DE
CARA AL III CONGRESO DEL PSUV:
EL LEGADO IDEOLÓGICO EN LOS DOCUMENTOS FUNDACIONALES
Carlos
Lanz Rodríguez
Tomando en
consideración las precisiones bibliográficas que aparecen en la INTRODUCCION
del documento elaborado por la Comisión Programática e Ideológica del PSUV y
sus múltiples derivaciones para el actual proceso político pedagógico donde
está involucrada la base chavista, he creído pertinente realizar una lectura
interpretativa de los principales documentos denominados como FUNDACIONALES O
CARTA DE IDENTIDAD DEL PSUV.
En tal sentido, vamos
a citar textualmente lo que plantea el Documento Ideológico y Programático:
“…de esa legitimidad
democrática de origen, nacen los documentos que podríamos llamar fundacionales:
“Las
Bases Programáticas”, “La Declaración de Principios” y “Los Estatutos” que son,
hoy por hoy, junto a las “Líneas Estratégicas de Acción Política”,
elaboradas por el Comandante Chávez en Enero de
2011 como un ejercicio de crítica,
autocrítica y de reflexión política en
el marco de su orientación general de las 3R al cuadrado, el mapa de
navegación estratégica de nuestro proceso en lo ético, en lo moral,
en lo político, en los valores revolucionarios, en la constancia de lucha, en
la democracia socialista; esos documentos definen hoy, nos definen,
de una manera singular, específica, característica, y es por ello que este
Congreso en el cual nos encontramos hoy, debe ser ejemplo de auténtico ejercicio de democracia socialista, de democracia revolucionaria, ratificando, en lo fundamental,
el compromiso que los militantes del PSUV
hemos asumido, junto al pueblo,
a través de esos documentos…”
(Tomado del Documento
Preliminar. Revisión del 31 de marzo 2014. Comisión Ideológica y
Programática del III Congreso del PSUV)
En este párrafo
encontramos una clara reivindicación de los documentos fundacionales y el papel
que juegan en estos momentos:
1.- “Las Bases
Programáticas”, “La Declaración de Principios” y “Los Estatutos” , junto a las “Líneas Estratégicas de
Acción Política”, son el mapa de navegación estratégica del proceso
revolucionario
2.- Las “Líneas Estratégicas
de Acción Política”, elaboradas por el Comandante Chávez en Enero de 2011,
son caracterizadas como un ejercicio de
crítica, autocrítica y de reflexión política en el marco de su
orientación general de las 3R al cuadrado.
3.- Esos documentos definen hoy, nos definen
como PSUV de una manera singular, específica, característica.
4.- Se trata de
ratificar, en lo fundamental,
el compromiso que los militantes del PSUV junto al pueblo, a través de esos
documentos.
Es obvio que tal
focalización documental, no implica no
realizar otras lecturas fundamentales
como el “Libro Azul”, “Golpe de Timón”, “Plan de la Patria”, “Leyes del Poder
Popular”, pero resulta ser una condición esencial asumir el estudio y discusión sistemática de este legado ideológico.
En la propuesta
metodológica para el congreso hemos planteado realizar lecturas dirigidas de
los DOCUMENTOS FUNDACIONALES, a los que nos hemos referido, abordando ejes temáticos primordiales:
n
La
revolución cultural y la construcción de la subjetividad revolucionaria.
n
Caracterización
de la transición socialista
n
Enfoque
sobre el desarrollo y el nuevo modelo productivo socialista
n
Poder
popular y estado comunal
n El
partido que tenemos y el partido que necesitamos
Este tipo de estudio
permite el reconocimiento y familiarización de dicho legado, ratificando su
vigencia y enriquecimiento, igualmente establece las líneas de rectificación y
reimpulso contempladas en las 3R que nos dejó el Cmdt. Chávez. Estos acervos culturales y
ideológicos le sirven de marco a los 9 aspectos
que se reseñan en el documento ideológico y programático, el cual está
siendo discutido actualmente por la base chavista.
Como una contribución
a dicho análisis y reflexión, vamos a reseñar algunos contenidos que han sido
trabajados en las jornadas de trabajo en diversas UBCH, empleando los
siguientes procedimientos didácticos:
Lectura
textual de algunos ejes temáticos considerados esenciales, inscrito en la
primera R: revisión
·
Contextualización
e inserción en al actual momento político, asumiendo la segunda R: empleo de la crítica-autocrítica
·
Rearme
ideológico o renovación de la promesas, aplicando la tercera R: reimpulso y
ofensiva programática.
