jueves, 12 de junio de 2014


CONTRIBUCION AL MEJORAMIENTO DE  LA GESTION DEL GOBIERNO NACIONAL
    (IV)
                                                       Carlos Lanz Rodriguez

En anteriores entregas de estas colaboraciones ideológicas (Parte I,II y III) hemos abordado aspectos cardinales para hacer irreversible el tránsito al socialismo, proceso que demanda en forma ineludible la aplicación de  las 3R  en el siguiente curso de acción:

n Revisando los obstáculos en la construcción del nuevo modelo productivo socialista.
n Evaluando las prácticas burocráticas  y como erradicarlas
n Sistematizando la lucha contra  la corrupción.

Estos 3 aportes han sido publicados en Aporrea.Org y en comunicadoresenaccion 2012.blogspot.com

Continuando con este esfuerzo reflexivo vamos a reseñar en esta IV parte la evaluación-sistematización de la cuestión organizativa, donde están implicadas  sus diversas instancias: PSUV- movimientos sociales.

LA RADIOGRAFIA DE LAS AMENAZAS INTERNAS EN EL PSUV.
En el documento “LINEAS ESTRATEGICAS  DE ACCION POLITICA(Enero de 2011) se reseñan los   principales peligros que amenazaban al partido para la fecha:

1.- La reproducción de la cultura política capitalista
2.- Presencia del electoralismo y prácticas no democráticas.

En lo relativo al primer aspecto que se refiere a la reproducción de valores burgueses en algunas prácticas al interior del PSUV, se señala:

“Esta “cultura capitalista” se expresa en el hecho de considerar que pertenecer a un partido equivale a “invertir” en él, a través de sus contribuciones financieras o con su trabajo militante, y que esa “inversión” debe ser “recompensada” o “remunerada” con puestos, cargos, prebendas o influencias en el Estado, en el terreno de los negocios o en el mismo partido.”

Aparece aquí con claridad el fenómeno de MERCATILIZACION DE LA POLITICA Y DE LA MILITANCIA”, convertida en negocio.

Caracterizando  este proceso y sus consecuencias, en el referido documento se plantea:
“….los resultados pusieron en evidencia algunas fallas en el funcionamiento del PSUV y su vinculación con la base social de apoyo a la Revolución.

Entre las posibles causas de esta situación, podemos verificar, en mayor o menor medida, algunas actitudes o desviaciones características de los partidos tradicionales, tales como el burocratismo, el oportunismo, el sectarismo, el nepotismo y el gradual alejamiento de la base social bolivariana, resultantes de la persistencia de la “cultura capitalista” en el seno de la sociedad.

Esta cultura es reproducida a lo interno del Partido, y se expresa en que algunos sectores lo conciben como un medio para el “ascenso social” de los y las militantes con responsabilidades de dirección a distintos niveles. Algunos camaradas se consideran líderes absolutos e indiscutibles en sus espacios, y asumen la discrecionalidad de excluir del Partido, y hasta de la Revolución, a quienes se atrevan a diferir o a disentir de ellos y ellas.”

Por ello, la alerta general frente a las consecuencias de este tipo de práctica tanto en el partido como en el movimiento social:

“De acentuarse este tipo de comportamiento, el PSUV podría terminar convertido en un partido/iglesia, una suerte de “guía de las masas incultas”, que considera a sus militantes y a las diversas formas de organización popular como simples correas de transmisión de la línea indiscutible de los nuevos “sacerdotes”. De seguirse este camino, estas prácticas debilitarán la base social de apoyo a la Revolución Bolivariana.”

En lo referente al electoralismo, las “LINEAS ESTRATEGICAS DE ACCION POLITICAS”, caracteriza este fenómeno de la siguiente manera:

“…debemos reconocer que en el PSUV, se ha venido produciendo una imposición de la lógica de la maquinaria, donde se concibe el hecho electoral como un fin en sí mismo, y no como una tarea en la lucha por democratizar radicalmente la sociedad venezolana. La amplia base social de la Revolución termina instrumentalizada bajo la forma de “masa de maniobra” electoral en cada proceso, y lo que es peor, con formas organizativas que cada año se redefinen en función del mismo, perdiendo por ende su condición de sujeto de la Revolución.”

