los valores, creencias e intereses de los centros de poder, que logra colocar a grandes masas de seres humanos en una actitud existencial pasiva y de aceptación, que las mantiene apoyando o siendo indiferentes, pero nunca confrontando al status quo. Esto se muestra con gran transparencia en los propios Estados Unidos, dónde suceda lo que suceda, la absoluta hegemonía de unas pocas cadenas de medios (que funcionan sincronizadamente y cubren todo el espectro disponible de la comunicación) mantiene a millones de personas dentro de una visión tan limitada y condicionada del mundo, que prácticamente los estupidiza y los vuelve apáticos ante cualquier coyuntura social o política que provocaría por lo menos una reacción en otras latitudes.

Quisimos aquí proporcionar un ejemplo concreto de una realidad cotidiana de esa manipulación invisible. Estamos conscientes que estas consideraciones solo logran mostrar la punta del iceberg de las implicaciones de la acción de los medios y de sus efectos en nuestras sociedades. El debate sigue abierto, y solo con el aporte de múltiples voces y opiniones lograremos, no solo desentrañar la oculta madeja, sino también hacerla del dominio de todos.

1 comentario:

  1. muy buen material seria interesante reproducirlo y enviarlo a los diferentes colectivos para masificarlo entre la.poblacion

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