Partiendo de
experiencias concretas en torno a la “lectura comprensiva” de textos, hemos seguido la siguiente secuencia:
-- Ubicación del tema
o párrafo acordado.
-- A continuación, se lee e interpreta el texto
individualmente, se hacen resúmenes o fichas, anotaciones diversas, se lleva un
cuaderno de notas personalizado.
-- Luego en el equipo
de trabajo o reuniones de la UBCH, los militantes leen las conclusiones de la
lectura y se discute colectivamente, se hacen preguntas y se plantean dudas,
confrontándose diversos puntos de vistas.
-- También hay que
promover el Intercambios de experiencias o puesta en común con otros militantes
y colectivos: GPP, movimientos y frentes sociales. Del mismo modo, combinar las
lecturas y discusiones con encuentros,
foros, conferencias.
En esa dirección,
presentamos a continuación algunos párrafos de
los “Principios”, “Bases Programáticas”
y Líneas Estratégicas de Acción
Política”, sirviendo de materiales de referencia para la lectura
comprensiva.
Las citas textuales
están reseñadas en negrillas y subrayada, agrupadas en unidades temáticas o ejes ideológicos
referidos con anterioridad.
I.- LA REVOLUCION CULTURAL Y LA CONSTRUCCION DE LA
SUBJETIVIDAD REVOLUCIONARIA
(Párrafos tomados de
las BASES PROGRAMATICAS)
“La lucha contra la
cultura política liberal burguesa para crear una nueva
y verdadera cultura política revolucionaria es necesario derrotar la vieja
cultura liberal burguesa heredada, porque corrompió la política convirtiéndola
en mediación mercantil del poder, de la acumulación de riquezas ímprobas y de
la exclusión social genocida; pervirtió la democracia reduciéndola a un
mecanismo de legitimación electoral del poder de elites corruptas, convertidas
en base social del imperialismo; generó una cultura sociopolítica perversa a
través de la mediatización de la conciencia, la imposición de la cultura de la
dominación, la naturalización de los privilegios de los poderosos y la
exclusión de la producción y usufructo de la riqueza social por parte del
pueblo; promovió la pérdida de valores y la dignidad mediante la práctica del
clientelismo, la corrupción, el burocratismo, la arbitrariedad, la violencia,
la impunidad y la exclusión de las gran- des mayorías nacionales de la
política; promovió el entreguismo del país y sus riquezas al imperialismo,
especialmente al estadounidense y forjó una cultura mediática y académica que
legitimó tal entrega y la pérdida de identidad del país, la nación, la sociedad
y el pueblo venezolano. La derrota de esta cultura política en la sociedad y
las instituciones venezolanas sólo es posible mediante la creación de una nueva
praxis política: la construcción y consolidación de la Democracia Participativa
y Protagónica que implica la superación de la democracia liberal y neoliberal
burguesa. Para ello es necesario conocer en profundidad los fundamentos
filosóficos, teóricos e históricos de la democracia liberal burguesa y sus
diferencias radicales con la Democracia Participativa y Protagónica, con la
Democracia Socialista. No es posible superar el capitalismo ni su forma
política, la democracia burguesa, si no existe claridad teórica sobre sus
fundamentos y las formas de superarlos, cuestión que se hace mucho más difícil
considerando que la experiencia de más de 40 años de democracia representativa
genera un imaginario, unas prácticas sociales y unos valores profundamente
arraigados en la conciencia popular, al punto que estas prácticas constituyen
serias limitaciones para la transformación revolucionaria de la sociedad
venezolana”
II.- TAREAS
DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA PARA LA TRANSICIÓN AL SOCIALISMO
(Fragmentos tomados de las BASES PROGRAMÁTICAS)
“La tarea central de la Revolución Bolivariana
es desmontar el poder constituido al servicio de la burguesía y el imperialismo
y refundar un poder radicalmente distinto, al servicio del pueblo venezolano y
los demás pueblos del mundo, es decir, la construcción del poder popular y
revolucionario. Todas las tareas políticas están dirigidas a su consolidación
como la única garantía de la victoria definitiva de la Revolución Bolivariana.