“Este confinamiento del Partido en sí mismo, conduce al progresivo alejamiento de la cotidianidad del pueblo, al desconocimiento de sus demandas y problemas. El Partido comienza a concebirse como un ente separado y superior al pueblo que debe “conducir”, y el trabajo revolucionario cotidiano, junto con las masas populares, es sustituido, en ciertos casos, por una especie de “contienda electoral”. Todo lo cual provoca un profundo sentimiento de rechazo hacia ese tipo de prácticas.”

En relación a la democracia interna, también se reseña el peligro de las distorsiones y fallas presentes:

“…En el ámbito interno, es necesario reconocer que las aspiraciones de la militancia por lograr la democracia interna, en cierto modo, han sido frustradas por algunos militantes con cargos de dirección o de gobierno, los cuales manejan recursos y gestionan cuotas de poder, para imponer a sus lealtades personales por encima de los auténticos liderazgos populares, leales a los principios revolucionarios. Esta situación obliga a una profunda revisión de los mecanismos de selección de nuestras autoridades y de nuestros candidatos…”

Esta revisión autocrítica de tales amenazas al interior del partido nos obliga a preguntarnos si tales peligros  han sido conjurados después de 3 años de aquella denuncia, es decir,  ¿ No tiene  pertinencia de aplicar hoy las 3R a la vida interna del PSUV ?. Por ejemplo, el predominio del electoralismo es una desviación que ha venido cogiendo fuerza y espacio, sin que exista un correctivo oportuno.

Siendo consecuente con el legado del Cmdt Chávez, debemos asumir que las 3R, no puede ser un evento, sino un proceso de evaluación- sistematización permanente de las experiencias, enmarcada en el reto de hacer irreversible el tránsito al socialismo, traspasando la línea del no retorno.

Focalizando tal tarea en el ámbito organizativo debemos responder a las anteriores amenazas en dos direcciones:

n  Frente a la reproducción de los valores capitalista, empujar la insurgencia cultural y la construcción de una nueva subjetividad revolucionaria.
n  Ante la militancia alienada por la división del trabajo y el burocratismo, se deben promover nuevas formas de participación y organización

CRITICA DE LA DIVISION SOCIAL DEL TRABAJO CAPITALISTA Y LAS NUEVAS FORMAS DE PARTICIPACION Y ORGANIZACIÓN.

En la parte II de estas contribuciones cuando examinamos el nexo entre la división del trabajo y la burocracia, establecimos que este no es un fenómeno reducido a lo individual o un hecho aislado, sino que conforma una totalidad concreta como relación de producción, forma parte de una estructura que posee mil cabeza y se expresa en todos lados: en el gobierno, en partido, en los gremios y sindicatos, en las organizaciones sociales y comunales.

Los puntos de vista que se resumen a continuación  sobre esta problemática, se encuentran reseñados en los ensayos “ La revolución es cultural o reproducirá la dominación.” Abril de 2007. Y en EL LEGADO DE CHAVEZ Y LA MUNICIPALIZACION DEL PLAN DE LA PATRIA.  Agosto de 2013

 El conjunto de relaciones sociales capitalistas (apropiación egoísta de la producción material y simbólica, competencia por la distribución y reparto, la división de tareas, funciones y roles ) determinan un  sistema de contradicciones supraindividuales.

En tal sentido, es bueno advertir que no solo se trata de aristas morales, incongruencias individuales, sino que es un fenómeno social colectivo

En el caso de  la separación de las actividades manuales de las intelectuales, ellas se manifiestan en lo organizativo de la siguiente manera:

*Organización como aparato, como un fin en sí mismo.
* Estructura  única y cerrada, predominio del monolitismo, topografía centro-periferia.
* Espacios  comunitarios y gremios como “correas de transmisión” del partido.
* Jerarquías y verticalismo en la dirección y en las tomas de decisiones.

