Víctimas de las operaciones psicológicas
Posterior al proceso
eleccionario del 7 de octubre, ha cobrado cuerpo una especie de neurosis que
embarga a una franja importante de actores oponentes. El cuadro de frustración y
desengaño de tales sectores hay que vincularlo al impacto de una perversa campaña
de guerra psicológica cuya aparición no es de última hora.
Desde hace rato, a través de
diversos medios se ha venido desarrollado unas matrices de opinión en torno al Cmte.
Chávez y la ejecutoria del gobierno
revolucionario, que no solo fragmenta y atomiza la realidad, sino que genera un
cuadro emocional lleno de incertidumbre, miedo o rabia en una parte de la
población desprevenida, desinformada o
intoxicada en términos noticiosos.
Al mismo tiempo que se
polarizaron negativamente las emociones
y opiniones en torno al proceso bolivariano, se generaron expectativas crecientes en torno a la posibilidad de
derrotar electoralmente a la revolución.
Por ello se puede plantear
una ecuación sobre la profundidad del trauma
electoral: mientras mas elevadas eran las expectativas de triunfo, mayor fue el impacto causado por
los resultados reales y por supuesto las manifestaciones de
malestar: tristeza, depresión, desesperanza.
Tal comportamiento viene asociado a una resistencia a aceptar el triunfo
popular, buscando y construyendo explicaciones
y excusas de todo tipo: fraude, ventajismo, ignorancia de la población, compra
del voto, etc.
A tal situación de desajustes
cognitivos y emocionales no se llega gratuitamente, así como tampoco ocurren espontáneamente.
Se trata en nuestra opinión de un
resultado de distorsiones informativas y manipulaciones propagandísticas
impulsada por el imperio y los dueños
de medios de desinformación.
En este proceso de distorsiones
informativas, se emplean variadas estrategias, métodos y técnicas:
- Extrapolaciones, sacando los hechos y sucesos de su contexto.
- Proyecciones, vinculando los hechos y
sucesos con situaciones peligrosas, experiencias traumáticas y amenazantes.
- Generalizaciones,
convirtiendo un hecho o suceso singular en un fenómeno universal,
globalizado, sin tener respaldo.
- Transferencias, apropiándose de méritos que no se poseen, sino que se toman
prestados o adscribiendo al
adversario aspectos negativos que se toman de cualquier lado.
- Deformaciones , con exageraciones donde los datos o hechos negativos son abultados .
- Del mismo modo se emplean estereotipos y
prejuicios, para enmarcar culturalmente las matrices, etiquetando
situaciones con lugares comunes. Cuando no se poseen evidencias ciertas se
acude al prejuicio.
- Tecnicismo y juicio de experto, para dar
apariencia de rigor y cientificidad apelando a la autoridad académica.
- Fragmentación y atomización de cifras, que permita explotar la
presentando una sola cara del asunto como información “sesgada”.
- Silencio,
invisibilización, autocensura, omisiones, negación y ocultamiento de aquellos
aspectos de la realidad que le
quitan fuerza a los rumores y mentiras.
En tal sentido, una de las
enseñanzas clave de este proceso se vincula a la derrota de las operaciones
psicológicas con la INFORMACION OPORTUNA Y VERAZ.
Acompañar a los disociados
en su duelo, es una tarea pedagógica importante en la actual coyuntura,
contribuyendo a su liberación de las ataduras cognitiva y emocionales que los
une a la contrarrevolución
Saludos equipo en las próximas horas estaré enviando aportes y comentario para avanzar en los equipos REMI... Atte. R13
ResponderEliminar