Las tareas
principales para cumplir esta tarea central es necesario
que la Revolución Bolivariana lleve adelante, complementariamente, las
siguientes tareas principales, que le sirven de soporte a la tarea central: la
lucha contra la alienación de la conciencia social y por la construcción de una
conciencia revolucionaria; la lucha contra la dominación y opresión política y
por transformar la política en un modo para la vivencia plena, digna y
gratificante; la lucha por hacer de la democracia un espacio para la
participación y el protagonismo popular, y la lucha contra la explotación del trabajo
ajeno y por la humanización y liberación del trabajo. Para tener éxito en estas
tareas es necesaria la elevación de la conciencia política del pueblo, la re-
fundación ética de la política para forjar una nueva cultura política sustentada
en nuevas prácticas sociales basadas en valores revolucionarios. Estos valores
deben construirse a partir de una nueva visión y formas de conocimiento del
mundo y la sociedad (nuevo paradigma epistémico y nueva ciencia), un nuevo
comportamiento y nuevas formas de relacionarnos y valorarnos en comunidad
(nueva ética de la solidaridad), y una nueva sensibilidad y solidaridad (nueva
estética y nuevo arte), como fundamentos del proceso de transformación
revolucionaria de la sociedad venezolana. …”
“…emergencia de una
nueva subjetividad profundamente humana, sabia y prudente, que habrá de
forjarse al calor de la lucha de clases y la derrota de las ideas y las
costumbres burguesas, oligárquicas e imperialistas. Se trata de derrocar el
viejo régimen no sólo en los hechos sino también en las ideas, las costumbres y
los valores, tal como advirtió el Ché Guevara al señalar…“no es posible
construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo”. Aristóteles ya
había enseñado en la antigua Grecia que las virtudes morales e intelectuales
educan el carácter; Simón Bolívar señaló que: …”moral y luces son los polos de
una República; moral y luces son nuestras primeras necesidades.”; Gramsci
retomó este planteamiento diciendo que una revolución es una reforma radical en
el plano moral y cultural. La Revolución Bolivariana asume plenamente estas
enseñanzas como base de sus objetivos.
Construcción de una
conciencia revolucionaria como forma de superar la alienación de la conciencia
social propia del capitalismo. Es necesario refundar las prácticas políticas y
sociales dotándolas de un sentido y contenido moral y ético que cuestione
radicalmente las instituciones burguesas heredadas y el imaginario social
(ideologías, representaciones sociales, prácticas sociales y antivalores) con
base en una nueva escala de valores humanistas, solidarios y críticos como la
responsabilidad social, la solidaridad, la honestidad, el reconocimiento de la
dignidad del otro, la participación, la contraloría social, el sentido de comunidad
y de vivencia integral. La transformación de la conciencia social y de aquellas
dimensiones que la constituyen más directamente, como la información, la
comunicación, la educación y la cultura, en relación con las prácticas sociales
y los valores que las sustentan, es una tarea fundamental para la revolución
bolivariana…”
III.-EL
MODELO DE DESARROLLO ENDÓGENO AUTO-SUSTENTABLE
(Fragmentos
tomados de las BASES PROGRAMÁTICAS)
Como modelo productivo para
avanzar en la construcción del socialismo, toma en cuenta y respeta la relativa
autonomía de las memorias históricas y las identidades culturales locales y
defiende y pro- mueve la diversidad cultural y étnica como fuerza
transformadora capaz de romper una de las características del poder hegemónico
capitalista y su modelo de desarrollo, a saber, la homogeneización de la
vivencia humana. Busca trascender la organización mercantil de la sociedad y
coloca en el centro de toda relación social el florecimiento de las potencialidades
humanas más nobles, tanto individual como colectivamente; garantiza el respeto
por el ambiente dentro de una concepción ecológica que asume la naturaleza como
el hábitat y condición de la vida humana, ya que ésta sólo es naturaleza humanizada;
toma como eje la praxis transformadora del sujeto social, desde sus propias
condiciones históricas, sociales, culturales y desde la recomposición de su
subjetividad, apoyándose en el marco de so lidaridad y complementariedad que
crea el Estado, la sociedad y la comunidad. El desarrollo endógeno promueve
nuevas formas de organización social de carácter integrador, capaces de generar
nuevas relaciones sociales de producción basadas en nuevas formas de propiedad
de carácter socializantes; promueve la humanización del trabajo mediante la
eliminación de la explotación, expropiación del trabajo ajeno, la utilización
adecuada de tecnologías, el trabajo cooperativo y voluntario, la creación de
condiciones materiales favorables, la humanización de los espacios laborales,
la eliminación de todo tipo de privilegios, la justa distribución del ingreso,
la cobertura de seguridad industrial, social y solidaria. Este modelo promueve:
1. Nuevas formas de poder
basadas en la participación, en la construcción y en la toma de decisiones colectivas
por parte de los trabajadores
2. Nuevas formas de administración, gestión pública
y social de la empresas y el estado que permitan la austeridad, racionalización
óptima en el uso de los recursos de diverso tipo
3. La participación protagónica conjunta de
los trabajadores y las comunidades
4. La construcción de
saberes sociales como semillas de la autonomía y la independencia científica y
tecnológica
5. Una concepción y práctica social
sustentable, es decir, un aprovechamiento racional de los recursos naturales
que no amenace el equilibrio de los sistemas ecológicos ni comprometa la
existencia de las generaciones futuras
6. La recuperación de tecnologías
tradicionales, la invención popular y la apropiación de la ciencia y la tecnología
pertinente, con un sentido humanista, especialmente de las tecnologías de
información y comunicación para usos sociales, colectivos y comunitarios.