Este sistema de contradicciones y separaciones, en lo organizativo  se nos presenta como pareja

* Espontaneidad y dirección consciente: hay un choque permanente entre la tendencias espontáneas que reproducen formas de dominación (son parte de un sentido común programado ideológicamente) y la acción consciente que apunta hacia la transformación.
* Democracia y centralismo: igualmente en este caso opera una dinámica contradictoria, una que apunta hacia el ejercicio de la soberanía plena  y la otra que la cautela o usurpa.
* Particularismo y globalización: se trata de obstáculos epistemológicos que se polarizan entre tener una visión micro sin contextualización o una globalización que no aterriza en ningún lado.
* Individualización - colectivización: pareja excluyente, donde el egocentrismo niega lo gregario - comunitario o la abstracción general del “interés general” (estado - partido) niega al sujeto.

Esto se  traduce en los siguientes comportamientos organizativos:
- Espontaneistas o Voluntaristas
- Democratistas o Centralistas
-Localistas o Ciudadanos del mundo

Como ya anotábamos, se trata de una conducta generada por los automatismos del mercado y de la división social del trabajo, las cuales forman parte de una trama material y simbólica que nos hace ser: individualistas y posesivos, escindidos en los análisis, parcelados en los intereses.

Estas conductas fragmentarias, que tienden hacia la atomización y la dispersión, conspiran de manera espontánea contra los intereses colectivos y dificultan la identidad y el sentido de pertenencia.

 El anterior sistema de contradicciones se combina para obstaculizar la unidad de acción, para minar la voluntad colectiva en cualquier experiencia organizativa, ya sea en el partido, en un grupo de vecinos, en el sindicato, colectivos de docentes, etc. Por ello, la praxis transformadora debe partir de su reconocimiento, asumiendo la crítica de la  espontaneidad del ser social (con sus necesidades y carencias) y al mismo tiempo e nadar contra la corriente para superar la enajenación.

Refiriéndonos  al primer aspecto, creemos que se hace obligante “desaprender”, cambiar de lente, hacer las experiencias en otra dirección, promoviendo nuevas maneras de organizarnos.

En la construcción de salidas alternativas al problema organizativo, proponemos los siguientes horizontes de búsqueda:

1.- Se trata de construir un clima cultural, como proceso de reforma intelectual y moral como decía Gramsci, dicho proceso precede la construcción de la voluntad colectiva.
Aquí las mediaciones cognoscitivas, pedagógicas y comunicativas forman parte de una estrategia global de cambio, ya que se combinan para golpear centralmente la parcelación y el monopolio del saber, la pedagogía paternalista, la manipulación informativa, y en su lugar ayudar al desarrollo de una cultura del debate ,un nuevo modo de producción de conocimiento, que permita la participación real y la identificación con los intereses generales, partiendo de la cotidianidad y de las dinámicas existenciales concretas de la gente. 

2.-En tal sentido, se trata de construir una nueva subjetividad, una nueva mentalidad.
De allí que, todo el acento de nuestra reflexión, la construcción de  respuestas al problema organizativo, está colocado en construir espacios y prácticas emancipadoras: la organización como “prefiguración” de la nueva sociedad, escuela de nueva civilización, donde sus miembros se asocian libremente, crecen como persona, sin compulsión sin temores.

3.-Se trata de hacer  efectiva la democracia directa en las nuevas formas de participación. Si bien toda organización implica niveles de dependencia y de otorgar mandatos, enajenando una parte de la soberanía política, este tipo de delegación debe controlarse conscientemente. Los mecanismos que hemos propuesto para el control de la delegación son: elección directa, delegación funcional, rendición de cuenta, rotación de cargos,  revocatoria del mandato,   democratización del saber. El último aspecto sobre la democratización del saber es clave en  la preservación de la soberanía política. Esta soberanía es chucuta si no se logra “pensar con cabeza propia”, si no se tiene  autonomía cognitiva.

Este es uno de los  principios de laDEMOCRACIA DE LA CALLE”, como se denominó en el 1° ENCUENTRO DE LA CORRIENTE HISTORICO-SOCIAL en el año  1989,  apareciendo como respuesta al “MALESTAR DE LA DEMOCRACIA” o el descrédito de la SEUDO PARTICIPACION.

Para la época se dio un chalequeo con la moda participacionista, dándose una versión jocosa del verbo participar: yo participo, tu participas, nosotros participamos, OTROS DECIDENsobre la base del MONOPOLIO Y JERAQUIA DEL SABER

SISTEMA ORGANIZATIVO COMPLEJO: PARTIDO-MOVIMIENTO Y LO SOCIO- TERRITORIAL

Planteando superar el electoralismo y el desarraigo, en las LINEAS ESTRATEGICAS DE ACCION POLITICA  se reseña el enfoque del partido que necesitamos:

“Optar por la lógica del Partido-Movimiento implica posicionarse dentro de las masas populares, estableciendo y desplegando una amplia política de alianzas con las diversas formas de organización popular movimiento…”

En este esfuerzo como partido-movimiento se requiere reconocer las diversas formulaciones y experiencias organizativas que le abren campo a la participación popular en los asuntos públicos: Redes Sociales, CTU, Mesas Técnicas de Agua, Círculos Bolivarianos, UBES, Colectivos de Trabajo, Asambleas Populares, corrientes clasistas de trabajadores, Consejos de trabajadores, Consejos estudiantiles, Consejos Educativos.

En este caso la revisión y rectificación nos demanda superar la visión y la práctica que concibe este conjunto organizativo como “correa de transmisión” - apéndice del partido o del gobierno.

Igualmente, el enfoque sobre territorialización debe superar la focalización electoral de la organización (al estilo UBCH) integrando lo social-sectorial como el piso del poder popular, tal como se define el mismo en las LINEAS ESTRATEGICAS DE ACCION POLITICA:

“El escalón fundamental de la Revolución Bolivariana se sitúa hoy en lo local (en lo municipal, en lo parroquial y especialmente en cada comunidad). Es allí, en las comunidades urbanas y rurales, donde chocan más directamente los intereses “apropiadores” y representativos de la vieja “cultura capitalista” partidista contra los esfuerzos socialistas, participativos y protagónicos populares. Es allí donde se construye el Poder Popular, la toparquía planteada como tesis por el Maestro Simón Rodríguez. Es allí, donde se gana o se pierde la base social de apoyo a la Revolución.”

Considerando los anteriores aspectos, planteamos REVISAR cuál es la modalidad organizativa   que se adecúa a la concepción de “PARTIDO-MOVIMIENTO” superando las prácticas que predominan en  las  concepciones partidistas tradicionales

Este enfoque implica  una serie de búsquedas  en el terreno organizativo:

• Organización como un medio, resultado de un proceso y de una praxis, donde están involucrados aspectos cognoscitivos, pedagógicos y comunicativos, en una onda liberadora.
• Sistema de organización o redes, superando la concepción que plantea una sola manera de organizarse, imponiendo modelos y esquemas que no están en correspondencias ni con las experiencias ni las necesidades e intereses de los explotados y oprimidos.
•Propuesta de conformar colectivos  de base, al estilo de los Consejos  ya sean de trabajadores, campesinos, estudiantiles
•Enlazar los diversos colectivos en redes, como  tejido o malla socio-territorial.
•Partido - movimiento, como síntesis de todo el proceso.
•Coordinación como vaso comunicante e  instancia de enlace.
•Todo colectivo, movimiento o individualidad se inserta en proyectos sociales específicos en la cotidianidad.

E/Carlos Lanz Roriguez
11 de Junio de 2014 



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