El desarrollo endógeno auto
sustentable, plantea la confrontación radical de las tendencias hegemónicas de
la economía neoliberal globalizada, la defensa de lo local como escenario fundamental
de la vivencia humana y como condición de articulación armoniosa de los ámbitos
regionales y nacionales, la independencia frente a lo global; la confrontación
radical de la visión que interpreta el desarrollo como crecimiento económico,
basado únicamente en la industrialización del país dentro del enfoque de la
modernización capitalista, para buscar otras formas de organización de la
producción.
IV.-LA
REIVINDICACION DE LA CRITICA DE LA ECONOMIA POLITICA MARXISTA
El enfoque sobre el cambio
en las relaciones de producción capitalista, suprimiendo la lógica del capital,
se encuentra desarrollado en las BASES
PROGRAMÁTICAS del PSUV, donde se señala:
“El capitalismo se asienta
en la expropiación del productor directo de los medios, con la consiguiente
enajenación del producto del trabajo, el cual pasa a ser propiedad privada del
dueño de los medios de producción. El capitalismo introduce la separación entre
el trabajador y todo medio de producción, circunstancia que lo obliga a tener
que venderse a sí mismo para sobrevivir.
En el esclavismo, el
productor directo es el mismo medio de producción y como tal tiene garantizada
su supervivencia, por precaria que sea, pues su muerte representaba una pérdida
para el esclavista. En el feudalismo, aunque la mayor parte del producto del
trabajo de los siervos de la gleba va al dueño de la tierra bajo la forma de
censo (arriendo) y a la iglesia bajo la forma de diezmo, el trabajador directo
sigue teniendo garantizados los medios para garantizar su supervivencia. Pero
el capitalismo introduce la separación entre el trabajador y todo medio de
producción, circunstancia que lo obliga a tener que venderse a sí mismo para
sobrevivir. El capitalismo es la forzosa compraventa de la fuerza de trabajo
convertida en una mercancía más. El producto del trabajo se convierte también
en mercancía que pasa a ser propiedad privada de los dueños de los medios de
producción. El capital es, pues, esencialmente, una relación social por la cual
los propietarios de los medios de producción pueden expropiar el trabajo ajeno,
el de los trabajado- res [no propietarios], comprándola como mercancía pero sin
pagarla por su valor real. El trabajo, que es la única fuente de toda riqueza
social y toda cultura, se convierte bajo el capitalismo en una mercancía
especial, cuyo consumo es la fuente de la ganancia y la acumulación del
capital. El capitalismo es la etapa histórica en que la sociedad se organiza en
torno a la expropiación y explotación del trabajo ajeno, la cual requiere la
dominación política y cultural sobre las trabajado- ras y trabajadores
asalariados y la disolución de los nexos comunitarios de las formaciones
precapitalistas que ahora aparecen ante el individuo como un simple medio para
lograr sus fines privados. La base material sobre la que se levanta el orden
burgués capitalista es la estructura económica constituida por relaciones
sociales de producción basadas en la explotación que dan lugar a formas de
propiedad y de acumulación privadas.
La superación del capitalismo sólo es posible avanzar en la eliminación del
capitalismo si se eliminan las relaciones sociales de producción basadas en la
explotación del trabajo ajeno y, por consiguiente, si se eliminan los procesos
de acumulación privada del capital basados en la ganancia producida por la
explotación del trabajo. A su vez, una de las condiciones para eliminar la
explotación del trabajo ajeno, es la eliminación de la propiedad privada de los
medios de producción esenciales, en particular, la propiedad privada
monopólica. Este es un principio de la construcción del socialismo. Puede
ampliarse la frontera de cobertura de atención social y servicios, y puede
elevarse la calidad de vida de la población, mucho más en un estado que recibe
una elevada renta como el nuestro, pero éstas no serán más que diversas
modalidades del llamado “Estado de bienestar social”, que en esencia no alteran
las relaciones de producción capitalistas, y nunca constituirán un avance en la
construcción del socialismo.
Bases del modelo productivo
de la transición al socialismo.
Una premisa fundamental para
el desarrollo de un nuevo modelo productivo es la ruptura con el conocimiento y
la racionalidad burguesa y su metafísica de la economía, particularmente lo
atinente a las formas de contabilizar y cuantificar el desarrollo económico
reduciéndolo a crecimiento. Esto incluye la propia noción de crecimiento
[variación porcentual de transacciones financieras –valor monetario- de la
producción de bienes y servicios]; la
teoría subjetiva del valor; la teoría marginalista; la preponderancia de la
esfera de la circulación [el mercado] frente a la producción; la concepción de
la industrialización; la fragmentación que impide ver integralmente la economía
y su relación con las dimensiones políticas y sociales, especialmente las
relacionadas con el bienestar de la vivencia huma- na, así como la exclusión de
la actividad reguladora del Estado que sacrifica la economía al “libre
mercado”, es decir, a los intereses de las corporaciones monopólicas.
Se requiere tomar el instrumental
teórico de la crítica de la economía política formulado por Marx y enriquecido
por autores marxistas para fundamentar una crítica de la economía política de
la transición que dé respuesta a los problemas generales pero también a los
concretos e inmediatos. En particular es necesario rescatar la ley del valor
que propone un esquema de análisis del capitalismo basado en la jerarquización
del proceso productivo y en la centralidad de la explotación y
que analiza los fenómenos comerciales y financieros refiriéndolos a su
determinación productiva.”
“La lucha contra la
explotación capitalista implica
necesariamente el manejo del instrumental teórico de la crítica de la economía
política formulada por Marx, y la construcción de un nuevo sistema de cuentas
nacionales, sustentado en este instrumental teórico, que permita establecer
nuevos indicadores para la planificación y para la evaluación del
desenvolvimiento de la economía en relación con el
mejoramiento de las condiciones materiales de existencia de la sociedad y no de
la acumulación del capital, para mostrar la superioridad de las nuevas
relaciones sociales de producción y de propiedad. La lucha por la humanización
del trabajo plantea la tarea de sustituir el modelo desarrollista rentista de
la economía venezolana por un modelo de desarrollo endógeno integral y auto
sustentable…”
.V.-DEL
ESTADO CAPITALISTA BURGUES AL ESTADO SOCIALISTA
(Fragmentos
tomados de la DECLARACION DE PRINCIPIOS)
“Restituir el poder al
pueblo: construcción del poder popular la conclusión es
transparente: “para acabar con la pobreza, es preciso darle el poder a los
pobres” y construir el socialismo. Ese poder nace de la participación y el
protagonismo del pueblo. El Partido Socialista Unido de Venezuela debe ser
propulsor de la participación directa del pueblo y su instrumento para la
construcción del socialismo. Esa participación debe ser democrática y plena, de
trabajadores y trabajadoras, campesinos y campesinas, jóvenes, intelectuales,
profesionales, artistas, amas de casa, pequeños productores, comerciantes del
campo y de la ciudad, pueblos indígenas y afro-descendientes, en la
conformación y funcionamiento de todos los órganos del poder, en la
elaboración, discusión y resolución de programas y estrategias y en la
promoción y elección de sus direcciones, en igualdad de condiciones, para
lograr la dirección colectiva del proceso revolucionario. Para ello, es tarea
fundamental del partido elevar la conciencia revolucionaria de la masa,
organizarla y formarla para la lucha por la conquista del poder, elevar su
nivel de conciencia filosófica, política, ideológica, moral y organizativa para
lograr la transformación de patrones de representatividad en patrones de democracia
participativa y protagónica. Significa formar al pueblo para el ejercicio del
poder en las funciones de planificación, elaboración de presupuestos, toma de
decisiones, ejecución y control orientados por valores socialistas. Asimismo
significa, en lo ideológico, asumir el socialismo bolivariano como nuestro
mayor ideal de sociedad, de modelo político y de Estado. Bajo estas
orientaciones, el partido debe ser un instrumento de lucha para la
emancipación, una herramienta política unificadora y un órgano de control
político, económico, financiero y social del gobierno en toda su estructura,
bajo el fundamento de la concepción socialista del partido. El partido enmarca
sus líneas estratégicas para la construcción del poder popular en la
elaboración, formulación, control previo y posterior en la ejecución de los
programas de gobierno, con sentido de equidad, igualdad, humanismo y bajo
principios socialistas, en el proceso generador de la nueva hegemonía del
poder. La construcción del Poder Popular se fundamenta en el enfoque
territorial organizativo que nos proporciona la Nueva geometría del Poder
Popular. Con ese enfoque se promoverá el fortalecimiento de los movimientos
sociales de base. El partido debe tener por objetivo dar poder al pueblo
organizado y consciente, socializando el poder político a través del ejercicio
directo del poder de las masas en la búsqueda del desarrollo ético, social,
científico, artístico y cultural. El partido como instrumento de lucha de
millones de hombres y mujeres libres, ratifica asimismo la necesidad de una
efectiva centralización para la acción en los grandes combates ya entablados:
contra la pobreza, la explotación, la corrupción, la degradación del ser
humano, la reacción interna y sus mandantes imperialistas. Habrá de ser la
herramienta política unifica- dora de las grandes mayorías y nace con la
convicción de que afronta una constante amenaza militar de los enemigos
internos y externos de la Revolución, razón por la cual asume en todos los
planos la responsabilidad de defender a la patria, enfrentar y vencer el
imperialismo. Para avanzar hacia la sociedad socialista que queremos,
necesitamos sustituir el Estado capitalista burgués por un Estado Socialista.
El nuevo estado esbozado, avanza hacia el estado comunal planificado y orgánico
cuya concreción se da por la interacción dialéctica entre las viejas células
organizativas, poco dinámicas y obsoletas y las nuevas formas organizativas
superiores como las comunas, consejos comunales, consejos revolucionarios de
trabajadores y trabajadoras, consejos revolucionarios de estudiantes, entre
otros.
VI.-
REPRODUCCION DE VALORES BURGUESES EN EL SENO DEL PARTIDO.
(Fragmentos
tomados de LAS SIETES LINEAS ESTRATEGICAS)
“…encarar los problemas de
diversa índole que afectan a nuestra organización: la burocratización, el
oportunismo, el sectarismo, entre otros. Ignorarlos o subestimarlos sólo
contribuiría al debilitamiento del partido y, por ende, del futuro de la
Revolución.”
“Es fundamental, en esta
etapa, recuperar, reagrupar, rearticular las fuerzas dispersas, desmovilizadas,
desmoralizadas o confundidas por el adversario o por nuestros errores.
Nuestros adversarios nos
prefieren dispersos, desunidos y enfrentados en diatribas estériles, porque
saben que ése es el camino más expedito para intentar poner freno al avance de
las fuerzas democráticas revolucionarias.
Nuestro trabajo como
organización debe partir del principio estratégico de una profundización
democrática de la sociedad venezolana, que nos permita el debilitamiento
progresivo de voluntad y claridad políticas las fuerzas antidemocráticas,
reaccionarias y apátridas de la contrarrevolución. Para ello, es necesaria la
combinación de un conjunto de políticas y tácticas, que neutralicen la
reproducción de su ideología y logren para nosotros la recuperación de los
espacios territoriales perdidos, así como consolidar, reforzar y ampliar los
terrenos y posiciones ya tomados, incrementando nuestra base social de apoyo
para la consolidación estratégica de la Revolución Bolivariana.
Este documento, como
continuidad de las discusiones desarrolladas y los documentos y estatutos
aprobados en el I Congreso Extraordinario del Partido, se orienta a la apertura
de un gran debate en nuestras propias filas, en las filas aliadas y en el seno
del pueblo, que concluya con un Plan de Acción para los próximos dos años, con
el fin de garantizar nuevas e importantes victorias populares en las contiendas
electorales del año 2012…”
“Este documento base
contiene las líneas políticas de acción para acometer las tareas por venir:
1.
De la “cultura política capitalista” a la militancia socialista.
Esta “cultura capitalista”
se expresa en el hecho de considerar que pertenecer a un partido equivale a
“invertir” en él, a través de sus contribuciones financieras o con su trabajo
militante, y que esa “inversión” debe ser “recompensada” o “remunerada” con
puestos, cargos, prebendas o influencias en el Estado, en el terreno de los
negocios o en el mismo partido.
La fortaleza de la
Revolución Bolivariana se sustenta, en buena medida, en la voluntad del máximo
liderazgo de la Revolución, de enfrentar esta “cultura capitalista”,
favoreciendo el contacto directo con el pueblo, interpelándolo, pero sobre todo
dejándose interpelar por él, convirtiéndose en una suerte de intérprete de las
demandas y las aspiraciones populares, dándole voz a los que nunca la tuvieron
y haciendo visibles a los invisibles, a los marginados, a los olvidados y
explotados.
Luego de las rebeliones
militares – populares del 4 de Febrero y del 27 de Noviembre de 1.992, hijas de
la rebelión popular del 27 de febrero de 1.989, y del proceso posterior de
movilización popular liderados por el Movimiento Bolivariano Revolucionario
200, la Revolución Bolivariana optó por la lucha electoral, y se hizo necesaria
dotarla de un instrumento político electoral, el Movimiento V República, para
lograr que aquella enorme masa popular en movimiento tuviera la cohesión,
disciplina y eficiencia electoral necesarias para derrotar a la oligarquía y
sus partidos. Hoy, al PSUV le toca ejercer esa función y ser vanguardia en el
proceso de construcción y defensa de la Revolución Bolivariana y Socialista.
Sin embargo, a pesar de
haber logrado preservar una amplia mayoría en la Asamblea Nacional en las
últimas elecciones parlamentarias, los resultados pusieron en evidencia algunas
fallas en el funcionamiento del PSUV y su vinculación con la base social de
apoyo a la Revolución.
Entre las posibles causas de
esta situación, podemos verificar, en mayor o menor medida, algunas actitudes o
desviaciones características de los partidos tradicionales, tales como el
burocratismo, el oportunismo, el sectarismo, el nepotismo y el gradual
alejamiento de la base social bolivariana, resultantes de la persistencia de la
“cultura capitalista” en el seno de la sociedad.
Esta cultura es reproducida
a lo interno del Partido, y se expresa en que algunos sectores lo conciben como
un medio para el “ascenso social” de los y las militantes con responsabilidades
de dirección a distintos niveles. Algunos camaradas se consideran líderes
absolutos e indiscutibles en sus espacios, y asumen la discrecionalidad de
excluir del Partido, y hasta de la Revolución, a quienes se atrevan a diferir o
a disentir de ellos y ellas.
De acentuarse este tipo de
comportamiento, el PSUV podría terminar convertido en un partido/iglesia, una
suerte de “guía de las masas incultas”, que considera a sus militantes y a las
diversas formas de organización popular como simples correas de transmisión de
la línea indiscutible de los nuevos “sacerdotes”. De seguirse este camino,
estas prácticas debilitarán la base social de apoyo a la Revolución
Bolivariana.
VII.-
SOBRE EL PARTIDO QUE NECESITAMOS
(Fragmentos tomados de la
DECLARACION DE PRINCIPIOS )
“El Partido Socialista Unido
de Venezuela debe ser propulsor de la participación directa del pueblo y su
instrumento para la construcción del socialismo. Esa participación debe ser
democrática y plena, de trabajadores y trabajadoras, campesinos y campesinas,
jóvenes, intelectuales, profesionales, artistas, amas de casa, pequeños
productores, comerciantes del campo y de la ciudad, pueblos indígenas y
afro-descendientes, en la conformación y funcionamiento de todos los órganos
del poder, en la elaboración, discusión y resolución de programas y estrategias
y en la promoción y elección de sus direcciones, en igualdad de condiciones,
para lograr la dirección colectiva del proceso revolucionario. Para ello, es
tarea fundamental del partido elevar la conciencia revolucionaria de la masa,
organizarla y formarla para la lucha por la conquista del poder, elevar su
nivel de conciencia filosófica, política, ideológica, moral y organizativa para
lograr la transformación de patrones de representatividad en patrones de democracia
participativa y protagónica. Significa formar al pueblo para el ejercicio del
poder en las funciones de planificación, elaboración de presupuestos, toma de
decisiones, ejecución y control orientados por valores socialistas. Asimismo
significa, en lo ideológico, asumir el socialismo bolivariano como nuestro
mayor ideal de sociedad, de modelo político y de Estado. Bajo estas
orientaciones, el partido debe ser un instrumento de lucha para la
emancipación, una herramienta política unificadora y un órgano de control
político, económico, financiero y social del gobierno en toda su estructura,
bajo el fundamento de la concepción socialista del partido. El partido enmarca
sus líneas estratégicas para la construcción del poder popular en la
elaboración, formulación, control previo y posterior en la ejecución de los
programas de gobierno, con sentido de equidad, igualdad, humanismo y bajo
principios socialistas, en el proceso generador de la nueva hegemonía del
poder. La construcción del Poder Popular se funda- menta en el enfoque
territorial organizativo que nos proporciona la Nueva geometría del Poder
Popular. Con ese enfoque se promoverá el fortalecimiento de los movimientos
sociales de base. El partido debe tener por objetivo dar poder al pueblo
organizado y consciente, socializando el poder político a través del ejercicio
directo del poder de las masas”.
“El Partido nace como
expresión de la voluntad revolucionaria del pueblo y representa la síntesis
superadora de todas las luchas y fuerzas revolucionarias de Venezuela, de todas
las vertientes del pensamiento revolucionario y socialista. Proclama su
pertenencia a la clase trabajadora explotada y oprimida, así como a todos los
hombres y mujeres que abracen el ideal bolivariano y socialista, pro- ducto de
la unidad revolucionaria de las mayorías, multifacéticas, abarcadoras de la más
amplia diversidad de orígenes étnicos, ideológicos y políticos. El partido
promoverá en el seno del pueblo la unidad de manera orgánica, política,
ideológica y programática como la forma fundamental de la unidad
revolucionaria. El Partido concibe la unidad como producto de la cohesión en
torno a los valores y principios colectivamente aceptados, reflejados en el
Programa, sus estatutos, sus fundamentos ideológicos y su accionar político,
destinados a erradicar el fraccionamiento de intereses particulares y la
anarquía y sustituirlos por el interés colectivo y el bienestar social. El
partido considera que la unidad fundamental es la unidad del pueblo, no
obstante, procurará alianzas con todos los movimientos sociales y
organizaciones políticas de la revolución, dentro de los límites establecidos
por nuestros principios revolucionarios: un partido motor indispensable en el
combate contra las injusticias y las desigualdades entre clases sociales. Un
partido respetuoso de la diversidad ideológica, étnica y cultural. Un partido
que debata democráticamente y de manera permanente las ideas para hacer la
revolución y construir la sociedad socialista. El partido, junto al pueblo,
debe afianzar la lucha contra la corrupción, creando las condiciones y los
mecanismos para combatir este vicio enquistado en las estructuras del Estado
burgués, que promueve la degradación moral y ética de las instituciones y del
ser humano, generando prácticas que riñen con los principios éticos; en
consecuencia, se debe promover la búsqueda incesante de la transformación
revolucionaria de la conciencia del deber social, aunado con la aplicación de
elementos jurídicos que liquiden la impunidad, castigando implacablemente hechos
que atenten contra la ética y la moral pública. Todo acto de corrupción es un
acto contra revolucionario, el Partido trabajará en el fortalecimiento de la
ética revolucionaria, que es la coherencia entre lo que se dice y lo que se
hace, entre el discurso y la acción.”
ESTATUTOS
ARTICULO 4: DE LOS
PRINCIPIOS ORGANIZATIVOS
“…el carácter electivo de todos los órganos de
dirección y el principio de dirección colectiva (responsabilidades individuales
y colectivas), fundamentados todos en la disciplina consciente en base a la
línea política, al programa y los estatutos que rigen la vida del partido.
• Dirección colectiva en
todas las instancias.
• Rendición de cuenta ante las instancias de
dirección y ante el pueblo.
• Revocación, producto de
la evaluación de la gestión, realizada democráticamente.
• Ejercicio constante de la crítica y la
autocrítica, ante los propios errores y los de los otros u otras, con un estilo
correcto dirigido a la supe- ración de los errores.
• Ejercicio de la emulación
socialista entendida como el reconocimiento de la práctica política e
integridad revolucionaria de los y las militantes del partido.
E/Carlos Lanz Rodriguez
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